Análisis de Eternal Sonata (Xbox 360)
El argumento del juego nos sitúa en las últimas horas de vida de Chopin, su delirio final, por así llamarlo, se convierte en el mundo que da forma a Eternal Sonata.Un argumento con tintes dramáticos aunque bastante cerca en ocasiones de los tópicos y típicos JRPG, nos conduce a lo largo de aproximadamente unas 25 horas por paisajes coloristas, con un alto grado de detalle y en exceso lineales. La historia de la que somos protagonistas se encuentra dividida en capítulos entre los que se intercalan retazos de la vida de Chopin, con fotos de los lugares en los que vivió e interpretaciones de algunas de sus piezas más famosas.
En Eternal Sonata las luchas son amenas, aunque repetitivas, recordando mucho a Grandia y a Star Ocean. Enemigos visibles en la pantalla y transición al combate sin tiempos de carga. Tanto personajes como enemigos aparecen diseminados por el entorno. Cada uno dispone de un tiempo de acción para moverse libremente por el escenario y realizar ataques normales, especiales o usar objetos. No existe barra de magia con lo que la cantidad de ataques especiales es ilimitada dentro del rango de tiempo, sin embargo si existe un contador de golpes dados, de manera que al usar un ataque especial este será más efectivo cuanto más alto sea dicho contador.
Existe también la posibilidad de bloquear ataques, pulsando el botón en el momento justo, reduciendo sensiblemente el daño recibido. El juego hace un uso bastante simple de la luz y oscuridad, de manera que tanto enemigos como protagonistas se comportan de manera diferente si están expuestos a la luz o si se encuentran en la penumbra. Los enemigos cambian de aspecto y habilidades al pasar de un lado a otro, de manera que la sombra que proyecte un personaje puede hacer que un enemigo se transforme, con lo que tendrá cierta importancia la colocación de los personajes a la hora de atacar.
Del mismo modo las habilidades especiales de los personajes también cambian, en ese sentido. El sistema de batalla será alterado a lo largo del juego, a medida que se avanza en la aventura. Al principio el jugador dispone de tiempo ilimitado para pensar que es lo que va a hacer con cada personaje y cinco segundos para realizar las acciones oportunas. A medida que el juego avanza el nivel aumenta, de modo que será recortado el tiempo de acción, limitarán el tiempo para pensar antes de actuar y llegado cierto nivel se nos dará la posibilidad de contraatacar y no sólo bloquear.
Los personajes evolucionan siguiendo el esquema más tradicional de los JRPG, subir de nivel a base de acabar con enemigos. A medida que los personajes se vuelven más poderosos van adquiriendo nuevos ataques especiales que podrán ser usados en combate. El nivel de los enemigos es bastante dispar, resultando la mayoría facilotes y habiendo veces en las que inexplicablemente el nivel de dificultad se dispara, entre un combate y el siguiente.
Eternal Sonata avanza con buen ritmo al principio de la aventura, prometiendo bastante, sin embargo las mazmorras que componen el juego se vuelven tediosas al poco de empezar, a pesar de que su diseño es bastante simplón. El sistema de combate queda estancado en un amago de frescura y se vuelve repetitivo y sin posibilidad de mejora alguna. A su favor cuenta con que no estamos obligados a realizar demasiados combates a lo largo de la aventura y éstos no son extensos.
Acertadamente Namco-Bandai ha decidido conservar la opción de voces en japonés además de las asiduas en inglés, ambas cuentan con un nivel bastante bueno, sin embargo las voces en japonés harán las delicias de aficionados al anime. El estilo gráfico del juego junto con las voces en japonés hace que parezca más una película de animación que un videojuego, en muchas ocasiones. La música es tema y aparte en este juego que combina acertadamente piezas clásicas del compositor, magníficamente interpretadas con melodías propias con un nivel bastante alto.
Los diseños de los personajes son muy buenos y los escenarios están muy cuidados en el grado de detalle. Todo rebosa color y vida en el juego, cosa que crea un bello contraste con la melancolía que despiden personajes como Polka. Sin embargo y a pesar de los magníficos gráficos y efectos de los que hace gala el juego, todo es demasiado estático incluso los personajes en las secuencias son estáticos y les falta expresividad. Es cierto que las voces son perfectas y te meten en situación pero tiene explicación que los personajes ni tan siquiera muevan los brazos en la mayoría de las situaciones.
Eternal Sonata en un juego bonito que entra por los ojos y por los oídos, la primera impresión es magnífica con un sistema de combate que promete y unos gráficos que dejan boquiabierto. La historia comienza muy bien con las dos vertientes que de lejos se ve que van a confluir, los retazos de la vida de Chopin y una melancolía que desprenden los personajes digna del mejor anime. Sin embargo y a pesar de todo el juego se desinfla a medida que vamos jugando, con un sistema de combate que no evoluciona todo lo esperado y cae en el tedio de su linealidad y sus poco amenas mazmorras, los enemigos a pesar de tener un diseño bastante bueno, se repiten demasiado y la historia por momentos está mal contada e incluso carece de sentido en ocasiones. No es para nada un mal juego y nos ha encantado la idea de crear cierto paralelismo entre los capítulos que transcurren y la vida del compositor.
Estamos ante un buen juego, muy cuidado en muchos aspectos, que se pierde en una excesiva linealidad y un tedioso diseño de mazmorras. Sin embargo no es más lineal que la mayoría de JRPG. Algunos juegos camuflan la linealidad que atesoran con multitud de sidequest absurdas que Eternal Sonata no se molesta en ofrecer. Es un juego que se centra en avanzar en una historia trágica e incluso hermosa, que a veces da la sensación de estar mal contada o al menos no mantiene el nivel inicial. Es un juego, que sintiéndolo mucho, hemos de decir que se desinfla a medida que transcurre. Hemos tenido que esperar a terminar el juego completamente para ofrecer una crítica toda lo objetiva posible y la verdad es que a pesar de todo el juego se deja terminar pero no es el juego redondo que promete al principio.