Análisis de Unepic eShop (Wii U, PC, PSVITA, PS4, Switch, Xbox One)
A veces, en los videojuegos, la prensa y el público van por lados muy distintos. La prensa especializada está muy ocupada en los juegos anunciados con mucho tiempo, y en cambio los desarrolladores no suelen preguntar qué día les viene bien para que saquen su trabajo. Algo así debió pasarle a Unepic, un juego que apareció de la nada, conocido sólo por su círculo, y que acabó triunfando dentro del mundo PC a base de boca-oreja (triunfar = más de 100.000 descargas a día de hoy).
Pero si miramos la prensa, más allá de los círculos independientes y de algún avispado redactor que tuvo a bien jugarlo entonces, no se hicieron demasiado eco de este título que recoge, de alguna manera, muchas de las cosas que nos gustan de los juegos independientes, y algunas de las que somos capaz de pasar por alto en pos de un disfrute mayor del juego.
Porque Unepic es, básicamente, una obra realizada por su autor, Francisco Téllez de Meneses (a partir de ahora si lo citamos será Fran), en su tiempo libre durante mucho tiempo. Y como cualquier videojuego realizado por sólo una persona durante mucho tiempo podemos apreciar dos cosas: A) no es perfecto. B) Lo suple con mucho esfuerzo y mucho amor al detalle de lo que ha hecho.
Unepic es, básicamente, un intento de hacer Maze of Galious 2 (nada que ver con Shalom, la tercera parte de Knightmare), y mezclarlo con las reglas de la segunda edición de Dungeons & Dragons, además de usar una historia con un sentido del humor muy, digámoslo así, característico.
Así, al iniciar el juego asistimos a una escena que nos resultará familiar a algunos: partida de rol en casa de un amigo, con sus cervezas, sus pizzas y sus reglas de siempre. En un momento dado el protagonista quiere ir al baño, y cuando se quiere dar cuenta, ha acabado en un mundo de fantasía armado con… un mechero.
Ese mechero es clave en el juego, porque en nuestro devenir por el castillo donde se desarrolla la aventura (y otras estancias relacionadas), podremos encender, gracias al mechero, diferentes estilos de fuentes de luz que nos permitirán jugar más a gusto (además de que así podremos conseguir distintos logros relacionados con ellas).
Conforme avanzamos, poco a poco, el personaje va adquiriendo nuevas armas y habilidades. Primero una espada corta, luego una maza, una hacha, un arco, cada una de las cuales tiene su utilidad, y que seremos capaces de usar mejor si subimos de nivel, y sobre todo, si les asignamos puntos de mejora que conseguiremos con cada nivel.
Otras habilidades que aparecerán conforme juguemos son el uso de magia o pociones, por poner un par de ejemplos. El uso de la magia recuerda bastante al de esa segunda edición de Advanced Dungeons & Dragons, con la diferencia que deberemos desbloquear primero el tipo de magia que queremos manejar gracias a haber cumplido con uno de los recados que nos dan los dioses encargados de ese tipo de magia. Así, la primera magia es más o menos sencilla (fuego), pero ya en la segunda (agua) la lista de la compra es bastante extensa. Además, hay que lograr el libro de cada conjuro comprándolo aparte (aunque a veces te dan alguno al realizar misiones).
Como podréis ver, además de conseguir volver a su mundo real (un nuevo punto en común con Dragones y Mazmorras, en este caso, con la serie de animación) y derrotar al dueño del castillo Harnakon, el protagonista (Daniel) puede realizar misiones secundarias que le aportan ciertas ventajas. Por destacar una, y para que entendáis el sentido del humor tan característico que se gasta Fran, hay una fase donde una niña te dice que un perrito le ha robado su muñeca. Un perrito pequeño. Cuando acudimos a recuperar la muñeca resulta que hay que dar una buena vuelta hasta llegar al perro, y cada ladrido hace que perdamos vida.
Y de ese tipo de humor (y de dificultad) está impregnado todo el juego. Referencias a Star Wars, Dune, juegos de Konami (hay alguna que os dejará con la mandíbula desencajada), palabras muy castellanas malsonantes (y eso que la versión Wii U y la futura en Steam están rebajadas respecto a la original), y un guión con más de una, y más de dos, sorpresas. Una sorpresa que tiene cierta relación con la dificultad, para que sigamos viendo otro de los ejemplos que aporta este juego, son las sanguijuelas. Cuando entramos en agua con sanguijuelas la vida empieza a disminuir lentamente (y el juego te lo muestra). Pero no sabemos cómo es esto, porque no estamos envenenados, no nos podemos curar, etcétera. Pero cuando entramos en nuestro inventario ahí veremos, moverse, a una sanguijuela. Si la quitamos del inventario podremos evitar ese daño.
A pesar de eso, comentar que respecto a la dificultad, no es especialmente difícil, pero sí que es cierto que tiene un punto más de dificultad que la mayoría de juegos actuales. Seguro que hay quien hace la comparación con Dark Souls, pero es una comparación injusta porque este juego, a diferencia del de From Software, no tiene fallos de posición y otras muertes injustas, y además en cualquier momento podemos volver a la pantalla de salvado de manera automática, donde además de poder guardar partida se recuperará nuestra vida (y se nos curará). Sencillamente, con ir avanzando con cierto cuidado por los escenarios, mantener nuestro equipo y personaje actualizado, y tener cierta habilidad a la hora de saltar o atacar, el juego irá cayendo poco a poco, y nosotros iremos disfrutando la historia y los variados retos que nos propone Fran a lo largo de las más de 20 horas que ofrece.
Sobre la versión de Wii U, podemos decir que, para un jugador, es la versión definitiva. El mando hace las veces de inventario (dato: el juego no pausa ni cuando entramos en el mapa ni cuando entramos en el inventario), lo que permite que la pantalla principal esté mucho más despejada que en la versión de PC, y además podemos jugar en el mando y aplicar zoom, de manera que el juego parecerá otro, más centrado en lo que pasa alrededor de Daniel y menos en el castillo. Es una pena que se haya perdido la oportunidad de mejorar los gráficos, y que no haya manera de poner el mapa en el mando, pero a decir verdad, cuando estás metido en faena no se nota tanto, y el tema del mapa al principio sí que está bien para situarse, pero al poco tiempo ya te habrás acostumbrado y no molesta.
Sobre los gráficos, y el resto del apartado artístico, al principio da cierta sensación de desamparo ver esos pasillos, personajes y enemigos, todos realizados por Fran. Pero al poco tiempo el juego empieza a mejorar, gracias a las luces y otros efectos especiales, para acabar de sorprendernos cuando vemos a los grandes enemigos finales, los "final bosses" de toda la vida, que ocupan mucha pantalla, y están muy bien realizados, además de otras imágenes realizadas por artistas de cierto renombre. Parece ser que el siguiente juego que haga será una especie de Unepic con un grafista especializado ambientado en el espacio - ciencia ficción, así que ahí veremos qué tal le puede sentar el cambiar de artista.
Pero lo que no podemos decir es que el sonido, por ejemplo, sea flojo. Realizado por dobladores especializados en la versión española, cuenta con voces en todos (o casi todos) los textos, lo que es un detalle del cuidado que ha prestado Fran a esta versión. Un verdadero lujo que no se ve todos los días.
En resumidas cuentas, Unepic es uno de los juegos a destacar, a día de hoy, entre el catálogo de Wii U. Es muy divertido, es largo, retador, variado y lleno de sorpresas. Es posible que su aspecto os tire hacia atrás al principio si no estáis acostumbrados a juegos independientes, pero os aseguramos que una vez os metáis en harina veréis que es un juego realmente disfrutable (no en vano ganó el premio del público en Gamelab 2012, y siempre está mejor considerado entre los jugadores que entre la prensa).