Análisis de Mighty Switch Force! 2 eShop (Wii U)
Tras el estreno en Nintendo 3DS de Mighty Switch Force! 2, el juego llega ahora a Wii U con una versión que está situada bastante lejos de lo conseguido con la adaptación de su predecesor a Wii U, una entrega que en su paso a la consola doméstica apostó por revisar todo el apartado gráfico y aumentar los contenidos. Ahora, en cambio, nos encontramos ante una conversión sin cambios estéticos y que, por tanto, abandona el que fue uno de los puntos fuertes de su predecesor en la doméstica con respecto a la versión original de portátil.
Esto, sin duda, bastará para echar atrás a parte de los consumidores que no estarán dispuestos a pasar por caja al no contar con los diseños revisados que posiblemente esperaban tras los buenos resultados cosechados por Mighty Switch Force! Hyper Drive Edition, pero la cuestión radica, sobre todo, en cómo se juega con el título. Y en eso esta segunda parte tiene buenas cosas que decir, aunque esto también implica que las cosas que no nos convencieron del todo en Nintendo 3DS siguen aquí presentes.
En esencia, se trata de una continuación que cambia la profesión de la protagonista, que pasa de ser policía a ser bombera, pero esto no implica demasiados cambios en los otros aspectos jugables del título. De esta manera, el título es muchos aspectos es una entrega muy continuista, casi más una expansión que una continuación plena, aunque debemos decir que resulta satisfactorio pese a todo porque los mejores valores de la primera entrega se mantienen.
La novedad más destacada es que, en esta ocasión, la protagonista del juego -Patricia- posee un casco que le permite cambiar la posición de unos bloques, que pueden estar en el fondo de la pantalla o bien en el plano de acción. Cuando están en esta última posición, Patricia no puede traspasarlos, pero puede subirse sobre ellos, así que tendremos que ir cambiando la posición de manera que podamos seguir avanzando, pero siempre teniendo cuidado de los enemigos, los precipicios o de los propios bloques, que si pasan del fondo al primer plano estando nosotros en su posición, nos aplastarán. Su pistola da paso a una manguera con la que echar agua y con ella podemos apagar fuegos y enfrentarnos a enemigos, además de ayudarnos a superar determinados obstáculos.
Lo que no es tan apropiado es que se hayan reciclado diseños de enemigos e incluso la estética de múltiples de sus niveles, ya que hubiese resultado mucho más satisfactorio para el jugador encontrarse con diseños más disruptivos en relación a su primera parte. Además, hay que tener en cuenta que la primera parte, en Nintendo 3DS, debutó allá por 2011, así que ha pasado tiempo suficiente como para haber trabajado más en este aspecto. Por otro lado, resulta innegable que la producción y diseño jugable de los niveles es impecable. Así, aunque el cambio estético es poco reseñable, la producción en su jugabilidad es muy destacable.
Es cierto que el título pierde capacidad de sorpresa con respecto a su predecesor, pues las mecánicas empleadas son muy parecidas, pero se ha ganado en consistencia al refinar la fórmula y diseño de los niveles al máximo. Al mismo tiempo, nos encontramos con niveles que apuestan más por la acción y otros por el puzle, lo que implica que el jugador debe afrontarlos de manera diferente pese a contar con las mismas herramientas en todo momento. Igualmente, la rejugabilidad está asegurada gracias al reto del tiempo: algunos de los tiempos marcados son muy ajustados por lo que la experiencia arcade de superarse a uno mismo está completamente garantizada, tal y como sucedía en el original.
Hay que tener en cuenta, eso sí, que es aconsejable asumir la tarea de batir al reloj una vez hayamos superado los 16 niveles del juego. Sin embargo, como vemos, no son muchos niveles en total y lo más probable es que el jugador los supere en cuestión de un par de horas. Es ahí donde entra en juego el valor arcade del título y su capacidad para dejarse rejugar; así, si nos proponemos desbloquear sus secretos al completo la duración puede, al menos, triplicarse. Y todavía nos faltará conseguir superar esos retos contrarreloj.
Esta versión del juego emplea la pantalla táctil del GamePad de manera similar a como se emplea la pantalla inferior de Nintendo 3DS en esa versión, lo que a su vez enlaza con el sistema que ya vimos en la anterior entrega. La pantalla del mando hace la función de radar, lo que nos ayuda a localizar dónde está la hermana Hooligan que debemos rescatar (cinco por nivel). Otra opción es emplear el modo off-TV, es decir, jugar solamente con la pantalla del mando.
La estética del título, como decíamos al principio, se basa directamente en la de Nintendo 3DS y no en la de la adaptación de su predecesor a Wii U, por lo que se orienta mucho más a replicar la línea visual de los juegos de 16 bits. El estilo retro, eso sí, no huye de una rica paleta de colores, aunque siempre parece estar recordándonos lo que podríamos haber visto en una Super Nintendo. Una de las cosas que se deben señalar es que no se echa en falta el diseño 3D de la portátil; al menos, no demasiado. Si pasamos de jugar en la versión portátil a la de la consola doméstica directamente, sí se nota la ausencia de este efecto visual, pero al poco tiempo nos acostumbramos.
La banda sonora suena muy bien a través de los altavoces de nuestro televisor, mucho más nítida que lo que puede lograrse con los de la portátil. Eso sí, la música ya era sobresaliente en el original de Nintendo 3DS y, por supuesto, era aconsejable disfrutarla con auriculares. En esta situación, no se nota tanto el salto de calidad, aunque parece escucharse de manera más compensada y contundente en la versión doméstica. Eso, suponemos, dependerá mucho de la configuración de sistema de sonido que tenga cada usuario en su casa, pero está claro que las consolas domésticas tienen una clara ventaja en el terreno sonoro con respecto a las portátiles.
Conclusiones
Este Mighty Switch Force! 2 es una conversión directa del original de Nintendo 3DS. Eso es algo que debe quedar claro a los usuarios que hayan disfrutado de la anterior entrega y no sepan por qué versión optar con la segunda. En Wii U no encontramos contenidos adicionales ni una revisión estética, por lo que el consumidor debe tener presente que esta es una conversión, no una versión extendida ni mejorada, sino simplemente adaptada.
Una vez se ha aclarado esto, nos encontramos con un juego adictivo, muy ágil y gratificante, con una dificultad muy bien diseñada que combina la acción y los puzles con la misma holgura que el original. Precisamente, ese espíritu continuista es lo que puede echar atrás a los usuarios, ya que aunque la premisa de cambio de profesión parece prometer cambios sustanciales por las mecánicas jugables asociadas al fuego, estas en realidad no son tantas al final.
La versión para Wii U cuesta 5,99 euros, es decir, un euro más que la portátil. La diferencia de precio es poco significativa, como también lo son las diferencias en contenidos y diseño. Podemos decir que al final la decisión del jugador dependerá mucho más de si prefiere jugar en cualquier situación gracias a la portabilidad de Nintendo 3DS o si prefiere optar por el mayor tamaño de la pantalla de su televisor. En cualquier caso, a diferencia de lo que sucedía con la anterior adaptación a Wii U, no tiene sentido plantearse comprar las dos ediciones: insistimos -una vez más- en que es una conversión. Quién sabe si en el futuro recibiremos una expansión o revisión en la línea de la Hyper Drive Edition.