Análisis de A Rose in the Twilight PSN (PSVITA, PC)
Nippon Ichi continúa con la política de alternar juegos de presupuesto medio -tipo Disgaea y otras sagas más asentadas- con apuestas más arriesgadas y originales. Estos juegos estilo indie nos han ofrecido ttítulos como htoL#NiQ: The Firefly Diary y Yomawari: Night Alone, cada uno con resultado dispar –el primero un poco flojo, el segundo mucho más interesante-. Ahora nos llega el tercero de esta línea, A Rose in the Twilight, que vuelve a mostrar el gusto del equipo por historias melancólicas y un poco crueles.
Esta aventura de puzles y plataformas 2D está protagonizada por una joven que lleva una rosa a su espalda. Despertará en un extraño castillo sin saber muy bien qué hace allí y porqué el tiempo se ha detenido, literalmente. El lugar es una trampa mortal y casi en cualquier esquina hallaremos la muerte, aunque para sorpresa de la protagonista, ella es técnicamente inmortal: su cuerpo renace con cada fallecimiento.
El "suicidio" será incluso una de las vías para avanzar por puertas que requieren un sacrificio, así que sí, una vez más NIS muestra su gusto por recrearse en las muertes de su protagonista con un pequeño punto gore.
Sin embargo, para escapar de estas ruinas necesitará la inestimable ayuda de un extraño gigante de silueta redondeada que encontrará muy pronto. De esta forma se consigue alternar entre dos personajes, cada uno con características diferenciadas, que necesitan complementarse para solucionar los obstáculos. No hay diálogo entre ellos, pero la necesidad de escapar unirá a esta pareja.
La joven tiene una curiosa habilidad que consiste en recoger sangre de un objeto y ceder la "vida" a otro del escenario –más adelante aparecen otros usos-. Como hemos comentado, el tiempo en el castillo suele estar detenido, incluso encontraremos pesadas rocas suspendidas en el aire por las que se puede caminar sin temor a que la gravedad surta efecto. Pero esto no siempre es lo que nos interesa –quizás bloquean el camino-, y pasando la sangre al objeto volverá a su actividad, sea caer, funcionar –en el caso de mecanismos- o ser susceptible de moverse. Saber qué hacer con este poder y dónde aplicarlo es la principal dificultad del reto.
El gigantón que se une en nuestra huida carece de esta habilidad, pero dispone de fuerza física que permite recoger obstáculos, ya sea con intención de despejar el camino, formar escalones o lanzarlos con una parábola. También lleva en brazos a la chica y eso evita que sea aplastada por la caída de ciertas trampas que en muchas ocasiones nos pillarán totalmente desprevenidos. Es indestructible a las grandes caídas, excepto los fosos sin fondo.
Nuestra misión es superar una serie de salas y cruzar la puerta con ambos, y aquí no hay inteligencia artificial que controle al compañero, debemos hacerlo nosotros. Ten cuidado con la niña porque es extremadamente delicada y puede morir por pequeños saltos o si lanzas un objeto sobre ella con el gigante. Eso sí, ambos caminan despacio, demasiado para nuestro gusto, algo que reduce los aspectos de agilidad y plataformas en favor de recrear su sombría atmósfera. Es verdad que por las características del género no hace falta una mayor velocidad, pero cuando sabes a dónde hay que ir y la zona es grande, es un poco incómodo recorrer esa distancia a pasos pequeños.
En abundantes pruebas la pareja deberá trabajar por su cuenta si quiere progresar. El juego utiliza varias formas de separar al grupo: el gigante no puede pasar por lugares estrechos y la chica tiene prohibido entrar en espinosas zarzas. En otras ocasiones hay que usar una catapulta y enviar a uno de los dos a plataformas elevadas. En cualquier caso, debes investigar las zonas accesibles por cada uno, accionar palancas o interruptores de peso que despejen la ruta del compañero, e intercambiar entre uno y otro según la situación.
Estos puzles a veces meten presión por tiempo y no basta con saber qué hacer: se necesita rapidez. Por ejemplo, la chica queda indefensa en un largo pasillo por el que avanzan caballeros zombis, con paso lento pero seguro. Mientras, el gigante deberá actuar desde un piso superior con el objetivo de tirar un barril a esa plataforma antes del fatal desenlace. Los barriles actúan de escondite, y estos enemigos pasarán de largo si ella se esconde dentro: tensión asegurada la primera vez que te enfrentas a un desafío de este tipo.
La dificultad a lo largo de aproximadamente 10 horas de aventura va creciendo progresivamente, y tiene un tipo de coleccionable un poco escondido del recorrido principal. Es más o menos obligatorio de conseguir: son los recuerdos del castillo, localizados en la sangre de cadáveres. Hay una serie de puertas que requieren una cantidad mínima de memorias para continuar, y si no las has obtenido en su momento por pasar de largo, deberás teletransportarte a esas pantallas previas; no hay ninguna penalización y es un proceso rápido, pero supone regresar a un puzle que tenías completado e investigar qué has pasado por alto.
Puede que A Rose in the Twilight no sea tan fresco y redondo como Yomawari: Night Alone, pero sin duda es superior a htoL#NiQ. Lo más original es su mecánica de trasladar sangre, que da lugar a puzles curiosos sobre interacción con objetos, y su cuidada ambientación. Destacamos más este aspecto que los gráficos y sonido, porque por separado no logra tanto impacto. En lo visual sigue el estilo a dibujo animado de otros títulos de NIS, si bien un poco escaso en planos de profundidad o expresividad en personajes –demasiado visible en el gigante, que camina de una forma extraña-. La música en general pasa más desapercibida y no pretende destacar.
Conclusiones
Esta iniciativa de Nippon Ichi nos está dejando buenos juegos. Ninguno rompedor, y A Rose in the Twilight tampoco es el sucesor de Braid -por decir un ejemplo-, pero es muy entretenido y con ese extra del misterio que te motivará a continuar descubriendo nuevas mazmorras y pasillos del peculiar castillo. Si te gusta esta combinación de puzles con plataformas difícilmente te defraudará.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS Vita con un código de descarga que nos ha proporcionado NIS America.