Análisis de Burnout Dominator (PSP)
Con un tiempo de retraso respecto a su hermana mayor aparece la versión para PSP de la saga creada por Criterion y que nunca ha faltado a la cita en ninguna consola hasta esta ocasión en la que PS2 y PSP reciben esta entrega mientras que las consolas de nueva generación esperan ansiosos el nuevo Burnout.
En esta saga arcade donde la velocidad y la bestialidad siempre han primado por encima de todo, desde su segunda edición ha habido continuas renovaciones en cada una de las versiones que han aparecido en el mercado.
Desde el primer juego hasta el que hoy nos atañe ha habido tal renovación de ideas que con Dominator sus creadores han vuelto a un punto de partida anterior, situándose entre el segundo y el tercer juego quedándose con una combinación que por ahora solo puede calificarse de acertada.
Esta vez ya sea por falta de ideas o por la necesidad de ofrecer algo distinto fuese como fuese el juego que nos llega ya lo hemos jugado pero no de igual manera. Lo bueno de situarse entre las entregas mencionadas es que hace un uso intensivo de la velocidad por la velocidad, el claro ejemplo son los Burnouts, esperar a que nuestras locuras suban una barra y cuando apretemos el botón de turbo ya no lo soltemos hasta que sea para ver la repetición de cómo nos hemos estrellado o hayamos llegado a la línea de meta.
La técnica reside en hacer combos de Burnout uno tras otro para aumentar nuestra puntuación y nuestras posibilidades de ganar la carrera. En la tercera parte la guinda la pusieron los takedowns, y es que resulta interesante que una gran importancia del juego resida en hacer que nuestros rivales choquen contra cualquier cosa; tráfico, muros, pilares, o agobiarlos hasta que ellos mismos choquen. Uno de los cambios es que en esta edición son bastante mas complicados de conseguir debido a la pericia de los contrincantes, y más que como elemento principal es interesante porque un takedown rellena totalmente nuestra barra de Burnout.
Algunos detalles podrían mejorarse pero conociendo las limitaciones de PSP se aprecia clarísimamente cómo se han sacrificado unos elementos como puedan ser el suavizado, la línea del horizonte, y aunque los coches están bien modelados -sobre todo en los desperfectos- no son fantásticos, pero bien es cierto que cuando se va corriendo solo miraréis hacia delante porque el juego no deja mucho tiempo a recrearse en los detalles. Aún así los choques, las explosiones y todo tipo de efectos de difuminado están a un nivel increíble y mas tratándose de la plataforma de la que hablamos.
Los atajos siguen presentes aunque tendremos que desbloquearlos empotrando alguno de nuestros rivales sobre la zona que esta cerrada y a partir de ese momento quedará liberada para todos los eventos.
Para seleccionar carreras solo tendremos que ir desplazándonos por un sencillo menú. Nuestra primera elección es empezar el Tour mundial, usar el romperecords que consiste en mejorar los objetivos de cada pista o el multijugador donde podremos jugar con otros 3 jugadores y sincronizar las puntuaciones, divertido como pocos, es gran punto a favor de la versión de PSP frente a la de PS2.
Una vez adentrados en el Tour Mundial tendremos que ir acumulando puntos dominator consiguiendo medallas en las pruebas o trofeos que consisten en hacer determinados takedowns totales o dos takedowns a la vez por poner unos ejemplos. Algunos eventos nos ponen objetivos adicionales como conseguir coches nuevos si hacemos un número de burnouts o estrellamos varias veces a uno de los contrincantes.
Cuando vayamos consiguiendo puntos dominator iremos desbloqueando nuevos circuitos con nuevos tipos de coches, así pasaremos de la serie clásica, a la serie de fabrica, modificada, hot rod, serie super, competición y por último la serie dominator. Requiere un poco de trabajo conseguir llegar a los últimos pero merece la pena porque prácticamente cambia el concepto del juego coger un coche dominador.
Para conseguir las medallas tenemos objetivos variopintos, desde hacer takedowns, llegar el primero, conseguir ganar una serie eliminatoria, rozar con un numero de coches, conseguir determinados puntos maniacos -hacer el bestia e ir siempre por el carril contrario- derrapar varios kilómetros o batir record de pista. Los más divertidos son siempre las carreras de mas jugadores pero hay que jugarlos todos para llegar al final claro está.