Análisis de Pikmin 3 (Wii U)

Después de dos entregas para GameCube, los pikmin pasaron de puntillas por Wii con una adaptación de los juegos que ya habían salido mientras los aficionados a las serie veían como Pikmin 3 saltaba a la siguiente generación de consolas. Nintendo ha justificado este lapso de más de nueve años diciendo que buscaban la calidad gráfica que permite Wii U frente a su antecesora.

Es indudable que el planeta PNF-404 y sus habitantes se ven mucho mejor de lo que hubiera sido el juego en Wii, pero no es el único elemento que lleva a pensar que ha sido acertada la decisión de esperar a Wii U para este título.

En una época en la que todos los juegos intentan llegar al público mayoritario a base de largos tutoriales y ayudas para novatos, Pikmin busca ganarse a los jugadores manteniendo un aspecto cándido y coqueto y con un tutorial que se alarga y se integra en el juego.

Tus Pikmin dan grititos cuando los reclutas, y lloran lastimeramente cuando mueren, sus lindas caritas no se alteran aunque se hayan cargado a una criatura colosal, y las frutas llevan nombres tan sugerentes como "delicia de incógnito" o "hallazgo subácido", pero el planeta es un entorno hostil como pocos.

Pese a este envoltorio tan lindo, el juego no recurre a disimular lo complicado de la jugabilidad, parte estrategia y parte resolución de puzles, ni rebaja la dificultad.

Pikmin 3 no evita la frustración al jugador ni le da masticados los pasos que debe dar. Esto es bueno porque apela a la inteligencia del jugador, pero también le deja desasistido en demasiadas ocasiones y te das cuenta de que no puedes avanzar cuando han transcurrido varios días, y no siempre te compensa repetir jornadas.

Al agreste planeta hogar de los pikmin llega una nave procedente de un mundo que ha agotado sus recursos naturales. Un mal aterrizaje provoca que se separen los tres miembros de la tribu: el joven Alph, la ingeniero Brittany y el capitán Charlie. Olimar, el protagonista de Pikmin y Pikmin 2, aparece de una manera peculiar, y en el multijugador.

Empiezas controlando a Alph, y poco después se le suma Brittany. Cuando ya te has acostumbrado a llevar a los dos llega el tercer personaje. Los pikmin aparecen también de forma progresiva, para no apabullar al jugador y que no le dé tiempo a aburrirse.

Tres protagonistas que actúan simultáneamente

Que haya tres protagonistas jugables a la vez no es un simple detalle, sino que interviene de forma decisiva en la jugabilidad del título. Por un lado, te permite actuar en tres puntos del mapa, y puedes atacar desde distintos frentes a un enemigo que se esté moviendo o utilizar un sistema de poleas.

Por otro lado, el trío da más verticalidad al juego. Cada protagonista puede lanzar a sus compañeros en determinados lugares. Al ser tres, puedes subir otros tantos niveles para acabar con un enemigo o recuperar una fruta.

Es una estrategia divertida casi siempre, aunque en algunas ocasiones llega a ser casi absurda la manera de enviar pikmin y compañero para, poco más allá, repetir la operación con el tercer compañero teniendo cuidado de que los pikmin estén bajo el mandato del líder correcto so pena de enviarlos a la muerte o tener que repetir el proceso.

Tus reflejos se ponen a prueba, así como tu capacidad estratégica a corto y largo plazo. Debes seguir fabricando Pikmin a base de enemigos muertos y flores que recortas, mientras decides cómo acabar con ese enemigo que te corta el paso, estudias por dónde debes continuar, tienes un ojo puesto en la cantidad de frutas que te quedan y buscas el camino por el que debes seguir. Y, ya puestos, recoge néctar que haga florecer a tus pikmin para que sean más rápidos y recolectas un líquido que les da fuerza ante la batalla. Quien piense que los pikmin viven una vida muelle está muy equivocado. Al menos, mientras están bajo las órdenes de algún personaje.

Todo puede ser muy intenso ya que, además, trabajas contra el reloj. Los pikmin que no estén en la nave al anochecer mueren, y sentirás en tus manos el aliento del transcurso de la jornada. Los primeros días te dará pena ver cómo mueren ya sea aquí o durante un ataque imprevisto o una lucha mal planteada. Porque en Pikmin 3 la responsabilidad es tuya. Eso sí, a diferencia de la vida real, en el juego puedes retroceder en el tiempo y volver a jugar una etapa pasada para "borrar" tus errores y dejar mejor impresión modificando tu estrategia para superar el escenario optimizando recursos.

Es fácil aprender las diferencias entre los distintos pikmin –sobre todo porque tarda en aparecer cada nueva especie-, y el juego te va entrenando poco a poco en un control bastante exigente. Manejar tres héroes a la vez no es fácil ni aunque la acción se paralice cuando estás consultado en mapa o marcas el camino que debe seguir uno de ellos. Y eso que no se utilizan demasiados botones: con A lanzas, con Y cambias de líder, con ZL colocas las cámara detrás del protagonista que controles en ese momento, con L cambias el tipo de Pikmin que lanzas, con ZR tocas el silbato para dar órdenes y poco más. El stick izquierdo controla al protagonista y el derecho mueve ligeramente la cámara, aunque es incómodo de usar. La cámara a veces plantea algunos problemas y en no pocas ocasiones echar en falta un mayor control, igual que la opción de poder reducir el mapa en el GamePad para tener una visión más global.

El paso de Wii a Wii U

Tal vez por herencia de su lanzamiento inicialmente previsto para Wii, el control de Pikmin 3 admite varias opciones: con el Wiimote y el nunchaco de Wii, con el mando Pro y con el GamePad de Wii U. Hemos probado la primera y la tercera opción, y la última es, con diferencia, la más divertida. De haber salido el juego en Wii hubiera sido casi una tortura tener que jugarlo con el Wiimote y el Nunchaco.

Por el contrario, el GamePad es muy cómodo y útil para el control, aunque se desaprovecha en buena parte. Pikmin 3 tiene la opción off-TV tantas veces desaprovechada, y la ofrece de manera muy sencilla. Pulsando Select utilizas la pantalla del mando para ver el mapa y obtener información adicional, o ves en la táctil la acción y consultas el mapa cuando lo necesitas. Tan sencillo como pulsar el botón en el momento que quieras o lo necesites.

Sin duda, jugando sólo en el mando los gráficos pierden bastante, pero es posible jugar casi todo el juego. Se resiente más en las luchas contra los jefes finales, porque cuesta ver los detalles. Como más hemos disfrutado de Pikmin es en la televisión y usando el pad para consultar datos de los pikmin, ver dónde están los objetos y enviando a cada uno de los personajes al lugar del mapa donde deseas que intervenga.

La opción del Wiimote y Nunchaco se utiliza en el multijugador, pero los demás jugadores estarán siempre en desventaja respecto al jugador del GamePad, que ve todo el mapa del escenario y dónde están los objetos que precisa, así como los enemigos.

Los Pikmin son seres curiosos. Por un lado se sacuden de su pereza habitual –en cuanto los dejas inactivos se dedican a la vida contemplativa- para obedecerte poniendo al servicio sus habilidades y hasta perder la vida a tus órdenes, y por otro toman iniciativas a veces suicidas lanzándose al agua sin dudarlo cargados con una fruta.

Nintendo afirma que la inteligencia de los Pikmin es mejor que en los capítulos anteriores, y es cierto que son capaces de tomar decisiones como seguir atacando a los enemigos, o cortar flores que estén cerca, pero si están al otro lado de una piedra a veces no son capaces de encontrar el camino hasta llegar a tu lado y pocas veces evitan el peligro evidente si no se lo ordenas.

La campaña es buena y consigue que te cueste dejar el juego, intentando siempre una nueva jornada o repetir un día anterior para mejorar los resultados obtenidos, pero a veces da la sensación de que falta un cooperativo que logre que te vuelvas loco manejando los tres protagonistas como en un circo de tres pistas. Lo más parecido es el modo Misiones, en el que debes matar enemigos o recoger recursos en compañía de un compañero para obtener el mayor número de puntos.

En cuanto al competitivo, tiene dos modos de juego. El más interesante es Batalla Bingo, en el que cada jugador (1 vs 1 o 2 vs 2) logra los objetos que están en una tarjeta de Bingo. Si el rival se ha apropiado de uno de objetos que llevas tú, no puedes recuperarlo. Gana el jugador que consiga antes una fila de esos objetos o robe el "macaron" del enemigo y lo lleve a su propia cebolla. Es una versión del Captura la bandera.

Durante estos enfrentamientos tus pikmin se implican, tirándose encima del jugador contrario si se acercas lo suficiente. Son partidas intensas y divertidas. En caso de que no suceda nada en un rato el juego añade emoción con frutas de oro que sirven de comodines de una de las frutas o enemigos de tu tarjeta. Añade intensidad con la recolección de cerezas, que activan la ruleta que decide qué tipo de beneficio consigues al activarlo.

Sin cooperativo ni multijugador online

Poder jugar las misiones en cooperativo hace que se eche en falta más esta opción para el modo historia, lo que probablemente haría el juego más accesible a los jugadores novatos, y cuesta superar la falta de juego online.

Gráficamente es bonito, sin llegar a ser espectacular comparado con otros juegos actuales. Por supuesto que hay un gran salto respecto a la entrega anterior de la serie. No hay que olvidar que han transcurrido nueve años desde Pikmin 2, que salió en GameCube, y esto en los videojuegos es una eternidad.

En el apartado de sonido el juego mantiene el buen nivel habitual de los juegos de Nintendo. La música ambienta los escenarios y contribuye a la armonía del conjunto sin estridencias. Te ayuda cuando tus pikmin son atacados o cuando te aproximas a un jefe final. De hecho, las excelentes y duras batallas contra los jefes finales no tendrían tanta intensidad sin el tema musical que las acompaña. De la misma manera, el cambio en la banda sonora te permitirá saber dónde están atacando a tus "tropas".

Los grititos de los pikmin y sus tristes aullidos cuando mueren se convierten rápido en seña de identidad del juego tanto como las hojas con las que brotan de la cebolla.

El juego consigue engancharte pese a su dureza, despierta la necesidad de mejorar los resultados obtenidos, de rebajar tiempos, de encontrar el camino más corto, de reclutar los pikmin más adecuados en cada ocasión, realiza un excelente uso del GamePad y muestra un mundo variado y bello. Serían mejorables algunos detalles, pero nada que moleste demasiado o impida disfrutar del juego.

Si eres de los que hace años veían figuras de Tetris cuando cerraban los ojos por la noche, te gustará oír sin cesar los silbatos de los protagonistas intentando poner orden en las filas de pikmin y tus noches estarán llenas de pikmin saltarines.