Análisis de Sonic Rivals (PSP)
La línea portátil de Sonic sigue su estela con la que es esta nueva y primera entrega para PSP. A diferencia de lo que ocurre en sobremesa, en las consolas portátiles Sonic aún no sabe lo que es un juego de jugabilidad plenamente tridimensional, y para bien o para mal, el erizo aún sigue recorriendo entornos bidimensionales en las entregas que para estas consolas aparecen, desde la antaño potente Game Gear hasta la actual y también vanguardista PSP, pasando por los grandes colosos portátiles de Nintendo como Game Boy Advance y Nintendo DS. Esta nueva entrega ha sido fruto de un encargo de SEGA a Backbone Entertainment, un estudio de carácter totalmente independiente a la compañía nipona. Se trata de un proyecto en el que el Sonic Team no ha tenido demasiada participación, limitándose a aspectos muy básicos del diseño y dejando a los canadienses un amplio margen de libertad a la hora de trabajar, partiendo de las bases que impone la franquicia y habiendo hecho un estudio preliminar de lo que han ofrecido siempre los juegos de Sonic.
El juego en todo momento es un híbrido plataformas-carreras, no situándose claramente ni en uno ni en otro género. Sin ir más lejos, su disposición de niveles sigue un planteamiento muy reminisciente a la de los Sonic bidimensionales de siempre, pues tendremos zonas repartidas en dos actos de similar ambientación pero diferente recorrido, y un jefe que nos estará esperando después de completar el segundo acto de cada zona. Y a diferencia de los juegos de carreras más convencionales y plagados de personajes de las licencias en cuestión que se utilizan, esta vez serán pocos los personajes entre los que los jugadores podrán escoger para medirse, también pareciéndose en este sentido más a un juego de plataformas. En concreto, sólo habrá cuatro personajes principales y disponibles desde un principio, que abarcan al inconfundible Sonic, al peleón y testarudo Knuckles, al siempre misterioso Shadow, y a una nueva incorporación, Silver, el reciente personaje del nuevo Sonic the Hedgehog. A estos se les une también de manera desbloqueable otro gran clásico de la saga, el en principio personaje enemigo y no jugable, Metal Sonic.
Al ser un juego de plano bidimensional, las diferentes rutas se determinan mediante los diversos niveles de altura que plantee la estructuración del nivel, y también con unos puntos específicos que darán a elegir entre un camino u otro escogiendo rápidamente entre los botones X y círculo de la consola.
Es importante por tanto la memorización del mejor camino en pos de conseguir una victoria holgada, pues el rival (cuando es controlada por la CPU) no se entretendrá mucho y mayormente tratará de escoger los atajos que le lleven a la victoria, y si esto sucede, da igual en que punto del nivel se encuentre el jugador, que habrá perdido y tendrá que volver a empezar.
En nuestro recorrido nos toparemos con los clásicos objetos o "items" repartidos por los niveles, como viene siendo habitual en la saga. Pero además de los clásicos e inconfundibles anillos que iremos recogiendo, ahora los bonificadores que encontremos pasarán a adquirir un toque más propio del juego de competición que es, resultando en la adquisición de armas basadas en elementos como fuego, hielo, viento, electricidad, o la consecución de bombas. Estos objetos tendrán un doble uso dependiendo de la situación en la que el personaje controlable se encuentre, es decir, según si se está por delante o por detrás del rival.
Si se va en primera posición, su uso actuará de forma defensiva creando escudos personales o colocando obstáculos y trampas, mientras que si en cambio se va en la segunda posición, pasarán a convertirse en armas ofensivas lanzando bolas de fuego o de hielo, o bombas y rayos auto-dirigidos hacia el rival. Independientemente de estos, hay un objeto especial cuyo uso será mucho más específico y dependerá de la naturaleza del personaje que se controla, dotando de hiper-velocidad a Sonic, provocando que Knuckles cause un terremoto que aturda al contrario, activando un "Chaos Control" para Shadow que ralentice al rival, o haciendo un truco mental en el caso de Silver que invierta los controles del contrario.
Si no se tenía suficiente con estar pendiente del personaje rival en los niveles normales, en las secciones de jefes nos tendremos que preocupar tanto del propio enemigo de grandes proporciones como del rival que ha estado siendo una molestia y que ahora también lo será, tratando de vencer al jefe antes de que el jugador lo haga para causar su derrota de la misma forma que en las carreras de velocidad, por lo que habrá que actuar de forma rápida y eficaz contra el jefazo de turno. Estos se disponen en unos niveles rotacionales muy parecidos a los que nos encontrábamos en el citado Sonic Rush y que ya dieron un buen resultado en aquel, por lo que se han recuperado aquí con una mecánica de juego bastante similar.
El juego hace gala indudablemente del apartado técnico más avanzado que jamás se haya visto en un juego portátil de Sonic, ya que tanto los personajes como los escenarios son de constitución poligonal. Aunque los gráficos no sean precisamente uno de los mayores exponentes del estándar de PSP, son resultones y cumplen con su cometido, con escenarios coloridos y variados, y unos personajes que se mueven a una estabilidad más que aceptable. Nos encontraremos hasta unas seis zonas muy diferenciadas entre sí y con dos actos cada una, abarcando desde la clásica zona verde hasta una estación espacial, pasando por parques de atracciones, zonas nevadas o complejos de fábricas. Puesto que es un título muy dado a la rejugabilidad, a la larga quizás se llega a echar en falta una mayor cantidad y variedad de zonas en las que competir, algo que no hubiera estado nada mal de cara a alargar la vida del juego.
Una característica muy remarcada de Sonic Rivals es la que se basa en el aspecto coleccionable, y es que a lo largo del juego y finalizando carreras de forma victoriosa, iremos adquiriendo una serie de cartas con ilustraciones. Estas cartas, o cromos como se le llaman en el juego, son de gran carácter simbólico, pues ilustran a muchos personajes y portadas de anteriores juegos lo largo de los quince años que ha cumplido la saga de Sonic. Son un total de 150 cromos que se podrán ir consiguiendo tanto de manera convencional al ganar carreras, como intercambiándolas con un amigo al establecer conexión "Wireless". También se irá desbloqueando progresivamente otras cosas accesorias como varios modelos de trajes secundarios disponibles para los personajes, y dispuestos en forma de accesorios por separado (camisa, pantalón, guantes, zapatos) para conjuntar y vestir a cada personaje respectivamente, abarcando desde corazas protectoras de hielo o fuego, hasta verdaderos trajes especiales como un traje de chaqueta, de estilo de los ochenta, o incluso de navidad.
Son fases que no se tardan mucho tiempo en completarlos al estar claramente preparados para partidas rápidas de no más de cinco minutos. En cuanto a la experiencia multijugador, que como se puede ver es su principal fuerte, adolece es de que como buen juego competitivo que es, no tenga más personajes disponibles o más niveles/circuitos por los que poder recorrer para acrecentar la rejugabilidad y alargar la vida útil del título. Aún así, si se es fan de la saga Sonic o se busca un exponente plataformero aceptable sobre todo para partidas multijugador, nos encontraremos entonces con un juego que puede proporcionar buenos ratos de entretenimiento y diversión, como normalmente lo hacen los caracterizados como títulos alternativos "spin-off" de las mascotas de videojuegos.