Análisis de Pucca Misión Besos WiiW (Wii)
Lo más probable es que a buena parte de los lectores Pucca les suene por haber visto ilustraciones del personaje en bolsos, camisetas, demás accesorios, sin saber realmente de dónde sale la serie de animación que le dio vida originalmente: una empresa surcoreana, utilizando tecnología Flash, de Adobe. Pucca fue la imagen de un servicio de postales por e-mail, y de ahí saltó a la animación, y ya fue retomada por la industria occidental.
En la aldea de Sooga vive Pucca, quien está completamente enamorada de Garu, ninja al que quiere besar todo el rato, aunque siempre está escaqueándose.
Cada capítulo de la serie se basa en que ella le dé un beso.
Partiendo de esta premisa, el personaje, de creciente popularidad, llega ahora a los videojuegos gracias a WiiWare con Pucca Misión Besos (y otro título para iPhone, Noddle Rush), ofreciendo una propuesta singular que busca llegar al público infantil que sigue la animación, centrada en plataformas sencillas y muy ocasionales elementos de puzle, pero de gran simplicidad.
En esencia, se trata de un juego de plataformas de desarrollo horizontal en el que controlamos a Pucca para llegar al final del nivel y conseguir, por fin, besar a Garu. Aunque quizás no es lo más apropiado decir que controlamos a Pucca, pues ella corre sin control por nuestra parte, y cuando debe saltar debemos ejecutar la combinación de botones que aparece en pantalla.
Por tanto, la base jugable esencial de Puccca Misión Besos es la de quick time events, y hay que estar atentos, aunque es, insistimos, de gran sencillez conceptual. Otro aspecto importante es que podemos, esta vez sí, parar a Pucca pulsando el botón B del mando remoto. Ella se detiene, mientras la acción sigue en marcha, lo que es útil por si tenemos que salvar algún tipo de obstáculo móvil, como un cocodrilo que salga del agua, sin ir más lejos.
Del mismo modo, hay algunas habilidades que debemos tener en cuenta, y que nos puede venir bien emplear a raíz de detener a Pucca. Por ejemplo, podemos mover plataformas, cambiándolas de posición, o destrozar muros, o eliminar a algunos enemigos. Todo esto se hace con la función de puntero del mando remoto, y los mínimos elementos de puzle se derivan de este esquema de control.
El desarrollo normal del juego se ve salpicado con minijuegos, de tipo rompecabezas o buscar las diferencias. Son también muy simples, y resultan repetitivos, por lo que aunque buscan cambiar el ritmo y ofrecer algo diferente al final son algo cansinos.
Es importante tener en cuenta que la dificultad del juego es mínima, pues se trata de un título orientado al público más pequeño de la casa. Incluso cuando fallamos, la penalización es escasa, pues incluye muchos puntos de control, así que no resulta frustrante. En algunos momentos sube de dificultad, y desde luego se nota un progresión ascendente en la misma que culmina en el enfrentamiento final, como era de esperar.
La rejugabilidad de Pucca Misión Besos se concentra en un modo que se desbloquea al terminar el juego donde registra nuestras mejores puntuaciones, evaluando nuestro control, velocidad, etc. La verdad es que es adictivo, y gracias al sistema de medallas que integra incita al jugador a mejorar sus resultados. Claro que en su base tan sólo suma una docena de niveles, lo que resulta terriblemente corto.
A nivel visual, el juego adapta la línea estética de la serie, y es bastante sencillo en toda su concepción, pero cumple con lo que se espera, sin lucimientos. Lo mismo se puede decir de la música. Ninguno de sus aspectos técnicos resulta llamativo, pero artísticamente tiene unos referentes bien definidos y cumple con lo que se espera en este terreno.
Conclusiones
El juego de Pucca es divertido y puede ser atractivo para el público que busca, pero tiene algunas carencias. La más evidente es que resulta corto y fácil, pero al menos tenemos la opción de ir mejorando nuestras puntuaciones. La facilidad, claro, está derivada del público al que se orienta. Sin embargo, hay algo que no podemos justificar por esa vía: lo repetitivo de los minijuegos integrados. Es tan obvio en este defecto que nos hace desear que se hubiesen olvidado de ellos y que hubiesen ofrecido, en su lugar, algunos niveles extra.