Análisis de Pro Evolution Soccer 4 (Xbox)

Vuelve la temporada futbolística. Vuelve la liga, la champions y la copa, comienzan las sorpresas, unos fichajes son buenos y otros son pufos, comienzan las destituciones... y una vez más, este año antes que nunca, se produce el duelo entre los dos simuladores de fútbol más vendidos. Desde el año 2001 éste se produce cara a cara y en las mismas fechas y, paradójicamente, a medida que Pro Evolution Soccer se ha acercado a las siempre enormes ventas de FIFA, la diferencia de calidad a favor del primero se ha ido disminuyendo por los grandes esfuerzos de EA por adaptar su juego de fútbol a los nuevos tiempos dominados por la simulación realista.

Pro Evolution Soccer 4 no constituye una evolución radical con respecto a la tercera parte. Si en ésta detalles como la adaptación al mercado europeo (manteniendo la velocidad, con opción de 60Hz, etc...) o la mejora de las animaciones eran saltos cualitativos, en esta cuarta parte no hay ningún cambio que se puede mencionar como revolucionario, aunque si pequeñas mejoras en muchos apartados que vale la pena mencionar, y que los aficionados al juego agradecerán.

No obstante Konami este año ha decidido dar un paso adelante y ha lanzado también el título en la plataforma que nos ocupa, Xbox, tras años de exclusividad con Sony y su consola PlayStation, por lo que abre la saga a una cantidad interesante de nuevos jugadores, aunque ha salido un mes después que la versión PS2. A pesar de ser sustancialmente el mismo juego, la versión de Xbox parte con la enorme ventaja de contar con el ansiado modo online mediante el servicio Xbox Live, que después comentaremos.

Una de las novedades más notables es la ampliación del plantel de equipos, que ya comentamos en el artículo sobre la versión japonesa para PS2. La selección de equipos más o menos populares de anteriores entregas ha sido substituida por el plantel de equipos al completo de las seis principales ligas europeas (Inglaterra, Holanda, Alemania, Italia, Francia y, por supuesto, España), mientras que se ha incluido una selección de equipos notables de otras ligas -Boca Juniors, River Plate (Argentina). Cruceiro, Santos (Brasil). Anderlecht (Suiza). Sparta de Praga (Chequia). AEK Athenas, Olympiakos, Panathinaikos (Grecia). Benfica, Oporto, Sporting de Lisboa (Portugal). Spartak de Moscú, Lokomotiv (Rusia). Celtic de Glasgow, Glasgow Rangers (Escocia). Besiktas, Fenerbahce, Galatasaray (Turquía). Dinamo Kiev (Ucrania)- y los clásicos equipos Pes United, WE United.

Sin embargo, la gran diferencia aquí se produce por la adquisición de las licencias de las ligas de Holanda, Italia y España. Mientras que el año pasado había acuerdos puntuales con equipos, este año están los nombres, los escudos y las indumentarias reales de todos los equipos de dichas ligas, además de los nombres reales de la mayoría de los jugadores salvo los de unos pocos países, a pesar de tener nombres de equipos cambiados (por ejemplo, Van Nistelrooy está en el Man. Red).

En cuanto a la actualización de los datos de esta temporada, están todos los equipos y parte de las altas y las bajas, pero parece ser que en un momento del período de fichajes Konami dijo "basta" y se cerró el plantel de jugadores. De este modo, no todas las incorporaciones se reflejan, siendo las más notables para nosotros Woodgate (Real Madrid) y Etoo (Barcelona). Tampoco se han actualizado los onces titulares, de forma que para jugar con algunas de las nuevas estrellas habrá que sacarlas del banquillo, como es el caso, de nuevo, del Barça (Deco, Giuly, Larsson).

La Master League vuelve con mayor cantidad de opciones y la duración extra que le proporcionan los 138 equipos. Ahora podremos comenzar de varias formas, ya sea con un equipo y sus jugadores reales, con un equipo y jugadores imaginarios, o bien creando nuestra propia escuadra, pudiendo diseñar su camiseta y escudo. El paso del tiempo se notará más temporada a temporada: así, los atributos de los jugadores van mejorando hasta cierto punto en que estos empiezan a envejecer, hasta que finalmente se retiran. En este sentido los jugadores jóvenes sí que son realmente promesas, ya que progresan de forma significativa según juegan. Los fichajes, por su parte, son ahora más sencillos de hacer, y no están limitados a intercambiar jugadores, aunque resultará complejo fichar a jugadores famosos y muy buenos si nuestro equipo no es conocido o no está bien colocado en la clasificación WEFA (intenté fichar a Torres en la primera temporada en 2ª pagando el doble de lo que pedían y no hubo manera, por poner un ejemplo entre muchos). La búsqueda avanzada de jugadores resultará muy útil para encontrar futbolistas sin caché ni fama pero de calidad.

Otras mejoras en los modos de juego son un editor de jugadores mucho más completo, donde podremos poner todo tipo de accesorios a nuestros deportistas, y un modo tienda; a medida que juguemos, iremos obteniendo puntos, que luego podremos canjear en la tienda por extras. Entre los más destacables están una estrella extra de dificultad para los más habilidosos, y una cámara en primera persona, al estilo del clásico Libero Grande de Namco.



El apartado jugable, que es lo que ha convertido a Pro Evolution Soccer en un juego de culto antes incluso de que llegase el gran éxito de ventas del que disfruta ahora, sigue optando por el máximo realismo. El balón y su excelente física sigue siendo el protagonista, y los jugadores contarán ahora con una gran cantidad de animaciones para controlar la pelota de mil maneras diferentes; esto no solo es una mejora a nivel gráfico, sino también a nivel jugable, porque el hecho de contar con tantos toques diferentes (prácticamente cualquier control o toque imaginable está representado y se hace automáticamente, aunque naturalmente el año que viene nos volveremos a sorprender) permite no solo que el juego sea realista, sino que podamos realizar todo tipo de driblings con el margen de error y la dificultad que conllevaría cada uno. El promocionado nuevo sistema de dribling de Konami no es más que esta variedad de formas de controlar y tocar la pelota combinado con una mucha mayor comodidad (es suavísimo el movimiento) a la hora de mover a los jugadores.

Por otro lado, los fans de la saga con temores en cuanto al uso del mando de Xbox pueden estar tranquilos. El único cambio que pueden apreciar es el de la colocación de los L2-R2 que se han trasladado a los blanco-negro, situados debajo o encima de los principales (que son exactamente iguales que en el Dual Shock, como los gatillos), dependiendo de si es ‘S’ o grande el mando. Pero como todo, es cuestión de costumbre. Son perfectamente accesibles en todo momento y resulta muy sencillo hacer los quiebros y maniobras que se hacen con el negro (R2), por lo que no hay que temer nada. Tampoco los distintos niveles de presión de los gatillos supondrán dificultad alguna para el control. Aun así, para los más perfeccionistas siempre existe la posibilidad de comprarse un adaptador de mando de PS2, aunque no podrán utilizar micrófono a la hora de jugar online, lo cual es un handicap.

Otro aspecto del que se ha hablado bastante es la presencia del árbitro en el terreno de juego. Esto, que puede parecer un hecho meramente testimonial, no lo es tanto a la hora de jugar; pues, como ocurre en el fútbol real, la presencia del árbitro en ocasiones entorpecerá nuestro juego; lo que es más interesante es que la proximidad del árbitro a una jugada determinará la precisión con la que pite una falta, y que éste tendrá una especie de memoria; muchas veces pitará falta y se reproducirá una secuencia cinemática de advertencia al jugador, hecho que se tendrá en cuenta a la hora de amonestarlo posteriormente.

Esto es sin duda un avance, ya que el árbitro ya no es un sistema para juzgar situaciones, sino un personaje más con su IA, su margen de error y su memoria. Un detalle importante sobre el árbitro es la aplicación de la ley de la ventaja, que se mantendrá durante unos segundos; si en ese período el equipo al que se le aplica conserva la posesión del balón, el árbitro no pitará la falta. Aun así al jugar parece que el árbitro tiende a "equivocarse más" cuando somos nosotros los perjudicados, tira siempre para casa (en este caso para la máquina), aunque no está muy desequilibrado, es cuestión de acostumbrarse.

Mientras que el sistema de tiros permanece prácticamente intacto, el de pases ha progresado un poco más. Aparte de las nuevas animaciones, que reproducirán espectaculares pases con el exterior y otros tipos de toque nunca vistos, habrá ahora dos formas de pasar. Una, apuntando en una dirección y determinando la potencia (o el jugador al que se le pasa el balón) según mantengamos pulsado el botón de pase, y el otro, más preciso, dirigiendo con el stick analógico derecho hacia una dirección y pulsándolo (el stick) para que se llene una barra de energía; un poco difícil de dominar, pero muy útil si se controla definitivamente.

Otra innovación nada baladí es a la hora de tirar faltas. Konami mantiene el sistema de apuntar, barra de potencia y modificadores de "irle cogiendo el truco" (la dirección arriba o abajo de la cruceta, el efecto tras el tiro, los botones para el efecto inicial, etc..), pero ha introducido varios tipos de jugada por falta pulsando el botón select. Así, aparte de la falta "normal" con nuestro jugador en solitario, podremos realizar algunas jugadas ensayadas o de engaño para obtener algo de ventaja frente a la defensa rival.

Por último, un cambio a destacar es que ahora realmente hay una diferencia de rendimiento entre los jugadores muy buenos y los jugadores normales. Si un jugador destaca, por poner dos ejemplos, en velocidad o en tiro realmente se notará a la hora de jugar, y será realmente superior a sus rivales en esos aspectos; esto puede comprobarse a nivel visual con los controles de balón. Mientras que las estrellas y los más habilidosos tendrán acceso a movimientos mucho más avanzados (por no decir virguerías como controlar un balón bajándolo con la espuela, o hacer un sombrero al primer toque, dando la vuelta y dejando al rival atrás), los jugadores normales tendrán que recurrir a métodos más "rudimentarios" y por lo tanto serán más proclives a que les quiten el balón cuando están intentando controlarlo tras un pase. En la Master League se nota muchísimo esta diferencia, ya que los jugadores con los que partimos son bastante malos y al fichar una estrellita nuestro juego mejorará bastante.



Ahora, la mayor novedad que trae Pro Evolution Soccer 4 en versión Xbox es la inclusión del modo online mediante Xbox Live, aparte de los clásicos (amistoso, liga, copa, master league o entrenamiento). Konami no podía dejar pasar por alto este modo, ya que su competencia directa lo trae (FIFA y Esto es Fútbol), aunque da la impresión de que ha sido algo un poco apresurado dada su falta de opciones. Mientras que el juego de EA (el más serio rival) tiene la opción de jugar torneos y campeonatos, en PES4 nos encontramos limitados a jugar partidos simples, al más puro estilo Top Spin. En este sentido la organización de partidos es la misma, buscamos o creamos la partida con las características que queramos (minutos, clubes o selecciones, etc) o jugar con los amigos que tengamos en nuestra lista mediante invitaciones (aunque ni siquiera se puede agregar un amigo mediante el menú del juego, hay que irse al menú principal del Live, saliendo del juego). Hay también una clasificación que de forma misteriosa da puntos a los jugadores, aunque como no resta el perder un partido los que están arriba son los que más juegan (siempre que no sean muy malos, claro). Lástima. Y esto es también un problema ya que si jugamos con un desconocido y vamos ganándole o no le da la gana seguir, puede dejar la partida y es como si no se hubiera jugado el partido.

Ahora bien, es obligatorio mencionar el tema del lag. A la espera del parche definitivo de Konami que arregle el problema, resulta bastante complicado encontrar un compañero de juego con el que no exista un engorroso retardo en la información. En los casos más extremos, el partido resulta totalmente injugable para el invitado, que tiene que mover la información a la velocidad del servidor y eso no suele pasar, por lo que aparecen salvajes tirones que afectan seriamente a la jugabilidad (en PES4 es muy importante la precisión o las anticipaciones, que resultan imposibles de calcular). Las barras de lanzamientos tampoco aparecen para el invitado y tiene que disparar o pasar totalmente a ojo (por tiempo, vaya) aunque esto con práctica no importa demasiado. Asimismo la charla mediante el Communicator se ve afectada, ya que se producen cortes en ella y es difícil entender lo que se dice.

Por lo tanto hay que esperar que Konami solucione este serio problema que afecta al juego online de PES4, ya que así no se le puede considerar un servicio digno de juego. Cuando esté disponible, en Vandal podréis leer en qué medida ha mejorado el juego. Mientras tanto, y la hora de puntuar el juego, confiamos en Konami y suponemos que unos pocos días el juego online sea tan jugable como en offline.Por otra parte, la conexión a Xbox Live permitirá actualizar las plantillas y la base de datos en caso de que a Konami se le antoje, lo cual sería muy positivo sobre todo orientado a los fichajes.

A nivel gráfico, Pro Evolution Soccer 4 sigue destacando en lo que respecta a las animaciones; hay en esta edición muchísimas nuevas, dando forma a todo tipo de controles, toques y pases. El modelado de los jugadores también ha progresado, pero el nivel de realismo de sus rostros sigue sin estar al nivel de FIFA 2005. Se han añadido numerosas escenas cinemáticas de discusión con el árbitro o de celebración o protesta, además de animaciones adicionales en las que no nos fijamos en un primer momento, como las protestas de los jugadores en segundo plano por una decisión arbitral. En general, el progreso gráfico se nota con respecto a PES3, pero la calidad es relativamente menor a los tiempos que corren y a su competencia. Por otro lado, las famosas ralentizaciones que abundaban en la versión japonesa de PS2 (no tanto en la europea) han desaparecido por completo, limitándose a algún tirón nimio en los lanzamientos de esquina (en uno de cada cien). No obstante hay otro pequeño contra, gráficamente hablando, y es que el césped aparece como un poco borroso al moverse la cámara. Es un efecto extraño, para nada molesto, pero que le quita nitidez al campo.

El apartado sonoro también ha mejorado aunque sigue estando muy lejos de FIFA, auténtico rey en este apartado. Aunque los comentaristas tienen ahora más frases, y de hecho mucho más apropiadas (a pesar de existir las típicas incongruencias y errores en la narración), están aún lejos del inefable dúo Lama-Gonzalez del juego de Electronic Arts. En el juego de Konami son Juan Carlos Rivero e Iñaki Cano los encargados de retransmitir el encuentro, con la misma sosedad con la que lo hacen en TV. Los efectos del balón son excelentes, pero en cambio el sonido FX de los estadios vuelve a palidecer frente al monstruoso (por el tamaño) apartado de FIFA 2005, que incluye cánticos reales de las aficiones.

En conclusión, estamos de nuevo ante el mejor simulador de fútbol del momento aunque con más matices que nunca, dado el avance de su competencia. Sigue siendo el rey en jugabilidad, ofreciendo una grandísima simulación de fútbol, pero la diferencia con su principal rival, FIFA, se ha acortado notablemente. En los apartados en los que tradicionalmente flojeaba frente a éste, sonido y modos de juego, ha mejorado sensiblemente pero todavía está lejos de acercarse al juego de Electronic Arts. Pero esta versión de Xbox omite el error de no incorporar un modo online en el juego, y añade al título una increíble dosis de diversión y adicción. No nos engañemos, los que busquen la mejor jugabilidad, la encontrarán en Pro Evolution Soccer 4. Pero las carencias en otros apartados, y sobretodo la competencia de emergente calidad, ponen en entredicho su futuro dominio del género.