Análisis Windjammers 2, el frisbi nunca pasa de moda (PS4, Xbox One, Switch, PC)
Estamos seguros de que más de uno y más de dos de nuestros lectores guarda buenos recuerdos de Windjammers, un juego con un concepto tan extraño como divertido, en el que dos jugadores competían en especulares partidos... lanzándose un frisbi. Y sí, sabemos que sobre el papel puede no sonar muy emocionante, pero seguro que quienes lo hayáis jugado sabréis por qué funcionaba también. Ahora, dos décadas y media después, la saga vuelve con una secuela directa que, además, sigue funcionando como el primer día.
Vuelve el campeonato Windjammers
Windjammers 2 es un juego deportivo que, en cierta manera, combina el voleibol y el balonmano. Aunque las reglas son sencillísimas, os explicamos un poco cómo va. Básicamente, tenemos que conseguir marcar en la portería tras el jugador o hacer que el frisbi toque el suelo. Cada estadio tiene diferentes puntuaciones e incluso diferentes obstáculos, por lo que la estrategia cambia por completo de una pista a otra. Esto no sólo hace que tengamos que cambiar ligeramente la manera de jugar entre partidos, sino que cada personaje puede tener debilidades y fortalezas en cada uno.
En lo jugable, Windjammers 2 nos ha sorprendido muchísimo. No sólo ha mantenido la jugabilidad completamente fiel al original, sino que la ha mejorado añadiendo más posibilidades y profundidad.
Puede parecer una tontería, pero coger un juego de hace 25 años, tocar los controles y dejarlos mejor que estaban no es un trabajo nada sencillo, pero Dotemu ha salido airosos de tamaña tarea, ofreciendo un juego increíblemente sólido que requieren horas para dominarlos. Esencial para esto también es unos niveles de dificultad muy bien medidos, que no sólo nos obligan a jugar bien sino que también nos enseñan para que aprendamos de nuestros errores.
Esto lo podemos poner en práctica tanto en solitario como contra otros jugadores. En solitario tenemos el modo Arcade de toda la vida, en el que tenemos que ir compitiendo contra la inteligencia artificial hasta convertirnos en los campeones. Entre partido y partido, encontraremos también un par de Minijuegos muy entretenidos, aunque echamos en falta alguno más. Es un modo muy clásico pero muy divertido, sobre todo si jugamos en dificultades altas, ya que vamos a morir y a picarnos contra nosotros mismos por llegar más lejos. Como en las recreativas de antaño.
En lo que respecta al multijugador, cumple con las expectativas, pero está un tanto limitado cuando profundizamos en las opciones. Aparte del siempre agradecido modo local para jugar contra un amigo o la inteligencia artificial, tenemos el modo a través de internet. Aquí hay tres modos básicos: partida clasificatoria, partida rápida y partida con amigos, además de la posibilidad de ver nuestras estadísticas y las tablas de clasificación. Echamos de menos algo con más profundidad, pero entendemos que hayan preferido apostar por algo directo y funcional, manteniendo su propuesta arcade.
Art mejor que pixel-art
Dotemu, como ya ha demostrado con Streets of Rage 4, Wonder Boy: The Dragon’s Trap o el próximo Teenage Mutan Ninja Turtles: Shredder’s Revenge, no necesita pixel-art para ofrecer un juego de corte clásico. En su lugar, apuesta por el dibujo tradicional, que, al fin y al cabo, es lo que eran muchos juegos de la época: dibujos a mano reducidos al número de píxeles que podían mover las consolas o recreativas dentro de sus limitaciones. Y el resultado es fenomenal. Además de mantener el sabor clásico con una presentación fantástica, está todo diseñado para que los partidos sean fáciles de leer.
A esto hay que añadirle una banda sonora fantástica que encaja a la perfección que nos acompaña tanto en los partidos como en los menús para la experiencia retro definitiva. Dotemu ha vuelto a hacer un trabajo fantástico recuperando la experiencia de las recreativas y sólo podemos aplaudirle una vez más por saber capturar esa esencia.
El disco vuelve con fuerza
Windjammers 2 es un más que digno sucesor del clásico, que sabe mantener la experiencia intacta 25 años después. De manera muy parecida a lo que Dotemu ya hizo con Streets of Rage 4, Windjammers 2 coge la fantástica jugabilidad del original y la mejora, con más posibilidades y profunidad, pero de tal manera que sigue dejando sensaciones clásicas. A poco que os gustase la entrega de Neo Geo, creemos que van a ser unos 20 euros (o una suscripción a Game Pass) muy bien invertidos.
Hemos realizado este análisis jugando a la versión de PS4 en PS5 con un código proporcionado por Cosmocover.