Análisis de The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel (PSVITA, PS4, PC, PS3)
Puede que el catálogo para PlayStation 3 se apague lentamente, pero mientras los juegos no demanden una gran potencia gráfica muchos desarrolladores japoneses todavía van a dar guerra con la vieja doméstica de Sony –o su portátil, que en estos casos ejecuta conversiones casi idénticas-.
The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel es el último lanzamiento de Falcom en llegar a Occidente. En Japón está disponible desde 2013 y en este tiempo han recibido otros juegos de la compañía como Tokyo Xanadu, la secuela The Legend of Heroes: Sen no Kiseki II –Trails of Cold Steel II- y ya están pensando en Ys VIII: Lacrimosa of Dana o Trails of Cold Steel III. Hay vida rolera fuera de Square Enix o Atlus, y Falcom es una garantía que difícilmente defrauda.
Trails of Cold Steel nos recibe primero con una escena de acontecimientos futuros y luego la introducción al grupo protagonista, una pintoresca clase especial de reciente creación en la Escuela Militar Thors. La historia nos dice que tradicionalmente la clase social separa a los estudiantes en clases e incluso uniforme, pero este año la Class VII no hace distinción y reúne a jóvenes de diverso origen, algo que provocará roces entre los miembros que se toman más en serio sus prejuicios. El argumento se ambienta en el mismo mundo que Zero no Kiseki y Ao no Kiseki, pero no es absolutamente imprescindible conocer estos juegos; no sucede así su secuela Trails of Cold Steel II que sí es mucho más directa.
La personalidad de cada integrante, o al menos de muchos de ellos, está bien diferenciada y hace más amenas las tensiones políticas y sociales que amenazan con una guerra civil. Este es uno de esos RPG donde importa más como se cuenta la historia que el contenido, y pese a que tira un poco por el humor anime repleto de clichés, el carisma oculta sus carencias. Se distribuye íntegramente en inglés –textos y voces-, así que es necesario un mínimo de conocimiento para disfrutar plenamente de las conversaciones y tareas que recibimos.
Falcom no reinventa la rueda con el sistema jugable y tira por el combate con turnos y enfrentamientos no aleatorios -los enemigos aparecen en pantalla y se pueden evitar, también aturdir con un golpe preventivo-. La verdad es que las mazmorras pecan del mismo aspecto genérico que en la mayoría de juegos de rol, pero su diseño con rutas alternativas lo hacen más divertido de explorar que otros competidores.
Respecto al inicio del combate con el contacto con los enemigos hay un paso a otra pantalla con una pequeña carga intermedia que quizás sea un poquito más larga de lo esperado –no es que lleve mucho tiempo, simplemente no es instantánea-. Las batallas optan por turnos con una presentación más dinámica que la separación de bandos frente a frente, y se tiene en cuenta la colocación a la hora de recibir o ejecutar ataques. Este reparto se puede hacer de antemano y durante la partida, con el comando de desplazarse. Por ejemplo, una escopeta y los ataques mágicos afectan a un área determinada y así es fácil derrotar a dos o tres criaturas simultáneamente. Es un excelente equilibrio entre los turnos de toda la vida y la libertad de un Tales of.
La fórmula, con una pequeña dosis de estrategia, mantiene el mismo esquema de pasados The Legend of Heroes con pequeños cambios; no sorprende, pero apuesta sobre seguro y entretiene, que al final es lo importante. Eso sí, cuando la cantidad de enemigos excede la de nuestro grupo el tiempo de lucha se extiende más de lo habitual para una batalla normal. Se compensa por la ausencia de combates aleatorios –algo que habría hecho muy tediosa la exploración- y la opción de saltar las animaciones –aunque esta diferencia sólo es apreciable cuando son extensas, no para ataques normales-.
Esta falta de novedad para el género, que sin duda es una de las posibles críticas a Trails of Cold Steel, no es un gran problema porque hace de su sistema clásico un punto a favor frente a experimentos híbridos de acción y turnos, y mezcla ideas de otros juegos para que sea sencillo de asimilar sin perder profundidad. La personalización se consigue incrustando piedras de cuarzo en las armas, algo que recordará un poco a las materias de Final Fantasy VII –terreno conocido por la mayoría de usuarios de rol- y que proporciona nuevas habilidades y magias.
Tiene un toque de simulador social, aspecto que ha explotado la saga Persona hasta el punto de convertirla en su seña de identidad y que encaja a la perfección en este grupo de estudiantes. En la fase escolar hay clases –con preguntas-, minijuegos, un calendario con días libres y eventos opcionales, en definitiva, da un equilibrio entre la parte de mazmorras y las actividades cotidianas en el edificio o la ciudad cercana que, con lo que nos gusta la serie de Atlus, no podemos más que celebrar. El interés práctico se encuentra en que fortalecer la amistad proporciona ventajas para el combate cuando están conectadas las parejas. Puesto que los personajes están muy especializados en un tipo de ataque y arma, jugar con el equilibrio del grupo en acción es vital en los combates más duros.
Dos cuestiones que parecen casi intrascendentes y que en la práctica son muy bienvenidas: guardado manual en cualquier momento y teletransportación. La primera es una función perfecta para PS Vita porque nos facilita apagar la consola en mitad de una mazmorra sin necesidad de buscar algún punto concreto del escenario –a veces es un engorro-. También se puede utilizar el viaje rápido entre localizaciones, una opción que si bien rompe un poco la magia de la inmersión, se agradece enormemente cuando vas sumando decenas de horas con el juego y sabes exactamente a dónde ir, especialmente por la extensión de la escuela distribuida en diferentes bloques y pisos.
Lo anterior más las descripciones del detallado mapa durante la exploración y mazmorras -que indican el punto de salida y todo el recorrido desbloqueado-, o la localización de personajes con misiones de historia u opcionales, podría dar a entender que la dificultad es baja. Es evidente que hacen más sencillas las tareas de exploración, pero dar comodidad no debería entenderse como facilidad en el mal sentido.
Si en los aspectos de juego Trails of Cold Steel ofrece una grata impresión, no podemos decir lo mismo de los gráficos, muy modestos hace dos años y no se puede decir que el paso del tiempo haya sentado bien. El aire a generación 128 bits no se lo quita en ningún momento, aunque conviene recordar por mantener la perspectiva que es el primer The Legend of Heroes totalmente tridimensional. Por cierto, en portátil hay textos de la interfaz que no se han adaptado mucho a la legibilidad de la pantalla y quedan minúsculos, un defecto típico de las adaptaciones rápidas que no adaptan a la pantalla pequeña.
Dar mucha importancia al apartado técnico en un juego de Falcom resulta bastante innecesario. Sin embargo, para los usuarios interesados en saber diferencias entre las dos versiones, diremos que en ambas el rendimiento es inferior al que cabría esperar –que conste que hemos visto títulos de Compile Heart peores-, si acaso en PS Vita se disimulan más las limitaciones. Si realmente buscas la mejor experiencia visual la elección debe ser PlayStation 3, donde se acerca más a las 60 imágenes por segundo –no es fijo en cualquier caso- mientras que en portátil ronda los 30 fps, corre por debajo de la resolución nativa y ciertos efectos como las sombras muestran una peor calidad. El arte salva la papeleta con algunos paisajes naturales y de ciudades.
La banda sonora corre a cargo del equipo Falcom Sound Team jdk y se nota, más para bien que para mal. Si eres aficionado a los juegos de la compañía reconocerás el estilo inmediatamente, en ese sentido puede pecar de falta de ideas o personalidad. Lo que nadie puede negar es que el nivel es excelente y las voces en todos los diálogos principales ayudan más a dar personalidad a los personajes.
Conclusiones
Es difícil destacar únicamente un punto fuerte de The Legend of Heroes: Trails of Cold Steel porque quizás no es sobresaliente en nada, pero sí alcanza el notable en casi todo –gráficos aparte- y no comete ningún error importante en la multitud de horas que ofrece salvando la ligera sensación de repetir el mismo desarrollo a lo largo de los capítulos y la sensación de libertad restringida frente al avance aventurero clásico. Cuestión de gustos.
Por la inclusión de ambiente juvenil, sistema de combate y carisma, Trails of Cold Steel debería ser la primera compra del año para los aficionados al rol en cualquiera de las dos plataformas en las que se lanza. El número de lanzamientos en ambas consolas, por diferentes motivos, no permite despreciar un RPG sólido como este The Legend of Heroes.
Hemos analizado el juego con un código descarga para PS3 y PS Vita que nos ha proporcionado NIS America.