Análisis de Capcom Classics Collection Remixed (PSP)
Desde hace años es común la costumbre de "tirar" de catálogo antiguo y realizar reediciones de juegos clásicos, que generalmente suelen tener un gran éxito. Namco se hizo de oro con sus Museum hace unos años, y Midway ha vendido millones de sus Arcade Classics. Otra de las grandes del pasado, Capcom, no está dispuesta a desaprovechar su extenso e influyente legado, y prepara para PSP una serie de juegos recopilatorios, siendo este Capcom Classics Collection Remixed el primero de ellos.
La compañía japonesa produjo algunos de los títulos más jugados en los salones recreativos durante los años 80 y 90, y esta compilación contiene más bien juegos antiguos, sin meterse en títulos de mediados de los 90 como Cadillacs & Dinosaurs. La lista es variada y extensa, y podría decirse que incluye algunos juegos muy interesantes, aunque podría alegarse que le falta un "cabeza de cartel" claro.
Hay títulos como 1941, Strider, Final Fight o Captain Commando, pero muchos fans echarán en falta algunos títulos como Pang –que saldrá en un recopilatorio de puzzles- o Street Fighter 2 –está la primera parte-.
En total, el juego incluye 1941, Avengers, Bionic Commando (la versión arcade), Black Tiger, Block Block, Captain Commando, Final Fight, Forgotten Worlds, Last Duel, Legendary Wings, Magic Sword, Mega Twins, Quiz & Dragons, Section Z, Side Arms, Street Fighter, Strider (también la versión arcade), The Speed Rumbler, Three Wonders y Varth. Algunos de estos títulos serán desconocidos para muchos jugadores, mientras que otros son mucho más famosos; destaca la inclusión del primer Street Fighter, un juego desconocido para muchos jugadores y radicalmente diferente –o, mejor dicho, mucho peor y mucho menos jugable- que sus legendarios sucesores.
Aunque la lista de juegos puede decepcionar a algunos, que tendrán que esperar a futuras recopilaciones –la siguiente sale en octubre e incluye títulos como Knights of the Round y unos cuantos Street Fighter-, la mayoría de los juegos divertidos fueron –y de hecho siguen siendo- arcades muy divertidos que vale la pena jugar, y además Capcom ha hecho un trabajo de adaptación que debería servir de ejemplo a las otras compañías que planeen hacer recopilaciones.
Solo lastrado por unos tiempos de carga un tanto excesivos, este CCCR adapta los juegos originales pero deja al jugador numerosas opciones de configuración. En primer lugar podremos determinar parámetros como la dificultad, el número de vidas, etc… como si fuésemos los dueños del salón recreativo donde la gente hace cola para jugar; también podremos decidir el formato de pantalla, generalmente el original, uno que se adapte a la pantalla de PSP, o uno que la llene por completo –y en el caso de los juegos originalmente verticales, podremos jugar así también. Jugar en vertical nos obliga a coger la consola así, y al principio es un poco complicado jugar, pero no presenta mayores problemas al ser juegos que no usan más de dos botones, y al estar éstos asignados varias veces a los de la consola PSP.
Aún más. Al contrario que otros recopilatorios, que tienen una especie de pantalla principal y luego se accede a una especie de emuladores que se ejecutan como si fuesen programas independientes, este Capcom Classics Collection Remixed mantiene el mismo interfaz en todos los juegos, pudiendo acceder a un cómodo menú –nueva partida, salir del juego, opciones, etc…- pulsando el botón Start. Y está muy bien integrado el juego vía WiFi, del mismo modo, sin ninguna complicación para el jugador, pudiéndose unir jugadores desde sus PSPs como quien pulsa el botón Start del segundo jugador en una recreativa. Finalmente, cada juego tiene una serie de metas que, al cumplirlas, nos darán acceso a trucos, artwork y música, accesibles desde el apartado de extras.
Capcom Classics Collection Remixed es una muy buena recopilación de clásicos que marca el camino que deberían seguir las demás, tanto las de Capcom –que, advertimos, serán bastantes- como las de las otras compañías. Aunque en su plantel falta un cabeza de cartel claro, incluye los suficientes clásicos para que el jugador entrado en años sufra un saludable ataque de nostalgia.