Cuando nos presentaron este nuevo Assassin's Creed por primera vez, además de su atractiva ambientación, el siempre emocionante mundo de la piratería en aguas del Caribe, lo que más nos llamó la atención fue la promesa de que por fin nos encontraríamos ante un auténtico mundo abierto, sin barreras o tiempos de carga, con todos los escenarios unidos y disponibles en un único mundo. Explorar islas a pie, lanzarnos al agua y bucear, surcar los mares con completa libertad, todo de manera fluida y sin barreras.
Ya hemos podido ver todo esto, y es sencillamente impresionante. Lo que fue un sofisticado minijuego en Assassin's Creed 3, las batallas navales, en esta cuarta entrega ha pasado a ser uno de los pilares de la aventura, nuestro medio de transporte para movernos entre islas, la base de operaciones y origen de mil y una aventuras en barco. Podremos navegar con completa libertad por las bellas aguas del Caribe, pararnos en cualquier lugar, tirarnos al agua, y descubrir cualquiera de los múltiples secretos y tesoros que encontraremos en este nuevo Assassin's Creed.
Para mostrarnos su mundo abierto, que mejor que un ejemplo práctico, un contrato de asesino. En un palomar, de manera similar a anteriores entregas de la saga, Edward Kenway puede acudir para aceptar -o declinar- nuevas misiones. En esta tenía que asesinar a dos capitanes ingleses, que se encontraban en una cantina al aire libre de una pequeña y bonita villa. Aunque lo vamos a decir muchas veces, no nos dejó de sorprender lo bonito que se ve este nuevo Assassin's, gracias a los paisajes naturales del Caribe, bañados por aguas de un azul radiante, en contraste con el espectacular verde de la vegetación.
Al llegar a la cantina Kenway se situaba en la barra, mientras el resto de aldeanos disfrutaban de la música, ajenos a lo que iba a ocurrir segundos después. Uno de los capitanes se acercaba por la barra, y nuestro protagonista se encarga de él con unos certeros golpes con los puños, sin usar ningún tipo de arma. Unos movimientos de combate un tanto brutos pero muy efectivos, acorde con la personalidad de este nuevo protagonista, un tipo duro y sin escrúpulos, un caradura, un mujeriego y la verdad, un tío con bastante carisma. Algo con lo que parece quieren contrarrestar la fría recepción que tuvo el anodino protagonista de Assassin's Creed 3.
Tras cepillarse a uno de los capitanes, el otro echaba a correr, y se iniciaba una particular persecución, en la que el capitán inglés corría hacia el puerto y se montaba su barco, huyendo rápidamente. Nosotros hacíamos lo propio, dirigiéndonos a nuestro barco, donde al llegar la tripulación nos saludaba efusivamente. Los marineros y piratas que vayamos reclutando para nuestra causa serán muy importantes en la aventura, tendremos más sentimiento de hermandad que nunca, algo que conecta con una de las mejores entregas de la saga.
Iremos mejorando el barco con mejores armas y velas, mayores defensas, y aumentando la tripulación que lo controla, tan importante como la propia nave. Las batallas navales y el control del barco parecen casi idénticos a los que vimos en Assassin's Creed 3, aunque ahora con la posibilidad de dar órdenes directas a los marineros, y abandonar en cualquier momento el timón para explorar el barco, subir por las velas, o lanzarnos al mar si así lo queremos.
Después de perseguir y disparar durante un buen rato al barco inglés, conseguíamos detener su avance a cañonazos, momento en el que comenzaba un abordaje. Con los dos barcos ya detenidos estallaba un cruento combate, primero a cañonazos, que podíamos controlar directamente, luego cuerpo a cuerpo, tras asaltar el barco rival por la parte superior de los mástiles, sorprendiendo a los ingleses. Una batalla masiva muy espectacular, con decenas de soldados y piratas combatiendo. Al ganar una batalla naval nos preguntarán qué queremos hacer con la tripulación del barco derrotado, por ejemplo reclutarlos para nuestra causa, capturarlos, o incluso saquear el navío para mejorar nuestro barco.
Cuando naveguemos libremente por los mares podremos encontrarnos multitud de sorpresas, parece que será muy emocionante y divertido explorar libremente el mundo, sin ningún objetivo concreto. Por ejemplo nos encontramos con un pequeño islote, en mitad de la nada, y Kenway se lanzó al agua decidido a explorarlo. Allí se encontró un cadáver que estaba siendo mordisqueado por unos cangrejos, y entre sus pertenencias se encontraba un mapa del tesoro.
Aquí nos mostraron algo que parece se va a convertir en norma en todos los juegos de Ubisoft, una aplicación para iOS y Android, para que por ejemplo, podamos ver los mapas del tesoro en la pantalla de un móvil o un tablet. En estos mapas se encuentra dibujada la zona donde está escondido el tesoro, y mientras exploramos, no estará mal tener una segunda pantalla que en todo momento nos los muestre, sin necesidad de pausar la acción y acudir a un menú.
En nuestros viajes nos cruzaremos con todo tipo de peligros, y no solo barcos enemigos. Vimos emerger una enorme ballena del agua, que casi impacta con la popa de nuestro navío, en una escena bastante espectacular, y las tormentas serán algo que debamos temer tanto como cualquier barco inglés. La climatología puede cambiar muy rápidamente y vernos en mitad de una tormenta, sin apenas visibilidad, lo que nos puede llevar a estrellarnos contra unas rocas y naufragar. También nos enseñaron una misión en la que había que destruir una fortaleza desde el agua, primero a cañonazos, destruyendo de manera muy detalla las murallas y torreones, luego a pie en una dura batalla, teniendo que eliminar a varios oficiales ingleses y finalmente al comandante en jefe del fuerte.
Además de mucha jugabilidad relacionada con el barco, también vimos una misión en una preciosa isla, en la que teníamos que rescatar a dos piratas capturados de manos de los ingleses, para que se unan a nosotros. Esta misión se tenía que resolver con sigilo, y no podían vernos. Para ello podíamos valernos de la vegetación para ocultarnos, ejecutando uno por uno a los soldados, escalar por los árboles de idéntica manera a lo que vimos en la anterior entrega, y vimos una acción nueva que es apoyarse sobre paredes y muros, como si fuera una cobertura, algo que venía necesitando la saga en la secciones de sigilo desde hace tiempo.
En esta isla caribeña, en un árbol situado encima de un templo, había una atalaya, esos lugares elevados clásicos en la saga en los que sincronizamos y descubrimos los alrededores en el mapa, y que ahora sirven para establecer puntos de viaje rápido, algo muy necesario en un juego de mundo abierto tan enorme como este. Una buena idea, que nos ha parecido heredada del genial Far Cry 3. Lo último que nos mostraron fue la ciudad de La Habana, con una recreación tan detallada como nos tienen acostumbrados.
Una ciudad y unos entornos naturales que lucen mejor que nunca, gracias a los agraciados paisajes del caribe llenos de color, y en este caso a que nos mostraron la versión de PlayStation 4, que luce fenomenal. Es cierto que no aprovecha las capacidades de la nueva consola, y se nota que es un juego de la actual generación, por los modelados y las texturas, solo que a mejor resolución, con un perfecto antialias, una tasa de imágenes robusta como una roca, y ningún defecto gráfico, como por ejemplo ni un solo atisbo de popping. Vamos lo que venían ofreciendo las entregas de PC en los últimos años, aunque esta versión de PS4 de momento no corría a 60fps, pero si con una tasa sorprendentemente estable, pasara lo que pasara en pantalla, algo no muy habitual en una beta.
En cualquier caso aunque esta versión no vaya a aprovechar el potencial de PlayStation 4 y Xbox One, si no tienes un PC, el salto respecto a lo que veníamos viendo en PlayStation 3 y Xbox 360 es considerable, y más si tenemos en cuenta todos los problemas técnicos que arrastraba la anterior entrega. Este cuarto Assassin's Creed se beneficia de la potencia extra de las nuevas consolas gracias a su paradisiaca ambientación, de colores con mucha fuerza que se ven geniales gracias a la gran nitidez de imagen, y por ser tan ambicioso en cuanto tamaño, algo que quizás le pase demasiada factura a las ya veteranas PS3 y Xbox 360. Escenarios repletos de detalles, con una vegetación abundante y frondosa, todo tipo de fauna como pájaros, lagartos, mosquitos, es realmente bonito, y cuando veáis cómo luce en las nuevas consolas se os va a hacer complicado querer jugarlo en las actuales.
Surca los mares también en la nueva generación
El nuevo Assassin's Creed tiene una pinta estupenda, la nueva ambientación va a dar mucho juego, tanto en lo visual, con imágenes de una gran belleza gracias a los paradisiacos entornos del Caribe, como en lo jugable, con batallas navales, exploración totalmente libre, buceo, y mil y una aventuras a bordo de nuestro navío y con nuestra tripulación, con la que iremos creando un fuerte vínculo. Esta nueva ambientación y ambiciosa propuesta jugable llegan en el momento justo, con el lanzamiento de las nuevas consolas, que si bien este año no va aprovechar del todo, sí va a conseguir que nos olvidemos de todas esas taras técnicas que empeñaron un poco la experiencia de la tercera entrega. Assassin's Creed IV: Black Flag saldrá a la venta para PlayStation 3, Xbox 360, Wii U, PC, PlayStation 4 y Xbox One, y puede convertirse, por muchos motivos, en una de las mejores entregas de la serie.