Análisis de Project Diva 2nd (PSP)

En un momento en que los juegos musicales parecen estar de capa caída en occidente (tras lo que pareció ser la muerte definitiva de Guitar Hero y todos sus correspondientes títulos asociados), en Japón hemos pasado a analizar un título completamente imposible de encontrar fuera de las fronteras niponas, y que ofrece un tipo de juego musical que difiere en cierta medida de lo que estábamos acostumbrados, Project Diva.

Con tan sólo ver tres imágenes del juego sirven para comprender que el título es muy japonés. Por supuesto los juegos van en función de los gustos y no podremos universalizar una opinión como esta, pero nos atañemos a este término que en ocasiones las propias compañías utilizan como excusa para no exportar sus productos.

A pesar de que Project Diva salió a mediados del año pasado en territorio nipón, aún en la actualidad se le puede ver en el ranking de los juegos más vendidos de PSP en las famosas tiendas Tsutaya. Y es que este tipo de títulos son bien famosos especialmente en los salones de juego del país del sol naciente, donde verdaderos maestros dan una lección de rapidez y habilidad. De hecho, tras el éxito de la primera entrega, el juego se portó a arcade, el cual todavía puede encontrarse en algunos de los famosos Sega Club.

Planteamiento diferente

La base jugable principal del juego no supone nada revolucionario, consiste en pulsar el botón correspondiente cuando su icono pase por un lugar específico en la pantalla (algo que varía). Nada que lo diferencie categóricamente de otros títulos musicales como Guitar Hero. Sin embargo en la segunda entrega del mismo, que hemos estado probando en Japón, se hacen notar algunas diferencias.

En primer lugar uno de los principales atractivos del juego supone la creación de nuestro propio ídolo musical. Si bien es cierto que en otros títulos también se incentiva la personalización de nuestro propio ídolo, en Project Diva este aspecto parece cobrar más importancia. Y es que a pesar de que sólo podremos desbloquear unos pocos intérpretes y una buena cantidad de trajes diferentes para cada uno (nada nuevo), la presentación audiovisual y puesta en escena general de cada una de las canciones parece aportarle una mayor importancia a este elemento que en otros juegos del género.

Además, quizás el mejor elemento que se puede destacar de Project Diva es su editor, con el que crear nuestras propias versiones jugables de las canciones del título(o las nuestras propias), de una manera magnífica. Pero de eso hablaremos un poco más a fondo más tarde.

Project Diva 2nd o Project Diva 1.5

La segunda entrega de la saga de Sega llegó con sólo ciertos retoques jugables heredados de su versión arcade. Ya no sólo tendremos los cuatro botones normales a pulsar sino que también se han incluido combinaciones con el pad direccional y estos botones, así como pulsar (y mantener pulsado) un botón y soltarlo en el momento preciso, elevando así la dificultad.

La dinámica del juego consistirá en ir consiguiendo pulsar el botón oportuno en el momento preciso, y esta precisión se nos mostrará en pantalla con el siguiente baremo: Cool, Fine, Safe, Sad y Worst. Para conseguir superar la pantalla deberemos tener cuantos más Cool y Fine mejor ya que dependiendo del número de éstos conseguido podremos acabar la pantalla con la calificación de Standard, Great, Excellent o Perfect (éste último significa ningún fallo). De hecho, antes de cada canción podremos chequear en una tabla cuando Cool y Fine debemos conseguir para conseguir cada una de estas calificaciones. Si no llegamos al Standard, deberemos repetir la canción.

Además se incluye una especie de barra de forma circular que irá rellenándose cada vez que hagamos las cosas bien, mientras que irá decreciendo cuando fallemos las diferentes pulsaciones. Si la barra llega a gastarse totalmente, la canción terminará en ese momento y deberemos volver a empezar. Este sistema es un tanto engorroso ya que en ocasiones la barra no llega a consumirse, pero tampoco llegamos al límite de Standard para completarla y deberemos volver a intentarlo de nuevo tras haberla finalizado.

Para aportarle mayor rejugabilidad, antes de completar cualquiera de las canciones sólo podremos elegir entre dos niveles de dificultad: Fácil y Normal. Sin embargo, una vez completado el nivel normal se nos desbloqueará el difícil, y cuando pasemos este último, el modo Extreme, que es una de las novedades de la segunda entrega. Este último es tan complicado en algunas ocasiones que es todo un reto sólo poder finalizarlas.

Y es que la dificultad en Project Diva 2nd es más elevada que en su predecesor, ajustando mucho la precisión de cada una de las pulsaciones y siendo así bastante complicado acabar una canción en nivel difícil con un resultado de "great" o "excelent".

Extras necesarios

Además del apartado jugable se añaden también algunos extras que intentan crear una experiencia más completa, consiguiéndolo de una manera bastante satisfactoria. A medida que vayamos completando las diferentes canciones, en las diferentes dificultades, se irán desbloqueando, además de las nuevas canciones, trajes, nuevos personajes, imágenes, etc.

Para conseguir éstos objetos dispondremos de una tienda al uso en la que utilizar los puntos que hayamos conseguido en las pantallas. En esta tienda podremos comprar nuevos trajes para cada uno de nuestras divas (y divos), diferentes temas y objetos para nuestra habitación, así como una serie de objetos de ayuda para las canciones.

En cuanto a los diferentes trajes, Hatsune Miku (la cantante principal e imagen del juego), se lleva un mayor porcentaje de modelos, pasados los 50, mientras que el resto de plantel apenas llega a los diez.

Por otra parte también contaremos con una habitación cuyo aspecto general y objetos que la componen podrán ser modificados una vez hayamos los hayamos comprado en la tienda correspondiente. En este habitáculo, independiente por cada uno de los cantantes, podremos tomar fotos de los ídolos, escuchar las diferentes canciones, visualizar las imágenes que hayamos ido desbloqueando o el vídeo de las canciones que ya hayamos completado y otras funciones más. Al fin y al cabo tenemos que crear a nuestra diva y todo el ambiente que la rodea.

Para finalizar, en la tienda también encontraremos una serie de objetos que nos serán de mucha ayuda en las canciones. Existen diferentes ítem con variedad de usos y pueden ser del tipo: "convierte los cinco primeros Worst, Bad o Safe en Cool". Esto es muy importante dentro del juego ya que los combos se realizan sólo cuando se nos otorga un Fine o Cool a cada pulsación, mientras que el resto rompería el combo realizado. Así, con este ítem podemos fallar 5 veces pero mantendríamos la cadena de combo. Repetimos que son muy útiles si queremos sacar buenas puntuaciones.

Así pues esta serie de elementos ocultos nos obliga a rejugar las canciones en diferentes dificultades para conseguir desbloquear todos los trajes, habitaciones y demás objetos, pero es que además tendremos que rejugar unas cuantas veces más si queremos hacernos con todos, ya que terminando el juego en nivel normal apenas tendremos puntos para comprar un 10% de todo el material extra que se pone a nuestra disposición.

Excelente Editor

Por si las amplias horas que requerirá a los usuarios más interesados en conseguir el 100% del juego supieran a poco, uno de los elementos más atractivos que añade Project Diva 2nd (y que ya incluyó su predecesor) es el editor de nuestras propias canciones.

Este editor es muy completo, tanto que puede catalogarse como complejo, y en el que tendrán ventaja aquellos jugadores con conocimientos de animación y postproducción (fotogramas clave, timeline, etc.).

En primer lugar deberemos escoger la canción de la que deseamos hacer nuestra propia versión, e incluso podrá ser una canción en MP3 importada de nuestra propia PSP. Después tendremos que seleccionar los cantantes que llevarán a cabo el baile oportuno, y decimos cantantes porque en esta segunda entrega se incluyen los duetos. Seleccionaremos las animaciones de los mismos, los objetos que podrán llevar en algún momento los ídolos en las manos, los escenarios que aparecerán, así como los efectos de lluvia, nieve, fuego etc. Es decir todos los elementos que intervendrán en algún momento en el videoclip. De por sí ya parece complicado, pero esto sólo acaba de empezar.

Una vez tenemos todos los elementos que van a aparecer en el video, tocará crear la canción y el video musical. Para ello se nos dispondrá de un "timeline" con diversas celdas a modo de cuadrícula que tienen una duración de tiempo determinado, y en la parte izquierda se nos mostrarán cuatro apartados: Ritmo, Objetivo, Personaje y Escenario.

Los dos primeros hacen referencia a la creación de la canción en términos de los iconos que deberemos pulsar en cada momento. La complejidad llega al punto de que podremos determinar de donde aparecen los iconos por la pantalla, en qué posición de la misma deberemos pulsarlos, la velocidad en la que aparecerán etc. A pesar de que estas configuraciones en ocasiones tienen elementos predefinidos, en esta segunda entrega también se ha incluido la posibilidad de crear estos iconos en tiempo real. La canción irá sonando y sólo con pulsar los botones oportunos se irán creando en la línea de tiempo facilitando así las cosas para los creadores más perezosos.

Por otra parte los dos últimos apartados de la línea de tiempo hacen referencia especialmente al video musical, y no cabe más que admirar el tremendo editor que se ofrece. A través del timeline podremos ir estableciendo las diferentes animaciones del cantante, añadir efectos en el momento que deseemos y que desaparezcan cuando prefiramos, cambiar los escenarios e incluso el movimiento de la cámara en todo momento. Las animaciones son tan complejas que podremos mover la boca y los ojos del ídolo en varias direcciones durante todo el video.

Este es uno de los verdaderos puntos fuertes que ofrece el título, ya que no sólo podremos crear nuestra propia música en MP3 como una canción jugable, sino que podremos crear todo un video musical de una calidad excelente gracias a la tremenda herramienta que aporta Project Diva. Imaginar crear vuestro propio vídeo con vuestra canción favorita de Shakira, Rammstein o Frank Sinatra mientras veis a Miku bailar y mover su boca siguiendo la vocalización oportuna en cada momento. Con Project Diva 2nd es posible. Por supuesto el Ad-hoc de la consola permitirá intercambiar las mismas con nuestros amigos aunque no se haya incluido un modo multijugador al uso.

Demasiada electrónica

El apartado sonoro es excelente, como ha de ser en un juego musical, y entre las canciones tenemos un amplio abanico de género que van desde el más usual J-pop hasta otras más rockeras o lentas. Todo siempre bajo la sombra del estilo de música de Japón y una voz que aparece siempre distorsionada simulando a muchos artistas de la música electrónica. Este hecho es quizás el que más encarece el apartado, ya que aunque las canciones suenan bastante bien, siempre van acompañadas de esa voz robótica que en ocasiones llega a asimilarse a la del famoso programa Loquendo.

En cuanto al apartado gráfico, los modelados de los artistas no son nada espectacular, sin embargo el aspecto visual final de cada una de las canciones es magnífico y en el que se nota han puesto una gran atención. La realización propiamente dicha es muy buena y las animaciones son muy reales y fluyen mejor que se antecesor. Así pues, aunque los modelados no son excelentes, el resto de elementos que los acompañan como la puesta en escena y las muy buenas animaciones dan un resultado casi único si lo comparamos con otros títulos del género.

Por otro lado, gracias a la aplicación Dreamy Theater que se puede encontrar en PSN, a través del cable USB podemos conectar nuestra PSP a PS3 y disfrutar de todo el contenido del juego en HD, jugando en una pantalla mayor y creando así un mayor impacto visual gracias a la alta definición.

Conclusiones

Quizás por el hecho de que prácticamente todas las canciones están en japonés, por su aspecto muy arraigado con el manga o por una estrategia conservadora por parte de Sega, el juego no ha llegado a Europa, una verdadera lástima.

Para los más otakus podría convertirse en un juego indispensable, pero además para los más aficionados a los juegos musicales podría convertirse en una opción muy interesante. Por otro lado, sólo por el editor que incluye, también podría captar la atención de muchos otros usuarios que estarían más interesados en "jugar" con el editor que en realmente disfrutar de las canciones del juego. Y es que, además de que Project Diva es muy divertido y podrás gozar si te apasiona el J-Pop, el editor que incluye es una verdadera pasada en la que podremos crear grandes vídeos musicales si tenemos paciencia y tiempo por delante.

El principal problema para aquellos que deseen importar es el idioma, no tan vital a la hora de entretenernos con el contenido establecido por el juego, pero realmente un impedimento para poder usar el creador de canciones. Por su parte Sega ha seguido alimentando al título con algún contenido adicional, mientras tanto los jugadores europeos y americanos nos quedamos sin nada.