Análisis Marvel's Spider-Man 2, el juego de superhéroes más espectacular y emocionante que se ha hecho jamás (PS5)
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Aunque ahora nos pueda parecer impensable tras haberse convertido en todo un icono de la cultura popular y en uno de los superhéroes más famosos y queridos de la historia, la creación de Spider-Man estuvo rodeada de multitud de problemas y voces en contra que auguraban su fracaso. Tanto es así que el bueno de Peter Parker y su alter ego arácnido estuvieron a punto de no ver la luz del día.
Cuando a principios de los años 60 Stan Lee le propuso a Martin Goodman, el propietario de Marvel por aquel entonces, la idea de crear una serie regular protagonizada por un adolescente que recibe sus poderes de una araña radiactiva, recibió una fulminante negativa por ir en contra de todos los cánones que regían la industria del cómic en aquella época.
Entre los argumentos que se usaron para convencerle de que algo así no triunfaría se citaron cosas como que la gente odia a las arañas, que los jóvenes solo pueden ser compañeros y no superhéroes protagonistas o que un personaje con tantos problemas no iba a parecerle lo suficientemente heroico a los lectores. Hasta el hecho de que Peter fuese el típico empollón iba a contracorriente de la imagen preestablecida de héroes fornidos y atractivos.
Pero al igual que el propio Spidey, Stan Lee no se rindió y siguió adelante con su proyecto. Tras una primera prueba de concepto en la que colaboró con Jack Kirby sin obtener los resultados que esperaba, el sonriente editor hizo tandem con Steve Ditko para crear una historia corta que consiguió colar en el número 15 de Amazing Fantasy, una cabecera moribunda que iba a ser cancelada, permitiéndole así dar a conocer al personaje a la vez que evitaba enfadar a su jefe. El resto, como se suele decir, es historia. El público quedó totalmente enamorado de Spider-Man, Amazing Fantasy #15 se convirtió en todo un superventas que justificó que el trepamuros recibiera su propia colección y para la posterioridad quedarían una portada legendaria dibujada por Jack Kirby y una de las frases más famosas que se han escrito nunca: "Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad".
Desde entonces, la popularidad del hombre araña no ha dejado de crecer y ha protagonizado infinidad de aventuras en todos los formatos imaginables: cómics, series, películas y, por supuesto, videojuegos. A diferencia de lo que suele ocurrir con los títulos basados en licencias, nuestro amigo y vecino Spider-Man sí que ha corrido buena suerte en la industria del ocio interactivo y aunque no se ha librado de varios traspiés, resulta innegable que con el paso de los años ha protagonizado juegos muy apañados, divertidos y espectaculares.
Actualmente, "la gran responsabilidad" de hacer grandes videojuegos del trepamuros recae sobre Insomniac Games, un estudio que entiende como ningún otro al personaje y que puede presumir de haber desarrollado, sin discusión alguna, sus dos mejores títulos, Marvel’s Spider-Man y Marvel’s Spider-Man: Miles Morales. Por ello, no es de extrañar la enorme expectación que rodea a Marvel’s Spider-Man 2, una secuela exclusiva de PS5 que ya hemos podido completar en su totalidad y que solo podemos definir como un sueño hecho realidad.
Una historia muy humana, con alma y repleta de sorpresas
Así pues, volvemos a encontrarnos ante una aventura de acción y mundo abierto que sigue a pies juntillas la fórmula de sus predecesores, permitiendo que nos balanceemos por Nueva York con total libertad mientras detenemos crímenes, vivimos intensas misiones que hacen avanzar la trama principal, combatimos a supervillanos, nos entretenemos con diversas actividades secundarias y conseguimos recursos para desbloquear trajes y mejorar nuestros artilugios y atributos.
Una de las grandes novedades es que esta vez la historia está protagonizada tanto por Peter Parker como por Miles Morales, por lo que iremos alternando el control entre ambos dependiendo de lo que dicte el guion. En esta ocasión, la premisa argumental parte de la llegada de Kraven a la Gran Manzana, un despiadado cazador que no se conforma con dar caza a simples bestias y que comienza a sembrar el caos por toda la ciudad junto a su grupo de seguidores.
A partir de aquí se desarrolla una trama apasionante, escrita con muchísimo gusto y que se guarda bajo la manga innumerables sorpresas y momentazos épicos que nos han puesto los pelos de punta. Es difícil hablar en profundidad sobre su narrativa sin caer en destripes, pero os podemos asegurar que los guionistas de Insomniac Games han hecho un trabajo soberbio a la hora de construir un relato interesante y coherente en el que todos los personajes tienen su importancia.
De hecho, es aquí donde radica la auténtica grandeza de la historia: en sus protagonistas y sus villanos. Sí, hay muchísimas más virtudes que destacar, como la forma en la que se reinterpretan algunos de los arcos argumentales más importantes de los cómics para introducir ingeniosos giros en ellos que no nos hemos visto venir o la manera en la que todas las subtramas están entretejidas para conectar unas con otras y crear un todo muy sólido, pero, al final, son sus personajes los que han conseguido que nos hayamos sumergido de lleno en lo que nos estaban contando, emocionándonos, riendo y llorando con ellos.
Si hay algo que siempre ha caracterizado a Spider-Man es que es alguien con el que todos nos podemos sentir identificados. Puede que sea un superhéroe porque el destino o el azar quisieron que le picase una araña radiactiva que le diese poderes, pero bajo la máscara hay una persona como cualquiera de nosotros que se tiene que preocupar de cosas cotidianas como pagar la hipoteca, encontrar y mantener un trabajo, terminar los estudios, cuidar a sus familiares o sacar tiempo para socializar con los amigos y estar con su pareja. Y esta es precisamente una de las facetas del trepamuros que mejor se han captado en esta secuela, donde Peter y Miles son tan importantes o más que sus alter egos.
El juego no teme darnos el control de ambos sin sus icónicos trajes cuando tiene que hacerlo para ponernos en su piel y mostrarnos de una forma más cercana los problemas con los que tienen que lidiar y las dificultades y quebraderos de cabeza que sufren en sus intentos por encontrar el ansiado equilibrio que les permita conciliar sus responsabilidades como héroes con sus propias vidas personales, lo que consigue darle un aroma muy auténtico al relato que consigue que de verdad sintamos que estamos viviendo una gran historia de Spider-Man.
Lo mejor es que todo esto no se reduce únicamente a ambos Spider-Men, sino también a los personajes que los rodean, tanto amigos como enemigos, quienes los complementan a la perfección. Aquí nos ha gustado especialmente la relación de Peter con Harry y Mary Jane, aunque tampoco nos podemos olvidar de destacar el magnífico tratamiento que se le ha dado a villanos tan icónicos como Kraven o Venom, cuyas nuevas versiones difícilmente nos podrían haber gustado más.
Ojo, con esto no queremos decir que ahora el guion sea menos intenso o haya perdido ritmo, ya que, de hecho, es justo al contrario, pues estamos hablando de un juego mucho más oscuro y dramático que empieza pisando el acelerador hasta el fondo y no lo suelta hasta que ha terminado su última escena poscréditos. En las casi 15 horas que dura, no nos han dejado respirar ni un solo momento y cada vez que creíamos que la cosa se iba a relajar tras jugar una misión espectacular que nos había dejado sin aliento, nos sorprendían justo a continuación con algo incluso más increíble.
Podríamos escribir muchísimos más párrafos para detallaros de forma pormenorizada los motivos por los que nos ha gustado tanto una historia que, en realidad, es bastante sencilla, pero Insomniac se ha guardado tantísimas sorpresas que nos negamos a arruinarlas para que podáis disfrutarlas del mismo modo que lo hemos hecho nosotros. Así pues, solo diremos que si alguna vez habéis disfrutado de las aventuras del cabeza de red, ya sea en cómics, películas, series o videojuegos, aquí vais a encontrar un guion a la altura del legado del personaje.
El simulador de Spider-Man definitivo
Centrándonos ya en la jugabilidad como tal, nos toca reincidir en que estamos ante una secuela extremadamente conservadora que no busca en ningún momento reinventar la rueda ni revolucionar nada, sino tomar la excelente base de los dos títulos anteriores para pulirla y llevar la experiencia de juego al siguiente nivel.
Esto, de entrada, significa que volvemos a tener un sistema de desplazamiento soberbio que permite que nos movamos por Nueva York balanceándonos, trepando y corriendo por las superficies de los edificios como si fuésemos el auténtico Spider-Man mientras realizamos todo tipo de elegantes acrobacias, unos combates muy ágiles, entretenidos y con las suficientes posibilidades como para no cansar y permitirnos ser creativos y un mundo abierto con una estructura muy estándar basada en iconos para indicarnos la localización de sus misiones principales, coleccionables y actividades secundarias.
Sin embargo, hay múltiples mejoras y pequeñas novedades aquí y allá que hacen que ahora todo sea mucho más divertido y gratificante que antes, empezando por lo mucho que se ha incrementado la velocidad a la que nos podemos mover. Gracias a las posibilidades de PS5, ahora podemos balancearnos y desplazarnos bastante más rápido que en los juegos anteriores sin que la carga gráfica se resienta, lo que a su vez ha permitido introducir nuevas técnicas como la posibilidad de crear un "tirachinas" improvisado para salir disparados hacia el cielo y atravesar la Gran Manzana como una bala.
Aquí también destaca la introducción de las alarañas, las cuales podremos desplegar con tan solo un botón para volar y planear, pudiendo incluso aprovechar las corrientes de aire que encontremos para ganar altura y velocidad. Lo mejor es que se trata de una mecánica genialmente integrada que no resta protagonismo a los balanceos de toda la vida, por lo que, al final, es un recurso más y muy divertido que usaremos de forma natural e instintiva junto al resto de nuestras herramientas.
De hecho, se trata de un añadido que va en consonancia con la inclusión de los distritos de Brooklyn y Queens, donde los edificios no son tan altos como en Manhattan y nuestras redes pierden efectividad. Por cierto, estas nuevas localizaciones hacen que el mapa sea el doble de grande que en las dos entregas anteriores, aunque ahora nos movemos tan rápido que vamos a tardar lo mismo que antes en llegar a los sitios sin necesidad de usar la función de viaje rápido. Y hablando del viaje rápido, las paradas de metro se han sustituido por un un nuevo y sorprendente sistema que nos permite señalar cualquier lugar del mapa para aparecer ahí instantáneamente sin tiempos de carga apreciables, una auténtica virguería técnica que, sinceramente, apenas hemos usado, ya que desplazarse por Nueva York es tan divertido y placentero que siempre hemos ido "a pata" a todos lados.
Continuando con los logros técnicos, cabe señalar que siempre y cuando no estemos en una misión y la historia lo permita, podremos alternar el control entre Peter y Miles cuando queramos, algo que, nuevamente, realizaremos de forma instantánea y sin carga visible. Eso sí, fuera de combate y aunque sus animaciones sean distintas, el control de ambos es prácticamente el mismo, por lo que es una pena que no se haya aprovechado para diferenciarlos un mínimo con alguna mecánica de movimiento exclusiva que le dé un peso mayor a la decisión de querer jugar con uno u otro.
Acción arácnida
Por supuesto, como buenos superhéroes que somos no nos van a faltar criminales y supervillanos a los que combatir, uno de los aspectos que más han mejorado en esta secuela. La base es la misma de siempre: realizar combos básicos con un botón, esquivar prestando atención a nuestro sentido arácnido, ejecutar ataques cargados con los que mandar a los enemigos por los aires y utilizar nuestras redes y artilugios para ganar ventaja táctica. Todo esto sigue funcionando de maravilla y no vais a tardar ni 5 minutos en sentiros como en casa repartiendo guantazos a diestro y siniestro.
Eso sí, ahora no os va a bastar solo con esquivar para defenderos, ya que se ha introducido un botón de bloqueo con el que protegernos de ciertos golpes, pudiendo incluso hacer una parada perfecta para romper la ofensiva del rival e iniciar un contraataque. Algo tan simple como esto, consigue dotar de una capa de profundidad extra a los enfrentamientos, ya que existen movimientos que solo pueden ser esquivados y otros que únicamente pueden bloquearse, obligándonos a estar más atentos que nunca para identificar cómo debemos responder ante cada ataque.
A esto también contribuye la nueva galería de enemigos que van a salir a nuestro paso, mucho más amplia y variada que en los dos primeros títulos, lo que trae consigo nuevas mecánicas y trucos con los que deberemos aprender a lidiar para desarrollar nuestras estrategias de combate, ya sea para priorizar ciertos blancos o para encontrar la forma en la que podemos abrir la defensa del contrario.
También nos ha gustado la manera en la que se han equilibrado ciertas cosillas, como una barra de concentración más estricta y que cuesta más rellenar para curarnos y ejecutar remates o la eliminación de ciertas pasivas y gadgets que convertían los enfrentamientos en un simple trámite. No es que sea un juego extremadamente complicado y en Difícil hemos muerto muy pocas veces, pero sí que nos ha parecido sensiblemente más desafiante que sus predecesores al castigar con mayor severidad nuestros errores e introducir más mecánicas y enemigos que complican el desarrollo de las batallas, obligándonos a jugar bien y a estar muy atentos en todo momento.
Pero, sin duda alguna, la mayor novedad de los combates la tenemos en el propio Peter. Al igual que Miles, Parker cuenta ahora con habilidades que necesitan recargarse tras su uso. Eso sí, mientras que su compañero usa sus poderes eléctricos, él hace uso en un primer momento de unas patas mecánicas, aunque el plato fuerte llega en el momento en el que adquirimos el mítico traje negro del simbionte, cuyo papel en lo jugable y argumental es importantísimo.
Todo lo que rodea a este "atuendo" es una auténtica genialidad y tiene algunos giros brillantes que hacen que cobre muchísimo sentido el diseño que se le ha dado, pero cuesta describir con palabras lo que transmite cuando luchamos con él puesto, pues adquirimos unas habilidades extremadamente contundentes y violentas que nos han hecho sentir el mismo éxtasis que el simbionte hace sentir a Peter.
Es una auténtica pasada la sensación de poder que transmite y resulta incluso adictivo ponerse a masacrar enemigos con él, pudiendo desatar un modo furia que nos convierte en una máquina de picar carne al permitirnos enlazar multitud de ejecuciones distintas con las que dejamos a nuestros rivales listos para hacer una visita al hospital.
Jamás se había representado con tantísimo acierto y precisión el poder del simbionte en un videojuego y ya os avisamos que resulta muy impactante ver a nuestro héroe pasar de pelear con gracia y agilidad a destrozar criminales con brutalidad y sin miramientos de ningún tipo, marcando una interesante diferencia con la forma de pelear de Miles.
Arañas sigilosas
En cambio, si lo preferimos, en muchos momentos podremos optar por la sutileza para deshacernos de nuestros enemigos sin llamar la atención, teniendo aquí nuevamente uno de los puntos más débiles del juego. Realmente, con Peter y Miles no hay ninguna situación que no pueda ser resuelta a tortazos y esta vez las pruebas de sigilo han desaparecido, por lo que se trata de un recurso incluso más opcional y menos importante que antes.
A grandes rasgos, funciona exactamente igual que en los dos títulos anteriores, pudiendo ejecutar a nuestros rivales desde las paredes y techos sin hacer ruido mientras vigilamos que no haya ningún otro criminal que esté viendo a nuestra presa y pueda dar la voz de alarma si la atacamos. La IA de los rivales es extremadamente básica y nos bastará con lanzar telarañas a los objetos de los escenarios para hacer ruido y forzar a que se separen de sus compañeros. Además, no desarrollan tácticas de ningún tipo para darnos caza, no tienen mecánicas para combatirnos y ponernos las cosas difíciles y sus reacciones son tan básicas que podemos hacer con ellos lo que queramos.
La novedad es que ahora contamos con un nuevo artilugio que nos permite colocar telarañas a modo de cables para movernos sobre ellos, pudiendo tejer auténticas redes sobre las cabezas de los criminales para ejecutarlos desde posiciones ventajosas. No os vamos a engañar, este dispositivo es divertido y satisfactorio de usar, pero se carga por completo la poca dificultad que podía tener el uso del sigilo, trivializando por completo sus mecánicas. ¿El motivo? No tiene límite de usos y podemos colocar todos los "cables" que queramos.
Una aventura épica, intensa y muy emocionante
En lo que respecta a las misiones de la historia principal, solo tenemos buenas palabras. No es que tengan un diseño rompedor, pero resulta imposible no aplaudir lo bien llevadas que están y la cantidad de momentazos, sorpresas y situaciones distintas de las que hacen gala, incluyendo algunas de las set pieces más impresionantes y espectaculares que hemos visto nunca en un videojuego.
Sí, la mayor parte del tiempo nos lo vamos a pasar combatiendo, pero también hay espacio para resolver pequeños puzles, superar minijuegos (la cantidad de estos que hay nos ha sorprendido de verdad), persecuciones a toda velocidad, momentos puramente narrativos, luchar contra supervillanos y, en definitiva, disfrutar de una aventura intensísima en la que siempre están pasando cosas y que nos hacen sentir como auténticos superhéroes. Además, siempre consigue plantear los combates y la acción de formas diferentes que aportan variedad, regalándonos multitud de secuencias que nos van a tener al borde del asiento sin querer parpadear para no perdernos detalle.
Siendo justos, en este popurrí de mecánicas sigue habiendo algunos tramos que quedan un peldaño por debajo, como en los que controlamos al Spider-Bot, aunque estos se han reducido al mínimo y son tan pocos, cortos e inocuos que no llegan a afectar a la experiencia. Por cierto, las secciones de Mary Jane han vuelto, aunque ahora son infinitas veces más llevaderas y están mucho mejor. El principal motivo de esto es que ahora no fracasaremos la misión automáticamente cuando nos vean, por lo que tendremos la opción de intentar escabullirnos para que nos pierdan de vista. Es más, podremos hasta contraatacar y contaremos con herramientas para noquear, así que tenemos algo más de libertad de movimiento.
Como es lógico, no esperéis que estén a la altura de los momentos en los que controlamos a Peter o Miles, pero cumplen con solvencia y han mantenido vivo nuestro interés y nuestras ganas de seguir jugando. Y mucho ojo con una de ellas que nos ha hecho fantasear con un juego de terror desarrollado por Insomniac Games.
Los jefes más espectaculares
Evidentemente, el plato fuerte de la aventura lo tenemos en los combates contra los jefes, los cuales se han mejorado una auténtica barbaridad respecto a lo que vimos en las entregas anteriores. Hay bastantes y todos ellos destacan por tener varias fases distintas, una puesta en escena que quita el hipo y mecánicas únicas a tener en cuenta. Son peleas intensas, desafiantes, variadas y muy espectaculares que hacen justicia de verdad a los supervillanos que las protagonizan, y ya no se basan tanto en repetir un patrón una y otra vez como en un verdadero intercambio de golpes en el que debemos buscar los huecos para atacar mientras bloqueamos, esquivamos y aprovechamos el escenario en nuestro favor. Además, la enorme carga narrativa que suelen tener asociada y las cosas que ocurren entre una fase y otra de la batalla las hace incluso mejores, elevando la épica a niveles que no imaginábamos que alcanzaría. Y si no nos creéis, esperad a ver cosas como los últimos duelos del segundo acto o el enfrentamiento final.
Una Nueva York mejorada que todavía no ha alcanzado su máximo potencial
Más allá de la brillante historia principal, volvemos a disponer de una serie de actividades opcionales con las que entretenernos explorando su mundo abierto, donde nos hemos encontrado un poco de todo, tanto para bien como para mal. Por un lado, existen una serie de misiones secundarias que nos han gustado mucho consistentes en ayudar a diversos ciudadanos con sus problemas, pues dejan atrás la épica y grandilocuencia de la trama central para mostrarnos que para Peter y Miles no hay problema pequeño y que tan importante es detener a un grupo de cazadores que está sembrando el terror por la ciudad que ayudar a una chica a encontrar a su abuelo, colaborar con un estudiante para que pueda hacer una declaración especial a su novio o cumplir con la última voluntad de un viejo amigo. Son encargos que nos muestran el lado más humano y cercano de Spider-Man, dejándonos para el recuerdo una serie de momentos preciosos, conmovedores y, en ocasiones, muy divertidos y graciosos.
Por otro lado, hay un par de cadenas de misiones más serias y sorprendentemente elaboradas que también hemos disfrutado mucho, aunque la suma de todas ellas es escasa. Aquí también nos gustaría destacar las nuevas pruebas de combate, muy originales, variadas y divertidas (aunque quizá algo fáciles), las cuales merece la pena completar aunque solo sea por la espectacular misión final que desbloquean. Adicionalmente, existen unos experimentos que ofrecen unas misiones variadas y muy ligeras que sin ser ninguna maravilla, entretienen.
Lamentablemente, el resto de contenidos opcionales no nos han terminado de gustar tanto, ya que suelen consistir en la repetición de una misma tarea básica numerosas veces, como perseguir volando a un pájaro robótico, destrozar réplicas de Sandman, detener crímenes (igual de sosos y anecdóticos que siempre), asaltar las bases de los cazadores, sacar fotos en los lugares marcados o recoger Spider-Bots coleccionables, por mencionar algunos ejemplos. Al menos, se agradece que casi todo tenga un mínimo de narrativa que nos anima a llegar hasta el final para desentrañar algún misterio. Evidentemente, huelga decir que todo lo que hagáis os dará puntos de experiencia para subir de nivel y recursos con los que desbloquear nuevos trajes y mejorar vuestros gadgets y atributos, como la cantidad de vida máxima o el poder de ataque.
En cuanto a la duración, a nosotros la historia principal con un 75 % de juego completado nos ha durado 19 horas, por lo que si vais al grano y no os entretenéis podéis completarla en unas 15 sin demasiados problemas. El 100 % lo alcanzamos a las 23 horas y el trofeo de Platino sin guía lo desbloqueamos a las 25 horas.
Como veis, se trata de una duración muy comedida que no se aleja demasiado de las cifras de la entrega original, algo que nos parece perfecto, pues se nota que Insomniac ha preferido apostar por la calidad antes que por la cantidad, como bien demuestra todo lo relacionado con la trama central, donde no encontraremos ni un solo momento de relleno. Además, al no haber una cantidad desmesurada de cosas por hacer, lo secundario nunca abruma y anima a que queramos invertir tiempo en completarlo todo.
El juego de superhéroes más espectacular
Donde tampoco decepciona es en su apartado gráfico, uno de los más potentes que hemos visto en todo lo que llevamos de generación. La calidad de las texturas, la iluminación, el trazado de rayos, el extremo detalle de la ciudad, los modelados, las expresiones faciales, las animaciones, los efectos, la puesta en escena, la dirección de arte, el diseño de los personajes… Todo está a un nivel simple y llanamente sobresaliente. Y eso por no hablar de las virguerías que hace con los tiempos de carga, incluyendo algo similar a los portales de Ratchet & Clank: Una Dimensión Aparte en un par de misiones o secuencias en la que los personajes recorren volando media ciudad en apenas un par de segundos. Si nos ponemos puntillosos, los modelos de los NPC y transeúntes de la ciudad no sorprenden, algo perfectamente comprensible en un juego de mundo abierto como este que pone tantísimos elementos en pantalla.
En lo que respecta a sus modos gráficos, tenemos Fidelidad y Rendimiento, 30 fps y 60 fps respectivamente, ambos con trazado de rayos. Adicionalmente, podemos activar el modo 120 Hz y contamos con dos configuraciones para el VRR, por lo que es un juego muy personalizable si disponemos de un buen televisor. Nosotros lo hemos probado en todas las configuraciones y todas rinden y se ven genial (a nosotros nos ha gustado especialmente Fidelidad con 120 Hz y VRR suave), así que escojáis la que escojáis, acertaréis seguro. Todo depende de vuestros gustos y preferencias personales.
La banda sonora ha vuelto a correr a cargo de John Paesano, quien nos deleita con unos temas mucho más épicos y con más carácter y presencia que nunca, manteniendo ese toque heroico, evocador y emocionante que se espera de una producción de este calibre, lo que termina de ponerle la guinda a cada escena. A destacar las diferencias de estilo entre las composiciones de Peter y las de Miles (más solemne frente a melodías influenciadas por el hip hop), así como las diferentes remezclas del tema principal de la saga. Y sí, el uso de la música en el juego es soberbio.
Los efectos son de una calidad altísima y el uso de la tecnología de audio 3D de la consola es apabullante, permitiéndonos detectar con total claridad la localización de la que proviene cualquier ruido que escuchamos con tan solo prestar atención a nuestros oídos. Finalmente, el doblaje nos llega completamente en español con los mismos aciertos y errores de sus predecesores, como la portentosa actuación de Mario García como Peter, quien vuelve a clavar al personaje y sale muy bien al paso de la difícil papeleta que suponen los múltiples registros por los que pasa nuestro héroe a lo largo de la aventura por culpa del simbionte. El resto del reparto, sin ser ni mucho menos malo, sí que nos ha parecido un tanto más flojo, perdiéndose por el camino numerosos matices y acentos, algo que sigue pareciéndonos especialmente sangrantes en el caso de Miles y su madre.
En el caso de que os interese, el juego permite jugar con voces en inglés y subtítulos en español, algo que os recomendamos que probéis si no tenéis problemas con el idioma, ya que el trabajo de los actores originales está directamente a otro nivel y no admite comparación posible, desde la inigualable actuación de Yuri Lowenthal como Peter Parker (esperad a escucharlo enfadado cuando tenga el simbionte) hasta la terrorífica interpretación de Tony Todd como Venom, quien ha llegado a meternos auténtico miedo en el cuerpo.
Conclusiones
Marvel’s Spider-Man 2 es, sin discusión alguna, el mejor juego que se ha hecho jamás de este icónico superhéroe. Una aventura con mayúsculas que hace gala de una historia fantástica, unos personajes que enamoran, un sistema de desplazamiento que no conoce rival, un ritmo trepidante, unos combates divertidísimos, unos jefes que dejan sin habla, unas set pieces increíbles y un apartado audiovisual impecable. Sí, juega sobre seguro y la fórmula es prácticamente idéntica a la de los dos títulos anteriores, pero se ha perfeccionado y mejorado tanto que, al final, no podría importarnos menos, ya que el salto de calidad que se ha dado con esta secuela es enorme y eso es lo realmente importante. Si os gustaron sus predecesores y os quedasteis con ganas de más o simplemente os apetece una gran aventura de acción con superhéroes en mundo abierto, aquí tenéis una cita prácticamente imprescindible a la que no podéis faltar. Y si, al igual que nosotros, os apasiona todo lo que tiene que ver con Spider-Man, directamente os va a parecer un sueño hecho realidad.
Hemos escrito este análisis gracias a un código de descarga que nos ha proporcionado PlayStation.