Análisis de Forza Horizon 3 (Xbox One, PC)
La conducción arcade no pasa por su mejor momento, y en los últimos años las compañías han dejado de apostar por este tipo de juegos, ya no se lanzan tantos como antaño. Aunque muchos lo puedan considerar un género menor, a otros nos ha ofrecido algunos de los mejores momentos que hemos vivido nunca con un videojuego. Títulos como OutRun (1986), Need for Speed (1994), SEGA Rally (1994), Ridge Racer Type 4 (1998), Burnout 3: Takedown (2004), Project Gotham Racing 4 (2007) o Split/Second (2010) son algunos de los muchos ejemplos que podríamos haber elegido, juegos que nos maravillaron por su jugabilidad y nos impactaron con sus gráficos, y que nos dejaron un recuerdo imborrable.
Y en ese Olimpo de la conducción arcade tenemos que dar la bienvenida a Forza Horizon 3, uno de los mejores juegos de coches de la última década. Que pese a no sorprender con su planteamiento en mundo abierto, casi idéntico al de los dos primeros Forza Horizon, sí sorprende por su rotunda calidad, en todos y cada uno de los apartados. Uno de esos títulos que surgen cada cierto tiempo, con sus creadores, Playground Games, en estado de gracia, sacándose de la manga un juego de coches para el recuerdo, que apabulla con su calidad.
La secuela perfecta
Parece que la palabra ‘continuista’ siempre tiene connotaciones negativas, pero Forza Horizon 3 es uno de esos títulos que demuestra que ser continuista no es necesariamente malo, si lo que ofreces tiene la calidad suficiente para que la experiencia no se resienta. En esta tercera entrega, Playground Games compensa la pérdida del factor sorpresa y la falta de frescura, con la experiencia y buen hacer acumulado en las dos entregas anteriores, y nos ofrecen el Forza Horizon más grande, completo, variado, espectacular y divertido.
Supera en todo a Forza Horizon 2: en cantidad y calidad de contenidos (con más de 350 coches), en un mundo abierto el doble de grande, mucho más detallado, bello y vivo, en la variedad de pruebas, misiones y coleccionables, y en cuanto a posibilidades, con novedades interesantes como poder crear nuestros propios eventos, o poder jugar la campaña en cooperativo, formando un equipo de hasta cuatro jugadores. Y lo que ya era muy bueno se mantiene claro, como una jugabilidad impecable, que se puede adaptar a todo tipo de jugadores, pudiendo elegir lo exigente que queremos que sea la conducción y los rivales a los que nos enfrentamos.
El nuevo escenario en el que se desarrolla Forza Horizon 3, Australia, no puede ser más acertado para incluir todo tipo de carreras y eventos de conducción, a cada cual más espectacular. Desde lo habitual de la serie, competiciones con coches deportivos por autopistas, ciudades, carreteras serpenteantes y caminos de tierra, hasta todo tipo de pruebas por la naturaleza, corriendo por bosques, desiertos y playas paradisíacas, con coches de rally, 4x4 o una de las novedades de esta entrega, los buggies (que ya se dejaron ver en Storm Island, un contenido de pago de la segunda entrega).
Y además de lo que trae consigo un nuevo escenario como Australia, tanto en lo jugable como en visual, siendo un juego espectacularmente bello, Forza Horizon 3 tiene un curioso cambio en su estructura: ahora no somos un mero participante en este festival que mezcla coches y música, somos el jefe, y por tanto nuestros objetivos son ligeramente diferentes.
Seguimos ganando créditos para mejorar y comprar nuevos coches, y puntos de experiencia para subir de nivel y desbloquear nuevas habilidades y premios, pero ahora nuestro objetivo más importante es conseguir fans. Cada vez que alcancemos cierto número de fans, podremos ampliar un festival, de los cuatro disponibles, que antes tendremos que haber desbloqueado. Y cuando ampliemos uno de los festivales (hasta en cinco niveles), desbloquearemos toda una serie de pruebas y retos por los alrededores.
Carreras y campeonatos, pero también los eventos secundarios, como las experiencias vitales, los radares y las zonas de velocidad, y algunas pruebas nuevas, como las zonas de derrape y lo saltos peligrosos. Pronto descubriremos que superando estas pruebas también conseguimos un gran número de fans, no solo ganando carreras, por lo que tenemos una estructura más abierta y libre que la de las anteriores entregas, y a la hora de progresar y alcanzar el objetivo final, podemos elegir nuestro propio camino con total libertad.
Y no solo porque tenemos siempre una enorme cantidad de pruebas y carreras para elegir, sino porque además en esta ocasión podemos editar los eventos, modificando sus reglas, así que el juego siempre se va adaptar a nuestros gustos. Pudiendo por ejemplo jugar durante horas solo con coches deportivos, con 4X4 o con vehículos de rally, y si hay un tipo de conducción que no nos gusta, podemos obviarla y elegir otra, y continuar progresando en el juego sin ningún problema.
Cogiendo como punto de partida cualquiera de las carreras, podemos crear nuestro propio evento, eligiendo el tipo de coches que queremos que compitan, el número de vueltas, el momento del día y el clima. Eso sí, no se puede elegir el trazado, siempre es partiendo de una carrera o circuito ya diseñado. Estos diseños además los podemos compartir por internet con otros jugadores, por lo que ahora cada vez que vayamos a competir en una carrera, podemos elegir la configuración por defecto, o elegir uno de los muchos diseños que ha creado la comunidad de jugadores. También podemos diseñar campeonatos enteros, eligiendo las pruebas que queremos que formen parte de ellos, y sus condiciones.
Y lo que todavía es más interesante, podemos diseñar nuestras propias experiencias vitales, esas pruebas tan espectaculares que introdujo Forza Horizon 2, en las nos ponen un coche para alcanzar un objetivo muy concreto. Esta opción es todavía más flexible que la creación de eventos y campeonatos, y podemos elegir entre ocho tipos de experiencias vitales (cámaras de velocidad, puntuación de habilidad, establecer ruta, saltos peligrosos, ruta de habilidad, dominio de habilidad, zona de derrape, control de daños), el coche con el que tenemos que jugar, el momento del día, el clima, si queremos que haya tráfico o no, obligar a jugar con una cámara concreta, habilitar o no los rebobinados, y además podemos seleccionar la canción que queremos que suene durante la prueba, a elegir en la extensa banda sonora.
Como directores del festival, también podemos reclutar Drivatar para montar una pandilla, y conducir formando una caravana, lo que nos permite viajar acompañados de otros coches descubriendo las distintas carreteras del enorme del mapa, pudiendo activar una carrera en cualquier momento. Los coleccionables como los carteles que nos dan puntos de experiencia y los coches abandonados se mantienen, y también las grandes posibilidades de personalización de los coches, tanto en lo mecánico como en lo visual, así como las ayudas a la conducción y la dificultad de los rivales, ofreciendo un juego de coches muy flexible, apropiado para cualquier tipo de jugador.
Y el catálogo de vehículos es impresionante, con más de 350 coches (150 más de los que tuvo Forza Horizon 2 en su lanzamiento), que no solo con muchos, sino que además están seleccionados con un gusto exquisito, con multitud de marcas, épocas y estilos, así que es difícil que no vayáis a encontraros algunos de vuestros coches fetiche. Por supuesto sigue la opción de poder descargarse los diseños de la comunidad para personalizar los vehículos, que hacen auténticas obras de arte.
Las posibilidades online también son muy completas, y podemos disputar carreras con hasta 12 jugadores, explorar el mundo abierto en compañía, y como hemos dicho antes, jugar la campaña en cooperativo junto a unos amigos. Vuelve los clubes, con los que puedes crear una comunidad de corredores y competir contra el resto, y los marcadores en línea, en todas las carreras, eventos e hitos, que vuelven a ser uno de los grandes alicientes para picarte con tus contactos de Xbox Live.
Por si no hubiera suficientes contenidos en el juego base, para decenas y decenas de horas, en octubre llegarán los eventos Forzathon, una serie de retos semanales donde podremos ganar premios únicos, y que nos animarán a seguir enganchados al juego durante meses.
Un mundo abierto ejemplar
Pocas veces hemos visto un juego que dé tanta libertad al usuario para jugar como quiera sin que la experiencia se resienta, em una clase magistral de diseño y buen hacer por parte de Playground Games. Según dicen el mapa es el doble de grande respecto a Forza Horizon 2, pero el tamaño no es lo importante, sino lo bien diseñado que está, y podemos recorrerlo de punta a punta, ya sea a través de carreteras o por el campo, y nunca encontraremos barreras u obstáculos que nos impidan hacerlo, se nota que es un mundo abierto de verdadera nueva generación.
Aparte de su belleza y variedad de paisajes, algo que podríamos estar alabando durante horas, el mundo de Forza Horizon 3 es más denso, se siente más vivo y lleno de elementos, y sus carreteras están mejor diseñadas. No nos daremos cuenta de ello hasta que empecemos a correr todo tipo de pruebas y comprobemos que esos mismos caminos que recorremos para ir de un lugar a otro, se adaptan perfectamente a la competición, con alguna prueba en concreto muy espectacular, de más de 10 minutos, que nos hacen ir de una punta a otra al mapa, admirando su diseño y aspecto.
Conducir y moverte por el mundo de Forza Horizon 3 es un placer, nunca se te pasa por la cabeza usar el viaje rápido, y ya sea por los objetivos o búsquedas secundarias, por la belleza de los paisajes, por la genial banda sonora, o por el simple placer que da conducir cada uno de los vehículos, con su propia personalidad y carácter. Nunca te cansas de moverte por Australia, y te diviertes por igual tanto dentro como fuera de la competición, lo que es todo un logro.
Visualmente impactante
Y estrechamente relacionado con todo lo que hemos dicho anteriormente, está su apartado gráfico, posiblemente lo mejor que hemos visto visualmente en una Xbox One. Por su tremenda solidez, ya que casi nunca se ven comprometidos los 30fps, por la ausencia de defectos gráficos, por unos escenarios repletos de detalles, unos coches modelados a la perfección, una iluminación capaz de dejarte con la boca abierta en más de una ocasión, y unos efectos climáticos muy conseguidos, con diferentes tipos de lluvia, pasando con mucha naturalidad de unas pocas gotas a una lluvia copiosa, y viceversa, afectando al estado del asfalto y los caminos.
Mucho color y cielos azules, como deben ser los buenos juegos de conducción arcade, y lo técnico y lo artístico se dan la mano constantemente para ofrecernos uno de los juegos más bonitos e impactantes de la actual generación de consolas. Se han puesto muy alto en listón para un posible Forza Horizon 4, y a ver con qué nos sorprenden, porque el escenario que sea han sacado de la manga en esta entrega es una genialidad.
El sonido también está a la altura, y los coches rugen como deben, contundentes y variados, así como el chirriar de las ruedas sobre el asfalto y otros efectos sonoros. Todo mezclado perfectamente con la abundante y variada banda sonora, muy bien utilizada también a la hora de elegir temas concretos para algunas pruebas, que nos ofrece más de 150 canciones, con artistas tan diversos como Albert Hammond Jr, Bombay Bicycle Club, Bad Religion, The Offspring, CHVRCHES, Cut Copy, Justice, M83, Digitalism, Skillrex, Beastie Boys y Run-DMC, e incluso grandes clásicos de la música clásica. Y además teenemos la posibilidad de escuchar nuestra propia música a través de Microsoft Groove, en una emisora habilitada a tal efecto, un servicio de música en streaming que podremos probar gracias a un pase de 14 días que incluye el juego.
La gran pérdida respecto a las dos entregas anteriores es el doblaje al castellano, que sumaba mucho a la ambientación, y ahora nos tenemos que conformar con voces en inglés y subtítulos en español. Al final te acostumbras y no es un gran problema, lo que nos dicen o cuentan no deja de ser una pequeña parte de la experiencia, pero ya os advertimos de que os vais a perder detalles, ya que por ejemplo las voces de los locutores de las emisoras de radio no está subtituladas.
Un juego de coches inolvidable
Ya nos gustaron y mucho los dos primeros Forza Horizon, pero con esta tercera entrega Playground Games ha perfeccionado la fórmula hasta límites insospechados, y ha alcanzado el cielo de los arcades de conducción. Un juego capaz de ofrecerte horas y horas de diversión de altísima calidad, y un ejemplo de cómo deberían ser los juegos de mundo abierto: una "caja de arena" en la que te sientes totalmente libre e incluso desbordado ante tantas posibilidades, sin dejar de divertirte ni un solo segundo. Tanto si ya te gustaba la saga, como si alguna vez has disfrutado de la conducción arcade, Forza Horizon 3 es un juego de coches absolutamente imprescindible. Una auténtica celebración de los títulos de conducción, que vuelven reivindicarse como uno de los géneros más importantes de la historia de los videojuegos.
Hemos realizado este análisis en su versión de Xbox One con un código de descarga que nos ha proporcionado Microsoft.