Análisis de Worms Revolution XBLA (Xbox 360)
Pocos jugadores y aficionados, desconocen a los gusanos más famosos del videojuego -con el permiso de Earthbound Jim, otro reputado invertebrado-. Y es que la franquicia de Worms, la niña mimada del estudio Team 17, es una de las sagas con más solera, entregas y adaptaciones para las más variadas plataformas de la historia del medio y el ocio electrónico. Los gusanos de Worms, llevan con nosotros más de veinte años, ofreciéndonos resultados muy dispares en sus secuelas e incursiones, pero manteniendo casi siempre el tipo y regalándonos algunos de los momentos enfocados al multijugador, más divertidos y recordados. Su planteamiento estratégico, marcado con un tinte desenfadado -y con un sentido del humor con bastante mala leche-, han conseguido, año tras año y generación tras generación, encandilar a los más variados jugadores. Prácticamente, podríamos decir que Worms, y sus distintas entregas, han conseguido fundar una verdadera institución y casi, un género en si mismo.
Desgraciadamente, no corren buenos tiempos para Worms. Tras varias secuelas en tres dimensiones, y algunos retornos no tan buenos como podría ser, Team 17, el veterano estudio responsable de la saga, se vio obligado a renovar todo lo posible el aspecto y el sentido de sus gusanos, pero sin perder ni un ápice del carisma necesario y atesorado durante tanto tiempo. El resultado de este esfuerzo es Worms Revolution, un título que intenta conjugar con atino los diversos aspectos positivos conseguidos y asimilados durante su historia, con otras características reclamadas por los usuarios.
Una perspectiva... ¿distinta?
Antes de entrar en el terreno jugable, hay que destacar que Worms Revolution hace acopio de una perspectiva y una presentación de sobras conocida, pero bajo un nuevo punto de vista. Es decir, todos conocemos, sabemos y hemos asimilado que Worms -descontando extraños y desafortunados experimentos- es un juego de acción y estrategia por turnos en dos dimensiones, donde unos gusanos aguerridos se disparan y asesinan entre ellos de forma jocosa y francamente entretenida. Pues bien, pese a que Worms Revolution prosigue y afianza dicha senda bidimensional de la acción y la estrategia, desde Team 17 han querido plasmar cierto elemento "revolucionario", replanteando la perspectiva hasta las tres dimensiones.
Ojo, no es un juego completamente en 3D, pero sí incorpora escenarios volumétricos y con cierta profundidad visual, para intentar alcanzar así un elemento diferenciador que lo aparte de los juegos más clásicos -y de aquellos más malos- de la saga, consiguiendo que así todo respire con su propia personalidad. Dicho cambio, al comienzo nos parecerá extraño y artificial, y descontando su poca pericia técnica -de lo que hablaremos más adelante-, la verdad es que funciona, y ayuda un poco al jugador a sentirse delante de un juego nuevo, y no de un refrito o de la enésima recopilación en alta definición de la saga.
Worms Revolution es un juego bastante tradicional en su base, pero que a su vez, incluye algunos elementos de personalización que añaden alguna novedad y aire fresco a una mecánica jugable que ya comienza a quedarse atrás.
No hay demasiada historia: Worms Revolution prosigue la senda de los títulos anteriores, y nos ofrece 32 niveles en su modo campaña, donde por turnos y con espacios de 60 segundos, deberemos enfrentarnos a los distintos gusanos enemigos que se nos crucen por delante, nivel tras nivel. Los escenarios mantienen el tipo, mostrándonos recovecos, paredones, plataformas y elementos peligrosos, dispersos por sus reducidas -en su mayoría- dimensiones. A nivel jugable, la mayor novedad vista en este Worms Revolution, es la introducción de las clases de gusano.
Esto, que parece al principio una forzada equiparación de la saga Worms al multijugador más básico e imperante de nuestros actuales tiempos, al final se revela y confirma como un añadido de lo más interesante, divertido y curioso, ya que nos permite crear grupos y estrategias distintas a lo visto en la franquicia. Hasta ahora en la franquicia, cada gusano era idéntico y similar, con la única salvedad de que usaran un arma diferente en cada turno. Ahora, en Worms Revolution, tenemos cuatro tipos distintos. Cada gusano tiene su propia personalidad y características, que irán desde la fuerza y la resistencia del gusano más fuerte, a la rapidez y la agilidad del gusano explorador, pasando por el equilibrio y la versatilidad del gusano soldado y terminando en la brillante inteligencia del gusano científico.
Combinar y usar dichos gusanos con arte y maestría, dependerá de nuestra forma de jugar, del oponente -si tiramos de multijugador- o del nivel a superar. Por ejemplo, si queremos ser contundentes, fuertes y resistentes, lo mejor será contar con gusanos fortachones y soldados, buscando aguantar los impactos contrarios y atacando cuando se precise. Si por el contrario, nuestra jugabilidad está más enfocada en el ataque rápido y en el continuo movimiento de nuestras tropas invertebradas, no estaría nada mal contar con varios y pequeños gusanos exploradores -débiles, pero ágiles-. Y ya, si amamos crear artilugios extraños, torretas o barricadas para modificar las características del terreno y los enemigos, y así pasar a un plano estratégico más profundo, el gusano científico será la opción ideal a considerar.
Ahora hacer grupos si tiene gracia, dejando de un lado los cómicos -aunque inservibles- aspectos y ropajes -que también estarán presentes en este Worms Revolution, no os preocupéis-, y pasando al plano de la jugabilidad. En cuanto a las armas, prácticamente, tenemos el mismo arsenal de siempre. Desde el ataque cuerpo a cuerpo de los gusanos -desde golpes a llaves, pasando por lanzamientos de bolas de energía del estilo más oriental y anime que os podáis imaginar- al uso de ametralladoras, escopetas, lanzagranadas, misiles o uzis -por citar unas cuantas- y terminando en las clásicas armas especiales, como la granada de mano sagrada o la súper oveja voladora. El plantel de armas sigue siendo igual de eficiente, divertido y humorístico, y nos proporcionará las mismas ventajas, inconvenientes y situaciones disparatadas de siempre.
Por si fuera poco, Team 17 ha añadido un nuevo componente, que además de las clases de gusano, añade otra vertiente jugable a tener en cuenta: los efectos físicos derivados de un montón de objetos esparcidos por los escenarios. Ahora nos encontraremos con ríos de agua que nos empujarán y tirarán por los suelos, barriles de gasolina con explosiones llenas de gases muy peligrosos o las ya habituales y clásicas conglomeraciones de TNT dispersas por los niveles. Sus efectos físicos son muy variados, y pueden decidir, sin lugar a dudas, partidas completas. Saberlos utilizar en el propio beneficio, es uno de los aspectos más divertidos de Worms Revolution.
Worms Revolution es un juego pensado para el multijugador, de eso no hay duda. Ya sea online o local -hasta cuatro jugadores-, Worms sigue siendo igual de divertido que siempre, y nos añade una duración extra capaz de saciar nuestra sed y colmar nuestra ganas de machacar gusanos una vez hemos logrado superar el modo para un jugador. Hay distintos modos de juego, desde los deathmatch más clásicos a otros donde lucharemos entre fuertes, tomando y defendiendo posiciones.
Team 17 parece muy volcada con el modo online, ya que no solo encontraremos partidas y gente disfrutando -no demasiadas, pero las suficientes-, sino que gracias al modo de edición incluido, podemos modificar, crear y diseñar desde cero nuestros propios mapas y niveles, eligiendo plantillas, elementos a usar... Las configuraciones, a priori, tanto en los propios gusanos como en los escenarios, son prácticamente ilimitadas de cara al jugador.
Aspecto técnico
Worms Revolution prosigue la senda de otros juegos de Team 17, donde la funcionalidad y el rendimiento en base a la mecánica y el estilo jugable escogido, priman sobre el aspecto. No es una excusa, es un hecho. Worms Revolution añade elementos nuevos en cuanto a la perspectiva y el aspecto de los escenarios -ahora son en 3D-, pero su base sigue siendo la misma- No destaca, no ofrece nada nuevo, y si nos apuráis, más bien diremos que al contrario: no es un juego bonito. Pero funciona. En ningún momento nos quejaremos de los modelados simples de los gusanos, o de los poco o nada originales escenarios. Simplemente, funcionan. En cuanto al sonido, se repiten algunas melodías y voces -en inglés, ojo- habituales de la saga, añadiendo algunas completamente nuevas, que acrecientan el sentido humorístico del juego.
Conclusiones finales
Worms Revolution no es especialmente novedoso, pero sí bastante completo. Team 17 ha querido hacer un "borrón y cuenta nueva", prosiguiendo la senda de los títulos y juegos más clásicos de la franquicia, pero añadiendo nuevos elementos y características que ahonden en la ya de por si asentada jugabilidad de la saga. Dichos elementos -como las clases de los gusanos o las nuevas físicas introducidas- añaden una nueva dimensión jugable, que si bien no es especialmente impactante, funciona.
Worms Revolution es un juego muy entretenido y largo, y repetimos, completo. Podrás invertir largas horas delante de la pantalla, solo o acompañado, viendo como estos divertidos gusanos se pirran por matarse los unos a los otros. Si a ello le sumamos las opciones de personalización, los niveles y modos online o la solera y sentido del humor que sigue desprendiendo pese al paso de los años, lo cierto es que tenemos una buena opción a considerar entre manos. ¿Te gusta la saga? Adelante, hazte con el título. ¿Eres nuevo y quieres un Worms con el que introducirte? No lo pienses más. Worms Revolution, no es un punto de inflexión -y ni mucho menos, una revolución total de la saga como se pretendía-, pero sí es un videojuego más que aceptable, que cumple con aquello que promete desde un principio. Por ahora solo está disponible en PC en formato digital, pero muy pronto, dará el salto a las consolas de Sony y Microsoft.