Análisis Blossom Tales 2: The Minotaur Prince, otro sentido homenaje a Zelda (Switch, PC)
Cinco años después del lanzamiento de Blossom Tales: The Sleeping King, una aventura clásica al más puro estilo de los títulos bidimensionales de la saga The Legend of Zelda, nos llega su secuela directa: Blossom Tales 2: The Minotaur Prince. La primera entrega tuvo una acogida más bien positiva y se destacó tanto su diseño de niveles como su variado desarrollo, aunque no fueron pocos los que señalaron su poca o nula identidad al tomar prestados demasiados aspectos de la obra de Nintendo, haciendo que en ocasiones se sintiese como un clon carente del carisma de su referente. ¿Habrá conseguido esta segunda parte ir un paso más allá para destacar o habrá optado por la vía del conformismo?
Blossom Tales II parte de una premisa muy similar a la de su predecesor: dos hermanos, Lily y Chrys, están de acampada con su abuelo y, a raíz de una pequeña discusión, este decide contarles una historia sobre la importancia de no ser egoístas y de saber perdonar. Por si os lo preguntáis, quitando algunas pequeñas conexiones con el videojuego anterior que están incluidas a modo de guiños, la historia de la secuela es independiente, por lo que es perfectamente entendible para cualquiera que se quiera lanzar a esta aventura sin haber jugado a la anterior. En esta ocasión, el jugador encarnará de nuevo a Lily, una aventurera que porta el nombre de una heroína legendaria que se embarcará en un viaje para rescatar a su hermano Chrys de las garras del Rey Minotauro.
Repite la fórmula de historia dentro de una historia
Respecto a la historia, cabe destacar que esta no cuenta con giros inesperados o revelaciones que vayan a dejar a más de uno con la boca abierta, más que nada porque está planteada como una excusa para brindar algo de contexto a esta aventura en la que el viaje es más importante que el destino. Lo más interesante, sin embargo, es el modo en el que está narrada: al igual que en la película La princesa prometida, el abuelo le cuenta a sus nietos las hazañas de Lily en tiempo real, por lo que en varias ocasiones nuestro avance se ve interrumpido por conversaciones e interrupciones que nos proponen tomar algunas decisiones. Esta manera de contar la historia viene heredada de la primera entrega, tanto para bien como para mal. Para bien porque fue de las pocas aportaciones originales de aquel juego y es un placer tenerla de vuelta en esta secuela, aunque también para mal porque, por desgracia, esta apenas ha sido expandida y el factor sorpresa se ha perdido casi por completo.
Durante el transcurso de la aventura se nos permite tomar una serie de pequeñas decisiones que varían ligeramente la historia. Por ejemplo, en varios puntos el título nos deja escoger contra qué enemigos preferimos enfrentarnos. La parte agridulce de las elecciones es que, realmente, estas son anecdóticas, no afectan demasiado al desarrollo y no son lo suficientemente variadas como para que valga la pena rejugar el juego únicamente para descubrir qué ocurre en las opciones que no hemos escogido en nuestra primera partida. No hubiera estado de más que el equipo de Castle Pixel hubiese implementado algunas decisiones que tuviesen algo más de peso real y que afectasen a la trama.
Un desarrollo clásico y un control impecable
El desarrollo de Blossom Tales II sigue a pies juntillas la estructura que podemos encontrar en las aventuras clásicas del héroe hyliano de ropajes verdes, como por ejemplo The Legend of Zelda: A Link to the Past o su secuela para Nintendo 3DS, The Legend of Zelda: A Link Between Worlds. En la piel de Lily, el jugador deberá recorrer diferentes territorios mientras se enfrenta a una gran variedad de enemigos y ayuda a los habitantes de cada lugar para que le indiquen el camino que lleva hacia una serie de mazmorras temáticas repletas de puzles y jefes.
Al igual que en el primer Blossom Tales, controlamos a Lily desde una perspectiva aérea y debemos estar constantemente pendientes de nuestros contenedores de corazones y de la barra de resistencia; tanto la stamina como la vida pueden ser ampliadas comprando o consiguiendo por diferentes vías cuartos de piezas de corazón y cuartos de cristales energéticos. El indicador de resistencia disminuye cada vez que rodamos por el suelo o usamos un objeto clave como el arco o las bombas, por lo que el juego nos libra de preocuparnos de relegar cierta cantidad de munición para momentos clave y, a su vez, fomenta un combate mucho más agresivo y directo. Eso sí, no se recomienda abusar de la resistencia ya que la barra se agota rápidamente, por lo que debemos medir los ataques con cabeza.
El combate cuerpo a cuerpo no tiene demasiado misterio: podemos cubrirnos de los ataques enemigos con el escudo y atacar con el ataque básico o cargado de la espada. Sin embargo, sus posibilidades pueden aumentar gracias a una serie de pergaminos que encontraremos desperdigados por el mundo y que, si los llevamos a un senséi, este los descifra para que podamos aprender nuevas técnicas como un tajo giratorio con más rango, la posibilidad de arremeter sobre los enemigos e incluso lanzar rayos en todas direcciones, una habilidad muy útil si nos rodean. Otro gran punto a favor de la jugabilidad es que el control está extremadamente pulido, haciendo que pelear resulte ser muy satisfactorio, así como realizar acciones tan sencillas como moverse por el escenario o trepar unas enredaderas.
Un mundo repleto de secretos por descubrir
El mapa de Blossom Tales II es lo suficientemente extenso como para albergar multitud de rutas opcionales por explorar, misiones secundarias -la mayoría de recadero-, tesoros e incluso pequeñas mazmorras secretas con jugosas recompensas en su interior. Os recomendamos encarecidamente que cada vez que completéis una mazamorra principal os sumerjáis de nuevo en el mundo principal ya que, gracias a los nuevos objetos que hayáis conseguido, será posible avanzar en zonas que antes eran inaccesibles. En este sentido, el título nos tienta a investigar de punta a punta el mapa y a hallar sus lugares más recónditos, los cuales en su mayoría contienen víveres y ciertos objetos que nos serán de gran ayuda en los momentos más complicados.
Si nos cansamos de recorrer el mundo a pie siempre podemos recurrir a una serie de globos aerostáticos que están repartidos por el mapa y que nos permiten viajar en unos pocos instantes entre lugares que ya hayamos visitado. Otro detalle a tener en cuenta es que, una vez que hemos completado la historia principal, el juego nos permite regresar al mundo para que podamos completar las actividades que tengamos a medias y explorar el resto del mapa a nuestro aire.
Los calabozos son el plato fuerte de la aventura
Las mazmorras o templos son un componente determinante para cualquier videojuego de The Legend of Zelda que se precie y Blossom Tales II no iba a ser menos. A grandes rasgos, podría decirse que estos lugares no sorprenderán a quienes estén familiarizados con las aventuras de Link, aunque es justo decir que su diseño, tanto de estancias como de puzles, nos ha parecido más que notable. Los acertijos en general no son muy complejos o desafiantes, aunque sí podemos decir que la mayoría de estos son ingeniosos y nos han gustado especialmente algunos que nos obligan a resolverlos mientras estamos pendientes de no activar una trampa mortal que puede hacernos perder parte del progreso. Muchos de ellos giran en torno a arrastrar objetos, activar ciertos mecanismos, pisar unas baldosas en el orden correcto o encontrar una combinación. Ahora bien, el esquema de presentar un puzle e ir repitiéndolo a lo largo de la mazmorra con un pequeño plus de dificultad puede llegar a hacerse algo tedioso.
A diferencia del primer juego, esta secuela no abusa de meter a Lily en calabozos en los que debemos derrotar a una serie de enemigos para poder desbloquear el camino y encuentra un mejor equilibrio entre los enfrentamientos y la resolución de puzles. Lo cierto es que han sido realmente pocas las ocasiones en las que nos hemos perdido o atascado por no saber cómo avanzar, aunque esto es más positivo que negativo porque beneficia que el ritmo nunca decaiga; se podría decir que sacrifica algo de dificultad en favor de un ritmo trepidante. Mención especial merece el hecho de que las mazmorras finales nos obligan a usar casi todos los objetos clave, un detalle que nos ha gustado mucho, ya que nos reta a poner en práctica todo lo que hemos aprendido hasta ese momento.
¿Qué sería una buena mazamorra sin un enfrentamiento final a la altura? Por suerte, Blossom Tales II brilla en este aspecto y nos ofrece unos combates contra jefes y subjefes muy frenéticos y que pondrán a prueba nuestros reflejos. De nuevo, ninguno de ellos es particularmente difícil, no creemos que os vayan a poner en grandes aprietos y la mayoría pueden ser derrotados aporreando sin parar el botón de ataque tras aturdirlos por unos segundos, aunque nos exigen un buen dominio de los controles para esquivar sus ataques más mortíferos. Nos hubiera gustado algo más de presencia de combates contra jefes centrados en resolver un pequeño rompecabezas y no tanto en el combate en sí, aunque no quita que los jefes están francamente genial.
Muchos homenajes a Zelda y a películas de culto, aunque falto de personalidad como el primero
Llegamos al punto más controvertido de la primera entrega y de su secuela: las similitudes con la citada saga de Nintendo. Las comparaciones son odiosas, pero mentiríamos si dijéramos que Blossom Tales II no cuenta con un buen puñado de paralelismos con The Legend of Zelda. Los más aficionados detectarán no pocos elementos y situaciones que son prácticamente un calco: un bosque perdido en el que debemos escoger un camino entre los tres que se nos ofrecen, una misteriosa espada que descansa sobre un pedestal y que requiere que tengamos un número determinado de corazones para poder sacarla, un Señor de los Árboles que recuerda irremediablemente al Gran Árbol Deku, un búho parlanchín que nos ofrece pistas sobre cómo debemos proseguir en el viaje...
Como podéis ver, hay muchas reminiscencias a Zelda, aunque el ojo más entrenado también detectará múltiples guiños a cintas clásicas del cine de aventuras como Los Goonies o La historia interminable. En cualquier caso, este bombardeo constante de nostalgia e ingredientes que nos recuerdan a grandes clásicos del entretenimiento nos parecería menos problemático si el videojuego tuviese un poco más de personalidad. Que nadie se lleve a engaño: el título cuenta con diversos personajes muy carismáticos y guarda algún que otro as bajo la manga, aunque por desgracia ofrece muy poco que sea de su propia cosecha. Rezuma amor por sus inspiraciones y se nota el mimo y el cariño por parte de sus creadores, aunque se conforma con no salirse de la norma y ofrece una aventura de corte clásico que satisfará tanto a los fans de Zelda como a los nuevos jugadores. Ambos grupos saldrán satisfechos de la experiencia, aunque los veteranos echarán en falta una pizca de identidad.
Un juego muy bonito y con un sonido a la altura
Centrándonos en el apartado técnico, Blossom Tales II se posiciona varios peldaños por encima de la primera entrega gracias a un ligeramente renovado apartado artístico que ofrece paisajes mucho más coloridos y vistosos manteniendo un estilo a caballo entre los 8 y los 16 bits. La banda sonora no se queda atrás y nos ofrece un variado repertorio de melodías ideales para cada situación y que evocan sensaciones de todo tipo: alegría, melancolía, misterio, miedo... Los temas son muy pegadizos, especialmente el que nos da la bienvenida al inicio de cada partida en el menú.
Conclusiones
Blossom Tales II: The Minotaur Prince es un videojuego que consigue retener con éxito casi todo lo positivo de los The Legend of Zelda en 2D y aprueba con buena nota en los apartados más difíciles, aunque por otra parte peca de ser algo conformista y de no esforzarse por dotar de identidad propia a su universo. Se trata de una aventura sólida, ligera y duradera -cerca de 15 horas para completar la historia principal- que os mantendrá enganchados a la pantalla con una sonrisa de oreja a oreja hasta llegar a los créditos. Lástima que se quede a medio gas con la manera que tiene de contar su historia y que su falta de ambición por crear un mundo original le impidan que pueda codearse con los mejores.
Hemos realizado este análisis en su versión de Switch con un código proporcionado por PressEngine.