La saga Super Mario Bros., en lo que se refiere a plataformas, ya se puede decir que está dividida en dos ramas. La de las entregas tridimensionales como los dos Super Mario Galaxy de Wii y Super Mario 3D Land para Nintendo 3DS, y la subsaga en dos dimensiones New Super Mario Bros., con una entrega en 2006 para Nintendo DS, otra en 2009 para Wii, y este mismo año recibiremos dos más, con New Super Mario Bros. 2 el próximo 17 de agosto para 3DS, y a finales de año New Super Mario Bros. U, acompañando el lanzamiento de Wii U.
Si las entregas tridimensionales siempre intentan innovar, aportar algo distinto desde el mítico Super Mario 64, pasando por el gran aunque discutido Super Mario Sunshine, hasta los magistrales Galaxy, esta nueva serie New Super Mario se acoge a la fórmula clásica, a la de los títulos de NES y Super Nintendo, con una jugabilidad accesible, sencilla, intuitiva y muy divertida, apta para todos los públicos. Tal es así que los datos lo demuestran, y por ejemplo New Super Mario Bros. Wii ha vendido el triple que las entregas Galaxy, a pesar de que estos últimos nos parezcan dos obras maestras.
Esto explica que en menos de un año vayamos a recibir dos Super Mario para Nintendo 3DS, Super Mario 3D Land en noviembre de 2011 y este New Super Mario Bros. 2 que aparecerá dentro de un mes. Anunciado en abril, cuatro meses desde su presentación hasta su lanzamiento parecen pocos, y el anuncio sorprendió a muchos, a pesar de que ya sabíamos que estaban desarrollando un Super Mario en 2D. Los primeros vídeos e imágenes nos hicieron presagiar una entrega muy continuista respecto a lo visto en Wii y NDS, y ahora que lo hemos podido jugar a fondo y superar su primer mundo, estas sensaciones se reafirman.
La mayor novedad es que el mundo de Mario se ha inundado de monedas, estas han ganado muchísimo protagonismo en la jugabilidad como ahora contaremos, con su propio modo de juego llamado Fiebre del oro. Además ofrece un modo cooperativo local para dos jugadores, que permitirá superar junto a un amigo sus más de 80 niveles, y opciones StreetPass para compartir récords y SpotPass para descargar contenidos de pago. Sí, como lo oís, por primera vez un juego de Mario y de la propia Nintendo ofrece DLC, ese invento de la actual generación de consolas que tanta controversia ha generado entre los jugadores.
Al empezar a jugarlo todo es familiar, tanto que por momentos cuesta diferenciarlo de anteriores New Super Mario. Tras una intro en la que nos muestran la sorprendente historia en la que tendremos que rescatar otra vez a la princesa, sin más explicaciones, empiezas en una mapa idéntico a lo visto en Wii y NDS, en el que vemos las distintas fases, casas con bonus y caminos alternativos con nuevos niveles, y para acceder por esas otras ramas tendrás que gastar algunas monedas estrella.
Ya dentro de la primera fase el control es el habitual con dos botones, uno para saltar y otro para correr, y la jugabilidad es igual de buena que siempre, aunque si la memoria no nos falla nos parece incluso un poco más precioso que la entrega de 2006 para Nintendo DS, con un Mario con un mayor peso que se controla mejor, sensaciones que tenemos que confirmar jugándolo un poco más. No faltan los ítems clásicos como la flor de fuego, la seta para hacernos más grandes, y se incorpora uno de los protagonistas en Super Mario 3D Land, el traje tanuki. Nuevamente tenemos la sensación de que se homenajea en muchos aspectos al clásico Super Mario Bros. 3, por lo que serían dos entregas seguidas portátiles rindiendo homenaje al gran juego de NES.
Nuevamente podemos guardar un ítem en la pantalla de abajo, que se activa al tocarlo, y vemos a su lado cuántas de las tres estrellas doradas hemos conseguido en ese nivel, como podéis ver nada nuevo. Pero si algo llama la atención es cómo las monedas están por todas partes, hay ítems especiales relacionados con ellas, y hay hasta una caja especial que al activarla durante un tiempo limitado convierte en oro a todos los elementos del escenario, incluidos los enemigos, que al derrotarlos nos dan muchas más monedas.
De hecho tenemos hasta tres contadores de monedas distintos. Uno parcial, que nos cuenta las monedas que llevamos hasta llegar a las 100 para que nos den una nueva vida; otro para el nivel que estamos jugando en ese momento, ya que podremos conseguir más de 200 o 300 monedas fácilmente, y por último uno global del juego, de todas las monedas que hemos conseguido jugando, incluso en Fiebre del oro, un modo de juego externo. Este contador irá aumentando con las horas y tendremos un objetivo desafiante: si conseguimos un millón de monedas, algo muy importante desbloquearemos. Si lo supiéramos no os lo diríamos para no fastidiar la sorpresa, pero no es el caso, ya que tampoco Nintendo ha querido decírnoslo.
Por lo demás la estructura, dificultad y duración de los niveles es la de siempre, hay un jefe a mitad del mundo en su correspondiente fortaleza, otro más fuerte al final del mundo, y como algo distinto hemos notado que es un pelín más difícil conseguir las tres monedas estrella. En los anteriores New Super Mario al menos en el primer mundo las conseguíamos a la primera con la gorra, viniendo lo difícil más adelante, pero en este Mario nos hemos dejado alguna ya en el mundo uno, que no hemos llegado ni a ver. Luego hemos rejugado las fases para intentar hacernos con todas, y nos hemos sorprendido por lo rebuscado de conseguir algunas.
Estamos ante un Mario que tendrá cantidad de caminos secretos, muchos recovecos ocultos, y el diseño de los niveles es bastante enrevesado y loco en algunos casos, tenemos muchas ganas de jugarlo al completo para ver cómo nos sorprenden en los mundos más avanzados. Entre los ítems nuevos, además del traje tanuki, tenemos uno en el que la cabeza de Mario se incrusta dentro de una caja dorada y vamos soltando monedas según andamos, bastante curioso aunque no modifica en nada la jugabilidad. Vuelve el Mario mini, el gigante, y veremos si nos sorprenden con algún otro traje.
Hemos tenido la oportunidad también de jugar en cooperativo, con un jugador controla a Mario y el otro a Luigi. El primero, el que elige a Mario, seleccionada ranura de guardado, con los correspondiente mundos y niveles desbloqueados, y es él también el que decide qué nivel jugar. Este jugador ejerce como guía, ya que aunque hacen falta dos 3DS para jugar con sus respectivas tarjetas, el scroll de pantalla es compartido, y no se puede ir cada jugador para el lado que quiera. Si el segundo jugador pierde el scroll, vuelve metido en una burbuja, y si uno de los dos muere, también se reaparece de la misma manera, lo que facilita mucho las cosas. También jugar en cooperativo nos ayudó a conseguir una moneda estrella que no alcanzábamos, y bastó con que un jugador se propulsara saltando sobre el otro para cogerla.
Fuera del modo clásico, con su mapa, mundos y niveles como todos conocemos, tenemos el nuevo Fiebre del oro. Este modo consiste en establecer récords cogiendo monedas, y para ello tendremos que escoger uno de los tres set de niveles. El primero contiene el mundo uno y dos más el secreto, el segundo set los mundos tres y cuatro más el secreto, y el tercer set de niveles el mundo cinco, seis y el secreto. Al seleccionar uno de los set se elegirán tres fases al azar, y tendremos una única vida para superarlas del tirón. Además contamos con menos tiempo del habitual, 100 segundos para empezar, aunque al llegar al punto de control de mitad del nivel nos vuelven a dar otros cien.
Además de estas variables, los niveles también cambian, están rebosantes de monedas, con ítems relacionadas con ellas para que aparezcan más, y no es raro acabar una fase con 600 o 700 monedas en nuestro haber, que además de se pueden multiplicar por dos si tocamos en lo más alto de la bandera del final de la fase. Tenemos que darnos prisa, recoger todas las monedas que podamos, y además tener cuidado en que no nos maten, ya que tenemos una vida para los tres niveles, y si la perdemos adiós a la partida, aunque se mantienen las monedas. Estos récord se compartirán por StreetPass, y fardaremos con los amigos por ver quién ha conseguido la mayor bestialidad de monedas en una única partida, ya os advertimos que se pueden conseguir muchas.
En lo que respecta al apartado técnico, la música y sonidos son los de siempre, con las mismas melodías que llevamos años escuchando, y los gráficos muy parecidos a la entrega de Wii, tanto que casi no podríamos diferenciarlo. Si nos dijeran que este New Super Mario Bros. 2 se ha hecho con un editor de niveles nos lo creeríamos… excesivamente continuista, en lo gráfico y en lo artístico. Eso sí, hay que comentar que el efecto 3D, al que cada vez se da menos importancia, le sienta bien al juego, y hace que se separen las plataformas donde saltamos del fondo del escenario, lo que queda resultón e incluso puede a llegar a facilitar las cosas.
La fiebre del oro ha llegado a Super Mario
New Super Mario Bros. 2 es radicalmente honesto en su propuesta, más de lo mismo, un Mario en dos dimensiones para Nintendo 3DS. Apenas hay novedades, y como mayor elemento diferenciador se ha incluido esa loca cantidad de monedas que invade los niveles, que en la raíz de la fórmula jugable realmente no cambia nada. Da la sensación de haber jugado ya tres veces al mismo juego, primero en Nintendo DS, luego en Wii (aunque su multijugador para cuatro sí era una experiencia nueva), y ahora en 3DS, y la verdad nos hubieran gustado más cambios y novedades, pero queremos dejar claro que solo hemos jugado su primer mundo y puede que luego nos deparé más sorpresas. Evidentemente por si alguno lo dudaba vamos a dejarlo claro, es terriblemente divertido, tanto como siempre lo son los Mario en 2D, una fórmula que funciona a prueba de bombas. Es de esos títulos que no hará falta recomendar, ya que sus fans correrán a la tienda a por él sin atender a opiniones o análisis. Llegará el 17 de agosto, una fecha inusual para un Mario, y seguro que a muchos os alegra la recta final del verano.
