Análisis FBC: Firebreak, un multijugador poco brillante de los creadores de Control y Alan Wake (PS5, Xbox Series X, PC)

En los últimos años casi todos los estudios han buscado un éxito multijugador porque cuando un título da el pelotazo, es una fuente de ingresos constante. A veces estos juegos llegan de estudios muy asociados a aventuras para un jugador, como es el caso de Remedy Entertainment (Control, Alan Wake, Quantum Break), conocidos por juegos de acción con narrativa y fuerte ambientación. FBC: Firebreak es, por esa razón, casi un giro de 180º respecto a lo que estábamos acostumbrados del estudio finlandés.
Conocemos este proyecto desde 2021, cuando Remedy hablaba de Project Condor como una iniciativa para explorar el universo del Federal Bureau of Control desde una perspectiva cooperativa. Quizás para garantizar una comunidad mínima durante su debut, ya que no hablamos de un free to play, se estrena en las suscripciones de PS Extra y Xbox Game Pass.
Hora de limpiar la casa (inmemorial)
Cualquiera que esté acostumbrado a multijugadores competitivos o cooperativos modernos se sentirá un poco extraño con la simpleza de FBC: Firebreak. Remedy lo había avisado: un planteamiento directo para partidas rápidas y "sin obligación" que aspira a convertirse en un juego que quede instalado en tu consola o PC al que volver con amigos o simplemente cuando te apetece. Sin pases de batalla temporales, sin eventos y sin recompensas por entrar al juego; un planteamiento a la vieja usanza, en definitiva.
En cierta manera FBC: Firebreak nos ha recordado al típico multijugador que solía acompañar a los juegos hace un par de generaciones, y este título independiente podría formar parte de Control o del futuro Control 2. Han confirmado actualizaciones gratuitas en un futuro, pero es verdad que no da la sensación de ser el típico juego como servicio que aprovecha el FOMO para exigir dedicación exclusiva cada día de la semana, lo cual podemos decir que es positivo... Aunque plantea algunos peligros sobre su vida durante los próximos meses o años.
Lo que tenemos por tanto es un shooter en primera persona, y no en tercera como suele ser habitual en Remedy, con cooperativo para equipos de tres jugadores, aunque se puede probar en solitario; jugarlo así no tiene demasiada gracia, es casi como un entrenamiento para conocer el tipo de misiones o mapas, pero por al menos la opción existe.
Cada uno de estos trabajos ofrece varios ajustes, incluyendo la dificultad, el nivel de amenaza o la corrupción (modificadores y la aleatoriedad). A más desafío mejores recompensas, que luego podrás gastar en equipamiento nuevo y ventajas, que es donde está el sistema de progreso. Además de los cambios estéticos podrás personalizar tu arma, granada y esas ventajas que son un largo listado de bonificaciones para tu personaje, el armamento, los efectos, el equipamiento o frente a los enemigos: más granadas, curación rápida, balas con efectos elementales, movimiento mejorado...
Uno de los aspectos de personalización más importante es el kit de crisis, que viene a ser la clase en FBC: Firebreak. El kit de reparación nos da una llave inglesa para tambalear a los enemigos, pero su mayor utilidad es la reparación de maquinarias, como las torretas automáticas que de vez en cuando encontramos en los mapas; el kit eléctrico descarga rayos, mientras que el kit de limpieza sirve tanto de manera ofensiva como para apagar incendios de manera rápida. Hay ciertas sinergias entre estas armas si se aprovechan bien.
Una vez seleccionamos el trabajo, visitamos localizaciones de la Casa Inmemorial en crisis, generalmente plantas de oficinas con algún tipo de fenómeno paranormal al que deben hacer frente los firebreakers. Cada misión tiene un objetivo para el que el grupo debe colaborar, sea interviniendo activamente o prestando apoyo para frenar las oleadas que irán apareciendo, y después escapar en el ascensor con el deber cumplido.
Estas tareas nos hacen arreglar algún tipo de maquinaria o recoger objetos, nada fuera de lo común en cuanto a gameplay, pero Remedy ha retorcido los encargos con ese misterio de Control. A veces hay que destruir toneladas de post-it, eliminar un extraño fluido rosa de turbinas, restablecer una ventilación o recoger un material radioactivo. En la práctica no difiere mucho de lo que has hecho en otros shooter del género (Warhammer: Vermintide, Warhammer 40,000: Darktide), pero con el encanto del universo de Remedy, aunque sea de manera superficial (en FBC: Firebreak no encontrarás la narrativa, contexto o las historias que caracterizan al estudio).
A medida que superas los cinco trabajos (dos más llegarán gratis este año) irás desbloqueando los niveles, que añaden más objetivos, áreas y amenazas. El primer nivel es muy simple (incluso apto en solitario), pero el tercer nivel ya se convierte en una auténtica batalla campal que exige coordinación entre los jugadores, sobre todo cuando entran en escena los enemigos más duros (mención especial al jefe de Dar la nota).
El pregunta es, ¿hay mucho cambio entre niveles de cada trabajo y los modificadores? No, añaden variaciones, como aumentar la salud de las criaturas o hacer los cadáveres explosivos, y en general a más complicación más diversión: en su máxima dificultad, con buenos aliados y un puñado de desbloqueables FBC: Firebreak saca todo su potencial y resulta divertido, pero eso exige pasar por unas primeras horas que no logran enganchar. Y claro, es inevitable encontrar que la repetitividad llega más pronto de lo esperado. El contenido de lanzamiento es muy escaso y eso no se soluciona aumentando el número de objetivos en cada trabajo ni lanzando más enemigos al grupo.
¿Quieres ampliar la personalización? Remedy ha optado por los Requerimientos, que algunos podrán comparar con los bonos de guerra de Helldivers 2, con mejores versiones de las armas, equipamiento y más. Siempre lo tendrás ahí, no desaparece con el tiempo, de manera que cumple lo prometido por Remedy: este juego no te pide estar pendiente de cada temporada o actualización.
FBC: Firebreak hace muchas cosas bien y en buena compañía (porque en solitario aburre rápido) entretiene durante algún tiempo. La principal pega es que queda en un multijugador simplemente correcto, con pequeños destellos de originalidad cuando aparece un enemigo cubierto de post-it o alguna otra criatura sobrenatural. Contra soldados o los enemigos estándar, tipo zombi, tenemos un shooter corriente... que es justo lo que no esperábamos decir de una producción de Remedy.
El control es aceptable (piensa en un movimiento "realista", un poco lento) y probablemente se beneficia de la experiencia de Remedy en la campaña de CrossfireX. Las armas, por cierto, son muy escasas; de nuevo esperamos que los planes postlanzamiento den "más de todo" (mapas, variedad de misiones, equipamiento...) porque tiene difícil resistir durante meses. También se echan en falta algunas mejoras en la interfaz para informar mejor de nuestros progresos, no hay chat de voz dentro de la partida (se puede corregir con Discord o sesiones de chat de voz en la plataforma, pero esa no debería ser la solución), y pide mejores tutoriales para entender todos sus sistemas o estrategias de batalla.
Una nueva demostración de Northlight Engine
La desarrolladora vuelve a hacer uso de su tecnología habitual, el Northlight Engine, y visualmente nos recuerda a Control, un poco menos espectacular (está diseñado para 60 fps y con momentos cargados de acción). La dirección artística hace mucho en este caso, así que sin tener el trabajo detrás que derrochaba Alan Wake 2, no se le pueden poner muchas pegas en este apartado.
El sonido sí nos ha decepcionado más; la música pasa muy desapercibida y cuando deberían destacar los efectos ambientales o explosiones, no cobran un gran protagonismo.
Conclusiones
En resumen, ¿cumple FBC: Firebreak con las expectativas? Para ser el primer multijugador del estudio no está mal siempre y cuando lo tomemos como un punto de partida. El escaso contenido, variedad e incentivos para repetir se siente con apenas unas cuantas partidas (verlo todo no llevará mucho más de 5 horas) tienen solución si las actualizaciones son constantes y frecuentes.
Pero no se puede negar que la mayoría de puntos fuertes de Remedy no están aquí, el alma del estudio es la excepción más que la norma en FBC: Firebreak, y hay dudas razonables sobre la salud de la comunidad una vez pase el efecto de su debut.
Hemos escrito este análisis con un código de descarga de la versión PS5 proporcionada por Remedy Entertainment.

NOTA
Puntos positivos
Puntos negativos
En resumen
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