Análisis de Obscure: The Aftermath (PSP)

Casi han pasado dos años…

El género de terror –o ‘Survival Horror’ para los técnicos- está viviendo una de las épocas más importantes en la industria de los videojuegos. Sagas tan interesantes como Resident Evil y Silent Hill siguen disfrutando de un innegable éxito entre los jugadores tras cada lanzamiento y pese a los grandes cambios que sufren entrega tras entrega. Al mismo tiempo aparecen nuevas sagas que intentan dar un giro más a un género que, poco a poco, va perdiendo el toque de terror que ponía en jaque la valentía de los jugadores. Algunos títulos optan por la vista en primera persona para incrementar el grado de inmersión de los jugadores, y otros tantos optan por variables jugables como la cooperación para que varios amigos disfruten de ‘un mal rato’ –en el buen sentido- jugando a la consola.

Este modo de juego multijugador cooperativo ha ganado tal importancia con el paso del tiempo que una de las sagas más importantes del género –nombrada al principio- optó por imponerla como base de su quinta entrega con un resultado bastante satisfactorio. Pero el cooperativo en este género lo pudimos ver con anterioridad en la segunda entrega de la saga de terror para adolescentes de Hydravision Entertainment, Obscure 2, que apareció en PlayStation 2, PC, y tuvo una posterior adaptación para Wii. Esta segunda entrega bajó el nivel visto en el título original, aportando únicamente un modo multijugador cooperativo y, ahora, casi dos años después de su aparición, la desarrolladora Playlogic Entertainment se ha encargado de realizar una versión para la portátil de Sony que no cuenta con ninguna novedad salvo el cambio del nombre: Obscure: The Aftermath.

Terror en el aulario

El argumento del título original narraba la historia de unos cuantos estudiantes que se vieron enfrentados a una grave amenaza biológica creada por un miembro del profesorado. De esta forma debían luchar por sobrevivir haciendo lo que para ello fuera necesario.

Para los que no jugasen a la primera entrega debemos decir que en Obscure: The Aftermath -al igual que en la idéntica versión para PlayStation 2, PC y Wii- se hace una breve introducción de los hechos y se va narrando lo acontecido para que el jugador aclare gran parte del argumento, por lo que podemos decir que no es necesario haber jugado a la notable primera entrega para entender el por qué del argumento del título que ahora mismo abarca nuestra atención.

El argumento nos sitúa justo dos años después de lo acontecido entre los estudiantes y la lamentable obra del conflictivo profesor, cuando varios de los alumnos –de entre los que nos interesan Corey y May- quedan para acudir a una fiesta en una de las habitaciones de la residencia del campus. Una vez allí, tienen la maravillosa idea de probar una nueva y pontentísima droga alucinógena con una forma un tanto extraña, pues es una planta negra muy poco común. Es entonces cuando empieza el juego, pues al inhalar el humo o vapor que sale de la extraña planta, nuestros protagonistas caen inconscientes por los efectos de la droga, son teletransportados –o eso creen- y despiertan en un cementerio plagado de tumbas, sombras y criaturas extrañas que tienen de todo menos buenas intenciones. La situación es tan extraña que creen que se encuentran en una pesadilla de la que poco tardarán en despertar; sin embargo, el despertar no es demasiado bonito, pues no encuentran a sus amigos y hay cosas que han cambiado… Es entonces cuando aparecen varias dudas en el jugador, ¿qué ha pasado? ¿de dónde ha salido la famosa planta? ¿Qué acabará pasándoles?

Para saber todas las respuestas a las preguntas que se nos plantean, no hay más que avanzar en el juego capítulo tras capítulo, además de prestar atención a la narración que hace Sam al principio del juego, y que ayuda a entender el por qué de lo que ocurre para todos aquellos jugadores que no tuvieron la oportunidad de probar el título original, como comentaba anteriormente. Debo dejar claro que la historia es exactamente la misma que la de la versión para PlayStation 2, PC y Wii aparecida hace más de un año, por lo que el jugador que quiera darle la oportunidad a esta versión para la portátil de Sony debe saber que no va a encontrar ninguna novedad argumental. Se trata de una adaptación con todo lo que ello conlleva, pues también la jugabilidad se ha mantenido intacta.

Coopera para acabar con tus miedos

Dejando de lado el argumento, Obscure: The Aftermath es un título muy bien adaptado a la portátil de Sony, pues la tarea es complicada, sobre todo en términos de control. Sin embargo, el resultado es positivo y bastante cómodo: la cruceta direccional sirve para mover mínimamente la cámara, que siempre será fija; controlamos a nuestro personaje por medio del stick analógico y la interacción con el entorno la podremos realizar de una forma muy sencilla, pues solamente será necesario presionar el botón x. Pero lo que realmente interesa a los jugadores es el sistema de combate, muy útil para acabar con todos los enemigos salidos del mundo de las pesadillas. Para acabar con ellos nos bastará con mantener presionado el gatillo derecho –ya que si solamente lo presionamos, cambiaremos de personaje, algo obligado en el caso de no jugar en cooperativo con otra persona- y pulsar el botón de acción para golpear o hacer uso de las armas –en la mayoría de las ocasiones se tratará de armas improvisadas con todo lo que encontremos por el entorno: bates, palos, etcétera-.

El sistema de juego es simple, pues se limita en avanzar por los escenarios acabando con los enemigos, recoger armas para seguir aniquilando monstruos y resolver puzles para poder avanzar a un nuevo escenario. Esta mecánica se repite capítulo tras capítulo, mientras el argumento va evolucionando poco a poco. Los puzles son variados y originales, pero superarlos no supone demasiado esfuerzo para un jugador de nivel medio.

Lo que sí supone un mayor esfuerzo es contar con la paciencia necesaria para aguantar toda una partida jugando sin un compañero físico, es decir, como el juego está desarrollado para ser jugado junto a un amigo por medio de cooperativo, si no contamos con un compañero que nos ayude a avanzar en nuestra terrorífica aventura podemos llegar a estirarnos de los pelos. Aunque pueda parecer exagerado, el hecho es que cuando el personaje secundario –al que podemos controlar presionando el gatillo derecho de la portátil, como he dicho anteriormente- es controlado libremente por la misma consola podemos decir que no cuenta con una inteligencia artificial demasiado alta. En más de una ocasión el personaje controlado por la máquina se acabará metiendo en algún lío del que deberemos sacarlo con rapidez o morirá forzándonos a que nosotros mismos hagamos lo propio y debiendo comenzar desde un momento anterior.

Por ello debemos decir que el juego debe ser jugado en cooperativo para disfrutar de verdad de lo que nos puede ofrecer. Cuando jugamos con un amigo, el juego se vuelve bastante más dinámico y divertido, aunque se echa en falta que el modo multijugador cooperativo contase con un modo online y no por medio del sistema ‘ad hoc’, pues de esta forma se hace difícil encontrar alguien con quien jugar si no conoces a nadie que tenga la portátil de Sony o, si la tiene, que tenga el juego de Playlogic Entertainment. Este es un defecto de gran importancia en la actualidad, pues es bastante irritante tener que jugar con la máquina como compañera de fatigas porque la desarrolladora no haya pensado en incluir multijugador por medio de internet.

Pero más allá de la no inclusión del modo en línea, cuando se juega en cooperativo el título adquiere un gran nivel jugable y se transforma en un título interesante –pese a que para disfrutar tengamos que hacerlo en cooperativo-. La variedad de personajes es palpable en términos jugables, pues cada uno de ellos tiene alguna característica especial que podemos usar en determinadas ocasiones –como utilizar al personaje más ágil para trepar por una pared-, por lo que es muy interesante la alternancia entre personajes para sacarle el máximo jugo a Obscure: The Aftermath.

Buen acabado técnico

El aspecto en el que el título alcanza un gran nivel es en el apartado técnico. La solidez gráfica es una de las virtudes del juego, además del gran trabajo que ha hecho el grupo de desarrollo para adaptar el juego original de PlayStation 2 a la portátil de Sony. Los personajes están muy bien diseñados y los movimientos son bastante acertados –aunque algunas acciones resultan bastante ortopédicas en su ejecución, como cuando un personaje salta para agarrarse a una cornisa…son detalles que la desarrolladora podría haber pulido más-. La iluminación está muy bien realizada, pues el juego de luces y sombras está muy conseguido para tratarse de una consola portátil, aunque hemos encontrado mejores resultados en otros títulos ya aparecidos en el mercado.

Los escenarios no se encuentran para nada vacíos, pero las texturas de algunos elementos de los escenarios podrían ser mejores y más detalladas, aunque el conjunto luce realmente bien. Quizá los dos únicos puntos negativos del apartado gráfico de este ‘survival horror’ los encontramos en los innumerables tiempos de carga y en las deficientes escenas. Con respecto a lo primero, es intolerable que en un juego de terror tengamos que ver cómo se pausa la acción cuando abrimos una puerta o cambiamos de escenario, pues llega a ser bastante deprimente tratándose del género de terror, pues aunque la ambientación esté muy lograda, la acción se pausa demasiadas veces y el jugador pierde la inmersión que puede llegar a alcanzar mientras juega. En cuanto a las escenas, podemos decir que están un nivel por debajo del resto del apartado, cosa incomprensible.

El apartado sonoro de Obscure: The Aftermath consigue sumergirnos de lleno en la atmósfera de terror creada para la ocasión. Los efectos de sonido pueden llegar a ser sobrecogedores en ciertos momentos del juego y la música es muy variada y acertada para el tipo de juego y el argumento con el que cuenta. Encontramos temas de rock juvenil que casan bien con el grupo de personajes que forman parte de la historia, pues recordemos que se trata de un grupo de estudiantes que rondan la veintena; y también escucharemos temas más típicos de las películas de terror tipo Scream o The Faculty. Sin embargo, como en el resto de apartados del título, encontramos algunos defectos, pues las voces pueden llegar a ser lamentables en su ejecución, aunque es un mal menor al encontrarse en inglés –pero los subtítulos están traducidos a nuestro idioma-.

Conclusiones

El trabajo realizado por Playlogic Entertainment se puede catalogar simplemente como una adaptación de un juego aparecido hace casi dos años en PlayStation 2 y PC –con posterior versión para Wii- sin ningún añadido. Obscure: The Aftermath revive lo que un grupo de jugadores ya disfrutaron por entonces, pero esta vez en versión portátil. El argumento es el mismo y las posibles carencias son las mismas, aunque esta vez sí que hay añadidos: los excesivos tiempos de carga del UMD y la ausencia de un modo cooperativo online –nos conformamos con el sistema ‘Ad Hoc’-. Como consecuencia, es difícil encontrar compañeros con los que jugar en cooperativo, por lo que tendremos que sufrir la ‘baja’ inteligencia artificial con la que cuentan los personajes disponibles; y, por otro lado, se corta la lograda ambientación alcanzada gracias al notable apartado técnico con el que cuenta este juego de terror adolescente. El resultado final es una adaptación descafeinada que no aporta nada nuevo al género.