Análisis de Kung Fu Panda (Xbox 360, PS3)
Kung Fu Panda cuenta la historia de Po, un panda que trabaja en una tienda de fideos chinos junto a su padre, quien está muy orgulloso de que su hijo siga el legado de su antepasado, la entrega de fideos. Por desgracia, Po no está muy contento con su actual vida, y aprovechando que se celebra el nombramiento del guerrero dragón, que traerá la paz al valle de una desgracia que está apunto de ocurrir, decide ir a verlos para aprender sus habilidades especiales, con tal mala suerte de quedarse fuera del recinto por llegar tarde. Utilizando su ingenio y un poco de dinamita, el panda de los fideos monta una silla para saltar el muro y poder ver el acontecimiento especial, cayendo justo en medio del círculo de selección siendo nombrado guerrero del dragón por accidente. Bajo esta premisa comienza el viaje de Po para convertirse en el guerrero legendario y salvar así su tierra del malvado Tai Lung, que se ha escapado de prisión en busca de venganza.
Los movimientos del panda se irán expandiendo a medida que vayamos comprándolos en la tienda, movimientos que, por otra parte, gastarán energía ki que podremos recuperar con objetos como bolas de arroz, caldo o amargándole la existencia a nuestros enemigos. Para adquirir nuevos movimientos y habilidades tan solo tendremos que ir a la tienda del juego –al finalizar un nivel- y activar las mejoras correspondientes. Así pues, contaremos con ataques rápidos, ideales contra enemigos pequeños, ataques cargados y fuertes que utilizaremos contra enemigos más grandes y ataque especiales, como rodar como una bola o utilizar nuestra panza para aturdir a nuestros contrincantes. Por si eso fuera poco, también podremos adquirir mejoras de salud y ki, aparte de nuevos trajes para nuestro personaje. En este sentido, tendremos un multiplicador de puntos que nos ayudará a conseguir una puntuación mejor al acabar el nivel; para activarlo tan solo tendremos que golpear a nuestros enemigos sin ningún tipo de interrupción, activando así los diferentes multiplicadores que aparecerán en pantalla. Así, mientras más golpes asestamos a nuestros enemigos, más puntuación tendremos que podremos canjear en nuevos ataques y habilidades para nuestros personajes.
Por otro lado, al acabar algunos niveles tendremos que enfrentarnos a los míticos monstruos finales, que van desde cerdos gigantes que atemorizan a los animalitos más indefensos, pasando por estructuras creadas para el entrenamiento que han perdido el control, hasta enfrentarnos, como era de esperar, al mismísimo demonio en forma de animal, Tai Lung. Para matarlos, tendremos que hacer uso de todas las habilidades aprendidas a lo largo del nivel, así como apretar correctamente la secuencia de botones para realizar los ataques exclusivos de la batalla, tal y como hemos visto en juegos como God of War.
Si nuestros puños nos parecen insuficientes para hacer frente a la amenaza enemiga siempre podremos hacer uso de todo objeto que veamos en el escenario, ya sean jarrones para lanzar, armas punzantes o trozos de cajas que vayamos rompiendo por ahí. Tan solo tendremos que cogerlas del suelo y pulsar el botón correspondiente para que nuestro personaje active su kung fu en modo arma, realizando ataques y combos que con las manos desnudas le sería imposible hacer. Además, si tenemos la versión de Playstation 3 podremos hacer uso del mando Sixaxis para mover a nuestro panda en algunas ocasiones, como rodando en forma de bola o cayendo desde lo alto de un saliente, aunque por suerte también podremos controlarlo de forma normal, pues el control alternativo que presenta el videojuego es, en muchas ocasiones, incontrolable, haciéndonos perder algunas vidas –aparte de la paciencia- obligándonos a repetir la escena una y otra vez.
También en varias ocasiones la cámara del juego se acerca demasiado a nuestro personaje, dejándonos sin visión durante unos segundos. Este fallo podremos arreglarlo en cierto modo utilizando el stick derecho, aunque tampoco servirá de mucho, pues la cámara no se puede alejar del protagonista. De todos modos, hay que remarcar que Kung Fu Panda no deja de ser una adaptación al mundo del videojuego de una película de animación, por lo que tampoco encontraremos nada diferente a lo que podemos ver en el cine, que son batallas por doquier, el humor característico de Dreamworks y una animación excelente, por lo que todo aquel quien esté buscando un título memorable, remarcable o diferente ya puede mirar hacia otro lado porque este título es más de lo mismo, un beat ‘em up con toques de plataforma con poca libertad y acontecimientos que sabremos en caso de haber visto el film.
Las sintonías que escucharemos a lo largo del juego son marchosas con un toque oriental característico del mundo del panda, ideales para repartir leña a diestro y siniestro sin ningún tipo de remordimiento. Quizá el problema más grave en cuanto a sonido se refiere es que el doblaje al castellano es totalmente diferente al de la película original, por lo que aquellos quienes esperaban escuchar la voz de Florentino Fernández tendrán que conformarse con la buena, aunque no excelente, voz que ofrece el actor de doblaje que interpreta a Jack Black en la mayoría de sus películas.
En cuanto a modos de juego se refiere, Kung Fu Panda cuenta con el modo historia para un jugador, en el que tendremos que llevar a nuestros héroes por los innumerables escenarios recorriendo mil y una batallas para acabar con Tai Lung y sus cómplices. Poco más de seis horas nos durará el modo de juego si vamos directos al grano y dejamos objetos y extras por descubrir. Como es evidente, si planeamos completar el juego en su totalidad, tendremos que recorrer los escenarios una y otra vez en busca de monedas para mejorar nuestros atributos, así como completar todas las misiones secundarias que van desde encontrar un número determinado de objetos –como jarrones- hasta proteger a animales indefensos de una horda de enemigos en cuestión o encontrar las rarezas que nos encontraremos en los lugares más inesperados del escenario.
Si por el contrario lo nuestro no es jugar solo, Kung Fu Panda nos ofrece un bueno, aunque nada nuevo para la industria, modo para varios jugadores, en los que tendremos que enfrentarnos a multitud de enemigos de manera cooperativa con los distintos personajes que vayamos desbloqueando en el modo aventura, aunque si lo preferimos, también podremos pelear con hasta tres amigos más en el modo competitivo, peleando a muerte por el puesto número uno. Hasta cuatro personas podrán repartir leña en el juego con un cierto aire a los míticos Power Stone de la difunta Dreamcast, por desgracia, el juego prescinde del modo online, por lo que no será posible competir contra personas del mundo, reduciendo la clasificación por consola.