No tardó demasiado en existir como especulación y sonar como un lejano rumor entre los aficionados que habían disfrutado de Ico allá por su año de lanzamiento, pero lo cierto es que el juego que nos ocupa se ha hecho esperar bastante tiempo. Y no es menos cierto que no es, ni mucho menos, una continuación del anterior ya que la historia e incluso el planteamiento guardan poca o ninguna similitud… aunque, sin embargo, comparten un mismo espíritu.
En Shadow of the Colossus nuestra misión será buscar una serie de monstruos gigantes a los que deberemos derrotar con nuestras propias manos, empezando por alcanzar la cima de estos, para poder volver a la vida a la amada.
De hecho, en el juego, no habrá nadie ni nada más a batir que esos gigantes, los colossi, pero no por ello nos limitaremos a ir de un punto a otro buscando el enemigo a derrotar, ya que esos trayectos estarán salpicados oportunamente de elementos de aventura y plataformeo que nos aportarán los momentos de entretenimiento y evasión de la mecánica de juego principal necesaria para dotar al título de la variedad necesaria y deseable para el jugador.
Lo mostrado hasta ahora del juego (su última aparición ha sido en Leipzig, durante el mes de agosto, con motivo de la Games Conference) nos hace pensar que lo más divertido será con diferencia trepar por los muy diferentes entre sí colossi, dejando un poco de lado esos momentos de búsqueda que no dejan de ser un trámite entre gigante y gigante pese a los intentos que ha habido de dotarles de una buena variedad. Con todo, será algo que habrá que comprobar con la versión definitiva del juego.
El juego cuenta con dieciséis gigantes por tumbar y, aunque la cifra puede parecer baja, dado su tamaño y creciente dificultad podemos suponer que el título ofrecerá una duración bastante digna, aunque desde luego sin llegar a cifras desproporcionadas que se alcanzan muy a menudo de manera artificial con las consabidas búsquedas de objetos u otras "tretas" similares. Por lo tanto, en un primer momento parece más interesante plantearse si estaremos ante un título que invita a ser jugado varias veces y, la verdad, sólo por la belleza de sus entornos parece que valdría la pena darle un par de repasos al juego. Eso sí, esto no quita que los primeros gigantes mostrados hayan resultado muy divertidos de jugar e incluso alguno haya requerido serios intentos continuados durante varias horas, de manera que si la dificultad se va incrementando de manera proporcional durante todo el juego poder acabar con los últimos enemigos será una tarea que requerirá mucha habilidad y tiempo por nuestra parte. No parece, por tanto, que la duración deba ser una cuestión a temer pese a la francamente baja (al menos en apariencia) cifra de gigantes que encontraremos durante la historia.
Como habréis percibido, el juego estará bastante enfocado a la acción, lo que lo diferencia notablemente de Ico, un juego que apostaba por un ritmo bastante relajado y con una mayor tendencia hacia plantear puzles y enigmas que el jugador debía resolver. Shadow of the Colossus es un juego más cercano a los plataformas de acción, con una carga cinemática que le dota de un carácter muy fuerte y que, pese a compartir raíces con el ya mentado Ico, logra diferenciarse y tener personalidad propia. Un ejemplo de esto está en la presentación de los colossi pero, también, en su aspecto puro y duro durante el juego.
Las imágenes del coloso con aspecto de caballero medieval o incluso de minotauro, algunas de las primeras que la compañía distribuyó, hablan por sí solas del poderío técnico que destila el juego (no cabe duda de que están aprovechando muy bien el hardware de PlayStation 2) pero, también, del cuidado artístico depositado en el juego. Eso sí, ver a estos seres gigantescos en movimiento es punto y aparte: sus movimientos sublimes por lo tosco y desde luego carecen de toda gracilidad, ya que su tamaño y peso se lo impide, pero se revuelven como malas bestias para dificultar nuestra ascensión, logrando una verosimilitud difícil de alcanzar, sobre todo por el contraste que se crea al ver el ágil corcel del protagonista correr al trote tras los monstruos.
Pero que la acción sea capital no lo convierte en lo único. El juego presentará también un importante factor puzle, ya que primero deberemos localizar el punto débil de nuestro enemigo con la espada mágica que llevaremos y, una vez encontrado, deberemos conseguir llegar hasta ahí no sólo con habilidad, sino también resolviendo los problemas que vayan surgiendo buscando rutas alternativas y abriendo caminos. Por no hablar del factor estratégico que representa el cansancio, ya que nos iremos agotando según progresemos y, por tanto, habrá que descansar para recuperar fuerzas y no caernos a la mínima por haber sido incapaces de asirnos con seguridad a algún saliente… pero si estamos demasiado tiempo descansando, o no lo hacemos en el lugar correcto, el coloso podrá deshacerse de nosotros con relativa facilidad con algo tan simple como moverse bruscamente.
Técnicamente el juego había ido arrastrando cierta tendencia a las ralentizaciones habituales (que, eso sí, se ha ido corrigiendo poco a poco cada vez que el juego ha hecho acto de presencia), pero la última versión mostrada ha corregido este problema casi por completo al mismo tiempo que ha perfilado más aún los efectos gráficos habituales (iluminación, partículas, niebla…), de manera que parece que la versión final sí podría alcanzar los 30 cuadros por segundo bien estabilizados. La variedad de escenarios será también un factor importante del juego, con entornos muy diferentes entre sí, aunque con una línea continuista, claro está, que servirá de inspiración para los diferentes colossi, caracterizados en consonancia con el territorio en el que habitan. En el apartado técnico, la versión estadounidense está preparada para soportar tanto el formato de televisión panorámica 16:9 como el llamado progressive scan, lo que nos hace albergar esperanzas de recibir una versión europea cuando menos tan cuidada como la que tuvo Ico. La música estará en consonancia con el cuidado y el mimo depositado en la producción, contando con composiciones variadas a lo largo del juego que despuntan por su calidad general.
A cada vez menos semanas para que Shadow of the Colossus llegue finalmente al mercado hay todavía bastantes incógnitas en el aire que sus creadores no han querido desvelar, pero está claro que lo mostrado hasta el momento nos deja con la miel en los labios. Apenas sabemos unos breves apuntes sobre la historia del juego y, desde luego, los colosos son un gran misterio, pues la mayoría no se han desvelado todavía y estamos seguros de que serán una sorpresa muy grata. Estamos ante un videojuego que promete ofrecer diversión y cuidada jugabilidad combinando acción, plataformas y puzles con un tratamiento artístico pocas veces visto hasta ahora en este sector del ocio, aunque, pese a todo, es todavía pronto para saber si, en la balanza, la combinación de estos elementos redunda en un producto a la altura de lo que espera el público. Estamos ante un juego, en definitiva, que puede ser uno de los bombazos del año.