Análisis de Kinect Disneyland Adventures (Xbox 360)

A falta de que Kinect, y quienes desarrollan para este periférico, demuestren que se puede usar para todo tipo de géneros, hasta el momento hay dos tipos de juegos que están destacando por encima del resto. Por un lado los de baile, con Dance Central a la cabeza, que en sus dos entregas podemos decir sin temor a equivocarnos que es lo mejor que ha salido hasta el momento para este dispositivo. Y por otro lado los juegos infantiles, tan buenos como Kinectimals, Barrio Sésamo: Érase una vez un Monstruo, y ahora este Disneyland Adventures.

Títulos para un público infantil o juvenil que destacan por encima de la media habitual del género, que suele ser un poco baja, con productos que dirigidos a los más pequeños de la casa, se descuidan en diversos apartados.

Este no es el caso de los títulos que hemos mencionado para Kinect, y nos parecen excelentes propuestas para entretener a los niños, con un cuidado apartado visual y una sencilla jugabilidad en la que con solo moverte, mediante acciones muy intuitivas, cualquier puede empezar a disfrutar desde el primer momento.

Y los desarrolladores del título que estamos ahora tratando son los ingleses Frontier Developments, afincados en Cambridge, a los que pudimos visitar haces unas semanas y conocer de primera mano del jefe del estudio, David Braben, con todo lujo de detalles, lo que incluye este gran juego infantil para Kinect. Creadores de algunas entregas del simulador de parques de atracciones RollerCoaster Tycoon, y de ThrillVille, un juego similar, parece que estos desarrolladores ya estaban previamente familiarizados con esta temática. Esto sumado a ser también creadores de ambos Kinectimals, con los que han demostrado su dominio Kinect, debieron ser motivos suficientes para que Microsoft confiara en ellos para llevar adelante este proyecto.

Visita Disneyland sin salir de casa

Quién de pequeño, y no siendo tan pequeño, no ha soñado nunca con visitar el parque de atracciones Disneyland. Algo que desde el año 1992 no es tan complicado para un ciudadano europeo, al abrir sus puertas Disneyland París, pero siempre ha sido más atractivo y exótico poder visitar los ubicados en Norteamérica, ya sea el complejo de parques Disney World en Florida, o el mítico parque original abierto en Anaheim, California, en 1955, inaugurado por el propio Walt Disney, creador del gigante imperio del entretenimiento que es hoy en día la compañía.

En este juego podremos recorrer el parque recreado con todo lujo de detalles, las tiendas, las atracciones, la ambientación, todo se ha realizado con mucho mimo y cuidado. Eso sí, no nos subimos en las atracciones reales, ya que estas son realmente pequeños minijuegos o pruebas que nada tienen que ver con la atracción real, más allá de la ambientación. Ocho zonas temáticas, 18 atracciones y 35 personajes Disney, en un juego sorprendentemente largo para ser infantil. Hay muchísimas cosas para hacer en el parque, secretos por descubrir, y las distintas pruebas cuentan con sus propios desbloqueables por lo que habrá que jugarlas varias veces para completarlas al 100%.

Comenzamos creando un personaje, un niño del que podemos elegir su apariencia con un sencillo editor, y una vez hecho esto ya podemos empezar a disfrutar. El parque se puede explorar con completa libertad desde un principio, pero es adecuado realizar las primeras misiones que nos explican cómo desenvolvernos. Mickey Mouse nos da la bienvenida, y nos regala un libro de autógrafos, pidiéndonos que vayamos a ver al Pato Donald y le traigamos su firma. Cuando tenemos alguna misión activa, una estela naranja nos va indicando por dónde tenemos que dirigirnos, para que no nos perdamos, aunque en cualquier momento podemos recurrir al mapa del parque y movernos instantáneamente a una de las ocho zonas.

Para desplazarnos corriendo con nuestro personaje, basta con mover el brazo izquierdo o derecho hacia adelante, y hacia los lados para cambiar de dirección. Una correcta solución al desplazamiento en entornos tridimensionales, algo siempre problemático en Kinect, que aquí se ha resuelto con acierto, aunque no con brillantez. Levantando los dos brazos entramos en el menú, y levantando uno solo accedemos a una rueda de objetos, con la importante cámara de fotos por ejemplo, con la que podemos fotografiarnos con los personajes o encontrar secretos en el parque.

Un aspecto que hay que destacar y muchos es que se puede jugar de manera cooperativa en todo momento, y además de manera muy sencilla. Basta que mientras está jugando una sola persona, otra se ponga delante de Kinect y este la detectará. Incluso aunque un minijuego ya haya comenzado, lo que está realmente bien. Dos niños o uno de los padres y su hijo podrán jugar juntos, lo que siempre es mucho más divertido y enriquecedor.

El control en las atracciones es muy sencillo, ligeros desplazamientos del cuerpo a los lados en las pruebas de velocidad, algún que otro salto, o imitar los movimientos que vemos en pantalla, con muchas pruebas de baile, quizás demasiadas. Hay otros minijuegos en los que tenemos que lanzar proyectiles, como bolas de nieve o frutas, y la detección de nuestros movimientos suele cumplir, aunque con algunos errores. Un apreciable retraso o lag, que se nota mucho a la hora de saltar, y es cuando tenemos que hacer gestos exagerados, como echarnos a un lado, cuando funciona sin problemas, y en los movimientos más sutiles o precisos cuando no los capta del todo bien. Algo de lo que un jugador experimentado se percata, pero que no perjudica la experiencia para un niño, a los que va dirigido el producto, por lo que su capacidad de diversión permanece inalterable pese a los defectos de detección

En cada atracción de las 18 suele haber tres fases distintas, y dentro de cada una un número de estrellas para completar, dependiendo de las monedas que hayamos recogido en su transcurso, y varios secretos. Por ejemplo en una misma atracción, Matterhorn Bobleds, la primera prueba es un descenso en trineo, en la segunda tenemos que disparar bolas de nieve a unos Jetis, y en la última hay bajar una montaña esquiando. Algo que nos ha parecido una pega, aunque es muy subjetivo, es que la duración de alguna de estas pruebas es excesiva. Disparar bolas de nieve durante un rato está bien, pero alargarlo durante 5 minutos se puede hacer pesado. Algo que nuevamente, es posible que a los niños no moleste tanto.

Mickey's Toontown –con Mickey, Goofy, el Pato Donald y sus amigos-, Fantasyland –con las atracciones de Peter Pan y Alicia en el País de las maravillas- , Tomorrowland –con Buzz Lightyear y Buscando a Nemo-, Main Street, U.S.A –la entrada y avenida principal en la que poco podemos hacer-, Adventureland –divertidas aventuras en la selva-, New Orleans Square –con las atractivas atracciones de Piratas del Caribe y la Mansión encantada-, Critter Country –donde se encuentran Winnie the Pooh y su pandilla-, y por último Frontierland, con la importante atracción Big Thunder Mountain Railroad.

Además de los minijuegos de las diferentes atracciones, y explorar el enorme parque donde hay muchísimos secretos y detalles por descubrir, la interacción con los personajes Disney es otro de los pilares. Mickey Mouse, el Pato Donald, Blancanieves, Winnie the Pooh, etcétera, hasta 35 personajes con los que puedes interactuar: chocar los cinco, abrazarles, bailar, que te firmen un autógrafo, o hacerte una foto junto a ellos, son algunas de las cosas que puedes hacer. El buen modelado de estas populares figuras, y sus simpáticas animaciones, harán las delicias de los más pequeños, pero ahora es cuando comentamos una de las mayores pegas del juego, al menos en el mercado español.

En su versión original, las voces en inglés son las de los personajes originales, lo que permite que la inmersión en el fantástico mundo Disney sea completa. Pero de manera más que discutible, a España ha llegado con voces en inglés. En un juego de corte adulto es más perdonable, y con unos subtítulos en castellano nos solemos conformar, pero un título infantil como este, al que jugarán los más pequeños de la casa, es todo un lastre y algo muy a tener en cuenta para hacernos con él. Es más, esta versión que nos han mandado para analizar está con subtítulos y voces en inglés, aunque al parecer la versión que ha llegado a las tiendas al menos tiene subtítulos en español, pero no os lo podemos confirmar seguro, ya que no lo hemos visto con nuestros propios ojos.

En cambio esto que a priori es un defecto, si vuestros hijos desde pequeños ya cuentan con unas nociones de inglés y lo están aprendiendo, o van a un colegio bilingüe, cada vez más numerosos en España, este juego les puede servir para reforzar conocimientos y seguir aprendiendo este importante idioma, por lo que no hay mal que por bien no venga, y accidentalmente Disneyland Adventures puede pasar de ser un mero entretenimiento a además un título educativo. En cualquier caso hubiera sido deseable un doblaje al castellano y la opción de elegir idioma, y el título que analizamos hace unas semanas, Barrio Sésamo: Érase una vez un Monstruo, demostraba lo bien que le sienta un genial doblaje a este tipo de juegos.

En lo que respecta a gráficos y sonido, cumple de sobra en los dos aspectos. Cuenta con unas melodías especialmente bonitas, y la ambientación sonora del parque está muy lograda. Gráficamente mueve grandes entornos, con escenarios muy vivos llenos de gente yendo de un lado para otro, y mucho colorido que entra rápidamente por los ojos. Hay algunos defectos técnicos, aparición repentina de elementos, momentos de ciertas brusquedad, pero nada que lastre la experiencia ni nada que sobre todo vaya a molestar a los más pequeños. Además se permiten ciertos lujos y detalles estéticos de agradecer, como que en ciertas atracciones cambie el estilo gráfico, usando por ejemplo la técnica de cel shading o dibujos animados en la atracción de Alicia en el País de las maravillas, con un resultado genial.

Otro gran juego infantil que se suma al catálogo de Kinect

Cuando se anunció el "revolucionario" periférico de control por movimiento de Microsoft, fueron muchas las incógnitas, y nadie sabía si se podría utilizar en todo tipo de géneros con acierto. Un año después de su salida al mercado, muchas de esas incógnitas todavía nos acompañan, pero si en algo ha conseguido ya destacar es en juegos de corte infantil. Propuestas con una calidad por encima de la media, que obligaran a los más pequeños a mover todo el esqueleto delante del televisor, lo que en estos tiempos de peligrosa tendencia al sedentarismo, no está nada mal.

Disneyland Adventures además de estar bien hecho, incluso llegando a sorprender por la gran cantidad de contenidos que ofrece y el número horas que harán falta para completarlo –más de 20 y 30 tranquilamente-, suma el indudable carisma de sus protagonistas. Es un acierto poder explorar el mágico parque de atracciones y tener un montón de cosas que hacer y descubrir en él, con un logrado apartado visual. Hay algunos problemas en la detección, carencias jugables, los minijuegos no son el colmo de la variedad y la originalidad, pero esto no empaña un producto infantil muy cuidado y hecho con ganas, y ya nos gustaría que la mitad de este tipo de juegos estuvieran tan trabajados como este. Una compra muy recomendable para estas navidades aunque sin olvidar la barrera del idioma, ya que ha llegado a las tiendas con unas excelentes voces en inglés.