Análisis de Guardian Heroes XBLA (Xbox 360)
El servicio digital de contenidos de Xbox se ha consolidado, desde su lanzamiento con la consola, como una fuente inagotable de interesantes propuestas jugables, que amplían considerablemente el mercado de los lanzamientos físicos. Sí gracias a ese servicio hemos disfrutado de excelentes juegos inéditos como Trials HD o Limbo, por dar un par de ejemplos, también ha servido como plataforma de re-lanzamiento, en forma de remakes, de viejas glorias.
En estos últimos meses estamos viviendo un verdadero aluvión de estos últimos remakes, como el caso que ahora nos ocupa, Guardian Heroes. Este frenético beat’em up fue creado en el año 1996 por Treasure, el mítico estudio japonés formado por ex empleados de Konami, para Sega Saturn, consiguiendo alzarse con el honor de ser considerado como uno de los mejores juegos de la consola.
15 años después son los mismos Treasure los que nos acercan este remake, preludio de una más que posible secuela inédita.
Para los que no conozcáis el juego, os contaré antes que nada, que es el típico juego machaca-botones de scroll horizontal en el que tendremos que acabar con decenas de enemigos sin ningún miramiento. Un estilo de juego totalmente superado y olvidado hoy en día, pero que encandilo a miles de aficionados hace unas décadas. Él que le hizo destacar entre la multitud de juegos que se lanzó en esa época es lo que vamos a intentar averiguar a partir de ahora.
Historia
Uno de los aspectos más destacados de Guardian Heroes es que tenía argumento, o por lo menos, lo intentaba tener. Asumimos el control uno de los integrantes de un grupo de héroes anónimos que se encuentran una espada legendaria, lo cual hace despertar las iras de su supuesto dueño, escondido durante muchos años. La acción se centra en la época medieval, por lo que después encontraremos desde la típica realeza corrupta, druidas, animales del bosque, hasta el todavía más típico mago hechicero malvado. El argumento, en cualquier caso será variable, ya que frecuentemente tendremos que participar en la historia, seleccionando una respuesta o un camino entre los que se nos planteen. Esto hará que saltemos de unas fases a otras, para acabar finalmente en uno de los siete finales distintos que existen. Es algo parecido a las famosas bifurcaciones que teníamos que seleccionar en otro clásico de la época como el OutRun pero sin tener mapa, ni Ferrari, ni una chica rubia al lado. Según vayamos rejugando la aventura en el modo historia, ya no nos aparecerán las respuestas escogidas anteriormente para facilitar el descubrimiento de nuevos caminos.
Durante la aventura en el modo historia, estaremos siempre acompañado por otro personaje controlado por la CPU, y que irá cambiando según la historia. También tenemos la posibilidad de jugar la historia de forma cooperativa, tanto a nivel local con otro mando, como por alguien que se conecte a través de Xbox Live a nuestra partida, si dejamos abierta esa posibilidad. Él que juegue un amigo no elimina al personaje controlado por la CPU, por lo que realmente seremos tres personajes en la aventura, echo que se agradece mucho en los niveles más altos de dificultad.
Tenemos tres dificultades para seleccionar, fácil, normal, o difícil, en las que variarán el número de "continues" y la cantidad y calidad de los enemigos. Aunque en el nivel básico completar una partida de la aventura no nos llevará ni una hora, teniendo 99 continues, la cosa cambia en los dos siguientes, donde será necesario y frecuente recurrir a los famosos "continues", cinco en el nivel normal, y únicamente tres para el nivel difícil.
Personalización y control
Otro de los aspectos más curiosos de este juego, era y es, la posibilidad de ir perfilando a nuestro personaje según unos puntos de bonus que obtendremos al acabar cada fase, y que podremos luego repartir entre seis características diferentes como fuerza, vitalidad, inteligencia o agilidad. Si a esto le añadimos que cada héroe tiene poderes y movimientos especiales, tenemos un interesante toque de rol en un tipo de juegos que no se caracterizan por permitir este nivel personalización de nuestro personaje. El número de personajes del juego es realmente elevado, cerca de 30, incluyendo desde los más simples paseantes a los peores enemigos, y tras ser desbloqueados en el modo historia, podrán ser usados en los otros modos del juego, versus y arcade.
El control del personaje es sencillo, adaptándose a los nuevos mandos de Xbox ofreciendo más variedad. Con el stick izquierdo moveremos a nuestro personaje a los lados, además de saltar si lo inclinamos hacia arriba, mientras que con los botones superiores izquierdos nos moveremos entre las distintas líneas horizontales, normalmente serán tres, que nos permita la pantalla. Los botones de la parte derecha, y la cruceta se reservan para realizar la mayoría de combos de ataque, no siendo estos demasiado difíciles ni complicados de recordar.
Modo versus online
La posibilidad de ir escogiendo entre distintos caminos en el modo historia, así como poder jugar con amigos añade mucha rejugabilidad a este juego, que se ve todavía más potenciada con el resto de modos tanto online como local. Dentro de ellos destaca el modo versus, que como podéis imaginar se trata de luchas todos contra todos, pudiendo jugarse entre cuatro jugadores de forma local, o doce, sí, doce, habéis leído bien, vía Xbox Live.
Este modo, heredado de la Sega Saturn, es tan divertido y adictivo y caótico. Cada jugador tendrá que seleccionar su personaje preferido, en este modo están todos disponibles, personalizarlo, escogiendo color, y atributos, y meterse de lleno en frenéticas peleas todos contra todos en una única pantalla. El colorido, las explosiones, los saltos, los ataques especiales, en definitiva, el caos se apoderará de nuestra pantalla hasta que vayan cayendo enemigos, y el campo de batalla se vaya despejando. Un modo de juego realmente divertido, sobre todo, con amigos en local, en donde podremos jugar en solitario o por equipos.
El resto de los modos de juegos son también muy conocidos, y se denominan entrenamiento, consistente en peleas uno contra uno contra la CPU, y arcade, en él que tendremos que resistir a oleadas de enemigos, como los famosos modos horda tan frecuentes últimamente. En este último modo la dificultad no es seleccionable, siendo esta muy elevada de partida, lo que hace bastante complicado exprimir este modo.
Gráficos originales o "remix"
Una de las características más curiosas que nos ofrece este juego es la posibilidad de poder escoger los gráficos con los que juguemos entre los originales de hace 15 años, o una nueva versión más actualizada, un detalle que casi debería ser obligatorio en este tipo de remakes. El nostálgico modo original nos ofrece unos pixeles más grandes, y una velocidad endiablada, que sin duda, reproducen fielmente el juego original, mientras que en el modo remix los gráficos de los personajes aún siendo los mismos, presentan más curvas, aunque sin llegar a ser todos lo buenos que podrían ser en esta época. La velocidad en el modo actual es un poco más lenta, mientras que los estáticos escenarios son comunes a los dos modos. Lo que también se mantiene en ambos estilos es el caos en pantalla en cuanto se juntan unos pocos enemigos. Golpes, explosiones, indicadores de combo, número de golpes seguidos, se juntan dificultando ver prácticamente nada. Un excelente y delicioso ejemplo de lo que es la esencia de los "beat’em up", machacar botones, sin pausa.
El aspecto sonoro también mantiene la esencia del original con multitud de temas típicos de las consolas de hace unos años. Como viene siendo habitual, todos los textos del juego están traducidos al castellano, lo cual se agradece para poder seguir fácilmente las extrañas historias que a veces nos cuentan.
El juego cuenta, además, con un apartado de bonus realmente completo, donde podremos ver de nuevo los finales desbloqueados, biografías de los personajes, más datos de la historia, e incluso, el video de introducción del juego en la Sega Saturn. Todo un regalo para los más nostálgicos.
Conclusión
Guardian Heroes es el ejemplo perfecto de lo que debería ser un remake actual. Treasure ha vuelto a conseguir una entrega que respetando fielmente el original, añade suficientes mejoras para convertirse en una descarga realmente imprescindible para los jugadores más nostálgicos, aunque su estilo retro y su peculiar jugabilidad puedan echar para atrás a los nuevos jugadores, que al menos, deberían, darle una oportunidad.