Análisis Burnout Paradise Remastered, Paradise City en el bolsillo (Switch)
Hace casi un año y medio, Burnout Paradise Remastered se lanzaba en Xbox One, PC y PlayStation 4, con un correcto lavado de cara que, al menos, nos permitía volver a disfrutar de este magnífico juego con resoluciones de 2020 (o 2018, claro). Mientras rezamos porque la siguiente remasterización sea la de Burnout 3: Takedown o, al menos, la de
Paradise City viaja contigo
A estas alturas, poco os podemos contar de Burnout Paradise que no sepáis ya. Criterion, en una de sus mejores épocas, decidió reinventar la saga y dejar atrás los circuitos cerrados en favor de un mundo abierto, algo que, justo al contrario que ahora, no era para nada habitual. Ante nosotros tenemos Paradise City, que toma su nombre prestado de la canción de Guns & Roses con la que siempre se abre el juego, y que nos propondrá una misión diferente en cada cruce. Atrás quedan las pruebas tradicionales; en Burnout Paradise toca explorar para encontrar todo lo que el mapa guarda.
Más allá del cambio en la selección, las pruebas son más o menos conocidas: echar una carrera, realizar una cierta cantidad de takedowns o superar una contrarreloj; así como otras propias de este episodio, como llegar a la meta esquivando los ataques de poderosos rivales o sumar una cantidad determinada de puntos haciendo trucos. Por supuesto, tenemos atajos que descubrir, carteles que romper, y récords que batir.
Cada carretera tiene una serie de desafíos (incluyendo el modo Crash) asignados que podemos activar automáticamente y comparar nuestros resultados con otros jugadores a través de internet. No puede faltar el fantástico modo multijugador online del original, que ofrece competición de todo tipo con apenas pulsar un par de botones.
Paradise en 2020, Paradise en Switch
Burnout Paradise es un juego divertidísimo con contenido para aburrir, pero ¿cómo se adapta a la consola híbrida de Nintendo? Lo primero es destacar que incluye todos los descargables lanzados para el original en su momento, lo que se traduce en motos, coches legendarios (inspirados por coches míticos del cine), coches de juguete, coches de policía... y Big Surf Island, una nueva isla destinada todavía más a las locuras. Eso sí, tened cuidado con los coches adicionales, que hacen que muchas misiones sean un paseo. No queremos dejar de mencionar que tiene un sistema de trofeos propio, a falta de uno integrado en la consola. De igual modo, se mantiene el excelente doblaje, así como la banda sonora casi en su totalidad, repleta de temazos de diferentes géneros.
Lo segundo, es la adaptación técnica como tal. Visualmente, se ve muy, muy bien, y tener este juego en una portátil es un gustazo. En la pantalla de la consola resulta sorprendente verlo moverse a 60 imágenes por segundo, muy, muy estables, aunque de vez en cuando parece haber alguna pequeña caída muy puntual y casi imperceptible. Hay extraños bajones más notorios en ciertos momentos, como cuando termina una prueba y ves los resultados, pero nunca durante la jugabilidad, que es lo que importa. Respecto a la resolución, nos atreveríamos a decir que funciona a 720p y a 1080p en portátil y sobremesa, respectivamente, ya que la imagen es bastante limpia, a pesar de que echamos de menos un mejor antialiasing para evitar ciertos bordes serrados.
Otro punto a tener en cuenta es que Switch, que ha olvidado las bondades de su hermana mayor GameCube, no tiene gatillos analógicos, algo que es un problema para ciertos juegos de conducción. En este caso, aunque se echan de menos en según qué pruebas, podemos decir que se juega muy, muy bien. Como arcade, generalmente vamos siempre con el acelerador pulsado y sólo tenemos que tocar el freno para derrapar. ¿Preferiríamos que hubiese gatillos analógicos? Sin duda. ¿Se puede jugar bien con los gatillos de Switch? También. Como nota, nos ha sorprendido la vibración. No sabemos si se ha usado el HD Rumble o si simplemente es el resultado de la tecnología, pero nos ha dado la sensación de una vibración diferente, más efectiva.
Arrancando motores, una vez más
Aquí es donde tenemos que llorar un poco porque es Burnout Paradise Remastered y no Burnout 3: Takedown Remastered o Burnout Revenge Remastered, y porque doce años después de su debut, su fórmula ha sido superada por otros arcades de conducción, y creemos que tendría más sentido recuperar una propuesta algo más olvidada, donde los trazados están diseñados al milímetro y donde la experiencia Burnout no descansa. Pero esto es algo que sabemos nosotros, sabéis vosotros, y sabe Electronic Arts, y sólo queda esperar que algún día se decida a recuperarla.
Dicho esto, sólo nos quedan elogios por lo que Criterion hizo en su día y por lo bien que aguanta. Es un juego absorbente, en el que puedes perderte haciendo de todo y haciendo nada, donde a veces sientes esa experiencia Burnout al máximo, pero donde también se diluye más que en otras entregas. Esta versión de Switch es una manera fantástica de disfrutar de Burnout Paradise Remastered, tanto si lo jugaste en su día como si lo juegas por primera vez, y el añadido de tenerlo en portátil es algo que muchos agradecemos. No ofrece nada nuevo y es un simple lavado de cara bastante caro, pero llevamos muchos, muchos años haciendo takedows, y no sabemos qué tienen que son tan satisfactorios como el primer día.
Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un código de descarga proporcionado por Electronic Arts.