Mundo de Tinieblas es una licencia de horror gótico y punk creada en sus inicios por Mark Rein-Hagen, ofreciéndonos una series de juegos de rol (Vampiro, Hombre Lobo, Mago...) de mesa, dados, lápiz y papel ambientados en una versión oscura del mundo actual (posteriormente llegaron juegos con ambientaciones del pasado) que tuvo con Vampiro: La Mascarada, una repercusión brutal entre los "roleros" convirtiéndose en un fenómeno tal que incluso rivalizó con el mismísimo Dungeons & Dragons.
En los videojuegos nos hemos encontrado con luces y sombras de títulos que intentaban adaptar Mundo de Tinieblas, con pocas obras que hayan destacado a excepción de Vampire: The Masquerade – Redemption y, sobre todo, Vampire: The Masquerade – Bloodlines que a pesar de sus fallos técnicos consiguió convertirse en un juego de culto que captaba muy bien el concepto de La Mascarada y la ambientación del Mundo de Tinieblas y que, de hecho, tiene una secuela en camino.
Ahora Sharkmob, un estudio creado en 2017, quiere volver a dar luz a este universo en el mundo de los videojuegos con Vampire: The Masquerade - Bloodhunt, un battle royale free-to-play para PC y PS5 bastante disfrutable que en teoría puede que no sea el juego que los amantes de Vampiro esperaban, pero que consigue divertirnos y entretenernos además de tener más respeto por el universo de Vampiro: La Mascarada de lo que podría parecer en un primer momento.
Encajando un battle royale en la violencia sutil de Vampiro: La Mascarada
Hemos de confesar que la primera vez que vimos el anuncio de Bloodhunt éramos un tanto escépticos acerca de cómo podría encajar un battle royale dentro del universo de Vampiro, en el que buena parte de los clanes vampíricos pertenecen a una secta llamada la Camarilla que cuenta con una ideología muy férrea de mantener a los vástagos ocultos a los humanos, manejando los hilos desde las sombras para no alterar el rebaño a pesar de dominar el mundo utilizando los preceptos de una serie de reglas conocidas como La Mascarada.
Esta discreción, el eventual politiqueo y la gran carga narrativa que suelen rodear las partidas del juego de rol de mesa (y de muchas adaptaciones al videojuego de Vampiro) parecían contrastar con lo que nos ofrece un battle royale como este, con enfrentamientos a campo abierto en mitad de la ciudad de Praga que chocan bastante con la tónica habitual de Vampiro, tan violento como sutil en muchas ocasiones, sin embargo Sharkmob ha sabido argumentar una trama que sirve para justificar estos combates tan expuestos a las miradas, con una traición que ha provocado una guerra vampírica en la que la Camarilla intenta reestablecer la Mascarada eliminando a los traidores y en el que la Entidad, una sociedad secreta que intenta exterminar a los vampiros, juega un papel fundamental.
Además, el respeto por el universo de Vampiro: La Mascarada está presente en muchos puntos del juego y, sobre todo, en ciertos documentos y pequeñas misiones que iremos completando en la base secreta que sirve como HUB para buscar partida o retocar a nuestro personaje, llena de guiños al juego de rol y a la historia de Vampiro.
Un battle royale clásico con un toque vampírico
Vampire: The Masquerade - Bloodhunt tiene los ingredientes habituales de un battle royale clásico que, en esta ocasión, enfrenta a 45 jugadores en la Ciudad Vieja de Praga, comenzando la partida seleccionando el lugar donde queremos aparecer, recolectando equipo para armarnos o protegernos y, posteriormente, teniendo que huir de un gas rojo mortal para los vampiros liberado por la Entidad para acabar con nuestra existencia, todo ello mientras nos enfrentamos a otros jugadores e incluso a enemigos de la Entidad controlados por la IA con unas mecánicas de disparo que apuestan por un perfil más arcade estilo Fortnite pero que son bastante satisfactorias.
Eso sí, el juego tiene sus particularidades y toques vampíricos que buscan siempre llevar a un battle royale aspectos propios de Vampiro, comenzando porque por la ciudad podemos encontrar distintos humanos de los que alimentarnos para recuperar vida o contar con diferentes bonificadores en nuestros poderes. Aquí, precisamente, también entra en juego la Mascarada, que se convierte en una mecánica jugable ya que, si otro humano ve que nos estamos alimentando de uno de sus congéneres dará la voz de alarma y nuestra posición se mostrará a nuestros enemigos.
Otra mecánica interesante relacionada con la Mascarada es la Diablerie, que no es otra cosa que el alimentarnos de un vampiro al que hemos abatido aumentando de forma considerable nuestro poder... pero provocando una Caza de Sangre que hará que durante unos minutos aparezcamos resaltados en la ciudad de forma continua, convirtiéndonos en un blanco muy fácil para el resto de los vampiros.
Más allá de esto también tenemos diferentes arquetipos vampíricos con distintos poderes que casan bastante bien con lo que podríamos esperar de cada clan del juego de rol y algunos detalles interesantes como la verticalidad del mapa que nos propone directamente movernos por los tejados y tener enfrentamientos muy verticales en los que no solo hay que mirar a nuestros lados o fijarnos en nuestra espalda, sino también en las amenazas que pueden venir de arriba o de abajo.
Todo esto en su conjunto hace que las partidas que hemos jugado sean bastante intensas e interesantes, teniendo siempre algo que hacer, una alarma a la que prestar atención, un humano del que alimentarse, un vampiro al que matar o un miembro de la Entidad del que huir mirando hacia todos lados y luchando por sobrevivir y convertirnos en el ganador de la partida.
Un battle royale alternativo
Vampire: The Masquerade - Bloodhunt quizás no es el juego que los amantes de Mundo de Tinieblas o Vampiro esperábamos, ya que seguimos creyendo que aventuras de todo tipo o juegos de rol casan mejor con lo que este universo rolero nos propone pero, sin embargo, de entrada nos ha hecho ver que intenta respetar al máximo la ambientación dentro de su propuesta de acción frenética, con muchos guiños que gustarán a los seguidores de este "mundo".
Como battle royale además nos encontramos con una propuesta alternativa bastante vertical que no creemos que pueda rivalizar con los grandes del género como PUBG, Fortnite o Apex Legends, pero que si tiene la suficiente personalidad como para convertirse en un juego muy disfrutable que puede tener su público, un título muy vertical con combates frenéticos con partidas en las que siempre hay algo que hacer y que, como mínimo, nos lo hace pasar bien al jugarlo estando bastante equilibrado en todas sus mecánicas, incluyendo un modelo de negocio free-to-play que, al menos por ahora, solo busca monetización con compras de elementos estéticos.
*Hemos realizado estas impresiones tras descargar el juego en Steam.