From Software es de esas compañías que a muchos puedan parecerles desconocidas, o simplemente una entre muchas dentro de este gran mundillo de los videojuegos, pero detrás de ésta tenemos a una de las creadoras de juegos como la saga Armore Core o Rune aquí en occidente. Sega, después de un tiempo, decidió traer el juego a Europa para que pudiéramos disfrutar directamente de un juego al que las criticas japonesas le dieron una puntuación bastante buena si tenemos en cuenta que este juego es exclusivo de Xbox, y que la consola de Microsoft no está muy bien vista por los japoneses.
En esta ocasión Fromsoftware nos ha otorgado el privilegio de disfrutar de un juego que, aunque carece de cierta profundidad en su historia, tanto argumental como personal si hablamos de sus personajes, tenemos que tener en cuenta que este titulo es la primera parte de la historia del juego, cuya secuela se anunció hace poco para dentro de unos meses en Japón.
Historia
La corte imperial ha estado gobernando durante mil años, en las cuales muchos Ronin y Onis han estado defendiendo el Sello Sagrado de una posible amenaza, pero por desgracia el mal ha conseguido romper dicho sello y terminar con los días de paz. Todo lo que se conocía como noche y día, pasó a ser penumbra y tiempos de tristeza en todos aquellos lugares donde gobernaba la paz y la tranquilidad, dando lugar a una oscuridad de tales dimensiones que muchas vidas se perdieron entonces. Uno de los antiguos clanes que era gobernado por la Corte Imperial decidió tomar medidas para terminar con todo el mal que había sido propagado por toda la tierra, dando la vida a Raikoh, miembro del clan que había sido desterrado del mundo de los vivos, para ser el encargado de llevar a cabo la tarea de dar muerte a todos los espíritus malignos salidos del antiguo Sello Sagrado. La sacerdotisa y líder del clan era la desconocida Princesa, quien fue la encargada de devolver a la vida a Raikoh y asignarle todo el poder para emprender la misión de encontrar la esencia Ki, para volver a restaurar el Sello Sagrado.
Gráficos
El apartado gráfico de este juego es muy cuidado, dando lugar a un trabajo magnifico en algunos apartados como los efectos de luces, y, sobre todo, en la profundidad de los grandes y variados escenarios que iremos descubriendo durante todo el juego.
O-To-Gi no sorprende porque realmente esté muy repleto de elementos en pantalla, como por ejemplo mucha vegetación o simplemente muchos detalles que hagan darle un carácter mas marcado y con más fuerza a todo el juego (recordemos que el título está realizado en Japón, y no solemos encontrarnos con juegos japoneses donde prevalezcan esos detalles que hacen tan grande a un juego como éste).
Pero lo que sí es cierto es que tenemos detalles importantes a destacar dentro del apartado grafico, como por ejemplo los enemigos o demonios. Éstos, por norma general, aparte de ser muy originales y de variopintas formas, suelen aparecer en series de grupos, y no de grupos de 3 o 4 personajes, normalmente nos encontraremos con más de 10 personajes los cuales, en determinadas situaciones, nos pondrán en serias dificultades para poder proseguir nuestra aventura.
Poligonalmente el juego no destaca, ya que como he dicho no aparecen demasiados detalles en prácticamente la totalidad del juego, pero sí es cierto que donde la gente de From Software más esmero a puesto es en el motor físico de daños en el escenario, gracias al cual nos encontraremos que prácticamente en su totalidad es destructible, desde grandiosos muros hasta casas imperiales. Es muy vistoso ver como de un espadazo lanzamos a un demonio a toda velocidad estrellándose contra un muro, y éste se hace añicos sobre él… todo un gustazo.
Nos encontraremos en escenarios donde podremos ver grandes extensiones de mar, con decenas de islas a nuestro alrededor y multitud de detalles que aunque no destacan por su calidad, hacen que no nos parezcan pobres en originalidad, como por ejemplo la pantalla de la torre de 10 plantas. En esta misión veremos centenares de piedras preciosas de color azulado, las cuales podremos destruir con total libertad sin ningún tipo de ralentización, ni aquí, ni en ningún lugar de todo el juego. Los efectos de iluminación, por su parte, son realmente increíbles en determinadas escenas, como por ejemplo al lanzar un hechizo, o en escenarios donde nos lanzan meteoritos, ya que éstos, además de realizar cráteres en el suelo, dan un efecto muy bueno a todo el conjunto gracias a su iluminación antes de caer y durante su explosión.
Música
Básicamente no podemos quejarnos de la espléndida banda sonora para este titulo, ya que tan solo el tema del menú principal es una autentica delicia. Todas y cada unas de las melodías que podremos escuchar en el juego están absolutamente recreadas con el más mínimo detalle del antiguo Oriente, metiéndonos de lleno en el juego perfectamente. En ningún momento nos encontraremos con que la música se nos hace pesada, ya que suele adaptarse perfectamente a cada una de las misiones que nos vayamos encontrando. No se puede analizar con mucho más detalle el apartado musical de Otogi ya que para poder deleitarse con las melancólicas melodías de este tendréis que escucharlo por vosotros mismos.
Sonidos
Este apartado en Occidente por desgracia ha empeorado respecto a su versión japonesa, ya que las voces orientales respecto a su doblaje ingles son de bastante peor calidad, pues no llegan a dar la profundidad que tendrían que darle a un apartado como este. En los restantes efectos sonoros se han respetado los de la versión original, y todos y cada uno de ellos son perfectamente diferenciables, habiendo sido grabados a una calidad muy considerable, y sin llegar a ser repetitivos en ningún momento. En algunas ocasiones nos veremos en batallas donde nuestra o nuestras espadas chocarán con determinados elementos, como rocas, maderas, otras espadas y demás parafernalias varias, siendo este sonido el más característico y mejor conseguido de todos los escuchados a nivel general.
Jugabilidad
Como muchos ya sabréis, normalmente los juegos japoneses, y más tirando a este estilo, suelen ser juegos rápidos de movimientos frenéticos. Pues Otogi no es menos, ya que tendremos un repertorio de combos y de movimientos los cuales nos sorprenderán unos tras otros determinando la espada o espadas que tengamos seleccionadas. Raikoh, nuestro personaje, básicamente lo que mejor sabe hacer es emplear su fuerza bruta en golpes de espada y hechizos mágicos, los cuales pueden ser realizados de las diversas formas: básicamente a la hora de realizar espazados lo podremos hacer con dos botones, uno de carácter normal, el B, y el Y fuerte o muy fuerte dependiendo del combo o la espada seleccionada. Para ello, realizaremos combinaciones entre el espadazo normal y el fuerte, y determinando la cantidad de veces que apretemos el espazado normal, así nos saldrá el combo.
Estos combos pueden ser realizados tanto en el suelo como en el aire, y como nuestro personaje es un hombre de recursos y está entre la vida y la muerte, pues podremos desplazarnos rápidamente por el escenario con el gatillo izquierdo, con el gatillo derecho conseguiremos realizar otro tipo de ataques que según el botón apretado, afectarán en menor o mayor medida a nuestros enemigos. Dependiendo de nuestra habilidad, algunos ataques producidos por los enemigos, podremos devolvérselos como si de una contra se tratase, como por ejemplo bolas de energía. Nuestro personaje también tiene la habilidad de realizar ataques energéticos, y éstos serán distintos los unos de los otros dependiendo de la magia que tengamos seleccionada. Dichos ataques se realizarán apretando el botón X, y cuanto más tiempo lo mantengamos apretado, más fuerza tendrá el ataque.
Durante el transcurso del juego, iremos ganando una cantidad de dinero, con la que podremos ir comprando otras espadas de mayor calidad y prestigio, pero no solo las espadas nos ayudarán en la aventura, sino que amuletos como magias también serán adquiridas para poder enfrentarnos a determinados enemigos.
Durabilidad
Una vez completada la historia del juego, éste ofrece pocos alicientes para que el jugador vuelva a emprender la aventura, pues no ofrece apenas ninguna novedad en la segunda vez que es jugado. Sin embargo, la enorme cantidad de combos a realizar, así como de espadas y magias, harán que más de uno vuelva a jugar por aquello de conseguir los combos y armas más espectaculares. La dificultad de Otogi es muy desigual. En determinadas pantallas es extremadamente difícil, y en otras tremendamente sencillo, algo realmente curioso y a tener en cuenta.
El no poder conectar este título a la red de redes con el sistema de Xbox Live limita un poco tanto en escenarios como en contenido al juego, pero sin duda merece la pena por la maravillosa y misteriosa historia que rodea al juego, así como por el espíritu oriental que han conseguido plasmar en este juego gracias a apartados como el musical.
Conclusión
Si tenemos en cuenta los pocos títulos que provienen de Japón realmente de calidad, estamos ante un juego que a muchos puede parecerles del montón y a otros puede parecerles una obra maestra. Considerando que estamos ante un juego de acción y poca historia, donde las misiones básicamente tratan de lo mismo, puede que no atraiga a todo el mundo, ya que es un juego muy pensado para el publico japonés, pero considero que dentro de su género en Xbox está muy por encima de otros que podamos encontrar a simple vista más atractivos.