El juego incluye una amplia variedad de luchadores distribuidos por diferentes pesos, permitiendo además realizar combates entre categorías diferentes, de forma que tenemos muchas opciones de dificultad. Además de incluir a boxeadores actuales como De la Hoya, Fight Night Round 3 tiene también un amplio repertorio de leyendas, entre ellas Sugar Ray Leonard, Jake La Motta o el mismísimo Muhammed Ali. Pero si lo que queremos es crear a nuestro propio luchador y convertirlo en un campeón mundial, para ello tendremos el modo carrera.
El modo carrera es el modo central del juego y ha sufrido remodelaciones respecto a la anterior entrega, aunque por desgracia sigue estando un tanto limitado. Tras editar a nuestro boxeador con un completísimo editor, al estilo de los juegos de EA, entrará en el mundo del combate amateur. El modo carrera tiene tres fases bien diferenciadas; la primera, la del contrato, donde podremos elegir en qué pelea queremos participar, con información sobre los beneficios de cada una, los pros y contras del rival y las condiciones del combate.
Tras "contratar" una pelea, tendremos un tiempo para entrenar. Tendremos tres entrenadores para elegir, el primero de ellos gratuito, los otros dos bastante caros pero expertos en ciertas aptitudes de un boxeador. El entrenamiento se hace a base de minijuegos, habiendo tan solo tres diferentes, y afectando cada uno de ellos a diferentes aptitudes del luchador. Cada minijuego tiene unos beneficios en unas aptitudes y ligeros perjuicios en las otras, de forma que nunca será una mejora constante, sino que iremos mejorando poco a poco, empeorando ligeramente algunas características para potenciar otras, aunque la mejora –a no ser que seamos realmente malos en los minijuegos- será casi siempre mayor que la pérdida.
Finalmente, tras entrenar duramente cual Rocky, llega la hora del combate, que no hace falta explicar. Paralelamente en el menú del modo carrera podremos comprobar la popularidad de la que disfruta nuestro luchador, ver los trofeos que hemos conseguido, editar sus características –para así cambiar su estilo de lucha, ya que irán estando disponibles nuevos estilos- y comprar objetos en la tienda; dependiendo del calzón o de las zapatillas que lleve nuestro púgil, recibirá mejoras en algunos de sus apartados.
A nivel gráfico Fight Night Round 3 luce especialmente bien en Xbox 360, como es de esperar, disfrutando los luchadores de un sensacional modelado, especialmente en las caras de los luchadores reales, complementado con un deterioro en tiempo real del púgil a medida que avanza el combate. El juego se mueve con fluidez y aparte de contar con buenas animaciones tiene también unos completos escenarios, llenos de pequeños detalles y con algunos efectos de iluminación especialmente vistosos en la versión de Xbox 360.
El sonido es, en una palabra, contundente. El juego de hecho no muestra las barras de energía por defecto retándonos a imaginarnos cómo está nuestro luchador viendo cómo pega, respira y recibe golpes. Aparte de un gran repertorio de impactos para el combate en sí, cuenta con una banda sonora de 20 temas bastante hiphoperos y multitud de diálogo, aunque lamentablemente en inglés. Los diálogos son buenos pero por desgracia, aparte de estar en el idioma de Shakespeare no hay subtítulos, por lo que a no ser que el jugador domine el inglés y pueda entender las indicaciones de su entrenador, de poco le servirá.
Los modos de juego de Fight Night se completan con eventos clásicos patrocinados por ESPN, combates rápidos y el entrenamiento. La versión Xbox 360 cuenta con juego online por Xbox Live, mientras que la de PS2 carece de él. La de Xbox no se distribuye en nuestro país.
Fight Night Round 3 es el mejor, y el único, juego de boxeo que hay en el mercado. Aunque no tenga competencia, no le hace mucha falta. Es sin duda una gran experiencia de boxeo, que sigue nutriéndose del gran acierto que constituye el "Total Punch Control" con el stick derecho, pero poco a poco introduce mejoras, aunque en esta ocasión no han sido muy numerosas. Los fans del deporte del cuadrilátero, especialmente los que cuenten con una Xbox 360, tienen aquí una compra obligada. El resto de jugadores pueden sorprenderse con lo adictivo y divertido que puede llegar a ser el juego, y la asombrosa profundidad que esconde bajo su acertado sistema de control.