La estrategia en tiempo real no está pasando actualmente por su mejor momento y cada vez son menos los estudios que se atreven con juegos de este estilo, ya que la complejidad que suelen entrañar y la cantidad de esfuerzo que requieren por parte del jugador a la hora de aprender a jugar, suelen causar cierto rechazo entre el público general, quienes buscan experiencias más directas, concretas y accesibles.
Gameplay comentado
A pesar de ello, desarrolladoras como Blizzard siguen demostrando que es un género con mucho potencial y capaz de ofrecernos innumerables horas de diversión frente a nuestro monitor, tal y como bien pudimos comprobar con la espectacular trilogía de StarCraft II.
Ahora, la compañía quiere recuperar otro de sus buques insignia dentro de este género, Warcraft III, con una remasterización muy trabajada y elaborada que se lanzará este mismo año y que, una vez más, hemos podido volver a probar.
La Purga
Por desgracia, la demo a la que hemos tenido acceso ha sido la misma que se mostró durante la última BlizzCon, así que solo nos han dejado jugar una única misión de la campaña original de los humanos del juego base.
Eso sí, la elección de la misma no podría ser mejor, ya que se trata de La Purga, una de las más icónicas e importantes a nivel argumental de la historia de este fantástico universo.
Al igual que en el título original, nos tocó ayudar a Arthas y a su ejército a acabar con los ciudadanos de la ciudad de Stratholme, asolada por la Plaga, en una sangrienta carrera contra Mal'Ganis, Señor del Terror, quien quiere reclamar para sí las almas de la población. Para ganar, teníamos que matar a 100 civiles (para evitar de forma muy radical que nuestro enemigo pueda hacerse con ellos) antes de que nuestro adversario llegase a esa cifra, atacando casas sin piedad para destruirlas y exponer a sus infectados habitantes, quienes están a punto de convertirse en muertos vivientes.
El desarrollo de la misión es tal y como la recordábamos, muy directa y frenética, obligándonos a atacar la ciudad de forma activa mientras seguíamos generando unidades básicas para enviarlas como refuerzo hacia nuestro pelotón principal o a otros puntos para diversificar la tarea e ir más rápidos, algo que, evidentemente, entrañaba sus riesgos, ya que si nos encontrábamos con Mal'Ganis tendríamos que acabar peleando con él. Eso sí, si lo derrotamos ganaremos un tiempo muy valioso y que nos hará ganar una gran ventaja, ya que tardará un tiempo en regresar.
Como veis, hasta aquí todo es exactamente igual a lo que jugasteis en el ya lejano año 2002, aunque se ha hecho un pequeño añadido introduciendo ciertas unidades enemigas especiales que no estaban presentes en el original. Ahora, algunas casas pueden contener estos peligrosos "jefes" en vez de aldeanos, y lo mejor es que estos nuevos rivales son en realidad los rivales a los que tuvimos que hacer frente en la mazmorra de La matanza de Stratholme (la cual nos llevaba a viajar en el tiempo para evitar que se cambiasen los hechos ocurridos durante esta misión) de World of Warcraft: Wrath of the Lich King, como la abominación Meathook (Gancho).
Con un detalle tan aparentemente insignificante, Blizzard ha conseguido darle una mayor coherencia argumental a su universo y, de paso, aportar un leve toque de frescura al desarrollo de la campaña, invitándonos a descubrir todas las sorpresas que nos aguardan en ella.
Evidentemente, estos añadidos no cambiarán lo más mínimo la esencia de las misiones originales y, a la hora de la verdad, las jugaremos siguiendo las mismas estrategias de siempre, aunque son pequeños detalles que se agradecen mucho y que animan a rejugar toda la aventura una vez más.
Este esfuerzo en la narrativa y por conectar todo lo que ocurre en el juego con su secuela, World of Warcraft, parece que va a estar muy presente y se nota especialmente en las secuencias de vídeo, totalmente rehechas para darles un enfoque más cinematográfico y espectacular.
Donde sí que no hay cambio alguno es en sus controles, así que si os acordáis de todos los atajos y de sus peculiaridades, os sentiréis como en casa, ya que este es un apartado que se ha mantenido inalterado, algo que nos parece un gran acierto considerando lo bien que han funcionado siempre.
Aquí conviene destacar que Blizzard ha prometido cambios en el equilibrio de las unidades y héroes, aunque ni los ha detallado ni los hemos podido comprobar por nosotros mismos con una misión tan limitada como esta y sin haber podido acceder a su multijugador. Además, también queremos recordaros que el juego incluirá todos los contenidos tanto de Warcraft III como de su expansión, The Frozen Throne.
Un completo lavado de cara
Pero si hay algo que se ha rehecho por completo, eso es su apartado gráfico. Partiendo del mismo motor que el original (aunque una versión muy modificada y mejorada), se han rehecho todos los modelados de unidades y edificios, se han mejorado los escenarios, las texturas son de alta calidad, la iluminación es ahora considerablemente más compleja y se han añadido nuevos efectos que hacen que todo luzca de forma muy similar a lo que podríamos esperar de un juego actual. Eso sí, donde más se notan los años de su motor es en las animaciones, muy rígidas y poco naturales para los estándares actuales, aunque nada que llegue a empañar realmente la experiencia.
Finalmente, decir que la banda sonora mantiene las mismas y míticas composiciones que tan a fuego se quedaron grabadas en nuestra memoria, algo que también ocurre con los efectos de sonido, totalmente reconocibles por cualquier fan veterano de la saga.
Una remasterización muy esperada
Warcraft III: Reforged promete ser justo lo que todos esperamos: la versión definitiva y actualizada de toda una leyenda de los juegos de estrategia en tiempo real. Capta perfectamente la esencia del original, la reviste con un envoltorio de lujo, pule algunos detalles y aporta leves novedades que ayudan a darle una coherencia mucho mayor a esta grandísima saga. Sin duda, un gran homenaje a la serie y a sus fans con el que celebrar por todo lo alto sus 25 años de historia.
Hemos realizado este artículo tras haber jugado una demo en un evento celebrado en Irvine por Blizzard.