Análisis Cygni: All Guns Blazing, el 'shoot'em up' más impactante a nivel visual (PS5, Xbox Series X/S, PC)
Los shoot’em up nos han acompañado casi desde el principio, y por extensión durante algún tiempo los videojuegos se conocían como "los marcianitos". Fue uno de los géneros más populares y nos dieron grandes títulos, con ciertas variantes en mecánicas o ambientación, pero se llegó a un punto en el que ya era difícil innovar. Cygni: All Guns Blazing de KeelWorks y publicado por Konami se ha promocionado como un nuevo referente de los shoot’em up cinematográficos; para marcar expectativas realistas hay que ser claros: Cygni no es un antes y un después que nos haga olvidar a Ikaruga, los R-Type, Gradius, RayForce –estos dos últimos son influencias reconocidas para el estudio-, aunque sí es cierto que al menos trata de llamar la atención a una nueva generación de jugadores.
De Cygni: All Guns Blazing os hablamos en nuestras impresiones y destacamos varios puntos de él, en especial su espectacularidad y un sistema para desviar energía al aspecto ofensivo o defensivo según las necesidades. Es un juego indie, pero derrocha más valores de producción que un juego reciente como R-Type Final 3 Evolved, lo que sin duda puede interesar al público que no tiene nostalgia de los pixel o los rudimentarios gráficos 3D de hace dos décadas. Por suerte, detrás hay un buen juego, con limitaciones y errores que quizás se podrían solventar con un equipo de más experiencia, lo que no quita que entretenga y en sus mejores momentos sepa transmitir la sensación casi relajante de limpiar la pantalla de decenas de enemigos.
Dos planos para la acción, ¿doble de diversión?
En nuestro anterior artículo os contamos los pilares de Cygni: All Guns Blazing, un juego de disparos ligeramente twin-stick –el disparo no es 360º, sólo se mueve un pequeño ángulo- con acción que transcurre en dos dimensiones, la aérea –por donde se mueve nuestra nave- y la terrestre, con batallas de fondo. Esto se traduce en que tenemos dos tipos de disparos, las ráfagas del primer plano y misiles para atacar a los enemigos más alejados.
La idea de añadir complejidad es interesante, aunque no siempre está explotada. Estos enemigos del segundo plano aparecen más en las primeras fases –hay siete- y muchas veces son enemigos que no nos atacan directamente, sino que están ahí para ser destruidos y recompensar con puntos o energía. Otros, los más molestos, sí lanzan minas aéreas que nos pueden complicar la partida si no son eliminados a tiempo, así que necesitarás estar pendiente de varios focos de atención. Es una pena que no se aproveche más, que los gigantescos jefes no tengan patrones de ataque desde el fondo, y que según progresamos es un aspecto que pierde fuelle.
La otra peculiaridad en el gameplay es su sistema de energía. En Cygni: All Guns Blazing no hay potenciadores durante la partida –la personalización de la nave se hace con una pantalla, un tanto confusa, durante las misiones- sino una energía que podemos trasladar al poder ofensivo o el escudo. El escudo es la diferencia entre la vida y la muerte, de manera que siempre que sea necesario deberás recortar potencia a tus armas para protegerte. Es un juego generoso con la energía, y siempre que mantengas un colchón, tu nave podrá sufrir impactos entre tanta explosión que roza el bullet hell.
Completar Cygni: All Guns Blazing nos llevará aproximadamente hora y media, que es una duración por encima de la media de los shoot’em up, aunque la idea no es dejarlo aparcado una vez veas los créditos finales. En primer lugar tenemos multijugador local, que siempre puede invitar a la rejugada, están los récords online y un modo arcade, que consiste en jugar todo el juego desde el principio e intentar ver hasta dónde llegas.
En su longevidad también entra en juego la dificultad: el modo normal es para jugadores experimentados, y en cierta manera está diseñado para que lo juguemos primero en modo fácil –que suaviza el desafío y añade tres vidas- para desbloquear mejoras en la nave y entonces sí, afrontar dificultades más elevadas. No es un roguelike, pero si te propones superarlo de entrada en modo difícil sudarás más de la cuenta.
Cygni: All Guns Blazing es un juego muy vistoso –hablaremos de eso ahora- a ratos emocionante y exigente, pero no todo nos ha gustado por igual. No llega a ser monótono… aunque sí falta algo de mejor ritmo general, más variedad de enemigos, comportamientos y armas. Pondremos un ejemplo concreto: la mayoría de fases rondan entre los 10 y 15 minutos de duración que se antojan demasiado largas para un arcade. Hay varias razones por las que otros clásicos las fases eran más breves –en el tiempo en que te pasas la primera misión de Cygni, terminas cuatro de Thunder Force IV-, por ejemplo cambiar los enemigos, ambientación y peligros más a menudo.
En Cygni parte de esta duración se debe también a que muchos de los jefes o subjefes poseen una barra de vitalidad muy abultada. La filosofía aquí no es la de un gameplay arriesgado para la nave –por el escudo y lo fácil que es regenerarlo- y los enemigos más poderosos, que aguantan disparos durante varios minutos, sino una guerra de desgaste. ¿Mejor o peor que un arcade más frenético? Cuestión de gustos, pero habríamos preferido una misma duración general repartida en fases más breves y variadas.
Hay algunos otros flecos mejorables, por ejemplo salvo un par de jefes la mayoría son muy similares en comportamiento. ¿Qué tal colocar un oponente más escurridizo y rápido, introducir ataques desde el segundo plano o algo que no sea un enorme enemigo estático en la parte superior disparando rayos?
Los shoot'em up también pueden ser impactantes
La escocesa KeelWorks nació como una empresa de animación 3D y sus cofundadores trabajaron en Pixar. Se nota en esa espectacularidad, desde su vídeo de introducción –no tanto los intermedios, que bajan el presupuesto- como la calidad durante el gameplay. Unreal Engine ha permitido efectos de iluminación, humo y partículas impensables hace unos años, y con un rendimiento sólido.
No hay otro shoot’em up que se acerque a los aspectos técnicos de Cygni: All Guns Blazing, si bien artísticamente es más discutible. La mitad de las misiones transcurren en el mismo tipo de temática nocturna, ese mundo que describimos en las impresiones como "Matrix postapocalíptico". Aunque esta estética saca lo mejor de sus rayos de luz, explosiones y efectos de niebla, quizás termina por empachar demasiado; por supuesto hay diferente paleta de color, exposición y etalonaje según la fase, pero quizás le convendría diferenciar más cada zona. En la recta final introduce nuevas variantes de enemigos y algún que otro entorno más iluminado.
El apartado sonoro también es muy destacable. No es una banda sonora electrónica sino más orquestal, peliculera –tiene sentido por el espíritu general que se busca- y con un buen equipo de sonido la inmersión está rematada con explosiones contundentes.
Conclusiones
Cygni: All Guns Blazing se recordará por el aspecto visual, lo que no significa que automáticamente pinche en gameplay -no lo hace-. Simplemente, KeelWorks es un estudio novato y falta ese pequeño punto que separa a un juego entretenido de una auténtica joya, algo que tienen otros títulos sin un envoltorio tan rimbombante. Unas fases más ágiles, ideas más frescas con sus jefes, más variedad de biomas o planetas, y quizás una hipotética secuela empiece a plantar cara a las vacas sagradas de los shoot'em up.
Hemos realizado este análisis en su versión de PS5 gracias a un código proporcionado por Peidro Comunicación.