Aunque Square Enix se asocia irremediablemente a sagas como Final Fantasy y Dragon Quest, lo cierto es que la compañía es capaz de ofrecernos títulos originales, sobre todo en las consolas portátiles que todavía siguen siendo un buen espacio para la experimentación dado que se manejan presupuestos más ajustados que en los sistemas de sobremesa.
Bravely Default Flying Fairy entra en la categoría de nuevas propiedades intelectuales que nacen en el ámbito de las consolas portátiles. En esencia, se tratará de un juego de rol por turnos con una mecánica que será bastante tradicional dentro de los parámetros generales de este tipo de títulos, aunque está claro que esconde algo especial y la compañía confía en él: múltiples demos para el mercado japonés así lo atestiguan y nos hacen desear, por supuesto, que en algún momento próximo se confirme su lanzamiento en los mercados occidentales.
Uno de los aspectos clásicos será la duración. Desde la compañía estiman que superar el juego, sin tener en cuenta las misiones y objetivos secundarios, nos llevará de 60 a 70 horas, lo que los sitúa en los parámetros habituales de los grandes clásicos del género y que, la verdad, se alcanza cada vez menos. El rol (y en particular, su vertiente nipona) se caracteriza por sus grandes tramas y sus desarrollos extensos, con largas batallas, y aquí vamos a encontrarnos mucho de eso.
Para eso, tendremos personajes con diferentes clases o trabajos que irán especializándose según avanzamos en la historia del juego. Uno de los aspectos fundamentales reside en que los movimientos que realizamos en la batalla consumen "brave points", algo que se consume tanto en el bando de nuestros personajes como en los enemigos. De esta manera, se condicionan las acciones que vamos a realizar, ya que el consumo de los puntos varía en función de lo que hacemos. Es posible incluso quedarnos en puntos negativos, lo que implica que el personaje se agotará y quedará indefenso ante los rivales. Como no queremos eso pase, habrá que invertir esos propios puntos en saltarnos un turno para generar más o, por el contrario, hacer una inversión adicional para conseguir turnos adicionales.
Todo este sistema de puntos implica que los comandos que demos a los personajes deben tener en consideración cuántos puntos vamos a consumir o generar y evaluar, consecuentemente, la fuerza real de una estrategia concreta: puede compensar agotar los puntos y quedarnos en cifras negativas si sabemos que la estocada será definitiva y el contraataque, en todo caso, poco dañino; por el contrario, si la réplica es devastadora, no nos interesa en ningún momento arriesgarnos a manejar un volumen demasiado bajo de esos puntos.
Pero todavía hay más. No se trata solo de eliminar a los rivales, sino de hacerlo con clase, mostrando nuestras mejores virtudes. Si conseguimos matar a un enemigo sin recibir daño, por ejemplo, recibiremos recompensas adicionales. Así que luchar bien y no bajar la guardia ni siquiera en los enemigos aparentemente insignificantes es un elemento relevante dentro del conjunto global. Como vemos, la compañía está poniendo un gran esfuerzo en conseguir que el título mantenga las bases clásicas del rol japonés por turno al tiempo que buscan depurar el sistema para ofrecer ese "algo más" que muchas veces echamos en falta.
Un factor singular del juego reside en la habilidad de poder invocar a amigos en el juego. Esta opción nos permite integrar al personaje de un amigo en el grupo para realizar un movimiento determinado en plena lucha. Podemos conseguir amigos mediante transferencia local de datos o mediante transferencia en internet. Si nos cruzamos con otros jugadores que tengan activada la función StreetPass, también se intercambiarán datos. Cuanto más invocamos un personaje, más crece la relación afectiva con este y más poderoso se hace, convirtiéndose en un importante recurso para el jugador.
Como ya comentábamos antes, el juego apostará por un sistema de trabajos que sus propios creadores han señalado que se inspira en el de Final Fantasy V, pudiendo usar dos estilos de habilidades diferentes la batalla: los comandos de trabajo y las habilidades de apoyo. Los comandos de trabajo son órdenes estándar, como ataques o uso de magia. Las habilidades de apoyo, por su parte, son las que se realizan automáticamente sin una instrucción, como recuperar una parte de la energía o proteger a un miembro del equipo que esté en problemas. Uno de esos comandos de trabajo se puede vincular con una habilidad de un trabajo separado para, por ejemplo, tener un caballero que usa magia blanca. Lo mismo sucede con las habilidades de apoyo. Eso sí, estas van vinculadas a un sistema de coste que sirve para regular el rango y volumen de habilidades disponibles. Se aprenden nuevas habilidades según subimos de nivel, sumando a su vez puntos de trabajo, pudiendo emplearlos para subirlos de nivel del trabajo, hasta un total de diez.
El sistema de trabajos promete ser variado, algo que repercutirá, como es lógico, en la variación de estrategias que podemos asumir. De momento se han confirmado trabajos como valquiria, cazador, invocador, diferentes tipos de mago, etc., jugando siempre con el mundo de fantasía en el que se ambientará el título.
Un aspecto interesante es que los propios enemigos que nos encontremos también tendrán clases, lo que nos obligará a tener este factor en cuenta también a la hora de plantear los enfrentamientos. Esto se debe a que los grandes enemigos del juego serán equivalentes a los protagonistas y nos encontraremos, así, con el grupo de la Eternia Air Force. Este grupo perseguirá a Anies, la protagonista del juego. Sus integrantes son Argent Heinkel (caballero), Bearing Out (monje) Ominous Crow (mago negro) y Holy White (maga blanca).
Lo cierto es que aunque Square Enix ha presentado varios tráilers del juego, la compañía no ha desvelado realmente los elementos principales de la trama, algo poco habitual en un género que concede una importancia -en ocasiones exagerada- a esos elementos. Se busca mantener el misterio, pero sí sabemos que el universo del juego nos llevará a la tierra de Luxendarc, la tierra de la luz y la oscuridad. Es un lugar en el que han existido, de hecho, muchas civilizaciones a lo largo del tiempo, pero en el que la destrucción del mismo parece cíclica.
Conoceremos en el juego a Anies Oblige, una chica de 17 años que será la gran protagonista, pues puede controlar al Cristal del Viento, y que se verá obligada a iniciar un viaje épica para conseguir los Espíritus de los Cristales. Se unirán a ella Tiz Oria, un misterioso joven que ha logrado sobrevivir a una catástrofe que ha asolado su región dejando tan solo un enorme agujero donde antes estaba su hogar y Edea Lee, una joven de 15 años originaria de la región de Eternia. Lingabel, último miembro del grupo, padece amnesia pero sí sabe hacer algo: intenta seducir a las mujeres con sus encantos y, lo más importante, tiene una libreta especial que puede predecir el futuro.
Tiz será un personaje clave en la trama, pues está destinado a ser un Guerrero de la Luz, pero todo indica que el peso real de la narración caerá sobre Anies, que está siendo perseguida por su poder sobre los cristales por la Eternia Air Force.
Bravely Default Flying Fairy se lanzará en Japón durante el mes de octubre y estamos seguros de que entonces se conocerán muchos más detalles sobre su historia y sus personajes. Sin embargo, lo que nosotros queremos saber es cuándo llegará a Europa, ya que el título muestra unos valores de producción y unas características jugables que lo hacen indudablemente apetecible para los aficionados al género. Confiemos en que muy pronto nos den buenas noticias sobre su distribución fuera de las tierras niponas.
