Una de las franquicias más recientes y famosas del mundo de los videojuegos, Devil May Cry, nació de la coincidencia y de la suerte. El creativo y productor japonés Shinji Mikami, preparaba un nuevo juego de la franquicia Resident Evil para la segunda consola de Sony, con la intención de hacer el debut oficial de los juegos de terror en las tres dimensiones. Poco a poco la idea mutó, dando lugar a un título completamente distinto de las intenciones originales del genio de los videojuegos de Capcom (aunque ahora vaya por libre y cree sus propias empresas), atesorando una personalidad propia y un estilo de juego único. Así surgió Devil May Cry, una serie de títulos que han pasado ya por diversas consolas, y cuyo legado parece no tener fin.
Aunque Devil May Cry ha sido una saga con altibajos muy pronunciados, Capcom siempre la ha considerado uno de sus pilares más fuertes y estables dentro de su catálogo. Las tres primeras partes, que vieron la luz para PlayStation 2 de Sony, confirieron un impresionante trío de ases, destacando el papel de la primera y original entrega (la que sentó las bases para la saga) y la tercera entrega, uno de los juegos hack and slash más divertidos y retantes de la pasada generación. Con la llegada de las nuevas consolas y su notoria potencia, desde Capcom se intentó revitalizar y relanzar la franquicia a un grueso de usuarios que reclamaba ver nuevas aventuras de Dante y Nero en la era de la alta definición. Aunque el juego no era malo, no cumplió las expectativas, dejando patente que la saga de títulos de acción, criaturas diabólicas y movimientos imposible, comenzaba a mostrar evidentes síntomas de cansancio y agotamiento.
La única solución posible, era la de relanzar la serie de títulos, aportando nuevos valores, aspectos creativos e intenciones jugables. No era tarea fácil, y por ello, desde Capcom intentaron buscar a los mejores valedores. Así pues, Ninja Theory, encargados de los infravalorados (aunque no perfectos, ni mucho menos) Heavenly Sword y Enslaved, toman el relevo para darnos su propia visión de Dante y sus aventuras. Así nace DmC.
Un cambio drástico
Si hubiese que hacer una lista con los juegos más polémicos de los últimos tiempos, y aquellos que más controversia han causado sin haber si quiera salido al mercado, estaría bastante claro que DmC coparía los primeros puestos. Desde su presentación hace unos cuantos meses, miles de usuarios se han quejado del radical cambio de aspecto artístico y conceptual del que hace gala este particular reinicio de la saga. DmC, según sus creadores, supondrá un nuevo capítulo en el mundo de Devil May Cry, mostrándonos los orígenes del particular cazador de demonios, Dante. Durante el E3, se ha mostrado el primer vídeo con gameplay real del juego, y las opiniones, al menos las primeras, no pueden ser más positivas.
Primero, hay que dejar claro que DmC respeta gran parte de la esencia de los Devil May Cry originales. Su estilo de juego es prácticamente idéntico, aunque obviamente, está interpretado bajo la batuta de Ninja Theory, con lo que las evidentes muestras del ADN de la compañía occidental, están más que claras en el compuesto final que supondrá el título definitivo. Es fácil reconocer su imprenta en los movimientos, animaciones o todo aquello que rodea el videojuego, como el apartado artístico.
De hecho, se ha optado por una especie de regresión a los primeros juegos de la franquicia, retomando la importancia de las dos pistolas y la espada, y apostando de nuevo por la interesante combinación de enemigos con aspecto de marionetas y robóticos. El plantel de criaturas y monstruos se espera bastante grande, destacando la consabida aparición de los enormes jefes finales, que volverán a hacer acto de presencia complicándonos un poco el devenir de la aventura, y poniendo ese toque característico y retante que los Devil May Cry suelen atesorar a la hora de esos titánicos combates. Aunque la dificultad del juego se espera elevada, Dante volverá a hacer uso de su poder demoníaco, demostrando una fuerza y un poder desatado en los momentos claves, permitiéndonos hacer movimientos especiales que dejarán patente nuestra superioridad con la gran mayoría de enemigos.
Una curiosidad bastante interesante es que si bien Dante tendrá el pelo completamente negro en este juego (cosa que no hizo mucha gracia a más de uno), durante la utilización de estos poderes especiales, su cabellera se tornará de un color blanco radiante, dejando en evidencia la conexión existente entre el título y los otros cuatro restantes. Así pues, estamos ante una entrega que respeta bastante el estilo de juego impregnado en la franquicia, permitiéndonos realizar los mismos combos con los que hemos disfrutado tantas horas delante del televisor a los pocos minutos de sentarnos a jugar. Dante se moverá, se sentirá y reaccionará de una forma idéntica a sus anteriores encarnaciones, pero siempre desde un nuevo punto de vista, ya que, como hemos dicho, el buen hacer de Ninja Theory impregna muchos aspectos jugables de este nuevo DmC.
Gráficamente, pese a estar en una versión bastante preliminar, DmC transmite muy buenas sensaciones, destacando la impresionante ciudad en la que parece desarrollarse gran parte de la acción (y en la que según los creadores, nada es lo que parece) o las animaciones y el diseño de los enemigos. Realmente se han mostrado muy pocos detalles acerca de la ambientación o desarrollo en general de la aventura (realmente aún es un poco pronto), pero desde Capcom y Ninja Theory se han apresurado en decir en que el juego destilará un ambiente más oscuro, misterioso y en cierta manera, diferente. Se acabó en gran medida ese estilo colorido (dentro de un contexto lógico, se entiende) de la cuarta entrega. DmC será un juego más gris, extraño, y en cierta medida, perturbado y serio.
Capcom tiene muy claro que quiere conferir un nuevo toque a la serie de títulos de Devil May Cry. Y no han confiado en Ninja Theory por gusto. DmC parece un punto de inflexión interesante y bien intencionado, que puede conferir un nuevo paradigma en la franquicia, y cuyos valores positivos parecen evidentes y notorios. Sin apenas cambios visibles en un estilo de juego bueno de por sí, y con un nuevo rumbo en lo artístico y lo gráfico (y según parece, en lo argumental), DmC promete bastante. El sabor de boca que nos ha dejado con tan poco material mostrado, es evidente. El nuevo capítulo de las aventuras de Dante no tiene aún fecha oficial de lanzamiento (quizás en el próximo Tokyo Game Show revelen algo en concreto), y llegará a las consolas de Microsoft (Xbox 360) y Sony (PlayStation 3).
