Análisis Grindstone, aniquilando alimañas con un dedo (Switch, iPhone, PS4, PS5, Xbox Series X/S)
Seguramente, con el lanzamiento de Apple Arcade, muchos probasteis los juegos que ofrecía durante su periodo de prueba gratuito y, seguramente, la calidad del muchos de estos títulos convenció a algunos de vosotros para suscribiros. El principal problema de Apple Arcade es que si sólo te gusta un juego no tienes opción para comprarlo individualmente, aunque si el que os gustaba era Grindstone, tenemos buenas noticias: ya podéis comprarlo en Nintendo Switch.
El camino de la destrucción
Grindstone es un juego de puzles con un toque de estrategia, en el que «simplemente» tenemos que dibujar con una línea que conecte los enemigos del mismo color para que nuestro protagonista acabe con ellos, teniendo que conseguir una serie de muertes para abrir la puerta que da al siguiente nivel. Sobra decir que esta es sólo la base, y que la cosa se va complicando mucho más según avanzamos.
En esencia, es un juego móvil, y no lo decimos porque venga de Apple Arcade. Lo decimos porque está diseñado para potenciar la rejugabilidad, las partidas rápidas, para conseguir siempre los «tres sellitos» de cada prueba, y porque tiene una enorme cantidad de «monedas» que, de ser un juego gratuito con micropagos sería un infierno, pero al tratarse de un juego de pago no suponen un estorbo. A veces, eso sí, nos da la sensación de que el juego se diseñó originalmente como un free-to-play, que hay demasiadas monedas, demasiados «recoge esto», y nos gustaría haberlo visto simplificado tanto en Switch como en iOS.
Esto no quita que tenga un diseño fantástico. Es tremendamente fácil de entender, pero requiere pensar mucho y jugar con cabeza, midiendo cada movimiento. Poco a poco, irán apareciendo enemigos y objetos que requieren una «racha de muertes» (es decir, que hayamos acabado con X número de enemigos antes de llegar a ellos) para matarlos, o que lleguemos a ellos a través de un enemigo de un color determinado.
Hay trampas, hay cofres que sólo se abren si hemos conseguido matar al enemigo que guarda la llave antes, hay jefes finales, hay desafíos (generales y diarios, con tablas de clasificación online), hay armas y armamento que desbloquear, y más de 200 niveles con zonas «secretas» (que requieren un pago para entrar, pero son bastante obvias) que nos van a dar muchísimas horas de juego. Puede que 20 euros pueda parecer demasiado caro para un juego móvil, pero nos lo hemos pasado mejor con Grindstone que con muchos juegos de 60.
Además, si queréis hacer el 100% vais a sudar bastante. Tenemos unos coleccionables en forma de bestiario y, como decíamos antes, y tres objetivos por fase: completarla, matar al rey y conseguir el cofre del tesoro, y cuando avancemos lo suficiente, el mero hecho de terminar la fase va a ser complicado, por lo que quedarnos para conseguir los otros dos objetivos va a ser un reto para los más valientes.
De móvil a Switch
Como os podéis imaginar, la adaptación de iOS a Switch ha sido bastante directa, gracias a la pantalla táctil de la consola. Es un título diseñado por completo para interfaces táctiles, y así es como recomendamos jugarlo, pero si por cualquier razón preferís utilizar controles físicos, también es posible. De hecho, se juega bastante bien con ellos, pero todo nos parece más intuitivo con el dedo.
Por lo demás, seguimos teniendo el fantástico apartado visual que hace un trabajo genial a la hora de presentar los diferentes elementos en pantalla, gracias a su uso del color y una interfaz clara y directa. La banda sonora no se queda atrás, con una composiciones que llegan de la mano de Sam Webster, y que acompañan nuestra aventura a la perfección. Como nota, nos llega traducido al castellano, algo que siempre es de agradecer, incluso en un título tan intuitivo como este.
Afila tu dedo
Para nuestro gusto, Grindstone es uno de los mejores juegos móviles del momento, y en Switch funciona tan bien como en iOS, con el añadido del control con botones físicos para quien lo prefiera. Grindstone es un título tremendamente adictivo, muy, muy bien diseñado, de esos que siempre te dejan con la sensación de «una fase más y lo quito», y que sabe cómo mantener la jugabilidad fresca y desafiante a lo largo de más de 200 fases.
La única pega que le podemos poner es que está diseñado en torno a ese mundo de micropagos, con multitud de «monedas» (materiales, en este caso) que tienen sentido en un juego free-to-play pero que, para nuestro gusto, no aportan nada a la experiencia en este caso, ya que siendo un juego de pago se han asegurado de que, generalmente, tengamos de sobra para comprar lo que queramos. Aun así, no es nada que estropee la experiencia. En definitiva, si se os apetece un juego de puzles, Grindstone es una pequeña joyita.
Hemos realizado este análisis en Switch con un código de descarga proporcionado por Pop Agenda.