Análisis de Pokkén Tournament (Wii U)
Que por fin vayamos a poder de darnos de tortas con los Pokémon en un juego de lucha es uno de los sueños que muchos fans de la saga teníamos desde hace años. Si bien Pikachu y compañía ya habían hecho sus pinitos en títulos como Super Smash Bros., no ha sido hasta ahora cuando por fin Nintendo nos ha dado la oportunidad de disfrutar de un exponente del género 100% Pokémon protagonizado por estos icónicos monstruos de bolsillo. ¿El resultado? Un juego original, divertido y entretenido, pero al que por desgracia se le pierde rápidamente el interés.
Lucha de fases
Para quienes no le hayáis seguido la pista, decir que estamos ante un título de lucha tridimensional en el que controlaremos directamente a los Pokémon para enfrentarnos en duelos uno contra uno, con el único objetivo de reducir la barra de vida de nuestro rival hasta cero.
Sin embargo, para trasladar de la mejor forma posible a este género lo que sería un combate entre Pokémon, el equipo de Bandai Namco capitaneado por Katsuhiro Harada (creador de Tekken) ha apostado por darle un enfoque diferente a lo que estamos habituados a ver. De hecho, probablemente muchos penséis que se trata de una especie de spin-off de Tekken pero con estas criaturas, y lo cierto es que poco o nada tiene que ver lo que aquí nos vamos a encontrar con respecto al Torneo del Puño de Hierro.
Para empezar nos encontramos con que las batallas se dividen en dos fases distintas: Abiertas y de Duelo. En las primeras la cámara se situará a nuestra espalda y nos moveremos libremente por el escenario, como si de un Naruto: Ultimate Ninja Storm se tratara, y la mayoría de nuestros movimientos durante esta fase pasarán a ser ataques a distancia, aunque también tendremos golpes cuerpo a cuerpo y otro tipo de técnicas propias que variarán según el personaje que escojamos.
Cuando se produzcan una serie de condiciones y por medio de ciertos golpes determinados (como por ejemplo, un agarre), podremos provocar que pasemos a la fase de Duelo. En este momento, la cámara se colocará de forma lateral (es decir, igual que en cualquier otro juego de lucha), perderemos la capacidad de movernos libremente por el escenario y nuestro set de movimientos pasará a ser principalmente cuerpo a cuerpo, teniendo además opciones para realizar golpes bajos y antiaéreos, sin olvidarnos de que nuestra capacidad para realizar combos aumentará considerablemente. Evidentemente, seguirán existiendo golpes y técnicas capaces de hacer que volvamos a cambiar de fase y regresemos a la Abierta.
Esto consigue crear una dinámica de juego muy interesante y divertida que le da mucho dinamismo a las batallas, obligándonos a medir muy bien lo que hacemos en cada momento para adaptarnos a cada una de las fases. De hecho, intentar provocar estos cambios será una de nuestras prioridades, ya que si lo hacemos nuestra barra de Ultrasinergia subirá y nos permitirá regenerar parte de nuestra vida, algo que nos animará a no mantenernos únicamente en una fase para no salir de ella (de todos modos, el propio juego se encarga de intercalarlas cuando repetimos un movimiento varias veces o terminamos un combo).
En cuanto a los controles en sí, se trata de un título muy accesible y fácil de aprender a jugar una vez superamos la barrera inicial que supone entender su mecánica de fases, ya que los comandos para realizar técnicas son sencillísimos, hay multitud de combos automáticos con casi cualquier ataque que realicemos (que además son tremendamente efectivos y drenan muchísima vida) y el timing que nos requieren es extremadamente benévolo. Es decir, cualquier persona podrá ser capaz de quitar una buena porción de salud a su rival sin tener que pasarse demasiado tiempo en el modo entrenamiento.
Pokkén Tournament no es un juego que consista en aprenderse complejas combinaciones de botones para realizar combos y técnicas, y de hecho no nos da demasiado margen para ser creativos. Aquí todo se realiza pulsando uno de los tres botones de ataque y la dirección correspondiente, y los movimientos que pueden encadenarse suelen estar predefinidos, lo que hace que a medio plazo resulte un poco monótono y nos encasillemos siempre con los mismos combos para cada una de las situaciones que se produzcan.
Eso sí, no os confundáis, ya que esto no quiere decir que estemos ante un juego sin profundidad, solo que esta nos llega por otro lado. Aquí lo importante es saber moverse y aprenderse las prioridades que tienen nuestros ataques frente a los del rival para intentar predecir sus movimientos y actuar en consecuencia. Resumiendo de forma muy básica y superficial, tenemos tres tipos de golpes distintos: Ataques, agarres y contraataques. Como si fuera el clásico juego de Piedra, Papel, Tijeras, los ataques son efectivos contra los agarres, estos últimos vencen a los contraataques, y como era de esperar, las contras vencen a los ataques. Para la fase de Duelo existe algo similar relacionado con las alturas de los golpes, y dependiendo del personaje y su técnica, estas prioridades pueden funcionar o no, ya que, por ejemplo, un ataque cargado puede acabar por romper una contra.
A esto también le tenemos que sumar dos recursos que nos tocará aprender a gestionar: la Ultrasinergia y los personajes de apoyo. La primera es una barra de energía que cuando llegue al máximo nos permitirá entrar en un estado temporal en el que nuestro Pokémon desatará todo su poder, megaevolucionando incluso en el caso de que la criatura cuente con dicha forma. Durante este estado regeneraremos vida de forma constante, nuestros golpes quitarán el doble y nuestros movimientos cambiarán para añadir golpes adicionales a cada técnica. Para que os hagáis una idea del poder que nos confiere este estado, es perfectamente posible derrotar al rival en apenas dos o tres combos básicos con la Sinergia activada, algo que nos ha ayudado a remontar combates que dábamos por perdidos. Además, las técnicas también suelen ganar prioridades adicionales.
Con la Ultrasinergia activada también podremos realizar nuestro movimiento definitivo, un devastador ataque que si conseguimos encajarlo (solo tendremos una oportunidad por cada activación de este estado) le hará perder a nuestro rival la mitad de su vida (como poco) y la energía que acumulemos se mantendrá entre rounds, por lo que conviene calcular si nos conviene guardarla para el siguiente o no, así como el momento en el que es más recomendable utilizarla.
En cuanto a los personajes de apoyo, existen varios equipos de dos Pokémon de apoyo entre los que podremos escoger (están predefinidos), aunque en cada round tendremos que decidirnos por una única criatura. Su funcionamiento es exactamente el mismo que hemos visto en otros juegos de lucha: aparecen en el escenario cuando los llamamos, ejecutan su movimiento y se van, obligándonos a esperar el tiempo de recarga para volverlos a invocar. Sus efectos son variadísimos, y pueden consistir en ataques directos, técnicas para entorpecer a nuestro rival con estados alterados o simplemente técnicas de apoyo que nos potencien de diversas formas y hasta nos curen. Dependiendo del Pokémon escogido, necesitará más o menos tiempo de recarga, aunque por lo que hemos jugado, raro será que nos dé tiempo a invocarlos más de una vez en un round.
Gracias a esto los combates se convierten en unos duelos muy interesantes y divertidos en los que suele ganar el más listo y el que mejor sabe moverse con su personaje para engañar al rival, aunque, por desgracia, la fórmula no consigue mantenerse fresca durante demasiado tiempo y tras unas pocas horas nos hemos encontrado con que las batallas comenzaron a aburrirnos y a resultarnos un poco repetitivas, lo que nos ha llevado a echar en falta algo más de profundidad y libertad a la hora de poner en juego nuestras herramientas de combate.
Al menos, tenemos la buena noticia de que cada uno de los Pokémon que se han incluido están genialmente diferenciados, ofrecen estilos de combate muy diferentes y resultan muy divertidos de controlar, algo a lo que tenemos que añadirle lo bien recreados que están cada uno de sus movimientos. Garchomp es una bestia algo lenta pero con unos movimientos devastadores capaces de superar las defensas del rival con facilidad, Gengar se mueve de una forma tan extraña que lo hace completamente impredecible y Lucario es un combatiente muy equilibrado y el más parecido a lo que sería un luchador de un "juego normal" del género, por poner unos ejemplo. Y no solo hablamos de sus técnicas, sino también de sus propias estadísticas, ya que dependiendo de nuestra selección variará hasta la velocidad a la que sube nuestra Ultrasinergia.
Por desgracia, la selección de luchadores nos parece escasa a todas luces, con solo 16 criaturas (de las cuales, dos están repetidas, aunque cada versión no tenga nada que ver con la otra a nivel jugable), algo que nos resulta incomprensible teniendo en cuenta que estamos hablando de una serie que cuenta con más de 720 Pokémon. La selección también nos ha resultado un tanto irregular y el número no nos molestaría tanto si al menos necesitáramos mucho tiempo para aprender a dominarlos o nos ofrecieran más herramientas con las que sacarle partido, pero lo cierto es que la plantilla se nos ha quedado corta y no parece que Nintendo tenga intención de ampliarla en el futuro (aunque en la pantalla de selección de personajes hay huecos para unos pocos más...).
Falta de contenidos y opciones
Esta escasez es algo que también se aplica a sus modos de juego, siendo Liga Ferrum el principal de ellos para un jugador. En él tendremos que disputar combates en tandas de cinco para subir puestos en la liga en la que compitamos, con el objetivo de conseguir clasificarnos para un torneo. Si ganamos este último, obtendremos el derecho a desafiar al maestro de dicha división para así poder pasar a la siguiente liga.
Resumiendo de forma rápida, lo único que haremos en este modo será combatir, combatir y combatir contra los mismos Pokémon (solo hay 16, a fin de cuentas) una y otra vez. Por desgracia, la dificultad es bajísima y quitando la última liga, donde sí que hemos perdido algún que otro round y en ciertos combates nos hemos tenido que poner en serio, nos lo hemos pasado pegando palizas y repitiendo las mismas estrategias una y otra vez sin ningún tipo de emoción. Completarlo os llevará entre 150 y 200 combates y en nuestro caso solo hemos perdido cinco de ellos y por despistes propios que podríamos haber evitado con un poco más de concentración.
Este modo esconde alguna que otra sorpresilla que hace que su desarrollo varíe ligeramente en un determinado momento, aunque esto que os decimos no llega a suponer más de seis o siete batallas, pero en general nos ha parecido aburridísimo y por poco no nos ha hecho aborrecer el juego, especialmente sabiendo que estábamos obligados a superarlo para desbloquear todos los personajes, escenarios y accesorios para nuestro avatar y nuestra asistente.
Las otras dos opciones para jugar solos las tenemos en los combates Versus contra la IA (pueden ser normales o especiales, con potenciadores aleatorios que van apareciendo por el mapa, modalidad que no nos ha gustado nada por lo caótica que resulta a veces), donde nos permiten modificar las reglas, y realizar el tutorial o entrenar en el modo Entrenamiento. Como veis, las opciones para un jugador no son precisamente el fuerte del juego.
En cuanto al multijugador, tenemos el clásico Versus local, donde se nos obliga a que el primer jugador tenga que jugar en la pantalla del GamePad (mando que nos resulta un poco incómodo para este juego) y el segundo en el televisor, donde tenemos las mismas reglas y opciones para modificar que en el Versus contra la IA. Lo malo es que la tasa de imágenes por segundo desciende a 30, aunque se puede jugar perfectamente y sin mayores problemas.
Finalmente está el imprescindible Modo Online, donde nos permitirán competir para llegar hasta lo más alto en los marcadores online mientras ascendemos (o bajamos) de rango según nuestros resultados en las Partidas Oficiales (que, por cierto, penalizan duramente las desconexiones).
Si preferimos algo más relajado, siempre nos darán la opción de jugar partidas sin puntuar y contra amigos, aunque para esto último se utiliza un extraño sistema de contraseñas que no nos ha resultado especialmente práctico, por lo que no entendemos que no se haya integrado nuestra lista de amigos en el juego para poder ver quienes están jugando y mandarles invitaciones. Tampoco nos ha gustado nada que no podamos modificar las reglas de juego cuando jugamos online, algo que podemos entender cuando jugamos en Partidas Oficiales, pero no cuando competimos con conocidos en batallas amistosas.
La buena noticia es que el código de red funciona de maravilla, y todos los combates que hemos disputado nos han permitido disfrutar de una experiencia fluida y sin apenas lag. Este último solo se ha dejado notar a veces con algo de input lag (retraso desde que introducimos el comando hasta que vemos cómo se ejecuta en pantalla), pero solo ha ocurrido en momentos puntuales y nos han llegado a entorpecernos demasiado.
Además, el sistema de emparejamientos nos ha encontrado rivales prácticamente de forma instantánea. Evidentemente, os recordamos que hemos jugado el juego en un entorno en el que apenas hay 200 jugadores, por lo que tendremos que ver si esto se mantiene así cuando el título llegue a las tiendas y los servidores tengan que soportar la llegada de miles de usuarios, aunque las sensaciones iniciales son muy positivas.
El espectáculo de la lucha
Gráficamente estamos ante un título que no consigue despuntar en lo que respecta a su faceta técnica, pero que consigue ofrecer un buen espectáculo en pantalla para hacer que la experiencia visual sea muy placentera. Los modelados de los Pokémon son realmente buenos, las animaciones de las que hacen gala son geniales y los efectos que provocan sus técnicas y ataques terminan de darle un toque muy especial a las batallas que hacen que el intercambio de golpes sea realmente espectacular, y eso sin hablar de la cantidad de giros que hace la cámara para resaltar los mejores momentos sin llegar a molestar y permitiendo que la transición de una fase a otra sea completamente natural.
La parte negativa sin embargo la tenemos en los escenarios, que si bien son variados y hay un buen número de ellos, cuentan con unos elementos decorativos muy mejorables (ese público y esos árboles que parecen recortables de papel...) y unas texturas que dan para mucho más y que empañan el resultado más de lo que nos gustaría. Además, la resolución del juego es algo baja, por lo que hay poca nitidez de imagen, y ciertas sombras, especialmente las proyectadas sobre los personajes, dejan mucho que desear.
Finalmente, del sonido decir que tenemos una banda sonora muy variada y animada, aunque algo irregular, ya que tan pronto nos regala temazos como el de Teluria en su versión de otoño (nuestro favorito) como otros más genéricos y que difícilmente recordaremos tras escucharlos. Los efectos tienen mucha calidad y el doblaje cuenta con las voces habituales de cada Pokémon y se adaptan como un guante a todos ellos. Destacar que para el resto de personajes podremos escoger entre el japonés y el inglés (subtítulos en español, por supuesto), siendo el primero mucho más recomendable. Del mismo modo, os aconsejamos que desactivéis los mensajes de vuestra asistente durante las batallas, ya que esta llega a hacerse insufrible y bastante cansina con frases tan útiles como "¡Lucha, lucha, lucha!" cada tres segundos.
Conclusiones
Pokkén Tournament supone un buen primer paso para la serie dentro del competido género de la lucha tridimensional. Supone algo distinto, las criaturas están perfectamente representadas y, en general, cuenta con una propuesta divertida y entretenida. Sin embargo, su simplicidad acaba jugando en su contra y, aunque tiene cierta profundidad y un buen número de mecánicas que nos tocará aprender a dominar para ser los mejores, los combates pierden el interés a un ritmo alarmantemente rápido con el paso de las horas, cayendo en la monotonía y en el aburrimiento antes de lo que hubiera sido deseable.
A esto tampoco le ayuda el hecho de que nos llegue tan falto de contenidos de interés y con una plantilla de personajes que se hace escasa, no tanto por su número como por sus posibilidades. Sí, es variada, está muy diferenciada y ofrece estilos de juego para todos los gustos, pero dominarla no nos supondrá un gran reto. Pero bueno, si todavía tenéis dudas os recordamos que estamos hablando de un juego de lucha de Pokémon, algo lo suficientemente atractivo de por sí como para conseguir que nos olvidemos de sus fallos, le demos una oportunidad y simplemente disfrutemos de su original fórmula batallando con algunas de nuestras criaturas favoritas.
Hemos analizado este juego gracias a un código de descarga que nos ha proporcionado Nintendo España.