Análisis de Super Toy Cars eShop (Wii U)
Muchos recordarán pasarse las horas muertas compitiendo en esos juegos protagonizados por los míticos MicroMachines, esos cochecitos de juguete que contaron con unas adaptaciones de lo más acertadas a los videojuegos. Luego, la tendencia de este género que mezclaba las carreras con los potenciadores y demás cambió la perspectiva cenital por la tercera persona, en un género cuyos exponentes más recordados sean probablemente la saga Mario Kart y Crash Team Racing.
Ahora nos llega Super Toy Cars, un juego del estudio español Eclipse Games, que quiere contentar a todos por igual, tanto los que prefieren tanto una como otra perspectiva, con una propuesta que nos lleva a competir en un mundo de juguetes donde la competitividad prima, si bien, aparentemente dirigida a un público bastante joven.
El mundo real es nuestra pista
Como en el primer juego que recordábamos, en Super Toy Cars jugamos con vehículos en miniatura, por lo que los entornos que recorreremos son pistas realizadas con objetos cotidianos. Es decir, la habitación de los juguetes, la cocina o los alrededores de la casa. No hay mucho misterio en este aspecto, más allá que aprovecharlos para llegar a la meta haciendo uso de los potenciadores, los atajos y demás.
El control es también bastante tradicional, pudiendo acelerar y frenar, derrapar y lanzar los objetos que cojamos. Sí que se introduce un componente propio en las mejoras, ya que no sólo tendremos que preocuparnos de comprar nuevos coches para tener oportunidades en las carreras avanzadas, sino que también tendremos que mejorar los que ya tenemos, encontrando el equilibrio para no desperdiciar nuestro dinero –todo virtual, no os preocupéis–.
Modos disponibles
Super Toy Cars tiene dos modos principales, el modo carrera y el modo carrera rápida. El modo carrera, como os podéis imaginar, nos pondrá una serie de desafíos que tendremos que ir completando para progresar y desbloquear nuevas pruebas y nuevos escenarios. No todo son carreras "básicas", sino que también tendremos desafíos de contrarreloj, evasión o de eliminación. En este aspecto no hay demasiadas sorpresas tampoco, y ya por los nombres os podréis imaginar qué encontraremos. La parte más interesante, como mencionábamos, es poder conseguir nuevos coches y mejoras, adaptando así la experiencia a nuestros gustos.
Por otra parte, tenemos la carrera rápida, para jugar a nuestro ritmo, con amigos únicamente de manera local –no hay ningún componente online–, además de un editor en el que, de nuevo, sólo tenemos funciones offline. Esto es una auténtica pena, ya que le habría dado mucha más vida, y más teniendo en cuenta que sólo hay doce circuitos disponible. A favor del editor sí tenemos que decir que lo controlamos con el GamePad, aprovechando su interfaz táctil para crear de una manera muy sencilla, intuitiva, práctica y cómoda.
Aspectos técnicos
A nivel estético Super Toy Cars es correcto. Colorido, se mueve bien –aun con algunas bajadas de frames un tanto injustificadas– y se controla razonablemente bien una vez que le cogemos el truco. Eso sí, los escenarios tienen obstáculos bastante cuestionables que pueden rompernos el ritmo de juego, sobre todo usando la perspectiva cenital. Por ejemplo, un túnel es más estrecho que el resto de la pista, pero con la cámara aérea es imposible verlo, por lo que nos podemos chocar fácilmente contra la entrada y perder los progresos. Así hay más "obstáculos" de los que debería, y lo entrecomillamos porque son más fallos de diseño que obstáculos voluntarios como tal.
La música, por desgracia, es repetitiva hasta decir basta. No es mala, pero acaba saturando al jugador. Desde el menú ya comenzará a resultar un tanto cansina, así que imaginaos después de varias horas jugando. En Wii U, además, es imposible poner nuestra propia música de fondo, así que advertidos quedáis.
Un juego para un público joven y para jugar con amigos
Las intenciones de Super Toy Cars son buenas, pero la ejecución es un tanto fallida. La idea de volver a retomar el concepto de títulos como MicroMachines o Re-Volt, pero se queda en un producto con mucho por pulir. Los accidentes incomprensibles con elementos del escenario que o no deberían estar ahí, o que deberían detectarse mejor rompen muchas veces la diversión, y más si son "invisibles" con determinadas cámaras.
La música repetitiva y la falta de contenido son también problemas a tener en cuenta, y más cuando se podría haber solucionado de una manera tan "sencilla" –no dudamos que hayan tenido sus razones para obviarlo– como introduciendo el componente online, permitiendo compartir circuitos creados con el editor por la comunidad, o pudiendo competir a través de la red con otros jugadores.
Así, Super Toy Cars se queda en un título que sólo podemos recomendar a quienes estén buscando un título de esta índole al que jugar con amigos, ya que, de otra manera, les acabará sabiendo a muy poco. Probablemente está más enfocado para un público joven –calculamos que entre 10 y 15 años–, y a los que buscan un título más completo se les quede un tanto corto, aunque sabemos que puede gustar a ciertos jugadores. Si os interesa, os recomendamos probarlo antes de comprarlo, y más en Wii U donde hay rivales de primera línea en este género, como Mario Kart 8.