Análisis de Pro Evolution Soccer 4 (PS2, PC)
Vuelve la temporada futbolística. Vuelve la liga, la champions y la copa, comienzan las sorpresas, unos fichajes son buenos y otros son pufos, comienzan las destituciones... y una vez más, este año antes que nunca, se produce el duelo entre los dos simuladores de fútbol más vendidos. Desde el año 2001 éste se produce cara a cara y en las mismas fechas y, paradójicamente, a medida que Pro Evolution Soccer se ha acercado a las siempre enormes ventas de FIFA, la diferencia de calidad a favor del primero se ha ido disminuyendo por los grandes esfuerzos de EA por adaptar su juego de fútbol a los nuevos tiempos dominados por la simulación realista.
En este otoño de 2004, la lucha es más encarnizada si cabe. Pro Evolution Soccer 4 ha mantenido su línea de mejora habitual, mientras que FIFA ha dado un gran salto en lo jugable, e incluye el modo online en todas sus versiones salvo GameCube.
Pero centrémonos en lo que nos ofrece este Pro Evolution Soccer 4, cuya versión japonesa, Winning Eleven 8, analizamos hace unos meses.
Collina, Henry y Totti son la portada
Pro Evolution Soccer 4 no constituye una evolución radical con respecto a la tercera parte. Si en ésta detalles como la adaptación al mercado europeo (manteniendo la velocidad, con opción de 60Hz, etc...) o la mejora de las animaciones eran saltos cualitativos, en esta cuarta parte no hay ningún cambio que se puede mencionar como revolucionario, aunque si pequeñas mejoras en muchos apartados que vale la pena mencionar, y que los aficionados al juego agradecerán. El gran ausente, al igual que en la versión del año anterior, sigue siendo el juego online, que en cambio sí mantiene, ampliado, su principal rival. Las razones de Konami para la no inclusión de este modo son un tanto inexplicables, ya que en cambio la versión Xbox del título, que sale en el mes de noviembre, sí que tendrá juego online por Xbox Live.
Una de las novedades más notables es la ampliación del plantel de equipos, que ya comentamos en el artículo sobre la versión japonesa. La selección de equipos más o menos populares de anteriores entregas ha sido substituida por el plantel de equipos al completo de las seis principales ligas europeas (Inglaterra, Holanda, Alemania, Italia, Francia y, por supuesto, España), mientras que se ha incluido una selección de equipos notables de otras ligas -Boca Juniors, River Plate (Argentina). Cruceiro, Santos (Brasil). Anderlecht (Suiza). Sparta de Praga (Chequia). AEK Athenas, Olympiakos, Panathinaikos (Grecia). Benfica, Oporto, Sporting de Lisboa (Portugal). Spartak de Moscú, Lokomotiv (Rusia). Celtic de Glasgow, Glasgow Rangers (Escocia). Besiktas, Fenerbahce, Galatasaray (Turquía). Dinamo Kiev (Ucrania)- y los clásicos equipos Pes United, WE United.
Depor-Valencia
Sin embargo, la gran diferencia aquí se produce por la adquisición de las licencias de las ligas de Holanda, Italia y España. Mientras que el año pasado había acuerdos puntuales con equipos, este año están los nombres, los escudos y las indumentarias reales de todos los equipos de dichas ligas, además de los nombres reales de la mayoría de los jugadores salvo los de unos pocos países.
En cuanto a la actualización de los datos de esta temporada, están todos los equipos y parte de las altas y las bajas, pero parece ser que en un momento del período de fichajes Konami dijo "basta" y se cerró el plantel de jugadores. De este modo, no todas las incorporaciones se reflejan, siendo las más notables para nosotros Woodgate (Real Madrid) y Etoo (Barcelona). Tampoco se han actualizado los onces titulares, de forma que para jugar con algunas de las nuevas estrellas habrá que sacarlas del banquillo, como es el caso, de nuevo, del Barça (Deco, Giuly, Larsson).
La Master League vuelve con mayor cantidad de opciones y la duración extra que le proporcionan los 138 equipos. Ahora podremos comenzar de varias formas, ya sea con un equipo y sus jugadores reales, con un equipo y jugadores imaginarios, o bien creando nuestra propia escuadra, pudiendo diseñar su camiseta y escudo. El paso del tiempo se notará más temporada a temporada: así, los atributos de los jugadores van mejorando hasta cierto punto en que estos empiezan a envejecer, hasta que finalmente se retiran. Los fichajes, por su parte, son ahora más sencillos de hacer, y no están limitados a intercambiar jugadores.
Otras mejoras en los modos de juego son un editor de jugadores mucho más completo, donde podremos poner todo tipo de accesorios a nuestros deportistas, y un modo tienda; a medida que juguemos, iremos obteniendo puntos, que luego podremos canjear en la tienda por extras. Entre los más destacables están una estrella extra de dificultad para los más habilidosos, y una cámara en primera persona, al estilo del clásico Libero Grande de Namco.
Primer plano
El apartado jugable, que es lo que ha convertido a Pro Evolution Soccer en un juego de culto antes incluso de que llegase el gran éxito de ventas del que disfruta ahora, sigue optando por el máximo realismo. El balón y su excelente física sigue siendo el protagonista, y los jugadores contarán ahora con una gran cantidad de animaciones para controlar la pelota de mil maneras diferentes; esto no solo es una mejora a nivel gráfico, sino también a nivel jugable, porque el hecho de contar con tantos toques diferentes (prácticamente cualquier control o toque imaginable está representado y se hace automáticamente, aunque naturalmente el año que viene nos volveremos a sorprender) permite no solo que el juego sea realista, sino que podamos realizar todo tipo de driblings con el margen de error y la dificultad que conllevaría cada uno. El promocionado nuevo sistema de dribling de Konami no es más que esta variedad de formas de controlar y tocar la pelota combinado con una mucha mayor comodidad a la hora de mover a los jugadores.
Otro aspecto del que se ha hablado bastante es la presencia del árbitro en el terreno de juego. Esto, que puede parecer un hecho meramente testimonial, no lo es tanto a la hora de jugar; pues, como ocurre en el fútbol real, la presencia del árbitro en ocasiones entorpecerá nuestro juego; lo que es más interesante es que la proximidad del árbitro a una jugada determinará la precisión con la que pite una falta, y que éste tendrá una especie de memoria; muchas veces pitará falta y se reproducirá una secuencia cinemática de advertencia al jugador, hecho que se tendrá en cuenta a la hora de amonestarlo posteriormente.
Foto de familia
Esto es sin duda un avance, ya que el árbitro ya no es un sistema para juzgar situaciones, sino un personaje más con su IA, su margen de error y su memoria. Un detalle importante sobre el árbitro es la aplicación de la ley de la ventaja, que se mantendrá durante unos segundos; si en ese período el equipo al que se le aplica conserva la posesión del balón, el árbitro no pitará la falta.
Mientras que el sistema de tiros permanece prácticamente intacto, el de pases ha progresado un poco más. Aparte de las nuevas animaciones, que reproducirán espectaculares pases con el exterior y otros tipos de toque nunca vistos, habrá ahora dos formas de pasar. Una, apuntando en una dirección y determinando la potencia (o el jugador al que se le pasa el balón) según mantengamos pulsado el botón de pase, y el otro, más preciso, dirigiendo con el stick analógico derecho hacia una dirección y pulsándolo (el stick) para que se llene una barra de energía; un poco difícil de dominar, pero muy útil si se controla definitivamente.
Otra innovación nada baladí es a la hora de tirar faltas. Konami mantiene el sistema de apuntar, barra de potencia y modificadores de "irle cogiendo el truco" (la dirección arriba o abajo de la cruceta, el efecto tras el tiro, los botones para el efecto inicial, etc..), pero ha introducido varios tipos de jugada por falta pulsando el botón select. Así, aparte de la falta "normal" con nuestro jugador en solitario, podremos realizar algunas jugadas ensayadas o de engaño para obtener algo de ventaja frente a la defensa rival.
Por último, un cambio a destacar es que ahora realmente hay una diferencia de rendimiento entre los jugadores muy buenos y los jugadores normales. Si un jugador destaca, por poner dos ejemplos, en velocidad o en tiro realmente se notará a la hora de jugar, y será realmente superior a sus rivales en esos aspectos; esto puede comprobarse a nivel visual con los controles de balón. Mientras que las estrellas y los más habilidosos tendrán acceso a movimientos mucho más avanzados (por no decir virguerías como controlar un balón bajándolo con la espuela, o hacer un sombrero al primer toque, dando la vuelta y dejando al rival atrás), los jugadores normales tendrán que recurrir a métodos más "rudimentarios" y por lo tanto serán más proclives a que les quiten el balón cuando están intentando controlarlo tras un pase.
La magia de Nedved
A nivel gráfico, Pro Evolution Soccer 4 sigue destacando en lo que respecta a las animaciones; hay en esta edición muchísimas nuevas, dando forma a todo tipo de controles, toques y pases. El modelado de los jugadores también ha progresado, pero el nivel de realismo de sus rostros sigue sin estar al nivel de FIFA 2005. Se han añadido numerosas escenas cinemáticas de discusión con el árbitro o de celebración o protesta, además de animaciones adicionales en las que no nos fijamos en un primer momento, como las protestas de los jugadores en segundo plano por una decisión arbitral. Por otra parte, las ralentizaciones en esta versión europea son menores que en la original japonesa, aunque todavía siguen presentes. En general, el progreso gráfico se nota con respecto a PES3, pero la calidad es relativamente menor a los tiempos que corren y a su competencia.
El apartado sonoro también ha mejorado aunque sigue estando muy lejos de FIFA, auténtico rey en este apartado. Aunque los comentaristas tienen ahora más frases, y de hecho mucho más apropiadas, están aún lejos del inefable dúo Lama-Gonzalez del juego de Electronic Arts. Los efectos del balón son excelentes, pero en cambio el sonido FX de los estadios vuelve a palidecer frente al monstruoso (por el tamaño) apartado de FIFA 2005, que incluye cánticos reales de las aficiones.
Las faltas se han mejorado
En conclusión, estamos de nuevo ante el mejor simulador de fútbol del momento aunque con más matices que nunca, dado el avance de su competencia. Sigue siendo el rey en jugabilidad, ofreciendo una grandísima simulación de fútbol, pero la diferencia con su principal rival, FIFA, se ha acortado notablemente. En los apartados en los que tradicionalmente flojeaba frente a éste, sonido y modos de juego, ha mejorado sensiblemente pero todavía está lejos de acercarse al juego de Electronic Arts. Brilla especialmente, por su ausencia, un modo online que sí tiene su principal competencia (FIFA 2005 y Esto es Fútbol 2005). No nos engañemos, los que busquen la mejor jugabilidad, la encontrarán en Pro Evolution Soccer 4. Pero las carencias en otros apartados, y sobretodo la competencia de emergente calidad, ponen en entredicho su futuro dominio del género.