Análisis de Jet Set Radio Future (Xbox)

Hace más o menos 2 años que Smilebit, grupo programador de Sega, creó lo que sería uno de los juegos estrella de la consola de la espiral azul: Jet Set Radio. Dicho juego se centra en la ciudad de Tokio, donde bandas de patinadores luchan por el control de la ciudad, para ello se bastan con botes de pintura que emplean para llenar toda la ciudad de graffitis. La cosa parece bastante fácil, pero no lo es gracias a que la policía también está detrás y no repararán en medios para evitar la amenaza de los jóvenes "rollers". En JSR nos ponemos al mando de una de esas bandas, concretamente la denominada GG, para conseguir el mando de la ciudad; inicialmente controlamos a 3 personajes, número que irá agrandándose según vaya transcurriendo el juego. Para conseguir nuestro objetivo nos valemos de unos supersónicos patines que nos permiten hacer miles de acrobacias, imposibles así como la viabilidad de grindar cualquier barandilla que se nos cruce.

A toda esta original idea se le suma el novedoso aspecto técnico, en el que el mejor ritmo hiphop se une a unos gráficos realmente originales usando una técnica llamada Cell Shading. Todos los personajes están recreados en 3 dimensiones, al igual que los escenarios. Sin embargo, a los objetos móviles (los personajes principalmente) se les aplica una especie de sombreado en los bordes que hace que parezcan dibujos animados manga. Otro aspecto que resalta mucho en JSR es el original toque manga que exhibe el juego que te introduce mucho más en el mundo de los grafittis.

Jet Set Radio Future nos introduce de nuevo en la ciudad de Tokio, pero esta vez en el año 2024. Como se puede apreciar en las imágenes, la ciudad ha cambiado bastante, todo es mucho más futurista, tanto el ambiente, con un diseño mucho más atractivo e innovador, como en la vestimenta de los personajes. A parte, el juego ha cambiado inconmensurablemente, gracias en gran parte a la elevadísima capacidad técnica de Xbox, los escenarios han cambiado mucho, ahora son verdaderamente enormes y mucho más detallados que en la versión DC, aunque sobre eso ya nos centraremos más tarde. Nombres de grandes sagas de Sega se escuchan a las puertas de Xbox, juegos como Panzer Dragon, Shenmue II o Gun Valkyrie están ya confirmados para su salida en la consola de Microsoft. Tras el abandono de Dreamcast y el más que discutido cambio de política de Sega, Xbox se ha visto gratamente recompensada ya que son muchos los grupos de programación de Sega que se han centrado con la consola del "tío Billy". Smilebit es uno de ellos y, como es obvio, ha decidido lanzar la segunda parte de su mejor y casi único juego: Jet Set Radio. Hay que indicar, que pese a contradecir a lo que muchos afirman, JSFR no es una adaptación, ni un Remake del extravagante juego de DC, sino un juego original, una secuela. Con un bonito discurso, el DJ professor K –voz de la famosa emisora de radio pirata de nombre Jet Set Radio- nos mete en el papel. Rokkaku Gouji, propietario de una enorme compañía llamada Grupo Rokkaku está oprimiendo a la ciudad entera, su influencia es tal que ha logrado involucrarse en cualquier cosa; cultura, industria, sociedad... e incluso ya piensa en la alcaldía. Ya ha comprado al cuartel de policía y está implantando su ley por toda la ciudad de Tokio. Mientras tanto, grupos de "Skaters" y "rollers" luchan entre sí por pintar sus graffitis por toda la ciudad.

Aquí es donde entramos en juego, debemos dirigir al equipo GG para establecer el orden y poner cada cosa en su sitio, ha llegado el momento de actuar.

La mecánica del juego resulta bastante sencilla aunque no por ello monótona, debes ir recogiendo Sprites –de distintos colores, según los cuales te darán más o menos recargas- por la ciudad para así llenarla graffitis, también te enfrentarás a distintas bandas a las que tendrás que ir venciendo y enfrentarte a diversos personajes que una vez les hayas conseguido vencer o haber pasado las pruebas que te proponen se irán uniendo a tu equipo.

JSR se caracterizó por tener una ajustada jugabilidad, la dificultad el manejo no es excesiva y tras haber practicado unos minutos ya estarás listo para la acción. Los movimientos de los personajes han aumentado respecto a los de la primera parte, en la cual estaban algo limitados. Ahora, aparte de haber corregido algunos defectillos, se han añadido varios movimientos que se suman a los ya conocidos saltar, girar o grindar; en esta nueva entrega podrás hacer combos mientras vas grindando por las distintas superficies que te proponen, patinar hacia atrás con sólo apretar un botón –recordemos que en DC era algo más difícil- o el modo turbo (el cual podemos usar presionando el botón B); este turbo durará tan solo unos segundos y requerirá el uso de 10 sprites (por lo que si nuestra cantidad de botes de pintura es menor al número indicado nos será imposible usarlo) pero la velocidad y espectacularidad de dicho movimiento es digno de destacar.

Otro aspecto que se ha modificado –aunque esta vez para peor- es el modo en que se hacían los graffitis, en el juego de DC debíamos hacer unos movimientos con el stick que si no se ejecutaban correctamente te obligaban a empezar de nuevo la tarea. En JSRF estos movimientos han sido suprimidos, y ahora para hacer un graffiti solamente hay que apretar el gatillo, un método bastante más simple y a la vez bastante más aburrido. También hay que mencionar la, a veces incómoda, cámara que muchas veces nos puede poner en situaciones comprometidas debido a su mala colocación pero que se soluciona con un simple "clic" del gatillo izquierdo.

Pocos juegos son los que, al verlos por primera vez, te sorprenden. JSRF es uno de esos, sobre todo si no has jugado al de DreamCast aunque te impresionará de cualquier manera. El Cell Shading aplicado a este juego es el mejor nunca visto. El modelado de los personajes es sublime, realmente impresionante y deja en mantillas a cualquier cosa vista en Jet Set Radio de DreamCast, ya que ahora, aparte de verse con un aspecto mucho más futurista, los personajes gozan de una vestimenta mucho más detallada y unos giros y movimientos que te dejan con la boca abierta.

Los escenarios también han mejorado considerablemente, en este son el doble (o más) de grandes y muchísimo más detallados, mostrando miles de objetos en pantalla, mesas, sillas, vallas, bicicletas, carteles publicitarios, peatones... eso sí, las ralentizaciones serán casi constantes. Otro detalle muy importante es el juego de luces y sombras, que gozan todos los personajes (peatones incluidos) y objetos. Todos los grinds vienen acompañados de unos efectos de luces que imitan las chispas que fuerza la rozadura de los patines con las barandillas, o los cables de alta tensión.

Tampoco pueden faltar los detalles como el saltar de las hojas de unos matorrales cuando pasas por encima, el poder tirar todo cuanto se te cruce encima, barriles, bolsas de basura, carteles, etc. o el efecto motion blur que afectará a toda la pantalla cuando usemos el turbo de los 10 botes de pintura, que añadirá una sensación de velocidad extrema.

Como no puede ser de otra forma, hay que poner especial hincapié en el apartado sonoro, uno de los cuales el juego puede realmente presumir. La música es del estilo hiphop y es la encargada de darle ese ambiente tan especial. La banda sonora corre a cargo de Hideki Naganuma y Richard Jacques (encargado de bandas sonoras de juegos tan conocidos como Metrópolis Street Racer o Head Hunter y unas de las personas que intervinieron en la del primer Jet Set Radio) entre otros. JSRF cuenta con más de 30 canciones, todas originales excepto algunos remixes del anterior juego, luciendo ritmos de todos los colores que se adaptan a cualquier parte del juego.

Los efectos FX son, al igual que la música, soberbios. Es como si realmente estuvieras allí, el sonido de los patines está perfectamente recreado como también lo están los chispazos de los grindes o las voces de los personajes (tanto de los personajes seleccionables –entre los que destaca el inconmensurable DJ Professor K- como la de los humildes peatones). Hablando de voces, corresponde mencionar que no está doblado a la lengua de Cervantes (cosa que no creo muy oportuna), pero eso sí, tendremos el correspondiente subtítulo en castellano.

Uno de los puntos que más se ha anhelado en el juego de la consola de la espiral azul es el modo para varios jugadores y ha sido añadido en JSRF. Este se divide en varios sub-modos:

Carrera Urbana: Típica carrera en distintos parajes que irás abriendo a lo largo del juego. En estas carreras se te da la posibilidad de usar armas como bombas con el objetivo de dañar a tu adversario e impedirle llegar a la meta antes que tú y objetos especiales para volverte transparente o cosas similares.

Ball Hog: Como el anterior pero los jugadores se pelean por el control de una pelota, con la cual deben dar una vuelta al circuito para ganar.

Bandera: ¿Hay alguien que no conozca aún este modo?

Guerras de graffiti: Los jugadores deben intentar llenar todo el escenario de sus graffitis, para ello hay que coger los botes de pintura y pintar todas las paredes donde haya una marca indicativa, también puedes "tachar" las pintadas de los adversarios.

Firma de personaje: En este último modo debes llenar de pintadas a tu contrincante.

Sega ha vuelto a romper moldes con el nuevo título de Smilebit. JSRF es uno de esos juegos que separan a los jugones en dos tipos; los que lo adoran y los que lo odian, así de simple. Si te gustó el primero, este es una compra obligada, si no te gustó... no es muy recomendable su compra ya que no encontrarás nada excesivamente nuevo. No obstante, si no lo has probado y te atrae la idea de pintar las paredes de toda una ciudad mientras te enfrentas a bandas rivales al ritmo de la mejor música funky-hiphop, corre a la tienda antes de que se agoten.