Análisis de Hole in the Wall Kinect XBLA (Xbox 360)
Hole in the Wall es un programa original de la televisión japonesa, expertos en crear este tipo de concursos es lo que te entretienes viendo cómo los participantes se pegan todo tipo de porrazos, siendo todavía el rey indiscutible Humor amarillo -Takeshi's Castle-, que siempre tendrá un pequeño hueco en nuestros corazones. Aquí la propuesta es extremadamente sencilla: un muro avanza hacia el concursante con un hueco en él en forma de silueta, y la persona tiene que colocar su cuerpo de esa forma si quiere atravesarlo, ya que si no, este le golpeará y arrastrará tirándole a una piscina.
Emitido en multitud de países, también en España en la Sexta con el título El muro infernal –y que duró poco en antena por cierto-, ahora llega una adaptación a videojuego, que cuenta con la licencia real, y que sirve de excusa perfecta para ponernos delante del televisor a realizar todo tipo de extrañas y ridículas posturas, algo que en un principio, suena divertido.
Disponible para Xbox Live Arcade a un precio de 800 Microsoft Points, parece que se ha abierto la veda para los títulos descargables compatibles con Kinect, tras Fruit Ninja, este y el próximo Leedmees de Konami.
La jugabilidad consiste en imitar la forma que aparece en pantalla, nuestra sombra se refleja en el muro y se muestra en un color, del rojo al verde, indicándonos si estamos realizando bien o mal la postura. Cuando lo estemos haciendo bien, una barra se irá rellenando, hasta darnos ese muro por superado. Dependiendo lo bien que lo hagamos, la barra se rellena más despacio o más deprisa, y tenemos unos pocos segundos para rellenarla antes de que el muro nos impacte. Cuanto más rápido lo consigamos, más puntos obtendremos. Tendremos que ir superando muro tras muro, hasta acabar la ronda, contando con tres vidas en cada una. Tres rondas más una final, con condiciones especiales como apagarnos la luz y no poder ver bien la silueta del muro, que se mueva a más velocidad, o que nos inviertan la cámara.
Una vez superado un concurso desbloqueamos el siguiente, así hasta diez. Cada uno tiene una temática distinta, por ejemplo Europa, usando los típicos tópicos, como tener que realizar la Torre Eiffel con nuestro cuerpo, motivos deportivos, invernales, y de otros continentes. La propuesta es divertida, sobre todo junto a varios amigos, ya que se puede jugar tanto en cooperativo como competitivo hasta cuatro jugadores. Pero luego adolece de otros problemas, como una detección no muy refinada, y sobre todo, el enorme espacio que requiere para jugar.
Desde la aparición del periférico en noviembre del pasado año, no habíamos tenido con ningún otro juego los problemas de espacio que con este hemos tenido. Requiere tanto mucha profundidad, como sobre todo y lo que es más engorroso, mucho espacio hacia los lados. Solo apto para salones norteamericanos y de anuncio de televisión, aquí para poder jugar bien a más de uno le tocará mover muebles. No sabemos cuánta culpa tiene Kinect, cuánta el juego, y cómo se la reparten ambos, pero nos parece exageradísimo el espacio que requiere para que la experiencia sea adecuada. Esperamos que este no sea el futuro, tener que mudarse de casa para poder jugar sin mandos… Esto se debe a que te obliga en ocasiones a realizar una figura en el extremo del muro, y cuando jugamos dos jugadores a la vez, este problema es todavía mayor. La detección tampoco anda muy fina, y nos ha parecido de las más pobres en un juego de Kinect, sin contar con calibración propia, algo que sí hacía muy bien el reciente Fruit Ninja.
Después de este modo Concurso con diez fases, nos queda el Supervivencia. Consiste en, con una solo vida, superar más y más muros, así hasta poder realizar la mayor puntuación posible, y compararnos en los marcadores en línea. Aparecen muros aleatorios de todos los concursos, y no hay ninguna otra regla. Si hablamos de problemas de detección, y de espacio, así como tener solo dos modos de juego, estos no son sus únicos problemas.
Unos menús pobres y torpes para moverse, y una vez en el concurso, contemplaremos nuestros avatares, con unas limitadas animaciones y un escenario donde se desarrolla la acción extremadamente limitado, carente de cualquier detalle. No le pedimos unos graficazos, pero sí un poco más de mimo y cuidado, y no una presentación de juego de hace muchos años, al fin y al cabo tampoco lo regalan -800 puntos-. Casi lo que más nos ha gustado, es su gracioso –por ridículo- doblaje al castellano. Una suerte de Loquendo suelta unas frases de una forma y en un tono con las que es difícil no reírse.
Este se trata de su mayor punto fuerte, lo que nos podremos reír con él. Jugar solos no tiene mucho sentido, estar haciendo extrañas posturas de contorsionista solos en nuestro cuarto llega un momento que te hace plantear qué estás haciendo, por lo ridículo que te sientes, pero con un grupo de amigos la cosa cambia. Un sábado por la noche, unas bebidas a gusto del consumidor, y Kinect con este título, y os aseguramos que la fiesta está servida. Gracias también a las divertidas instantáneas que toma de nuestras posturas, una opción ya casi obligatoria en cualquier juego multijugador para Kinect.
Siendo objetivos no estamos ante un buen juego, por los muchos defectos que hemos contado. Problemas de detección, escasos modos, exige un espacio enorme para jugar que nos obligará a mover media casa, y tiene una presentación exageradamente pobre. Pero sí que nos puede entretener durante unos pequeños ratos, si no somos muy exigentes y jugamos en compañía. Seguiremos esperando el primer bombazo descargable para Kinect.