Análisis de Plants vs. Zombies: Replanted: Vuelve el vicio, pero manchado por sus errores (PS5, PC, PS4, Xbox One, Xbox Series X, Switch, Switch 2)
Hace 16 años se lanzó un juego aparentemente inofensivo que enfrentaba a zombis contra "Dave el loco", protegido por el jardín de su casa, en un género aparentemente minoritario como la defensa de torres. Se convirtió en un auténtico fenómeno, enganchando a personas de todas las edades, incluso aquellos que no jugaban mucho: PopCap Games (que posteriormente fue adquirida por Electronic Arts) había dado el pelotazo con la adictiva fórmula de Plants vs. Zombies gracias a sus mecánicas sencillas de aprender pero con suficiente profundidad y desafío como para mantenernos pegados a la pantalla durante más horas de las que podríamos admitir públicamente.
El juego evolucionó con secuelas, spin-off (incluyendo los Garden Warfare, que llevaban la batalla a la acción multijugador), pero es cierto que en la última década la saga se había alejado de su idea original: Plants vs. Zombies: Battle for Neighborville (2019), de la clausurada PopCap Vancouver, continuó profundizando en el género shooter.
Con este panorama, era un buen momento para mirar atrás y recuperar la diversión del original. Eso es lo que propone Plants vs. Zombies: Trasplantado o Plants vs. Zombies: Replanted, un remake que da un lavado de cara al primer juego y lo lleva a sistemas modernos. Prepárate a plantar girasoles porque los zombis vienen dispuestos, otra vez, a alcanzar nuestro hogar.
"¡Te han comido los sesos!"
Quien no viviese el fenómeno quizás se sorprenda de la merecida puntuación sobresaliente que consiguió Plants vs. Zombies en nuestro análisis. La idea en sí era bastante sencilla: colocar plantas en un espacio limitado mientras las oleadas de zombis avanzan lentamente, pero sin descanso, desde la parte derecha de la pantalla. El jardín, piscina o tejado está dividido en casillas y los enemigos avanzan por las filas dirección a la casa, atravesando los obstáculos que vamos colocando en los espacios libres.
Antes de la batalla, seleccionamos un número limitado de plantas para llevar a la partida entre un amplio elenco, que van desde las ofensivas (aquellas que funcionan como torretas automáticas, escupiendo por el carril según avanzan los zombis) a aquellas destinadas a ralentizar a los rivales, por congelación o porque resisten mucho los mordiscos de los zombis. A medida que progresamos por su modo aventura sumamos más y más semillas con las que configurar nuestro arsenal, hay todo un derroche de variedad para todos los gustos y estilos de juego.
Es imprescindible tener en cuenta la gestión de la energía que nos permite colocar cada planta según su coste: los soles. Caen del cielo de vez en cuando (a excepción de las fases nocturnas) y nos ayudan a resistir las embestidas de no-muertos, pero se suele necesitar una ayuda extra: por eso hay que reservar hueco a los girasoles, que aumentan la producción de soles. Claro, los girasoles nos quitan espacio para plantas ofensivas, de manera que se debe buscar un constante equilibrio entre ataque y producción, adaptarnos a los tipos de zombis (unos protegidos, otros con pértiga, etc.) o la situación cambiante de cada momento. ¡Nunca sabes por qué carril van a llegar los enemigos más resistentes!
Esta es la base del Plants vs. Zombies (aquí encontraréis nuestro análisis más detallado), que tratamos en nuestras conclusiones sobre la versión de Xbox 360. Plants vs. Zombies: Trasplantado es básicamente un relanzamiento en las consolas modernas y PC que recibe su ración de mejora gráfica para adaptarse a los tiempos de las 4K, y según el equipo todos los gráficos se han revisado "a mano", si bien algunos sprites no son del todo nítidos y hay sospechas de que se ha utilizado reescalado por IA, no están rehechos. Por supuesto, hablamos de un juego 2D y en este caso la mejora visual no supone un salto enorme respecto al original, pero es algo que agradecerás si juegas en una gran pantalla de tu salón.
El modo aventura está acompañado de modos multijugador, cooperativo (cada jugador gestiona sus soles) y competitivo (cada uno controlando a uno de los bandos) y minijuegos (la bolera, tragaperras, vegezombis...). Uno de los modos extra añade una nueva condición climática que sube la dificultad: nubarrones, que duermen los girasoles y convierten los soles en un recurso muy escaso, a cambio de bajar el coste de las plantas y acelerar la "recarga" de cada una. Añade una capa de estrategia que muchos veteranos agradecerán porque exige tener en cuenta esta nueva mecánica.
El otro nuevo modo es Descanse en paz, que es una muerte permanente para el modo aventura. Sólo tienes un intento para superar las fases y una única cortadora de césped al azar como última defensa en caso de que llegue un primer zombi a tu casa por ese carril. Más desafío no se traduce necesariamente en más diversión, pero si estás buscando poner a prueba tu experiencia, aquí tienes la opción.
Teóricamente es un trabajo de remasterización sencillo de hacer y, aunque ninguno de los extras va a transformar la experiencia original, al menos da la oportunidad de jugarlo en más plataformas. Pero el trabajo no está pulido del todo y es una lástima porque en lugar de servir de homenaje a la saga e incluso dar pie a nuevas entregas, da la sensación de estar hecho a medias, sin mucho esfuerzo y de manera rápida.
Hay quejas menores, como la interfaz que sigue siendo un poco fea e incómoda para jugar con pad, aunque entra dentro de lo previsible porque es una remasterización y no un remake (no obstante, este era un buen momento para diferenciarlo de Plants vs. Zombies GOTY Edition). Hay un botón para acelerar la velocidad, visto en juegos posteriores, que es práctico cuando dominas el juego o vas sobrado porque la zona la tienes bien protegida, pero este ajuste afecta también a la música... No queda muy bien.
Hablando de la banda sonora, se ha perdido el estilo dinámico que variaba según el número de zombis y las oleadas, puesto para "prevenir la fatiga" en palabras de la compositora Laura Shigihara, que ha criticado el cambio de Trasplantado. Este es otro paso atrás respecto al original, que hace más repetitivo el acompañamiento sonoro.
Opciones como el multijugador y los minijuegos, puzles y niveles de supervivencia inicialmente están bloqueados. No está mal que el juego te fuerce a avanzar un poco en Aventura para que funcione a modo de tutorial o dar una mayor sensación de progreso, pero teniendo en cuenta que esta no es precisamente una novedad, seguro que a más de uno le apetecería empezar con alguno de los modos secundarios.
Por cierto, no se han rescatado algunas fases que aparecieron en exclusiva en algunas versiones (como la de Nintendo DS), aunque sí los niveles de bonificación Limbo (pero no todos) y hay una fase secreta ambientada en la Gran Muralla china que limita nuestro espacio a unas macetas.
Conclusiones
Los errores mencionados, y otros más o menos visibles para los fans, restan valor a Plants vs. Zombies: Trasplantado: no es esa versión definitiva que podíamos esperar del clásico de PopCap. Una auténtica lástima porque sigue siendo tan entretenido como siempre, y si no analizas con lupa estos fallos te va a enganchar sí o sí. Pero como remasterización, Trasplantado es mejorable y el nuevo contenido no compensa todos los patinazos de la versión.
¿Recibirá la atención postlanzamiento que merece? ¿Se actualizará con parches que lo conviertan en el clásico que debe ser? Esperamos que sí, Plants vs. Zombies no merece menos.
Hemos realizado este análisis gracias a un código para PS5 proporcionado por EA España.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
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