Análisis Inmost, una bonita aventura con una historia conmovedora (Switch, PC, iPhone)
Si hay otro lugar del mundo, aparte de España y Reino Unido, donde el ZX Spectrum de Sinclair fue un verdadero éxito, fue la antigua Unión Soviética. Por ello, no es de extrañar no sólo que aún sigan haciendo juegos para ese sistema, igual que pasa por estas tierras, sino que de vez en cuando vemos algún homenaje a juegos de aquellos tiempos en títulos más o menos modernos.
Eso se puede encontrar así ejemplos como los juegos de Andrew Bado, entre los que destacan el remake de Phantis llamado Ultionus: A Tale of Petty Revenge (lo tenéis en Steam o en Ouya) o algún demake de Mystic Belle, por poner algún ejemplo. Pero no es de extrañar que la obra de los lituanos Alexey Testov y Andriy Vinchkovskiy tenga como inspiración juegos clásicos de Spectrum como la saga Dizzy.
Y es que a pesar de su juventud, ya habían participado anteriormente en algún juego sencillo, especialmente para plataformas Flash, como el juego de estrategia Place of Power. Muy alejado de este estilo está Inmost, así que procedemos a explicaros a qué se enfrentarán los posibles jugadores.
Varios estilos de juego en una gran historia
Más allá del peculiar aspecto visual, del que hablaremos posteriormente, lo primero que veremos diferente en Inmost es el hecho de que tenemos que controlar a tres (cuatro, pero hay dos iguales) personajes distintos.
Esto ya se ha visto en otros juegos (por ejemplo, Lost Vikings o Trine), pero en este caso cada personaje recrea un estilo jugable distinto.
Así, empezamos manejando a una niña (que a veces esta parte estará protagonizada por un anciano), en donde empezamos a aprender a ponernos a los controles. Básicamente, cada vez que manejemos a cualquiera de ellos podemos considerar que estamos en una sección donde lo que importa es más el peso narrativo que el jugable, aunque pueda haber algún rompecabezas que otro, pero dada la lentitud de movimientos de los personajes o su falta de habilidad para poder hacer saltos propios de un juego de plataformas, en estos momentos el juego se centra más en avanzarnos parte de la historia.
Posteriormente manejaremos a un hombre en su madurez. Sin ser un dechado de agilidad si que permite ciertas licencias a la hora de saltar, movernos y usar objetos, de manera que esta parte son zonas de exploración de un tamaño contenido, pero donde nos podemos mover a lo largo y ancho de ellas hasta superar todos los retos para poder avanzar hasta la siguiente parte de la historia. Estos trozos también nos cuentan historias, como el resto del título, y podemos considerar que llevan el mayor peso jugable del título, siendo, por así decirlo, el que deriva de inspirarse en juegos como el mentado Dizzy (una videoaventura) y otros plataformas cinematográficos como Another World o Heart of Darkness.
El más ágil de todos los protagonistas que manejaremos es una especie de caballero que, armado de espada y gancho con cuerda se enfrenta a una serie de enemigos oscuros en la parte con más acción de todas. A pesar de ello, estas secciones siguen contando con su ración de rompecabezas, pero entre que también tienen bastante acción y que no alcanzan el porcentaje del resto de secciones, podemos considerar que estos son "los trozos dinámicos del juego".
Pero, por encima de la jugabilidad, Inmost tiene un mensaje que quiere contarnos alrededor de la pérdida, y en torno a ello se vertebra toda la aventura. Es un mensaje que se muestra al principio como si fuera una especie de juego de terror light en dos dimensiones, pero que poco a poco se va dejando de lado ese aspecto más o menos tétrico, y nos vamos encontrando realmente con lo que nos quiere decir.
Tal vez por ello, a pesar de contar con un equipo relativamente nutrido para un título independiente (aunque la base esté creada por las dos personas que hemos mentado anteriormente), es relativamente corto, y ofrece una cantidad de reto bastante ligera, de manera que en torno a las tres horas habremos conseguido superar todos los obstáculos, porque al final con lo que nos quedaremos es con ese mensaje fuerte, de una manera parecida a la que pueden hacer otros juegos como To The Moon, por poner un ejemplo.
Y llega el momento de hablar del apartado visual, porque es bastante rompedor. Si vemos imágenes estáticas creeremos que estamos hablando de un juego que imita la estética Game Boy, o incluso ordenadores 8 bits como el Spectrum, el Amstrad o el MSX, pero lo cierto es que cuando lo vemos en movimiento esa idea se desvanece al instante. Por un lado, la cantidad de trabajo, especialmente en animación, es muy alta, y allí se nota la aportación de Jon Davies, un experto del pixel y de la animación cuyas obras anteriores las hemos podido disfrutar en títulos como Super House of the Dead Ninjas, 88 Heroes o Blade Strangers. Pero sobre todo podremos apreciar un trabajo de iluminación fantástico, que no sólo dota de volumen a un juego en dos dimensiones de manera constante, sino que llena de vida e incluso color un juego que es principalmente en blanco y negro.
Por desgracia el aspecto sonoro no está tan inspirado. No es que sea malo, ni mucho menos, y lo realiza Alexey Nechaev, del que ya pudimos oír algo en otro juego compuesto por antiguos miembros de la Unión Soviética como es Swag and Sorcery, pero cuando acabe el juego es posible que nos quedemos más con los sentimientos que provoca tanto la temática y el apartado visual, en conjunción con el sonoro, que con las melodías que se cuentan mientras tanto. El resto del apartado sonoro, como hemos dicho anteriormente, cumple sin problemas, a lo que hay que añadir el hecho de que los textos están traducidos a un montón de idiomas, entre ellos el español (vía Ramón Méndez, de hecho).
Conclusiones
Inmost es un juego para un público en concreto, pero puede ser disfrutado por casi todo el espectro de jugadores de una u otra manera. Los que sean más aficionados a los retos y los rompecabezas pueden pasar unos buenos momentos cada vez que entra en juego la parte de exploración, mientras que el combate con el caballero es bastante satisfactorio, aunque a la vez sea algo sencillo. Visualmente es una preciosidad, y tarda dos segundos en atraparte por ese lado, mientras que los que jueguen a lo largo de las tres o cuatro horas que puede durar la partida acabarán seguramente empatizando con la historia que nos han querido contar los chicos de Hidden Layer Games. No en vano en su escaso tiempo de vida ya ha recolectado algún premio internacional que otro. Por todo ello, recomendamos que le echéis al menos un ojo.
Hemos adquirido el juego GOG para poder analizarlo.