Análisis de Unreal Tournament 3 (Xbox 360)
Durante estos últimos meses los aficionados a la acción multijugador han podido disfrutar del frenético Unreal Tournament III tanto en su versión para compatibles, como en PlayStation 3. Ahora, les toca el turno a los usuarios de Xbox 360, que por fin pueden hacerse con esta gran adaptación del título original que cuenta, como principales novedades, con cinco nuevos escenarios de batalla en los que desatar nuestra furia homicida.
No obstante, las señas de identidad de la franquicia siguen intactas. Por lo tanto, volveremos a disfrutar de las ya míticas Partidas a Muerte todos contra todos o por equipos en las que únicamente tendremos que preocuparnos de exterminar a los contrarios intentando que no hagan lo propio con nosotros –a fin de cuentas, tenemos que alcanzar un número de muertes determinado antes de que lo hagan los rivales-, o los tradicionales enfrentamientos de Capturar la Bandera en los que junto a nuestro equipo, tendremos que intentar arrebatarle el estandarte a los contrarios y llevarlo a nuestra base de operaciones para puntuar en la partida; eso sí, siempre que nuestra bandera se encuentre en su lugar –lo que como os podéis imaginar nos obliga a cooperar al máximo con nuestros aliados-.
Por otro lado, con los vehículos como protagonistas, nos encontraremos con una emocionante versión del Capturar la Bandera en la que dichos medios de transporte modificarán sustancialmente nuestra forma de afrontar la contienda, si bien es cierto la mecánica será idéntica a la modalidad tradicional. Tampoco podemos olvidarnos de la revisión del modo Acometida ya visto en Unreal Tournament 2004, en el que combatiremos contra el equipo rival en inmensos escenarios en los que cada bando tendrá su propia base de operaciones con su núcleo a buen recaudado, que por supuesto tendremos que destrozar, para lo cual antes tendremos que habernos hecho con los distintos nodos de energía que conectarán nuestra base con la rival. Algo que únicamente lograremos cooperando con nuestros aliados.
Aspecto éste último que se potencia además con la inclusión de diversos nodos independientes mediante los cuales, obtendremos una serie de ventajas sobre el bando rival como la posibilidad de pilotar un inmenso tanque en el que todos los miembros del equipo podrán montar para hacer uso de su mortífero arsenal, o la opción de lanzar impulsos electromagnéticos para dañar el núcleo contrario sin necesidad de haber enlazado previamente todos los nodos. Como a todo el mundo le interesará controlar estas zonas, la cooperación con los miembros de nuestro equipo resultará fundamental para arrebatarle las posiciones al equipo contrario, o para intentar proteger el nodo de las acometidas rivales.
En ambas modalidades de juego podremos además hacer uso de uno de los añadidos más interesantes de este Unreal Torunament III: los aerodeslizadores. Gracias a este vehículo, al que podremos acceder pulsando simplemente X, podremos movernos por el escenario a gran velocidad, lo que puede venirnos bien para llegar lo antes posible a una zona conflictiva, o para escapar con una bandera recién robada, ya que en estos casos no podremos subir a los vehículos con la misma –aunque sí podemos "engancharnos" a los vehículos para movernos todavía más rápido-. Sin embargo, esta velocidad tiene como contrapartida el convertirnos en un blanco sumamente fácil de derribar, ya que bastará un simple disparo para tirarnos al suelo y causarnos grandes daños.
Como en títulos anteriores, cada una de las armas que recojamos en el transcurso de las partidas, que además contarán con un ataque principal y otro secundario, resultarán más o menos efectivas dependiendo de las circunstancias en las que nos encontremos. Así, habrá situaciones en las que un buen rifle de plasma o el clásico rifle de precisión resulten realmente útiles para abatir a los enemigos desde la distancia, y otras en las que las armas cortas como el genial fusil antiaéreo, el lanzacohetes o la minigun nos permitirán abrirnos paso por los reducidos pasillos en los que en más de una ocasión tendremos que luchar contra varios enemigos a la vez.
Por otro lado, tampoco podemos dejar de lado el resto de ítems que encontraremos repartidos por los escenarios, como las corazas y demás elementos defensivos, amplificadores de daño que nos permitirán eliminar a los contrarios con mayor facilidad, botiquines para sanar nuestra salud, e incluso unas botas especiales para realizar grandes saltos para acceder a las zonas ocultas de cada entorno (donde encontraremos las mejores armas e ítems). Y por si esto no fuera suficiente, incluso los propios escenarios marcarán nuestra forma de afrontar cada batalla.
Si ya en anteriores títulos de la serie podíamos combatir en estaciones espaciales en las que la gravedad del lugar nos obligaba a adaptarnos a las nuevas circunstancias del combate –nuestro peso era menor que en la Tierra-, en esta ocasión volveremos a encontrarnos con algunos mapas en los que, dependiendo de la zona por la que nos movamos, lo haremos de forma extremadamente pesada –avanzaremos muy lentamente-, o flotando como si fuéramos plumas. Esto, como os podéis imaginar, da pie a situaciones francamente divertidas en las que, por ejemplo, podemos abalanzarnos sobre un rival disparando con nuestro lanzacohetes mientras vemos como los proyectiles, muy lentamente, se dirigen hacia el objetivo –que por supuesto nos habrá respondido con una buena ráfaga de disparos-. También los habrá repletos de portales dimensionales que nos harán viajar de una región a otra instantáneamente, lo que sinceramente da muchísimo juego en los combates.
Igualmente, si antes resaltábamos la importancia que han adquirido los vehículos en este juego, lógicamente nadie debe caer en el error de pensar que su inclusión es meramente anecdótica. Como es habitual en la saga, nos encontraremos con diversos entornos de combate de reducidas dimensiones en los que las armas de corto alcance adquirirán todo el protagonismo, pero también viviremos otras situaciones en campo abierto en las que tanques, jeeps, aerodeslizadores, torretas defensivas, e incluso naves nos atacarán desde todos los frentes mientras nosotros tratamos de sobrevivir a tales acometidas. Por tanto, en estos casos deberemos movernos teniendo en cuenta las proporciones del escenario por el que combatiremos, y las nuevas amenazas a las que tendremos que hacer frente. Máxime si para colmo en el campo de batalla nos encontramos a los Darkwalkers, unos de los vehículos más mortíferos del juego, pertenecientes a la nueva facción, los Necris, que fulminarán a todo aquel que se cruce en su camino con una potencia de ataque francamente sorprendente.
Por tanto, aunque es un añadido que se agradece, sobre todo porque actuará como un fantástico tutorial en el que aprender todo lo necesario para sobrevivir en las batallas, donde de verdad disfrutaremos de la esencia Unreal Tournament será en su vertiente multijugador. En este sentido, disfrutaremos de partidas muy fluidas en las que nuestro contador de muertes subirá como la espuma mientras vemos morir decenas de veces a los mismos enemigos, y otras en las que por desgracia, habrá algún que otro problema de latencia –el lag- que hará que la experiencia de juego no sea tan gratificante. Como vemos, no es un fallo generalizado, ya que perfectamente podemos disfrutar de partidas sin ningún tipo de problema; pero sí es cierto que podemos tener la desgracia de adentrarnos en una partida injugable por este tipo de errores.
Del paso del juego de compatibles a Xbox 360, aparte de la reducción en el número de jugadores por escenario con el que nos encontraremos, también destacamos positivamente el gran trabajo llevado a cabo a la hora de adaptar la jugabilidad Unreal Tournament al pad de la consola de Microsoft. En este sentido, aunque la acción no resulta tan frenética como en PC, sí hay que remarcar que controlaremos los movimientos de nuestro protagonista con suma facilidad mientras abatimos a todos nuestros enemigos con disparos certeros. Lógicamente usar el rifle de precisión no será tan fácil como cuando se usa un teclado y ratón, pero una vez nos sentamos frente al televisor y agarramos el mando, hasta los "disparo a la cabeza" serán posibles. Por otro lado, eso sí, tampoco podemos olvidar que el cambio de armas no resulta tan fluido como en compatibles, ya que o lo hacemos mediante un sistema lineal (pulsamos RB hasta llegar al arma deseada), o a través de un menú circular en el que escoger el arma a usar.
A nivel sonoro, esta obra de Epic Games presenta un variado repertorio de temas musicales adaptados a los diversos entornos por los que nos moveremos –cuando avancemos por la región oriental disfrutaremos de un estilo musical acorde a este ambiente-, que complementa a la perfección la contundencia de los sonidos de todas las armas que usaremos, y explosiones que provocaremos. Además, no faltan los clásicos gritos de guerra y burlas, que podremos lanzar a viva voz o usando un sencillo menú con frases hechas, o las descripciones de nuestras actuaciones por parte del peculiar speaker que narrará los combates.
En definitiva, Unreal Tournament III se trata de un magnífico juego de acción multijugador muy poco innovador, como destacábamos al inicio de este artículo, pero tan divertido e intenso como siempre. La variedad de mapas con la que nos encontraremos –a expensas de que empiecen a llegar los primeros contenidos descargables con nuevos entornos de combate-, las distintas modalidades de juego, y el pique constante por ver quién es el rey del juego multijugador harán que pasemos horas y horas delante del televisor abatiendo a nuestros rivales de la forma más cruel posible. Por supuesto, se echa de menos una mejor estabilidad en los servidores, y esperamos que verdaderamente Epic Games se vuelque a la hora de ofrecer nuevos contenidos adicionales, algo que en el caso de PlayStation 3 y compatibles es ya una realidad. Aún así, con todo esto, sin duda estamos ante una compra imprescindible para todos los aficionados al género que no dispongan de un buen PC con el que disfrutar de toda esta acción al máximo.