Análisis de Charlie Murder XBLA (Xbox 360, PC)

Juegos como Castle Crashers, Chronicles of Mystara o Scott Pilgrim vs. The World, han demostrado en estos últimos años que los "yo contra el barrio" tradicionales todavía tienen algo que decir a día de hoy, a pesar de haberse convertido en un género relegado a la distribución digital y por el que cada vez se apuesta menos. Ahora, para seguir satisfaciéndonos a todos aquellos que disfrutábamos repartiendo leña, ya fuera dejándonos la paga en los salones recreativos o desde la comodidad del sofá de nuestra casa, Ska Studios, los creadores de The Dishwasher, nos traen este Charlie Murder, uno de esos títulos que saben ofrecer mucha diversión a cambio de un bajo precio.

Salvando el mundo a ritmo de golpes y punk-rock

Charlie Murder es un juego que no se anda con rodeos, tal y como comprobaremos una vez pulsemos start y escojamos a nuestro personaje, ya que cuando termine la pantalla de carga nos veremos inmersos en una refriega contra una multitud de demonios en el infierno sin saber muy bien qué hacemos ahí y qué está pasando.

Tras un rato combatiendo, nuestro personaje se elevará y descubriremos que estamos siendo reanimados por un equipo médico. Una vez en pie, el desconcierto continuará cuando nos demos cuenta de que estamos en medio de un apocalipsis zombi, por lo que no nos quedará otra que abrirnos paso a base de tortas.

A medida que avancemos en el juego, diversos flashbacks nos irán dando pistas sobre lo que está pasando hasta que todas las piezas del puzle encajen. Estos momentos son lo suficientemente breves que no llegan a cortar el ritmo de juego. Además, no son demasiados y suelen ser interactivos, por lo que están bien implementados y consiguen darle algo de sentido a todo este aparente caos.

Pero pasemos a lo que realmente nos importa: su jugabilidad. La nueva obra de Ska Studios bebe directamente de Castle Crashers en muchas de sus mecánicas, de forma que además de pegarnos con todo lo que se mueva también tendremos varios elementos roleros con los que personalizar a nuestros héroes. Gracias a esto, podremos subirlos de nivel, mejorar sus estadísticas, ganar nuevas habilidades y equiparles diversas piezas de equipo para que aguanten más, golpeen más fuerte y adquieran propiedades especiales, como ataques elementales.

Cada personaje tiene sus propias características y habilidades especiales, de forma que la experiencia de juego varia ligeramente de uno a otro. Eso sí, a nivel de combos, no esperéis que la cosa cambie demasiado, ya que su sistema de combate es algo limitado. Tendremos un ataque flojo, uno fuerte y un agarre como ataques básicos. Además de eso, podremos defendernos, saltar y recoger objetos del suelo para usar como armas, ya sean las cabezas o brazos de los enemigos que cercenemos, o katanas, granadas, armas de fuego y un largo etcétera.

A todo esto tenemos que sumarle los ataques que nos permitirán realizar los tatuajes, los cuales a efectos prácticos cumplen la función de las "magias" del juego. Podremos tener cuatro equipados simultáneamente, requieren de un tiempo de recarga para poderlos volver a usar y varían de un personaje a otro. Así por ejemplo, mientras que uno puede realizar un grito para curar a todo el grupo, otro podrá congelarlos o maldecirlos.

Por otro lado, una de las cosas que más nos han gustado y sorprendido del juego es lo variado que resulta su desarrollo. En un género que tiende a ser más o menos repetitivo, encontrarnos con una gran variedad de situaciones y enemigos es algo muy de agradecer. A pesar de que la premisa inicial es la de estar en medio de un apocalipsis zombi, tan pronto estaremos luchando contra nomuertos como contra ninjas, demonios, brujas, espíritus, frikis, arañas, sirenos, robots y una considerable lista de jefes finales (los enfrentamientos contra estos últimos son de lo mejor del juego).

Además, hay bastantes momentos en los que la jugabilidad clásica de beat 'em up da paso a otros géneros y minijuegos, que van desde lo musical hasta los matamarcianos, entre otros que no mencionaremos para no arruinaros la sorpresa, como ciertas parodias a algunos videojuegos y películas. Y todo esto sin tener en cuenta algunas de las delirantes situaciones a las que tendremos que hacer frente, como una muy divertida en la que literalmente "alucinaremos".

Gracias a esto, el juego consigue mantenerse siempre entretenido y nos evitará caer en el aburrimiento durante las cinco horas que dura. Esta cifra puede antojarse algo corta, pero considerando el género ante el que estamos resulta de lo más respetable. Además, existen dos finales, y si queremos ver el auténtico necesitaremos echarle al menos una o dos horas más explorando los caminos alternativos. Y si encima queréis subir a cada uno de los personajes, encontrar todos los códigos QR para fotografiar con el móvil de los protagonistas y superar los dos niveles de dificultad adicionales que hay tras completar la aventura por primera vez, podéis estar seguros de que vais a tener juego para rato.

Algo que no nos ha gustado tanto ha sido lo desajustada que está la dificultad. Estos juegos cuando más se suelen disfrutar es jugando en cooperativo con amigos, por lo que el nivel de reto tiende a ajustarse para estos casos, por lo que habrá más de un momento en los que os las veréis y desearéis para avanzar cuando juguéis solos. En cambio, cuando os acompañen otros jugadores notaréis cómo la dificultad se reduce drásticamente.

A nivel visual es un título muy llamativo que mantiene un apartado artístico similar a lo visto en The Dishwasher, con mucho gore, litros de sangre y un diseño de escenarios y personajes muy parecido a lo visto en las dos entregas de la anterior saga de Ska Studios. Las animaciones cumplen su cometido (sin ser nada del otro mundo), y mientras que el diseño de personajes nos ha parecido bastante bueno, el nivel de los escenarios es un tanto irregular, con algunos realmente inspirados y otros que podrían haber dado más de sí.

Finalmente, en lo que respecta al sonido, nos encontraremos con una banda sonora muy pegadiza y con mucho ritmo que animará estupendamente muchos de los enfrentamientos que tendremos, aunque también hay bastantes momentos en los que esta deja de tener presencia. Por otra parte, los efectos son variados y cumplen su labor con solvencia.

Conclusiones

Charlie Murder es un juego muy divertido y perfecto para pasar esas tardes de aburrimiento repartiendo mamporros junto a nuestros amigos, ya sea de forma local o a través de internet. Consigue enganchar, tiene un desarrollo muy variado y cuenta con una buena cantidad de contenidos, siempre y cuando tengamos en cuenta el género al que pertenece. Sin embargo, lo limitado que puede llegar a resultar su sistema de combate y lo desajustada que está su dificultad no le hacen demasiado bien, así como lo descuidados que están algunos escenarios. Pero tal y como ya hemos dicho, si sois fans de los "yo contra el barrio" de toda la vida (aunque con toques modernos) y tenéis una Xbox 360 y 800 Microsoft Points, la nueva obra de Ska Studios se convierte en uno de los productos más apetecibles que podréis encontrar en el catálogo de Xbox Live Arcade.