Análisis de Monster Hunter Freedom (PSP)
Aunque en Japón ha sido un éxito, y de hecho la tercera parte, anunciada para PlayStation 3, es uno de los juegos más esperados por el público, Monster Hunter no acabó de tener un gran recibimiento en Europa. Este juego de acción fuertemente orientado al modo online de Capcom nos ponía en la piel de un cazador de monstuos en una época a medio camino entre el medievo y el barbarismo, con la misión de afrontar misiones, tanto en solitario, sin conexión a la red, como acompañados por otros jugadores online, haciendo frente a los peligros de un agresivo mundo de juego.
La versión para PSP, titulada Monster Hunter G en Japón y sorprendentemente llega a occidente –no se esperaba- con el subtítulo Freedom, es en esencia una conversión del juego de PlayStation 2, con ciertos retoques aquí y allá, un apartado gráfico francamente bueno para tratarse de PSP, y la previsible eliminación del modo de juego online. Éste ha sido substituido por un modo de juego en red local "ad hoc" para hasta cuatro jugadores, y con la posibilidad de jugar acompañados por bots controlados por la inteligencia artificial del juego. Esta última opción es, por supuesto, peor que la primera, pero ante la dificultad de encontrar a gente que tenga el juego, es el mal menor antes que embarcarnos completamente en solitario.
Monster Hunter tiene lugar en unos tiempos prehistóricos en los que la humanidad vive en paz pero amenazada por la gran cantidad de fauna salvaje que existe.
No puede decirse que los animales que cazaremos sean monstruos en el sentido estricto de la palabra, sino que más bien la gran mayoría de ellos son una especie de híbridos entre animales de aspecto prehistórico y dinosaurios, con la agradecida excepción de algunos "bichos" como los dragones y otros enemigos de inspiración mitológica.
Monster Hunter no es un juego de rol por turnos sino en tiempo real, aunque regido por los habituales puntos de golpe y estadísticas del personaje que irán mejorando a medida que juguemos. Al comenzar nuestra partida podremos seleccionar nuestro personaje entre una selección de características configurables algo limitada pero que de todas formas no resultarán muy importantes en el futuro ya que prácticamente todos los elementos estéticos de nuestro jugador quedarán solapados por las armaduras que lleve. Podremos elegir si es hombre o mujer, y una serie de estilos faciales, de pelo, etc… e incluso los sonidos que gritarán al atacar o al recibir golpes.
Una vez creado nuestro heroico bárbaro cazador de monstruos, comenzará el juego en la aldea, centro neurálgico de toda la actividad de Monster Hunter, donde podremos comprar y vender objetos, descansar de nuestras misiones y, naturalmente, obtener encargos del gremio de cazadores. En el juego hay una gran variedad de armas, armaduras y otros equipamientos, que como es de esperar podrán tanto recogerse por los escenarios como comprarse en las tiendas de la aldea o ciudad. Hay aquí un elemento interesante que es la posibilidad de fabricar nuestros propios objetos usando las materias primas necesarias para ello, lo cual nos saldrá más barato –y resulta más divertido- que adquirirlos en las tiendas. Dentro de las armas y las armaduras tendremos la típica progresión en precio y eficiencia representada por diferentes materiales (cuero, cota de malla), mientras que en las armas también juega un papel importante –especialmente a la hora de jugar- el tipo de arma que usemos.
Como decíamos, las misiones nos las encargarán en la aldea, estando éstas divididas en dos grandes tipos por norma general: las misiones de caza y las de recolección. Estos dos tipos están bastante relacionados entre sí pues en las misiones de caza habrá que recoger un trofeo con frecuencia para demostrar nuestra valía, y en las de recolección no tendremos más remedio que hacer frente a los enemigos que nos ataquen mientras buscamos el huevo o las hierbas de rigor. El mapeado del juego está dividido de forma poco común. El área de juego está dividida en pequeñas zonas, interconectadas entre sí y esbozadas en un minimapa que podremos consultar en todo momento, y que de hecho veremos en las numerosas pantallas de carga. Las cargas son muy numerosas, aunque no muy largas, y se producirán cada vez que cambiemos de zona a zona, algo que haremos con mucha frecuencia, ya que las misiones de caza nos exigirán explorar bastante el escenario hasta llegar al área donde nos espera nuestra presa.
El combate en Monster Hunter es en tiempo real, moviendo a nuestro personaje con el control analógico de PSP, y usando la cruceta para manejar la cámara, pudiendo centrarla tras nosotros pulsando el botón L. Los ataques se realizan con los botones frontales, triángulo y círculo, mientras que el botón R se usa para correr o bien para cubrirnos cuando estemos en medio de una lucha. Monster Hunter es un juego lento, por lo que la ausencia de un sistema de bloqueo de objetivos no perjudica demasiado la jugabilidad, aunque tendremos que estar constantemente pulsando el botón L para centrar la cámara y que no nos liemos con tantos giros de cámara, especialmente cuando muchos enemigos nos rodean. Esto hará que a veces nos veremos rodeados de enemigos y nos caigan palos de todas partes, y propiciará que en ocasiones, si un enemigo se mueve, nos encontremos terminando un combo que estemos haciendo golpeando al aire.
Los diferentes tipos de armas resultarán en ataques más potentes o más rápidos –aparte de los ataques a distancia con el arco-, y dejan al jugador una considerable libertad para elegir qué tipo se adapta más a su forma de jugar. Un elemento interesante del juego es el factor de afilado de las armas; a medida que usemos un arma se irá deteriorando su nivel de afilado y hará menos daño a los enemigos, teniendo que recuperar su letalidad con un item de afilado.
Mientras que la versión para PlayStation 2 de Monster Hunter era simplemente decente a nivel gráfico, esta adaptación a PSP cuenta con un apartado mejor que el de PS2, y muy bueno para tratarse de una consola PSP. El modelado de los enemigos y los personajes es muy bueno, así como el diseño de los escenarios, con bastante complejidad geométrica, buenas texturas y efectos gráficos muy bien integrados, que crean una gran ambientación para la caza de monstruos. Los monstruos son probablemente las estrellas del juego, con un gran tamaño y buena animación. El sonido por su parte cuenta con una banda sonora "aventurera", sin gran énfasis y sin resultar tampoco memorable, y unos FX de bastante variedad.
Monster Hunter Freedom es un buen juego de acción y rol, con una gran cantidad de contenido que ir descubriendo a medida que avanzamos, aunque ensombrecido por ciertos defectos jugables, como el descontrol de la cámara y un sistema de combate no demasiado profundo, con pocos combos. La ausencia de modo online es algo negativo, aunque se ve compensada por el modo wireless, y por la inclusión de algunos minijuegos de búsqueda de tesoros. Aunque no es un juego sobresaliente, puede ofrecer buenos ratos de diversión, y los que puedan disculpar sus defectos encontrarán un título con numerosas horas de diversión.