Desde que abandonase Square Enix, Hironobu Sakaguchi, conocido por su papel fundamental en la creación de la saga Final Fantasy, ha dejado multitud de títulos para el recuerdo con su estudio propio, Mistwalker. Desde Blue Dragon a The Last Story, pasando por Lost Odyssey, Sakaguchi ha permanecido casi siempre fiel al rol japonés y, ahora, vuelve a ofrecernos un JRPG de corte clásico con este título exclusivo para Apple Arcade.
Rol japonés de los de antes
Fantasian es la primera parte de un juego de rol japonés de corte clásico, que, inevitablemente, recuerda a los Final Fantasy de PlayStation. El núcleo es idéntico al de la mayoría de exponentes del género, con sus pueblos y ciudades, su mapa del mundo que conecta varios puntos, y sus diferentes personajes que nos dan información sobre el universo y que nos dan misiones primarias o secundarias; ninguna sorpresa aquí.
Sí que nos ha gustado mucho el diseño del sistema de combate. Es completamente por turnos, pero está diseñado en torno a la posición de los enemigos en el campo de batalla y la trayectoria de nuestros ataques. Cuando elegimos un ataque, una línea en pantalla nos permite apuntar hacia el enemigo que queremos impactar. En general, los ataques básicos se van a mover en línea recta, pero en función de personaje y de la habilidad en cuestión pueden dibujar una parábola. Otros ataques, por ejemplo, pueden impactar a tantos enemigos como haya en línea recta.
Este componente redefine por completo cómo nos enfrentamos a las batallas, ya que, además de las fortalezas y debilidades de cada criatura también entra en juego su posición en el escenario y el ataque a utilizar. ¿Nos conviene sacrificar puntos de magia para alcanzar a esos dos enemigos diferentes en un único turno? ¿O es mejor usar dos ataques individuales que van a hacerle más daño porque podemos aprovechar su debilidad? Es, sin duda, una idea muy sencilla, pero que se integra a la perfección en el combate para darle mucha más profundidad.
Otra idea fantástica –y más teniendo en cuenta que es un título diseñado para dispositivos móviles– es el dispositivo llamado Dimengeon, que nos permite «capturar» a los enemigos para luchar contra ellos más tarde. ¿Sólo tienes 15 minutos y quieres avanzar en la historia? Guarda a los monstruos en la Dimengeon y enfréntate a ellos luego. La Dimengeon tiene ciertas limitaciones, totalmente lógicas. Por una parte, sólo podemos almacenar hasta 30 rivales, y sólo podemos almacenarlo siempre y cuando nos hayamos enfrentado a ellos antes. Esto hace imposible, por ejemplo, que podamos guardar a un jefe.
Los combates en la Dimengeon son también ligeramente diferentes. Para empezar, tendremos que luchar sin descanso, por lo que más nos vale ir bien de vida y magia, y, por otra parte, se introducen potenciadores que tendremos que alcanzar haciendo uso de las mencionadas líneas de ataque. ¿Quieres ese potenciador de defensa? Pues asegúrate de lanzar un ataque con parábola para conseguirlo. Seguro que podéis empezar a apreciar todo lo que el sistema de combate puede llegar a aportar.
Un mundo fantástico
Lo primero que llama la atención de Fantasian son sus escenarios hechos a mano. Son fotos de maquetas reales, que se integran como antiguamente lo hacían los fondos prerrenderizados. Nos encanta lo que propone y, a veces, con los cambios de cámara, incluso consigue un efecto 3D muy curioso. El problema es que la resolución de los fondos varía demasiado, y algunos se ven demasiado borrosos. Suponemos que se debe a intentar mantener el tamaño del archivo dentro de unos límites razonables para no ocupar medio teléfono, pero quizás habría sido interesante implementar un método mejor de compresión de imagen para no tener esos momentos tan feos.
La historia no nos convenció en un primer momento porque, la verdad, esto del personaje que se despierta sin recuerdos empieza a cansar un poco, pero según vamos avanzando, vamos conociendo a otros personajes y vamos descubriendo nuestro pasado y la realidad de los mundos que nos rodean, la cosa se pone mucho más interesante. Muchas de las secuencias se cuenta con sencillas ilustraciones acompañadas de texto, una solución barata pero muy efectiva, gracias a la increíble banda sonora de Nobuo Uematsu. La música no sólo está a la altura de lo que esperaríais de Uematsu, sino que además se convierte en una pieza fundamental de la experiencia.
Otro aspecto que nos gustaría destacar es que jugarlo de manera «tradicional» es relativamente fácil. Sí, seguro que muchos estáis pensando que no queréis jugar a un juego así en el móvil. Nosotros tampoco somos grandes fans de jugar juegos así en pantallas pequeñas, pero si tenéis un dispositivo con AirPlay podéis disfrutar de él como otro juego cualquiera. Nosotros hemos conectado nuestro mando de Xbox One a un iPhone X, y hemos enviado la imagen a una LG B8 a través de AirPlay. Hemos dejado el móvil cargando sobre la mesa y hemos jugado como si de una consola se tratase.
Un viaje al pasado
Sakaguchi recientemente dijo que Fantasian podría ser su último gran proyecto, y de ser así, todo apunta a que va a despedirse con una aventura memorable. Tiene cosillas mejorables, como algunos diálogos un poco pochos, las misiones secundarias (de recadero, y que ni siquiera tratan de ocultarlo), la resolución de ciertos fondos o la falta de traducción a nuestro idioma, pero en estas primeras horas con él también hemos vuelto a sentir esa magia de los Final Fantasy clásicos. Fantasian aporta ideas interesantes, una estética muy personal y momentos memorables, y es un título que, sin duda, recomendamos, al menos, probar a todos los poseedores de un dispositivo de Apple. Dónde quedará esta aventura entre las creaciones de Sakaguchi es algo que sólo podremos responder tras conocer su final una vez se lance la segunda parte en la segunda mitad de este año.