Análisis de Kung Fu Panda (NDS)

El verano siempre es época de estrenos en las carteleras de los cines. Y, sin duda, una gran parte de estos estrenos está enfocada hacia un público infantil y/o juvenil, que son los que más disfrutan de las vacaciones estivales, por tener (en la mayoría de los casos) todo el tiempo del mundo para hacer lo que les plazca. Así, este verano hemos visto, por ejemplo, un nuevo estreno de la compañía Pixar, como suele ser costumbre, así como otros estrenos del cine de animación, entre los cuales se encuentra la original Kung Fu Panda, de la compañía Dreamworks.

En esta película, Po, un simpático y dicharachero oso panda que trabaja junto a su padre en un restaurante especializado en fideos chinos, resulta ser elegido casi por accidente durante una ceremonia sagrada Caballero del Dragón, guerrero seleccionado por los dioses para ser depositario de las ancestrales técnicas del Kung Fu. Pero entonces, las malas noticias llegarán a la aldea de nuestro aguerrido héroe: un malvado villano reclama para sí el título honorífico otorgado al panda, y los Cinco Furiosos, los maestros de artes marciales más poderosos de toda China, deberán enfrentarse a él. Desgraciadamente, fracasarán en su empeño, y le tocará a Po (quien, a todo esto, es un vago redomado) meterse en un cursillo acelerado de Kung Fu y lanzarse a la aventura para devolver la paz a su pueblo.

Sistema de juego.
Una vez explicada la historia al inicio del juego, a base de una serie de imágenes estáticas y de secuencias cinemáticas mediante el propio motor gráfico del juego, entraremos en la acción propiamente dicha. A modo de tutorial, se nos explicarán los movimientos básicos de nuestro personaje, así como los diferentes modos de ataque que podremos realizar. Los chicos de Vicarious Visions han sabido desarrollar un sólido juego de acción y plataformas con un sistema de control muy adaptado a las posibilidades de la Nintendo DS: manejaremos los movimientos y el salto de nuestro héroe mediante la cruceta de control (o los botones frontales de la consola, en caso de ser zurdos) y realizaremos todos los ataques y golpes mediante diferentes trazos y pulsaciones con el lápiz táctil.

De esta manera, podremos realizar golpes hacia la dirección que deseemos, según el sentido de nuestro trazo. Por otra parte, si hacemos un trazo hacia arriba, nuestro héroe realizará un golpe con salto. En caso de estar en medio de un salto y realizar un rápido trazo hacia abajo, Po dará un golpe contundente desde el aire en la misma dirección. Por otra parte, podremos agarrarnos de salientes, en caso de saltar de plataforma en plataforma, al más puro estilo del clásico Prince of Persia. Y podremos agarra objetos y enemigos para después lanzarlos, pulsando sobre aquellos que deseemos agarrar, para después realizar un trazo en la dirección en la que queramos lanzarlo.

Por otro lado, nuestro héroe irá adquiriendo habilidades propias que le permitirán solventar algunas partes de la aventura, como por ejemplo el hecho de convertirse en una bola (al más puro estilo Metroid) para pasar por sitios estrechos o para rodar rápidamente por pendientes, así como la habilidad de caer en plancha al suelo desde el aire, golpe que nos permitirá destruir algunos puentes de madera, permitiéndonos así el acceso a lugares de otra manera inalcanzables.

De la misma manera, a medida que nos vayamos encontrando con los Cinco Furiosos durante la acción del juego, obtendremos cada una de sus habilidades mediante la adquisición del correspondiente pergamino (alguno de los cuales sólo los obtendremos en caso de que previamente hayamos eliminado al correspondiente jefe de zona). De la misma manera que ocurriera con las habilidades propias de Po, las habilidades de los Cinco Furiosos nos permitirán acceder a zonas del mapa que previamente estaban fuera de nuestro alcance. De esta manera, el juego no se divide en fases, sino que es un continuo discurrir de la aventura, con algunos puntos automáticos de guardado cada vez que adquiramos una nueva habilidad (y la posibilidad, por otro lado, de guardar en cualquier momento de la partida).

Estas habilidades requerirán un movimiento especial del lápiz táctil, y nos darán algunos movimientos especiales, como el de utilizar a objetos y enemigos como trampolines para potenciar nuestros saltos, dar un abrazo mortal a nuestros adversarios que les arranque de cuajo la armadura (en caso de poseerla), o incluso la posibilidad de volar pequeñas distancias para superar saltos de otra manera imposibles para un oso de nuestras dimensiones.

Al final, el juego acaba por resultar muy entretenido, ya que la mezcla de plataformas y puzles se adereza con la gran cantidad de posibilidades de movimiento y ataque que nos ofrece el personaje, siendo muy importante la elección de las habilidades especiales en cada momento del juego, ya que de ello puede depender la superación de las pantallas de cada nivel. Cada nivel del juego está representado por un mapa en la pantalla superior, dividido en varios recuadros, que representan cada una de las pantallas del nivel. Cada una de estas pantallas nos ofrecerá un reto diferente, sea superando los obstáculos y puzles que encontraremos en nuestro entorno, sea derrotando a todos y cada uno de los enemigos de la pantalla.



El plantel de enemigos no es excesivamente variado, aunque el hecho de que la acción pura y dura de dar mamporros a diestro y siniestro se combine con la resolución de puzles y la habilidad en los saltos entre plataformas hace que, en ningún momento, la repetición de enemigos se haga especialmente evidente. Por otro lado, los diferentes enemigos irán ataviados con diferentes accesorios (cascos, escudos o armaduras) que requerirán una acción especial que nos permita destruirlos. Además, algunos de ellos contarán con armas (como los jabalíes, que cuentan con largas y poderosas lanzas; o los lobos y los cocodrilos, que en ocasiones nos lanzarán aguijones de tamaño considerable) que incluso podremos utilizar en nuestro favor, si sabemos utilizar nuestras técnicas marciales convenientemente.

Cada vez que derrotemos a un enemigo, este dejará un ítem que, en caso de recogerlo, alimentará nuestro Ki (o nuestra salud, vaya) representada mediante una barra en forma de dragón azul en la pantalla superior de nuestra consola. Por otro lado, podremos recoger una serie de fragmentos de color rojo, los cuales, una vez hayamos reunido cuatro, añadirán una vida a nuestro marcador. Y, por último, para completar el cien por cien del juego, deberemos de recoger las almas de los guerreros del ejército Tenchu, en forma de ítems azules que encontraremos repartidos por todos los niveles del juego. Dado que al inicio del juego rompimos una urna destinada a la veneración de los guerreros Tenchu, uno de los aldeanos nos insta a recuperar el mayor número de almas posibles en diferentes urnas. Además, se nos promete una suculenta recompensa en caso de recuperar todas las almas repartidas a lo largo del juego…

Apartado técnico.
El juego se presenta en forma de un título de acción y plataformas tradicional en dos dimensiones, aunque con un aspecto gráfico francamente notable. Los modelos de los personajes son de un tamaño aceptable, sobretodo el de Po y el de los enemigos de mayor tamaño, y cuentan con animaciones muy trabajadas, sobretodo en el caso del personaje protagonista de la historia. Los escenarios son bidimensionales, aunque los objetos y plataformas del entorno han sido realizados, en general, mediante el mismo motor gráfico de los personajes. Por otra parte, los fondos y la paisajística de cada pantalla ha sido realizada de acuerdo con las diferentes zonas del mapa del juego, y cada escenario cuenta con las texturas y los elementos correspondientes a aquéllas, aparte de contar con algunos detalles gráficos que evitan la sensación de vacío durante la acción del juego, tan molesta en los títulos de este género.

La música de Kung Fu Panda, sin duda, es el punto más flojo del título. Lamentablemente, los temas musicales que adornan cada uno de los niveles del juego son sosos y excesivamente repetitivos, pasando a un plano secundario desde el inicio de la partida. Por otra parte, las voces del juego han sido muy notablemente implementadas, todas en un correctísimo castellano, respetando las voces originales de la película, lo cual es un detalle. Los efectos de sonido, sin llegar a ser destacables dentro del conjunto, cumplen correctamente su función.

La jugabilidad, por su parte, es sencilla e intuitiva, y todo un aliciente a la hora de hacerse con el juego. Resolver puzles, superar plataformas y derrotar enemigos a base de ir de un lado para otro dando golpes con nuestro lápiz táctil aquí y allá es mucho más divertido de lo que puede parecer a simple vista, y será el motivo por el cual nos pasemos todas las horas que sean necesarias delante de la pantalla para completar la aventura hasta el final. Lamentablemente, éste llegará muy pronto, ya que la duración del juego es bastante escasa (apenas unas pocas horas de juego, dos niveles de dificultad, y pocos alicientes que inciten a su rejugabilidad). Y, para colmo de males, el juego no cuenta con ningún tipo de modo multijugador…

Conclusiones.
Kung Fu Panda es una adaptación notable de una película que, por lo visto, tampoco está nada mal. Puede ser una buena compra para los más pequeños de la casa, aunque su sistema de juego sencillo y directo, como el de los juegos de plataformas de toda la vida, lo hacen apto para casi cualquier jugador. Se trata de un título, sin duda, sólido en cuanto a jugabilidad y muy divertido, aunque resulta algo corto y cuenta con escasas opciones de juego que puedan alargar su vida. A pesar de todo, una compra muy recomendada para los que disfrutaron con la película y quieran rememorar la acción y el humor de la misma en sus portátiles.