Haemimont Games, creadores de Tzar y el más reciente Imperium 3: Las grandes Batallas de Roma entre otros, regresan a los mundos de fantasía abandonando la "fidelidad" histórica que ha caracterizado sus tres últimos trabajos para transportar al jugador al mágico mundo de Equiada, lugar abandonado por los dioses y que se encuentra, en el momento en el que nosotros iniciamos nuestra primera partida, inmerso en una guerra total entre todas las razas que lo pueblan: los Humanos, Silvanos y Umbríos, las tres civilizaciones más poderosas, se enfrentan entre sí y contra otras razas inferiores en todo tipo de entornos que iremos descubriendo conforme avancemos en la aventura. La estrategia en tiempo real y ciertos elementos característicos de los juegos de rol se darán la mano en esta nueva producción de On Games que hemos tenido la oportunidad de probar.
En Final Conquest, como decíamos, tendremos que recolectar oro y gemas para comprar las distintas unidades en las edificaciones de nuestro campamento; pero aparte, tendremos que ir aumentando también el número de medallones de gloria para atraer a nuevos campeones a nuestro bando, y después, mejorar todas sus habilidades de combate. Como ya es habitual en el género tendremos que construir una mina, o cualquier edificio específico para esta función, sobre una beta de oro para recolectar el preciado metal. Las gemas, que se encontrarán junto a ríos o lagos, las recogeremos del mismo modo; aunque la edificación será diferente.
En el caso de los Silvanos, por ejemplo, serán unos pozos mágicos. Por último, iremos ampliando nuestra gloria conforme vayamos eliminando a los enemigos y conquistando nuevas colonias repartidas por el escenario. Así, si terminamos con los bárbaros asentados en un campamento cerca de nuestra base, veremos como el número de medallones aumenta considerablemente. Cuando tengamos el suficiente oro y gemas, podremos ordenador a nuestros trabajadores que comiencen a construir todas las edificaciones disponibles.
Si queremos ampliar el límite de población, ordenaremos a estas unidades que construyan las típicas casas de los juegos de estrategia. Si preferimos crear clérigos en el bando de los humanos, tendremos que construir una iglesia primero; y luego, "comprar" las actualizaciones pertinentes para mejorar las habilidades de estas unidades. Los héroes, como comentábamos antes, se unirán a nuestro bando siempre que tengamos las suficientes medallas de gloria. Estas unidades, lógicamente, serán más poderosas que el resto de nuestras tropas; pero no podemos depender exclusivamente de ellas. Muchos de estos héroes cuentan con ataques especiales que podremos comprar también con los medallones de gloria; pero su característica más importante, y que será la que más beneficie a nuestro bando, será la de poder mejorar las habilidades de todas las unidades que se encuentren a su alrededor. Así, con uno de los héroes especializados en la monta de caballos podemos conseguir que nuestras unidades de caballería ataquen con mayor rapidez y contundencia; o que resistan mejor el daño causado por los enemigos.
Cada uno de los tres bandos que podremos controlar tendrá una serie de construcciones y unidades exclusivas que los diferenciarán del resto, por lo que nuestro estilo de juego variará dependiendo del ejército con el que estemos combatiendo. Los Silvanos, por ejemplo, estarán muy unidos a la naturaleza, teniendo construcciones orgánicas que se regenerarán automáticamente. Sus hogares, llamados vergeles, curarán a todas las unidades que se encuentren cerca de ellos y revelarán las posiciones de los enemigos que hayan empleado la habilidad de la invisibilidad. También contarán con la colaboración de los jinetes lupinos, que irán siempre escoltados por varios lobos. Los duendes nefastos, que son una especie de pequeñas hadas con pinta de no hacer ningún daño, serán unas de las unidades más peligrosas de este bando. Y es que en una de las misiones que disputamos en la versión del juego que pudimos probar, debíamos escapar de un campamento Silvano enemigo rodeado por estas pequeñas criaturas.
Como decimos, a simple vista parece que no son peligrosas, pero un simple toque envenenará a nuestra unidad y la matará lentamente. La única forma de terminar con estas criaturas es empleando a los arqueros o unidades de largo alcance. Y en este sentido los humanos serían la mejor opción, ya que cuentan con las unidades de largo alcance más poderosas: los arqueros. Con estas tropas, podremos terminar rápidamente con los trolls de las montañas; muy resistentes a los ataques físicos. También, los humanos tienen la habilidad de reparar sus edificios con los campesinos. Por último, nos encontramos con los Umbríos. Unas unidades que no necesitan de la construcción de hogares para ser creadas –utilizan lo que llaman Guardias de Almas-, y que cuentan con la habilidad de sanar sus heridas automáticamente. Los humanos, por ejemplo, necesitan de la ayuda de los sacerdotes para sanar las heridas.
A pesar de todas estas diferencias, los tres ejércitos estarán muy equilibrados, por lo que las colonias serán las piezas clave en el desarrollo de la gran mayoría de misiones. Por norma general, en las pantallas repartidas por las tres campañas de las que constará la aventura central encontraremos misiones en las que tendremos que asaltar las posiciones enemigas; otras en las que deberemos luchar junto a nuestras fuerzas protegiendo un lugar concreto del mapa; y como siempre, otras en las que tendremos que rescatar o eliminar a objetivos concretos. La inteligencia artificial de nuestros enemigos será buena, siempre dependiendo del nivel de dificultad que hayamos elegido antes de iniciar la partida. En cuanto al apartado gráfico, nos encontraremos con unos entornos fantásticos repletos de detalles y muy coloristas, con un diseño artístico encomiable; y con una gran variedad de escenarios que irán desde los típicos desiertos y zonas montañosas, a grandes praderas y bosques rodeados por lagos y riachuelos.
Todas nuestras acciones irán acompañadas por una buena banda sonora con temas muy alegres y movidos, con ciertos toques célticos; y otras piezas musicales más pausadas y tensas para los momentos de recolección y construcción de campamentos. Final Conquest ya en la versión que hemos podido jugar contaba con un doblaje en castellano bastante bueno, en el que podemos encontrar frases de lo más divertidas, destacando una que nos recordará a Bisbal cantando una de sus canciones más populares. Eso sí, también nos hemos encontrado con algunos textos que no estaban traducidos al castellano, y que esperamos sean corregidos en la versión final del producto.
Por último, destacar que en esta nueva creación de Haemimont Games encontremos un completo editor de niveles que nos permitirá diseñar nuevos escenarios que luego podremos compartir con nuestros amigos en las partidas online de hasta ocho jugadores. Así pues, todos estos elementos hacen que Final Conquest sea uno de los títulos más atractivos de cara a la campaña navideña.