Análisis Dynasty Warriors 9 Empires, nueva oportunidad de cambiar la historia de Tres Reinos (PS5, Xbox Series X/S, PC, Xbox One, Switch)
Dynasty Warriors regresa, pero esta vez con su versión Dynasty Warriors 9: Empires. Tal y como viene siendo habitual en las producciones de Omega Force con su saga musou, tras una entrega principal llegan las expansiones independientes centradas en la estrategia y los elementos tácticos –sin por ello perder el componente de acción-. Sin embargo, esta vez Empires ha tardado más de lo esperado –Dynasty Warriors 9 se lanzó en 2018- y eso requiere poner en contexto qué ha sucedido desde entonces.
Dynasty Warriors 9 se presentó como una de las entregas más ambiciosas de Omega Force, especialmente influenciado por los juegos de mundo abierto. Sobre el papel era la evolución lógica y parecía una buena idea: en lugar de mapas cerrados, amplios pero con límites, se quiso llevar la guerra a una enorme recreación de China con libertad de desplazamiento e incluso clima dinámico.
El resultado en cambio no era el esperado: perdió ritmo, el multijugador y carecía de la vida que normalmente gozan las superproducciones del género. Dynasty Warrior cambió su identidad por un tipo de juego con una gran competencia, con una reacción más fría de lo esperado tanto por los fans como la crítica.
Vive o reescribe la historia de los Tres Reinos
Con el antecedente de Dynasty Warriors 9, Omega Force ha trabajado para diferenciar Dynasty Warriors 9: Empires de su predecesor y volver a lo que gustaba, de ahí el tiempo que se ha tomado en rediseñar varios aspectos a la vez que equilibra de nuevo el componente hack’n slash "1 vs 1000" con mecánicas de estrategia; lo que decides antes de la batalla, o las gestiones con la diplomacia, tienen un gran impacto en el desarrollo de los acontecimientos posteriores y el devenir de toda China, seas un guerrero independiente –oficial errante-, un general o un gobernante.
Una vez más nuestro objetivo es la conquista de la antigua China a lo largo de una serie de eventos históricos entre los que se encuentran la rebelión de los Turbantes Amarillos, la Batalla de Chibi y otros acontecimientos. Empires ha dejado a un lado el sistema de mundo abierto como pilar jugable, así que su desarrollo es más clásico para lo que solemos ver en esta subsaga; según sus creadores, esto permite un mejor ritmo que lo visto en Dynasty Warriors 9. También, heredado de otro juego de Koei Tecmo, el editor se ha reinventado con la base de NiOh 2 –es potente, pero hay limitaciones que quizás no gusten a todos los fans-. Ah, y como su predecesor, nos llega con textos traducidos al español, algo que sin duda agradecerán muchos jugadores a la hora de navegar por menús.
Como comandantes enviaremos unidades a capturar zonas estratégicas del mapa, activaremos estratagemas y participaremos en asaltos a castillos para controlar estas fortalezas clave, o en su lugar, los defenderemos. Dynasty Warriors 9: Empires dispone de armas para cercar e invadir –por ejemplo arietes, o un gancho para entrar en el castillo y abrir las puertas desde el interior- y enfrentarnos a los comandantes en batallas decisivas. También contamos con planes secretos –elegidos durante la preparación de la batalla- con condiciones para el éxito que, una vez cumplidas, proporcionan efectos favorables como traer refuerzos o cambiar el clima; de igual manera, el enemigo puede activar sus planes para dar la vuelta a una guerra que parecía ganada, obligándonos a frustrar sus tácticas. No se trata solo de derrotar cientos de enemigos sino de buscar los puntos débiles, controlar catapultas o bases.
En definitiva, Empires profundiza en los sistemas políticos, militares, económicos y de diplomacia para dar una visión más global a una conquista de este tipo. Naturalmente seguimos hablando de un juego con una gran parte fantástica en la que los 94 oficiales jugables –y 700 oficiales comunes- derrotan a decenas de rivales con un simple barrido de la espada, pero la simulación proporciona más perspectivas de estos conflictos.
En la parte puramente del combate encontramos un gameplay similar a la serie principal salvo por algunos pequeños ajustes. Un control sencillo basado en ataques que podemos encadenar, aunque no tanto como en un Dynasty Warriors tradicional, acompañado de poderosos movimientos Musou o los ataques activadores para aturdir, lanzar por los aires o cambiar estados de los enemigos; para mejorar el equipo conseguiremos artefactos de armas que aportan años elementales, y para el desarrollo personal se asignan títulos que afectan a la fama, obtención de gemas raras y modifican eventos. Dependiendo de los acontecimientos, a veces será necesario invadir o proteger fortalezas en porciones del mapa de Dynasty Warriors 9, con muros delimitados. Si lo que buscas es disfrutar puramente de la acción nos quedaríamos antes con otros musou, pero evidentemente Empires busca otra cosa y complementa los combates con más sistemas.
En el apartado de política nos encontraríamos con las opciones de un simulador que abarca asuntos internos, recursos humanos, recaudación, problemas diplomáticos, alianzas, intercambios comerciales, temas militares, mejorar la amistad con los oficiales y la preparación para el inevitable enfrentamiento que llegará más adelante. Las decisiones afectarán a la reputación –y por tanto los planes secretos o habilidades que podremos utilizar- y, si tenemos suficiente rango, participaremos con propuestas y objeciones, o incluso convertirnos en emperador, con efectos positivos en las ganancias y negativos con la amistad con otros reinos. Nada especialmente novedoso, pero funciona como siempre y sigue siendo entretenido si te gusta el género o el trasfondo histórico que abarca.
También existe la posibilidad de pasear por el mapa más libremente –y acompañados de un oficial aliado- aprovechando el contenido de Dynasty Warriors 9, pero lo cierto es que no aporta mucho más que derrotar bandidos o animales salvajes por el mapa y algunas funciones sociales; puede ser una alternativa para desconectar un poco de las invasiones/defensas, pero como otros muchos apartados, parece que no saca todo su potencial. En este modo podrás reclutar oficiales independientes y aumentar el nivel de amistad con los compañeros, e incluso formar matrimonios.
Un apartado técnico al que se le ven las costuras
La banda sonora es excelente y con rock para acción, con algunos temas nuevos; en general la saga Dynasty Warriors, tanto por música como las voces –inglés y japonés-, ha mantenido un buen nivel.
Otro tema es el apartado técnico, por el que el paso de los años ha dejado obsoleto. La base es Dynasty Warriors 9 y toma mucho contenido reciclado de aquel –e incluso de anteriores para animaciones y cinemáticas-, pero entra dentro de lo esperable al tratarse de un spin-off y, siendo realistas, los juegos de Omega Force tampoco buscan impactar al jugador por la calidad gráfica. El problema con Dynasty Warriors 9 Empires incluso en su versión para consolas actuales -donde llega por primera vez- es que arrastra limitaciones visuales que nos hacen pensar que apenas aprovecha alguna ventaja de las nuevas consolas. Ni siquiera los tiempos de carga, que aunque cortos, son numerosos –incluso durante la gestión de menús- y llevan más tiempo del que nos han acostumbrado PS5 y Xbox Series X|S; en el caso del DualSense tampoco hemos notado que lo utilice de manera especial.
Este Empires ofrece dos modos gráficos, uno que prioriza la estabilidad de la resolución y otro la tasa de imágenes por segundo. El primero no lo recomendamos, la acción de un Dynasty Warriors a 30 fps no resulta cómoda; el segundo logra 60 fps –salvando extrañas caídas durante cinemáticas o momentos puntuales- que hace la experiencia bastante más agradable, pero no termina de ocultar un puñado de defectos gráficos que muchas veces sacan de la experiencia: cortes horizontales -tearing- en el centro de la pantalla, aparición súbita de objetos –pop-up- y cambio visible en el modelado de los árboles, fallos en sombras… Aunque un musou basa su músculo gráfico en la cantidad de personajes en pantalla –pese a su nula inteligencia artificial-, la impresión general es que la desarrolladora debería aprovechar el cambio generacional para actualizar urgentemente su tecnología.
Conclusiones
Si bien hay pequeños cambios en la gestión que nos han gustado –más importancia en la producción de las ciudades, por ejemplo- y que si pasas por alto los problemas técnicos encontrarás diversión en alternar asaltos y defensas con la simulación, hay importantes recortes en opciones, el editor de personajes y el contenido, que lo hace más repetitivo y limitado que en otros Empire. Muchos fans de Dynasty Warriors esperaban que Dynasty Warriors 9 Empires solucionase los problemas que encontraron en Dynasty Warriors 9, pero la sensación vuelve a ser agridulce.
Hemos realizado este análisis en PS5 con un código proporcionado por Koch Media.