Si hay una saga que se ha sabido reciclar de forma oportuna las veces que ha hecho falta, ésa es sin duda Need for Speed de Electronic Arts. Posiblemente el primer juego de carreras únicamente para consola de los 32 bits, o al menos el que mejor se recuerda, la saga ha recorrido un largo camino desde esa primera entrega para la consola 3DO que tan buen sabor de boca dejó a los escasos compradores de la fallida plataforma. Tras establecerse en PSX y varias entregas que siguieron la línea del original, el juego se convirtió primero en un homenaje a la marca Porsche, para luego ser casi exclusivamente de persecuciones (Hot Pursuit 2); hasta finalmente encontrar su última forma pero sin duda no la definitiva: un juego de carreras ilegales que se mete de lleno en el mundo del tuning.
Need for Speed Underground, uno de los grandes éxitos de ventas del año pasado, bebía directamente de las fuentes de la película The Fast and the Furious; ésta, también un éxito de taquilla, venía a llenar el hueco del mundo del cine que recrease una tendencia creciente entre los jóvenes de principios del siglo XXI: la afición por "tunear" el coche.
Desde un embellecedor en el tubo de escape o unas llantas mayores, hasta modificaciones más serias como faldones o alerones llamativos, un gran porcentaje de hombres menores de 30 ha tuneado su coche, considerado o deseado hacerlo o comprado uno que de serie lo estuviese. Si a esto le añadimos el morbo de una carrera ilegal, la ambientación urbana y las chicas con una atracción hacia los ganadores en directa proporción con el tamaño de sus pechos, el resultado es un éxito rotundo entre el público juvenil.
De nuevo fuera de la ley
Esta segunda parte, que llegará en noviembre, sigue la tendencia del predecesor; hay aquí una pequeña historia que contar, que nos transmitió el productor del juego cuando asistimos a su presentación en Madrid, y es que el primer Underground salió antes de tiempo y por lo tanto al equipo se le quedaron varias cosas en el tintero, que han aplicado a esta segunda parte; según parece, el juego obtuvo tantas alabanzas en los eventos donde fue mostrado, que EA decidió que debía estar listo para la temporada navideña.
El mayor cambio de esta segunda parte es sin duda el paso de la estructura de juego lineal basada en circuitos a un sistema de "ciudad abierta", al estilo de Grand Theft Auto, donde conduciremos hacia los eventos donde queramos participar. Esto elimina varios de los problemas del original, léase que al final los circuitos acababan haciéndose repetitivos, y que el sistema de juego era lineal, teniendo siempre que elegir entre un número limitado de pruebas y no pudiendo pasar a otras hasta haber completado todas las anteriores. Ahora, la progresión en el juego es libre, y los circuitos mucho más variados.
A toda velocidad hacia la ciudad
Esta ciudad donde tiene lugar todo el juego está compuesta de cinco barrios diferentes, donde tendremos que ganarnos nuestra reputación como conductor de carreras ilegales; como viene siendo habitual en últimamente (GTA, Spider-Man 2), la ciudad siempre estará recreada al completo, y de hecho en la presentación del juego se nos mostró cómo desde lo alto de una montaña que habíamos divisado al principio de nuestro paseo, se veía nuestro punto de partida original. Los cinco barrios estarán interconectados por autopistas, teniendo sus propias avenidas y callejuelas interiores. Según parece, se han inspirado en San Francisco y Los Ángeles para diseñar la ciudad, con más de 200 kilómetros de carreteras y multitud de lugares "especiales" que descubrir, como tiendas donde comprar las últimas y más potentes (o vistosas) partes para nuestro coche o los puntos de reunión de las carreras de más elevado nivel.
Este estilo de juego permite además que podamos enfrentarnos en "piques" con cualquier rival que nos encontremos por la calle, muy al estilo del clásico Tokyo Xtreme Racer de Genki. Estos piques, que consistirán en sacarle una ventaja de unos metros a nuestro rival, nos reportarán –aparte de reputación como conductores- información interesante y dinero para mejorar nuestro coche. El sistema de recompensas y reputación será mucho más complejo que en NFSU, contando con completas estadísticas de toda nuestra trayectoria.
Si en el sistema de juego hay un gran salto, en los modos de carrera también lo habrá. Se mantienen las carreras estilo Circuito/Sprint (carreras normales), Drag (carreras de cambiar de marcha en el momento adecuado) y Derrapes (como su propio nombre indica, hacer derrapes espectaculares), pero se añaden tres nuevos tipos de competición:
Mejorando nuestro coche
En cuanto a los coches, también se produce un salto –más cuantitativo que cualitativo- con respecto a la primera entrega. De 20 coches diferentes pasamos ahora a 32, incluyendo deportivos además de coches tuning, y de solo poder poseer un coche pasamos a poder ser dueños de un garaje de varios bólidos. Las mejoras para aplicarles siguen siendo partes reales, pero ahora hay más variedad y además tendremos la posibilidad de configurarlas para obtener el mejor rendimiento; este aspecto agradará especialmente a los fans del automovilismo. Las partes únicamente visuales también se han mejorado, y hay ahora el doble entre las que elegir.
En el aspecto jugable no parece que vaya a haber muchos cambios, y parece que mantendrá el estilo de conducción poco realista de la primera parte, lo que por otra parte lo hace más divertido. Sin embargo, los diseñadores han oído los consejos de los jugones y han cambiado algunas cosas: en primer lugar, han incluido luces en el medio de la carretera, ya que eran muchos los que, con la velocidad y la luminosidad de las calles, no alcanzaban a saber cuándo venía la curva hasta que se habían memorizado los circuitos. Ahora, toda la ciudad tendrá los sentidos de circulación divididos por líneas luminosas, eliminando aquel problema.
También, para impedir el éxito del clásico jugón "que choca con las paredes", se han incluido daños reales en los coches, afectando al rendimiento de estos en la competición. El clima también ha sufrido varios cambios; las superficies mojadas de la primera parte han sido substituidas por un sistema de tiempo atmosférico aleatorio y cambiante, y que por supuesto afectará a la conducción.
Derrape peligroso
En el apartado técnico no parece que vaya a haber muchos cambios salvo por el hecho de mover toda la ciudad al mismo tiempo y la inclusión de efectos de deformación y tiempo atmosférico más avanzados. También ha mejorado la iluminación, destacando las reflexiones y los cambios en la tonalidad de los escenarios en la puesta y la salida del sol (nuestra jornada comenzará al atardecer y terminará al amanecer). El sonido, por otra parte, es de esperar que siga la tendencia del anterior título, aunque todavía no se conoce qué canciones compondrán la banda sonora.
Y por último, la otra gran novedad de NFSU2, al menos en versión consola, será el gran ausente de la primera parte: juego online en consola, únicamente en PlayStation 2 y Xbox como era de esperar, para un número todavía no confirmado de jugadores (como mínimo cuatro) y en cualquier tipo de carrera que estos deseen. Con esta tarjeta de presentación y prometiendo ser un cambio total en vez de una mera secuela de mejorar un par de detalles, Need for Speed Underground 2 se presenta como uno de los juegos de velocidad más a tener en cuenta, especialmente para los amantes del tuning, que tendrán que esperar varios meses para poder compararlo con Midnight Club 3 y Juiced, su más directa competencia.