Análisis Hot Wheels Unleashed 2, más vehículos, más modos, misma diversión (PS5, PC, Xbox Series X/S, Switch, PS4, Xbox One)

Milestone estrenó en 2021 el primer Hot Wheels Unleashed, un juego de velocidad protagonizado por esos vehículos en miniatura de Mattel que habían aparecido como invitados en otros títulos de conducción, pero que merecían una producción a la altura dedicada en exclusiva a estas réplicas -el más reciente en ese momento, Hot Wheels: El Mejor Piloto del Mundo, se había lanzado en 2013-. De ello se encargó el estudio italiano especializado en motociclismo, y no lo hizo nada mal, de hecho nos encantó.

Ahora nos llega Hot Wheels Unleashed 2 – Turbocharged, una secuela que quiere profundizar en la diversión arcade del original y, según la desarrolladora, aplicar los cambios más demandados por la comunidad. Lo que tenemos es un juego perfecto para jugar en compañía, local u online, descubrir su renovada campaña, y sobre todo coleccionar muchos, muchos vehículos de Hot Wheels que esta vez, no se reducen únicamente a coches.

Cariño, he encogido a los pilotos

Hot Wheels Unleashed 2 vuelve a demostrar la versatilidad de la desarrolladora, que de juegos como MotoGP 23 y Ride 5 con mayor o menor realismo y "seriedad", también sabe adaptarse a la competición más desenfadada, con unas físicas peculiares –similares a un Trackmania- y ofrecer un completo editor con el que crear nuestras propias pistas o decorar los vehículos, y luego compartirlo con el resto de usuarios. Fue uno de los puntos fuertes del primero –más de medio millón de circuitos creados por los jugadores- y es previsible que este éxito se extienda en Unleashed 2.

Todo lo visto en el primer Hot Wheels Unleashed está aquí, así que nos centraremos en las novedades. Esta vez la variedad de vehículos se amplía con motocicletas y ATV, lo que significa que además de las diferencias en velocidad punta, aceleración, control, etc. que ya tienen de por sí los coches, ahora deberás aprender la sensibilidad de estas incorporaciones a nada que quieras probar la diversidad de tu colección. Una moto no gira igual que un coche, es más inestable, pero tiene sus ventajas sobre todo porque al ser tan pequeña se puede colar sin problemas en cualquier tapón que se forme en carrera.

Hay más de 130 vehículos –el doble de los que debutaron en el primer juego, aunque luego ese garaje se amplió enormemente con actualizaciones y DLC-. Nuestros favoritos siguen siendo los coches, hay para todos los gustos, sean originales, basados en marcas reales e incluso popularizados por el cine. Ahora estos vehículos se pueden adquirir con la moneda virtual que obtenemos con la competición, con una selección disponible va cambiando cada pocas horas. No cae tanto en el sistema de cajas de botín: sabes qué vas a conseguir de antemano.

Hay algunos ligeros cambios aquí y allá, como una nueva manera de mejorar cada vehículo que nos permiten ser más competitivos sin necesidad de cambiar nuestro vehículo favorito, pero estos ajustes a veces conllevan una contrapartida relacionada con el turbo. Al igual que en Hot Wheels Unleashed, todos los vehículos pueden ganar –son coches de juguete, ¡no sigue las reglas de un simulador!-; las diferencias están más en su tipo de categoría y cómo sepamos aprovechar estas fortalezas. Por ejemplo, la categoría Bólido va como un tiro en rectas, Ágil son más sensibles al control, "De Derrape" es para dominar las curvas, los Pesado se imponen con su tamaño –inmunes a algunos módulos y con gran depósito de turbo-, Todoterreno se especializan en el terreno fuera de la pista –los suelos, que ahora cobran mucho más protagonismo en las 50 pistas "oficiales"- y Equilibrado son sencillamente los más redondos en todos los aspectos.

La selección de entornos nos trae cinco zonas para competir: el jardín trasero de una casa, un minigolf estilo Salvaje Oeste, una gasolinera con restaurante, un museo de dinosaurios, un salón arcade y otro neutral para nuestras creaciones. Nos han gustado más que los disponibles en el primer Hot Wheels Unleashed, tienen más personalidad, lucen muy bien en Unreal Engine y cada entorno es suficientemente amplio para que cada circuito se centre en un área o altura diferente del mapa, aunque el número nos sigue pareciendo más bien escaso y habríamos agradecido algunas localizaciones más.

¿Y cómo es en carrera? Hot Wheels Unleashed 2 no trae grandes sorpresas y por ejemplo rehúye del armamento o power ups para entorpecer a rivales –suponemos que por cuestiones de la licencia- así que de nuevo pueden ser carreras poco agresivas si las comparamos con juegos de karts más competitivos y fantásticos. No obstante, el turbo juega un papel fundamental para la victoria y la idea es dosificar su uso, obtener la mayor cantidad con rebufos y derrapes, pasar por las placas de impulso y en definitiva, dar cada vuelta casi por completo a la máxima velocidad. En la dificultad más baja dejaremos atrás a la IA en la primera curva y el único riesgo para perder son las caídas fuera del circuito, pero evidentemente, contra jugadores humanos es otra historia y gana muchos tantos en emoción. Por cierto, trae un puñado de asistentes para dirección, frenadas y aceleración en línea con lo visto en otros juegos de Milestone.

Hay algunos movimientos nuevos que consumen turbo como las embestidas laterales para echar fuera a los oponentes en el momento justo y un botón de salto para alcanzar plataformas o evitar trampas; de nuevo, hay zonas del escenario que perjudican a los participantes, y de hecho se han potenciado los elementos interactivos con físicas. Estos movimientos van dirigidos a los más jugones, aquellos que van a jugar online, porque es probable que el usuario más casual no sepa aprovecharlo y quede como una mera anécdota. Sin embargo, los saltos nos permiten crear atajos, recortar tramos enteros del circuito siempre y cuando pasemos por todos los puntos de control. Conocer las pistas y sus trucos marcará la diferencia en los pilotos de segunda y los auténticos campeones.

Otra de las novedades de la secuela es que ahora su campaña no es la fría red de nodos que teníamos en el primer juego, sino que se cuenta una pequeña historia –voces en español- con personajes y una amenaza, Hot Wheels Creature Rampage. En la práctica no es que sea una gran diferencia –seguir una ruta con las pruebas-, pero las secuencias intercaladas de cómic animado pueden gustar a los más pequeños de la casa. Milestone aquí está equilibrando el atractivo del juego para todo tipo de público y no descuida que un gran porcentaje de fans de Hot Wheels serán niños.

Más interesante es que Hot Wheels Unleashed 2 amplía el tipo de pruebas que van más allá de las carreras rápidas y las contrarreloj, con reglas como Drift Master -desafíos de derrape para conseguir puntos-, Eliminación –cada poco tiempo se elimina al corredor que va en cola- o Parada, una especie de yincana fuera del circuito, en el minimundo abierto que alberga las carreras –básicamente, pasar por unos puntos de control en el menor tiempo posible-. También veremos carreras especiales para derrotar a jefes: golpear unos objetivos dispersos por la pista, como si se tratasen de puntos de control, y algunos modos más exclusivos del online -incluyendo un derby de destrucción-. Al final esto sirve para hacer su campaña más variada, que no se limita a una sucesión de carreras contra la IA.

Hot Wheels Unleashed 2 es terriblemente divertido, al menos si jugamos con rivales de nuestro mismo nivel. La única pega es que quizás muchos de los cambios de esta entrega no revolucionan la base tanto como nos gustaría. Sí, es innegable que se trata de un juego más completo que Hot Wheels Unleashed: más variedad de vehículos, algunos movimientos extra y visualmente nos gusta más, pero las sensaciones generales son parecidas y hay aspectos que nos siguen pareciendo un poco limitados por cuestión de la licencia.

Conclusiones

Hot Wheels Unleashed 2 encantará a los fans del original. Si has exprimido aquel y buscas "más de lo mismo", Milestone te ha dado justo lo que quieres… Con algunas mejoras. Hay más modos de juego, nuevas habilidades para molestar a los rivales y una mayor variedad de vehículos –con impacto en el control- más una pequeña historia que hila los eventos de su campaña. Por no hablar de la cantidad ilimitada de pistas que podemos descargar o crear: nunca quedará corto de trazados.

Hay otras alternativas arcades en el mercado, más competitivas, disparatadas e incluso gratuitas, pero esta secuela corrige ciertos aspectos de su predecesor desde un inicio y garantiza muchas horas de entretenimiento para jugadores de todas las edades, sean o no aficionados al coleccionismo de Hot Wheels.

Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 con un código proporcionado por Plaion.